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Familia complicada (4)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Ella empezó a tocarlo con ambas manos, torpemente, estaba durísimo, babeante y lleno de líquido pre seminal. Lo masturbaba lentamente, y acerco su lengua a la cabeza, lo saboreo, no pareció desagradarle porque siguió, después se metió la cabeza a la boca, lo hacía mal, pero la calentura era superior en ese momento y yo estaba muy caliente, ella se tomaba su tiempo, y yo sabía que era algo de lo que no contábamos, ella se metía un poco más que la cabeza, era mi primera mamada, y no me desagradaba, habíamos estado mucho tiempo solos, saque mi pene de su boca y empecé a masturbarme furiosamente, ella al observar esto abrió la boca grande y saco la lengua, más tarde me dijo que lo vio en una porno esto. Yo en un par de segundo estaba listo y apunte a su boca, lo que vino después fue una descarga abundante de semen, que pego en su boca, mejillas, ojo y pelo, no satisfecho con eso metí mi pene en su boca y me moví un poco al ritmo de mis ultimas contracciones, ella se dejó hacer. Estaba suspirando y viendo lo hermosa que estaba con mi semen en la cara, cuando escuchamos.

Madre: Florcita baja, que ya llego tu papá.

Ella se alteró toda, y empezó a limpiarse la cara con las sábanas de su cama, mientras yo me subía los pantalones pacientemente, escuchaba el auto entrar en el garaje. Ella se miraba en el espejo y tenía leche en el pelo. Se limpio y empezó a buscar sus bragas.

Yo: No esas las tengo yo. Me las llevo para masturbarme esta noche, te las devuelvo mañana con mi leche, así las utilizas.

Ella me miro y se quedó con una sonrisa medio de lado. Bajamos y el padre nos saludó, venia apurado con algo y llamo a su madre al despacho. Yo aproveche para irme.

Llegue a mi casa exultante como un triunfador, todavía seguía siendo un nerd y virgen, pero había avanzado muchísimo en este día. Tenía una chica para mí, y encima era una sumisa, pero algo que me dejo pensando es que hasta yo supe cómo actuar en ese momento, como dirigirme a ella o como llevar la situación. Serán las famosas lecciones de papá de macho alfa. Me comunique por WhatsApp con Florencia, quería tener certezas.

Yo: ¿Como estas, como te sientes?

Flor: Bien, fue muy intenso todo.

Yo: Entonces prepárate para vivir cosas intensas conmigo. Ha y anota en tu diario todo lo que viviste hoy.

Flor: ¿Leíste mi diario?

Yo: Si

Flor: ¿Que leíste?

Yo: Lo suficiente como para saber que eres mía, o miente lo que dice el diario.- Pasó como quince minutos que no contesto.

Flor: No, no miente. Soy tuya.

Yo: Eso me gusta mucho, ve a dormir, que yo me tengo que masturbar con tus bragas.

Mi vida se había tras tocado, y les veía muchísimo potencial a los nuevos acontecimientos. El tema es que no teníamos un lugar propio para estar con Flor, por eso estábamos limitado, yo era consiente que no podía desvirgarla en un rapidito. Pero mientas tanto nuestras sesiones de besos, nuestras pajas y sexo oral no faltaron. Tanto en su casa, cómo en la mía. Florencia era muy obediente y sumisa. Todo esto me encantaba, y a ella la sobre excitaba que yo la usara. Con el tiempo y las sesiones de sexo comencé a enseñarle como me gustaba que me la chupara, ya a la segunda vez que nos encontramos la desnude completa, y terminamos en un encuentro de sexo oral muy salvaje, embarre todas sus tetas con mi semen, debo aclarar que tiene unas tetas divinas, de tamaño medio, coronadas con un pezón mediano, marrón oscuro que contrasta muy bien con su piel blanca. Fue sublime, pero yo quería tener sexo completo con ella, pero como dije, nuestro tiempo era muy limitado, y ella se merecía perder la virginidad de una forma que recordara para siempre, o yo era un idealista.

