Conocí a una chica por internet, nunca fui de entrar a páginas de citas, pero ese día mis padres se habían ido de viaje al continente asiático y mis hermanos, que son súper molestos, estaban con unos tíos a varios pueblos de distancia. Así que me dije “por qué no probar mi suerte” y entré a la mencionada página.
Sólo bastó con describirme y no pasaron ni 5 minutos que me llegó un mensaje. Cuento la descripción y aprovecho para describirme acá.
Me llamo José, tengo 25, mido 1,70, complexión atlética, bien dotado, en serio bien dotado, me mide 22 cm por 8 excitada.
La chica que me escribió era hermosa, pelo rubio, ojos verdes, súper delgada, tetas grandes, culo grande y bien proporcionada. Medía casi lo mismo que yo y era un año más grande.
Quedamos en vernos porque vivía relativamente cerca de mi casa. Cuando llegó vestía realmente como puta. Tenía minifalda, top que parecía que iba a reventar por las tetas enormes, sin corpiño y una tanguita negra bien chiquita.
La recibí, cerré la puerta y se lanzó encima mío. Me besó, con lengua, sin lengua, casi me dejó sin aire. Me besó la boca, el cuello, la oreja y no paraba de gemir.
De repente tomé la iniciativa y le pellizqué los pezones, la agarré del culo y se volvió loca, al sólo contacto acabó. Yo me sorprendí, ni la había tocado.
Sin mediar palabra la hice arrodillarse y me desabroché el pantalón, ella se asustó por mi pija enorme de 25 cm. pero se la comió en seguida, se la tragó sin problema. ¡Menuda puta! Pensé.
Se acostó boca arriba y le clavé los 23 cm. de verga caliente sin miramientos. Se la metí en la concha de una estocada, la bombeé un par de veces y se la metí en la boca, le cogí la boca y después pasé al culo. Se la metí de una sin lubricarla, sin miramientos y sin saliva, ella se puso realmente loca ¡Menuda puta! Pensé.
La bombeé un rato y se la metí en la boca, después volví a su concha. Ella no hablaba, sólo gemía y se dejaba hacer.
A todo esto, no podía creer lo que estaba pasando. Después de 45 minutos dándole bomba por todos los agujeros acabé abundantemente. La llené toda. Cuando terminó de tragar me gritó que quería tercer round, ¡yo no podía más! Mi verga de 20 cm. necesitaba descanso.
Esperé 3 minutos, tomé agua y volví a la carga. La penetré por el orto de una estocada y gritó gustosa, le di bomba 30 minutos y se la saqué del culo y se la metí en la boca. No me importó que después del sexo anal haya que higienizarse antes de meterla en otro lado y me la limpió ella con la boca sin importarle que no se había preparado adecuadamente para el sexo anal. Todo eso quedó en nada cuando me dijo que estaba exhausta pero que se quería quedar a dormir.
Así fue como conocí a la que hoy es mi novia Estela.
Fin.