Después de la primera grata experiencia con Andrés, pensé en seguir buscando amigos de mi novio para complacer mis necesidades y de paso humillarlo más. Sobre todo teniendo en cuenta que eso es lo que él quería.
Al siguiente quien tenía en mente era Carlos, un hombre alto de 1.85, fuerte y de piel clara y ojos azules. Era buen sabido que él era el más mujeriego del grupo. Y como no iba a serlo, si tenía las características que vuelven loca a casi cualquier mujer.
Cómo era de esperarse, Andrés no tardó nada en comentar con el grupo de amigos lo que había pasado entre nosotros, lo que provocó que comenzara a recibir mensajes y llamadas de ellos invitándome a salir o preguntándome si se me ofrecía algo. Por su parte Raúl comenzó a ser la burla de todos indirectamente ya que no le decían nada sobre mí de frente, pero si comenzaron a tratarlo como escoria y se burlaban a sus espaldas de lo puta que había resultado su novia.
Yo al principio comencé a ignorar los mensajes y las llamadas, después fui contestando, pero haciéndome la digna y negando todo. Al final yo sabía que iba a terminar cogiéndome a todos los amigos de mi novio.
Cómo les comenté mi atención de centro en Carlos comencé a tener llamadas candentes con él y a hacer intercambio de fotografías, dejándole claro que sí abría la boca con alguien ya no iba a tener oportunidad de estar conmigo.
Un día durante el trabajo estuve intercambiando mensajes con él hasta que llegó un punto y no pude más. Me fui al baño y le mandé fotos a Carlos que me devolvió las suyas y provocó que comenzara a masturbarme en los baños de la oficina.
Cabe aclarar que por mi trabajo siempre llevo tacones, falda negra (que siempre he usado más corta de lo que marca la norma) y blusa blanca a la cual me gusta abrirle botones a manera de escote.
Cuando terminé aún sentía una calentura inmensa, estaba dispuesta a ir a casa de Carlos para entregarme a él, pero el destino tenía algo diferente para mí…
Carlos tenía que salir de la ciudad por un asunto personal y no podría "atenderme" en un par de semanas, lo que me provocó una frustración enorme.
Quería ser usada ese mismo día, pero no estaba dispuesta a darle el gusto a mi novio todavía. Desilusionada decidí ir a mi casa y tratar de buscar una opción para reemplazar a Carlos en los próximos días, tomé mis cosas y salí a buscar un taxi ya que mi novio no había ido por mí porque no se lo pedí.
Después de unos minutos comenzó a llover y me resguardé debajo de un toldo de una tienda mientras esperaba taxi en la avenida.
Tardé bastante en encontrar uno, pero por fin después de más de 20 minutos logré subirme a uno que me llevara a mi casa.
Al abordar el taxi inmediatamente me di cuenta de la manera morbosa en la que me miraba el conductor. A pesar de que el hombre no era de mi agrado (algo gordo, canoso, con barba desaliñada) no me molestaba que me mirara de esa forma, de hecho estoy acostumbrada y me gusta llamar la atención.
El hombre no dejaba de lanzarme piropos, preguntándome qué hacia una joven tan bonita como yo sola en la lluvia y ese tipo de cosas. Al principio lo ignoré, pero después le contestaba de manera seca para ver si dejaba de molestarme.
Pero lejos de eso lo único que conseguí fue que siguiera molestando, diciendo que tenía una voz igual de bonita…
Cómo sea al llegar a mi casa me percate que había dejado la cartera en la oficina y que no tenía suficiente dinero para pagar el viaje. Le comenté al señor la situación y viéndome a través del retrovisor me preguntó que pretendía hacer.
Le dije que un par de calles adelante había un banco y que podía ir al cajero a retirar el dinero para pagarle.
Él acepto con una sonrisa marcada en su rostro, eso debió causarle desconfianza pero yo estaba enfocada en sacar el dinero para pagarle y poder llegar a casa.