Y en una de estas sesiones me dieron la oportunidad de devolverle el favor a Laura y perder la virginidad. Un sábado, con nuestra cita infaltable donde ella se pajeaba y yo era voyeur, se vio modificada, conecte mi celular a las cámaras del patio, y la redireccione apuntando hacia la ventana de Laura, yo no podía creer como no se me había ocurrido antes, bueno en verdad tenía los conocimientos hace poco, ayudando a los técnicos a colocar las cámaras, invite a Flor y le dije que se viniera preparada, por qué le iba a afeitar su vagina. No dijo nada, solamente si necesitaba algo. Ella llegó y yo tenía todo, había preparado una toalla, máquina de cortar el pelo, rastrillo de afeitar, una crema, y me prepare. Totalmente y profesionalmente le pedí que se desvista de cintura para abajo, cosa que hizo al instante.

Flor se desvistió, quedando su vagina a mi completa disposición, tome mi máquina de cortar el pelo y corte todos sus bellos, eran muy finos y negros, acto seguido humedecí la toalla en agua más que tibia y se la pase por todo el pubis, vagina y ano. Coloqué la crema en toda la zona y empecé a pasar el rastrillo de afeitar, lo iba pasando muy suavemente, note la humedad en la vagina de Flor, sabía que esto la estaba excitando, pero la ignore, y seguí con mi trabajo, una vez terminado el trabajo en su vagina y pubis, le pedí que se pusiera en cuatro, lo hizo al instante, no me había percatado era la primera vez que veía su ano, rosadito, cerrado, inmaculado. Unté crema y rasuré también esa zona, notaba la humedad en su sexo, cada vez estaba más excitada. Quedó todo impecable, observé y me enorgulleció mi trabajo. Le dije que se vistiera y fuera al baño a lavarse. Mientras tanto observé las cámaras para ver qué hacía Laura, ella estaba mirando por la ventana, cómo buscándome y era lógico ese era el día de nuestros encuentros no consensuados. Eso aclaraba todas las dudas, si Laura sabía o no que era observada.

Tomé mi teléfono y le mandé un WhatsApp, que estaba en la casa, que no la iba a molestar, iba a estar ocupado en mi habitación. Ella tardo, pero me contesto con un escueto OK, Flor volvió del baño y se sentó en mi cama, como esperando indicaciones. Yo miraba mi celular observando que hacía Laura, caminaba por su habitación, estaba enojada o molesta. Ya estaba en marcha mi plan, había sembrado la duda en Laura, mi padre se había ido con Gabriela en una escapada de fin de semana romántica, tenía la casa sola, había abierto las cortinas de la ventana, esta daba al patio de la casa, bueno si todo salía como había planeado podría devolverle el favor a Laura.

Llame a Florencia que quedo de pie frente a mí, y terminé de desvestirla, yo hice lo mismo. La traje hacia mi poniendo mis manos en sus nalgas, apretándolas y amasándolas, mientras llevaba sus pechos a mi boca. Sus pechos eran perfectos, con mi lengua recorría todo su seno, y jugaba con su pequeño pezón marrón oscuro. Ella tenía sus brazos sobre mis hombros, y acariciaba mi pelo, como primer acto de cariño, actuando por motus propio, siempre esperaba a que yo la mandara. Tenía los ojos cerrados, la cabeza hacia atrás y la lengua recorriendo sus labios, era tremendamente fácil llevarla a ese punto de placer y hacerla correrse.

Metí mi mano entre sus piernas, estaba muy mojada, empecé a recorrerla suavemente hasta el ano y volvía hasta su clítoris, una y otra vez, mientras seguía chupando sus senos. Mientras estaba en tan placentera tarea, miré por el costado y vi a Laura mirándonos, estaba en la esquina de la ventana, semi inclinada, para evitar ser vista, estaba colorada y con los ojos clavados en nosotros, tenía a Florencia de espalda a ella y decidí darle un buen espectáculo como ella lo hacía conmigo. Me acosté a lo largo de la cama y le pedí a Flor que se subiera arriba mío para hacer un 69.

