Reitero que mis relatos son reales, nada fantasioso.
Después de iniciar mi tercera relación amorosa, me sentía tanto anímica como emocionalmente bien, sentía la curiosidad de hacer cosas nuevas. Una de ellas fue tener sexo en un lugar público, había escuchado historias, visto videos y me generaba morbo hacerlo.
Una tarde calurosa, con mi pololo (novio) decidimos pasear por un cerro de la capital, siendo fin de semana había mucha gente, conversábamos y nos sacábamos fotos, todo muy tranquilo, llevamos cosas para comer, así estuvimos hasta que ya comenzó a irse gente, la luz solar no era tan intensa, nos pusimos en un lugar apartado, sabíamos que íbamos a hacer, nos comenzamos a besar y tocar… parábamos a mirar si había alguien y seguíamos… le bajé el cierre de su pantalón y le saco su pene erecto y comienzo a masturbarlo mientras lo besaba.
En seguida baje a chuparle su pene mientras sentía su respiración y como su pene se ponía muy duro. Yo llevaba puesto una falda así que fue fácil quitarme el calzón y sentarme en su pene, lo tome con mi mano derecha y lo introduje en mi, ya dentro, comencé a moverme muy rápido… la situación, el morbo que alguien estuviera ahí, me tenía muy caliente, me seguía moviendo y saltando.
No recuerdo cuanto tiempo fue, pero debió ser entre 5 y 10 min. haciéndolo, hasta que sentí su semen dentro, me detuve muy agitada y sudada, nos quedamos así unos segundos hasta que me puse al lado, sentía como el semen caliente se resbalaba por mis piernas… por suerte tenía para limpiarme. Mientras lo hacía me moría de la vergüenza al igual que él. Me puse el calzón y nos fuimos, iba temblando, había tenido un orgasmo que me había dejado muy relajada, apenas podía caminar. Fue mi primera experiencia en un lugar público, lo disfruté mucho.
Durante los siguientes días, conversábamos mucho de sexo y que queríamos hacer y experimentar… él tenía la fantasía que me vistiera de algo en especial, le dije que me daba vergüenza la idea de comprar algún traje más que de usarlo.
Me daba vergüenza decirle a alguna amiga, oye quiero comprarme un traje… así que me demoré muchas semanas en hacerlo, fui a algún sex-shop, pasaba por fuera, me aterraba la idea de que alguien me viera, después de varias vuelta por la zona, entré rápidamente, por suerte no había nadie, solo una chica de unos 20 y tantos atendiendo, eso me dio un poco más de tranquilidad, me notó nerviosa… me preguntó muy amablemente si estaba buscando algo especial, yo tartamudeaba y le decía que quería ver algún traje, mientras sentía como mi cara estaba completamente enrojecida… ella muy natural me dice, tranquila mira ven, estos tengo.
Me mostró algunos, los típicos: policía, enfermera, unos de látex, uno que parecía profesora. Le digo mi talla, quería el de policía, me muestra algunos accesorios como esposas y látigos, compré todo rápido antes que entrara alguien más, no alcancé a mirar nada más.
No le había dicho a mi pololo que había comprado, quería probármelo para ver si me quedaba y ver si me veía bien. Llegando a mi casa me encerré en mi habitación, saqué el traje y me lo puse… me quedaba bien, era bastante sensual, más de lo que imaginaba. Mientras me quitaba el traje, escondía bien los accesorios por si alguien por casualidad lo podía encontrar.
Hablé con mi pololo y le comenté que había hecho la compra, pero no podíamos probar porque había gente en casa, y en la suya también. Si recuerdo bien, a eso de los 3 días, él me dice que vaya con el traje a su casa. Eché el traje a mi mochila junto con las cosas y me dirigí a su casa.
Al llegar, el me abre la puerta y subimos a su habitación y me dice muy ansioso, a ver muéstramelo… su ansiedad era obvia ya que me había negado a enviarle fotos con el traje, me daba vergüenza. Le dije que saliera de la habitación para que no se perdiera la gracia… el salió y yo me puse el traje y le dije que entrara. Cuando me vio quedó inmóvil, le mostré el látigo y las esposas.
Sin decirle nada, se comienza a sacar la ropa, mientras yo lo miraba, me dio algo de risa que fuese tan ansioso. Ya solo con su ropa interior, nos besamos y con mucha vergüenza, intento entrar en el personaje de policía y lo tiro a la cama, él se deja, me subo arriba de él, y siento como su pene ya estaba erecto… tomo sus manos e intento esposarlo.
Ya teniéndolo esposado, subo sus manos y comienzo a besarlo hasta llegar a su ropa interior, se la saco y su pene sale como si estuviera prisionero… comienzo a chupárselo, le digo que no baje los brazos, gemía mucho, más de lo que lo había hecho las veces anteriores.
Me detuve y comencé a quitarme la blusa lentamente y luego la falda del traje, me dejé las botas, el cinturón el sombrero, me senté dándole la espalda, introduje su pene en mi, y comencé a moverme… me incliné afirmándome de sus tobillos, y seguía moviéndome y saltando, es una posición que me encanta, sentía como él podía ver todo desde esa posición, eso me calentaba mucho.
Al acabar yo rápidamente, me detuve y me acerque a besarlo, le quité las esposas, en ese momento, él me toma fuerte y me pone en cuatro… toma mis manos y me esposa a mi… me dice que me dará muy fuerte… a lo que yo le digo que si, quería que me lo metiera fuerte… sentía como mi vagina estaba muy húmeda, la situación de sometimiento me estaba calentando muchísimo, él me toma de mi cadera y casi subiéndose arriba mío comienza a darme muy rápido y fuerte, sentía como golpeaba sus piernas y testículos en mi, mientras su pene entraba y salía, eso me hacía gemir muy fuerte, me hizo acabar a los pocos minutos, eso a él le produjo mucha excitación que lo hizo acabar dentro con un gemido fuerte, cayó al lado mío, exaltado… yo seguía en cuatro con su semen deslizándose…
Dos pequeñas pero intensas historias. En el siguiente relato, contaré dos experiencias más, una de ellas fue por primera vez grabarme y la otra, haber tenido sexo oral en el transporte público una madrugada.