Cuando íbamos llegando al banco me di cuenta que el tipo no bajaba la velocidad por lo que le pregunté qué estaba haciendo.
Él solo me miró a través del espejo y me dijo
-no bonita, está cuenta pendiente no la vas a pagar con efectivo jajaja
Yo me sentía angustiada, intenté abrir la puerta pero estaba cerrada y no podía liberar el seguro, una lágrima comenzó a rodar por mi mejilla y le suplique que me dejara salir, que le daría lo que quisiera.
-claro que me vas a dar lo que quiero, a poco crees que no voy a disfrutar a una hembra como tú…
Seguimos avanzando por un buen rato hasta que llegamos a un terreno que únicamente tenía un cuarto construido al centro.
El tipo bajó y se acercó a la puerta trasera, me abrió y me dijo que bajara, le dije que si me hacía algo gritaría pidiendo ayuda. A lo que me contestó.
-inténtalo si quieres preciosa, pero te advierto. Este es el lugar al que mis amigos y yo traemos putas y si escuchan algún ruido lo único que vas a provocar es que más hombres con ganas de coger vengan aquí y entonces no te vas a ir hasta complacerlos a todos.
Yo estaba aterrada, no sabía si lo que el tipo me decía era verdad, pero no quería arriesgarme.
Me hizo entrar al cuarto en el que solo había una cama y un sillón desgastados.
Él se sentó en el sillón y me dijo que quería que comenzará a quitarme la ropa conforme el me lo indicara y que por mi bien no intentará nada, eso me lo dijo señalando un cuchillo grande que estaba sosteniendo en su mano derecha y con la izquierda bebía una cerveza.
Yo estaba temblando pero accedí, el me pidió que desabotonara mi blusa despacio y procedí a quitármela lentamente.
Al terminar me pidió que la lanzará a la cama, después me pidió que me quitara la falda, baje el cierre y la deje caer al suelo, lanzándosela con el pie, él la tomo en el aire y comenzó a inhalar pegándola a su nariz. Me quedé únicamente con el conjunto de bra, tanga y zapatos negros que utilizaba en conjunto, debo admitir que a pesar del miedo y nerviosismo que tenía sentía un poco de excitación por la situación y la humedad de mi tanga me delataría más adelante.
El hombre me dijo que me acercara y diera una vuelta para poder mirarme mejor.
-mira nada más que rica estás chaparrita, no sabes lo bien que lo vamos a pasar.
Tiro un cojín al suelo y me ordenó hincarme frente a él. Enseguida me dijo que me recogiera el cabello y que le abriera el pantalón. Sabía lo que el tipo quería y pensé que si lo hacía bien el terminaría satisfecho y me dejaría en paz…
Procedí a aceptar lo que estaba pasando y me puse en la posición que me ordenó, noté el bulto en su pantalón y tomando aire libere su verga frente a mí, la verdad me sorprendió. No esperaba algo así, no era tan grande pero si era ancha. Él no me dio tiempo de nada, inmediatamente me tomo de la nuca y me hizo metérmela de golpe a la boca.
Su sabor no era desagradable pero tampoco era como el de las vergas que había probado antes. Además por el ancho me costaba metérmela completa.
No voy a negar que el hecho de que se comportara como un animal me estaba excitando y lo notó cuando comencé a mamar por mi cuenta sin que el moviera mi cabeza y comencé a gemir aferrándome a sus piernas.
-vaya que eres una puta, ya veo que solo era cuestión de motivarte para que hicieras lo que te gusta jajaja
Yo jugaba con mi lengua rodeando su cabeza y su tronco, buscando que terminara lo más pronto posible.