Ella obedeció inmediatamente, mi pene estaba hinchadísimo, nunca había estado tan dura, yo ya le había enseñado mis gustos por lo tanto empezó con mucha lengua por todo lo largo de mi pene, acariciando suavemente con sus manos mis huevos, chupaba suavemente el glande y se la metía en la boca, no entraba mucho, pero para mí era la gloria. Mientras yo tenía una visión de su vagina chorreando, y ya directamente metía mi lengua directamente en su vagina como si fuera un pene. Tenía toda la zona mojada, de sus mismos jugos y de mi saliva. Estábamos ambos al límite del orgasmo, hasta que explote y ella también, entre jadeos y suspiros, las contracciones y jugos de su vagina se multiplicaron, y yo quería tomármelos todos. Tras unos segundos, me dijo

Flor: Gracias, ha sido delicioso. –Tome nota de esto, cada vez que acababa me daba las gracias.

Yo, ya no podía más, entre la depilación, la mamada, y el morbo de tener a Laura como espectadora, porque les aseguro que no se movió en ningún momento. A mí no se me bajo nada la calentura y seguía teniendo a Flor encima, empecé nuevamente a practicarle el oral para ponerla a tono, que no me costó nada.

Yo: Flor, prepárate, llego el momento. –La mire y tenía una mirada especial, no era miedo, se inclinó y me beso.

Yo: tranquila, yo te voy a cuidar.

Flor: Lo sé, confió en ti.

Me baje de la cama, busque el preservativo, y me lo coloque. Había visto miles de videos, tutoriales, pero nada nada se comparó con este momento, estaba nervioso y tenía un poco de miedo, pero no lo demostré, ella veía ante mí seguridad. Miré de perfil y vi a Laura concentrada en lo que estaba pasando. Me dirigí hasta donde estaba Flor con mi pene moviéndose y su vista fija en él. Me arrodille en la cama, y abrí sus piernas, nos mirábamos a los ojos, y acariciaba su cuerpo, acerque mi pene a su vagina y empecé a frotarlo contra ella, muy suavemente, no buscaba penetrarla, simplemente la masturbaba con mi pene. Me incliné sobre ella y empecé a besarla, mientras situé mi glande en la entrada de su vagina haciendo un pequeño vaivén simulando la penetración, solamente entraba el glande. Mientras seguía acariciando y besando a Flor, esto la había leído tenía que relajarla y que estuviera lo más excitada posible. Ella resoplaba, estaba realmente caliente como yo. Solamente entraba la cabeza, mientras una mano amasaba su pecho y mi boca jugaba con sus labios.

Cuando sentí que estaba lo suficientemente relajada hice presión hasta que algo se rompió, ella se quedó inmóvil con la boca muy abierta, al igual que sus ojos, le dolió y por su expresión mucho. Seguí besándola y acariciándola, sin mover mi pene. Jugaba con ella para excitarla de nuevo, en un momento dado se relajó y empecé con un lento mete y saca, sin profundizar más, ya que vi que eso le dolía, solamente entraba hasta la mitad. Cada vez dilataba más y estaba más lubricada, pero seguía sin penetrarla profundamente, apure el ritmo, ella estaba con los ojos cerrados y suspiraba en mi cuello, su respiración era muy rápida y yo ya no podía más y acabe por segunda vez. Me quede inmóvil sobre ella.

Yo: ¿Como estás?-La vi pensar- Y quiero la verdad.

Flor: Ha estado bien, me dolió mucho, y solo al final pude relajarme y disfrutar un poco.

Ella debió ver mi cara de decepción. Mire a la ventana y Laura se había ido, era algo con lo que contaba. Yo creía que en la primera vez iba a ser la experiencia orgásmica de la vida de Flor y no fue así.

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