En una de mis aventuras decidí llamar a una chica transexual y empecé la búsqueda por internet, había muchas chicas femeninas con rostros hermosos y piel impecable, tetas casi perfectas y cabellos estupendo pero ninguna tenía lo que yo estaba buscando porque esta vez quería un pene verdaderamente grande.
Después de buscar y encontrar varias opciones me decidí por dos, una de ella era una morena clara con un gran pene bastante grueso y la otra era de piel mucho más oscura con rasgos faciales menos femeninos pero el cuerpo bien torneado, esta última no mostraba el pene en las fotos pero en las descripción decía que me día 26 cm (el más grande la página).
Cuando llegué al hotel llamé a primera opción pero nunca me contestó por lo que tuve que llamar a la segunda chica, luego de media hora tocan a la puerta y al abrirla me encuentro una mujer negra altísima con tacones, falda corta y una blusa muy provocativa mostrando a plenitud sus pechos y sus piernas muy bien torneadas, olía muy rico y se veía muy aseada, confieso que dudé un poco al verla porque no era mi estilo y yo no nunca había estado con una transexual tan negra aunque era una de mis fantasías por cumplir, para completar no le había visto el juguete en las fotos.
Ella llegó muy soberbia cobrando por adelantado y mirándome de arriba abajo como si la que estaba pagando era ella, yo pensé en ese momento que la mejor opción era devolverla porque no sentí que era lo que yo estaba buscando y no había química, yo me quedé callado mientras ella entró y colocó sus cosas en una silla y me dijo "para ver lo que tienes ahí" yo estaba ya desnudo porque me había bañado pero solo me tapaba una toalla la cual dejé caer para que ella me viera desnudo.
"Date la vuelta" me dijo… quedé de espalda a ella y me dijo que no me volteara, pasó como un minuto cuando me pidió que abriera las piernas y me inclinara hacia la cama como para que ella pudiera ver me el culo y las bolas colgando, pues así me quedé y me repitió muy imperativamente que no me volteara.
Empecé a escuchar que escupía y el movimiento como si ella se estuviera masturbando por lo que en algún momento mi curiosidad me obligó a voltear, efectivamente se estaba masturbando pero con las dos manos ya que era un pene extremadamente largo y pude constatarlo porque cerró sus dos manos envolviendo el pene y la cabeza sobresalía, de verdad era muy muy muy largo pero no tan grueso más bien normal, pues hice el movimiento para acercarme a ella ya que pensé en arrodillarme y tragarme esa anaconda grande y jugosa pero a insistió en que no me moviera de esa posición.
Yo seguía ahí apoyado en la cama pero de pie con las piernas abiertas y ya me estaba cansando de esa posición además que estaba ansioso entonces le dije "me estás haciendo sufrir" y ella me contestó "el sufrimiento viene ahora", en ese mismo momento sentí que se levantó de la silla y se acercó agarrándome fuertemente las bolas y mordiéndome las nalgas duro, me dolía todo lo que me hacía porque era muy brusca de pronto su lengua estaba en mi culo dándome un placer increíble y lubricando el paso para lo que pronto estaría dentro de mi cuerpo, entre su lengua, los mordiscos, las nalgadas sumado al dolor de las bolas era una sensación muy bizarra pero excitante.
Se colocó un condón y empezó a meterlo dentro de mi culo muy lentamente mientras yo sentía como iba deslizando todo su pene hacia dentro pero fue un trayecto muy largo y lento porque medía verdaderamente 26 centímetros y lo empujaba al paso de un caracol o una tortuga provocando mucha presión en mi culo, una vez que todo ese animal estaba dentro de mi lo dejó así un rato un rato sin generar movimiento alguno para luego sacarlo nuevamente a la misma velocidad causándome un placer indescriptible, cuando ya casi la cabeza salía y mi culo se cerraba volvía a empujar para repetir el ciclo.
Amigos a ese ritmo me cogió por más de quince minutos, yo no aguantaba las piernas porque me temblaban y el culo ya lo tenía ardido e irritado aunque bien dilatado, yo quería y estaba más acostumbrado al sexo fuerte donde la adrenalina nos hace sudar y gritar hasta llegar al clímax, pero ella no procedía de esa manera, me hacía sufrir por ni acababa ni me hacía acabar a mi.
Le pedí varias veces cambiar de posición pero no me dejaba hasta que en algún momento me trajo hacia ella quedando igualmente ella pegada detrás de mi sin sacarlo, dio unos pasos hacia atrás y se sentó en la silla y yo clavado encima de ella dándole la espalda, el dolor aumentó un poco porque el pene era tan largo que sentía que golpeaba algo dentro de mi, de igual manera no hubo movimientos sino quedé sentado con todo su pene dentro y ella con sus manos en mi cadera para que no subiera, nuevamente empezó con ese ritmo lento y profundo del cual me fui enamorando pero odiaba a la vez, ella me subía y me bajaba muy lento por un largo período de tiempo pero ya el culo lo sentía destrozado porque me ardía y me dolía, le dije "quiero acabar", pasó su mano delante de mi y agarró mis bolas muy fuerte que me hizo gritar y llorar, con la otra mano me sostenía mientras me dijo " si quieres acabar hazte la paja".
Me costó mucho hacerme la paja porque tenía mis bolas apretadas con sus manos y esa estaca clavada dentro de mi, es una sensación muy difícil de describir cuando uno acaba con las bolas apretadas y un tronco clavado en el culo hasta lo más profundo de mi cuerpo, no sé si gemí grité y lloré al mismo tiempo pero más allá de botar mi leche creo que experimenté algo parecido a un orgasmo femenino porque mi cuerpo quedó tembloroso, aun así y luego de acabar ella no me dejó pararme y con su estaca metida se paró y estando de pie empezó a acelerar el paso de sus embestidas aunque no tan veloz, más bien de manera moderada pero fuerte y profundamente hasta que por fin explotó dentro de mí.
Al sacarlo procedió a quitarse el condón el cual pude ver con una cantidad de leche espectacular, se fue al baño y me dijo “mira en el espejo como te quedó el culo”
No tienen idea.