En ese momento no sabía lo equivocada que estaba, después de unos minutos escuché como comenzó a gemir y acelere los movimientos con mi boca para hacer que terminara, de repente comencé a sentir las palpitaciones y como se descargaba en mi garganta. El sabor era diferente pero no desagradable, terminó en una cantidad exagerada, me costaba trabajo tragarlo todo y cuando intenté separarme para tomar aire me tomó de la nuca y me dijo – no mamacita, esto te lo vas a tomar todo, si no quieres que te vaya mal no quiero ver una sola gota desperdiciada.
Al terminar me soltó y pude ver qué aún escurría algo de semen por su tronco por lo que comencé a lamerlo hasta dejarlo completamente limpio.
-bien zorrita, ves que no era tan difícil?
-ahora me va a dejar ir?
– dejarte ir? Pero si apenas vamos comenzando además se nota que te está gustando esto.
Después de eso me tomo del brazo y me lanzó boca arriba sobre la cama, con la navaja cortó mi bra y comenzó a besar y lamer mis pechos como loco. Yo estaba excitadísima, pero no quería darle la satisfacción de notarlo, lo que fue en vano por qué colocó su mano sobre mi tanga y notó que estaba empapada.
– vaya… Sí que eres una puta, tú negando el placer que te estoy dando y tu tanga está empapada jaja
Bajo a la altura de mi sexo y comenzó a inhalar como si fuera un adicto, en ese momento noté que se estaba excitando aún más, de un movimiento brusco me arranco la tanga haciéndola pedazos y me quitó los zapatos dejándome completamente desnuda.
Comenzó a besarme las piernas desde los muslos hasta los tobillos, lo que provocó que mi piel se erizara y me provocaba pequeños gemidos, no pude evitar comenzar a tomarme mientras él me miraba con una sonrisa.
Al llegar a mis pies, los colocó juntos frente a él y los observó por un instante.
-vaya estos piecitos están muy bien cuidados, tal parece que le pones empeño para que se vean así
Acto seguido comenzó a dar pequeños besos en mis plantas y a inhalar profundamente.
Cómo les he contado anteriormente, le tome el gusto a eso con mi novio por lo que comencé a excitarme más.
Después comenzó a lamer mis plantas una y otra vez hasta meterse mis dedos a la boca mientras se masturbaba.
Después abrió mis piernas y metió su cabeza para comenzar a lamer mi clítoris y beber mis jugos que en ese momento salían a chorros de mi.
Me provocó un par de orgasmos muy intensos que me dejaron exhausta, pero todo estaba lejos de terminar pues noté que me tomo de los tobillos levantando mis piernas y penetrándome de manera violenta y de golpe, yo solo pude soltar un grito pero no de dolor sino de placer pues ya estaba muy excitada y lubricada por todo lo que ese hombre me había hecho.
No me importaba que lo haya hecho sin protección pues no puedo quedar embarazada por los anticonceptivos que tomo y en ese momento no pensaba en otra cosa que fuera disfrutar de la situación.
Después de unos minutos embistiéndome volvió a gemir y sentí como se descargó dentro de mí.
Por fin había terminado. Se levantó y me dijo que le vistiera.
Que me llevaría a mi casa.
En ese momento regreso esa sensación de miedo y ansiedad que tuve al principio. Pero me comporte lo más tranquila posible para no alterarlo.
En el camino iba tocándome las piernas y riendo, me imagino que estaba recordando lo que pasó.
Al llegar me dijo:
-bueno preciosa, ya estás en casa. Mucho cuidado con contarle a alguien lo que sucedió entendido? Ya sé dónde trabajas y dónde vives entonces supongo que no quieres problemas verdad?
Además te aviso desde este momento que cuando se me antoje te voy a buscar y vamos a repetir lo que hicimos hoy, además que le voy a contar a mis amigos de ti, estoy seguro que les va a encantar cogerse a una putita como tú.
Bajé del auto y entré a mi casa, esa noche no descansé bien, tenía sentimientos encontrados y falté al día siguiente al trabajo.
Hoy recuerdo esa experiencia con mucho placer y más cuando recuerdo las experiencias que vinieron después de eso.
Pero ya se los contaré después…