Me llamo Alex, tengo 27 años y este es mi primer relato de muchos que tengo para escribir, soy muy caliente desde que recuerdo y las cosas han subido de tono mientras pasa en tiempo.
No quiero perder el tiempo en presentarme y esas cosas ya que me irán conociendo en el transcurso de mis relatos que son reales.
Soy comerciante pero mi negocio ha prosperado y tengo una tienda (imagínenme que vendo celulares, solo para proteger mi identidad) En una tarde tuve que atender a unos chavos de quizás unos 22 años, se bajaron 2 de un carro pero con ellos venían 2 chicas hermosas, cuando se bajaron y vieron los artículos con ellos, enseguida sentí el cosquilleo en la verga y apretando la quijada y con la boca cerrada dije un (no mameees).
Las chicas vestían una con un vestido negro pegadito con una tela delga, y no traía bra, sus pezones se le transparentaban un poco y se notaba que traía también una tanga que le marcaba muy bien su figura. La otra chica vestía con un una licra de color gris y un top negro, no eran chicas de gym pero estaban buenísimas.
Uno de los chavos le pido a una chica que sacara de su mochila un par de cosas, su amiga la acompaño a el carro y no me quise perder el fabuloso y muy cachondo momento en el cual la chica del vestido se inclinaba por la puerta del copiloto a buscar la cartera de su novio, uuuf era una vista increíble, su vestido transparentaba y se veía claramente su tanga de color negro y como se perdía entre esas ricas nalgas.
Su amiga se acercó y abrió la puerta de atrás del copiloto y ayudó a buscar, la chica de la licra gris tubo que hacer lo mismo y que vista la mía al notar que traía una tanga de encaje que no se transparentaba pero si se notaba el relieve de la tela. Y que sexy se veía eso, contemplé ese panorama y sentía como la verga me palpitaba, cuando encontraron lo que buscaban no podía dejar de verlas se marcaba increíble la entrepierna en esa licra gris, y podía notar la figura de la tanga de encaje, en el vestido negro resaltaban esas tetas que no eran grandes pero perfectas, y esa ganga se le marcaba muy bien en su cintura.
Esa tarde no pude quitarme de la mente esa imagen de transparencia y cachondez de la mente.
Cuando llegue a casa le dije a mi esposa que se preparará y que saldríamos a cenar, ahora entenderán mi plan, le dije que se pusiera un vestido negro el cual yo mismo escogí de su guardarropa mientras ella se duchaba, cuando salió de la ducha no me cuestionó y se puso lo que yo había escogido, mientras se preparaba me metí a la ducha y pensando aún en esas chicas solo me acariciaba la verga mientras me bañaba, pero aun quería más de esa sensación. Tome un mallín gris que mi esposa tiene para hacer ejercicio y salimos.
Al momento de salir de casa no pude ver buena mi esposa ya que no quise prender la luz del pasillo del departamento para evitar ruidos, solo encendí mi auto eh invite a mi esposa a subir en medio de la luz apagada solo noté que se veía hermosa.
Llegando a el lugar de cena, deje el auto en el valetparking y noté que el chico que recibió el carro abrió los ojos tan grandes como pudo al ver a mi esposa, después me daría cuenta que el vestido era más transparente de lo que parecía, nunca se lo había puesto, por ese motivo no nos habíamos dado cuenta. Al momento que la vi, me llene de una sensación de excitación al ver que el vestido hacía ver sus pechos increíbles y redondos, al ser de noche el frío hizo lo suyo en los pezones de mi esposa y resaltaban de sus pechos, ese vestido hacía que su figura fuera espectacular.
Solo le di un beso y le cedí el paso, que al subir un par de escaleras apreté de nuevo la quijada y se me salió un pequeño gemido al placer de ver ese tremendo culo que la tanga hacia resaltar y más aún cuando me di cuenta que el vestido hacía transparentar todo ese monumental culo.
Vi cómo las miradas de todos se centraban en ella, y yo me sentía el más grande al tener a una hermosa mujer como mi esposa, le cedí el lugar en la mesa y permití que se sentara primero pero al acomodarle su silla vi como el tipo de una mesa atrás de mi esposa le clavó la mirada en el culo ya que al momento que mi esposa se sentó, el culo hizo lo suyo en la tela del vestido y se transparentaron sus nalgas su tanguita negra y veía la sombra que dividía sus nalgas, una ricura total…
Comenten para animarme a subir la segunda parte, es un relato 100% real de muchos que tengo.
Al terminar la segunda parte podré compartir fotos de ese día por correo.
