-Andre mi amor, olvide las guías de entrenamiento, voy a buscarlas no tardo
-Esmeralda, las puedes de dejar por hoy, mira que podemos llegar tarde a la reservación
-Amor es importante
Y sin a largar la discusión la despampánate rubia salió del auto, con su sencillo, pero elegante vestido que enmarcaba la figura del cuerpo de una joven deportista, con cada zancada que daba, la delgada tela del vestido se sumía en la línea que separa su firme y tonificado trasero, con paso ligero y decidido avanzo hasta la puerta donde inserto su carnet y marco en el teclado táctil un serie de numero rápidamente, pronto en la pantalla apareció el nombre de Esmeralda Sáenz, con prisa abrió la puerta de un edificio cuyo letrero enmarcado en letras rusticas, quedaban un impresión de seriedad y formalismo decían Institución Educativa Campestre Femenina Nuestra Señora de las Mercedes.
A simple vista su lugar de trabajo era pequeño, no obstante, las apariencias engañan, para llegar a las oficinas de maestros había que caminar cerca de cinco minutos, sin demora inicio su caminata por los caminos marcados por grandes recuadros de cementos colocados a lo largo del trayecto de forma y alineación irregular, solo se escucha el sonido de sus altos y delgados tacones con cada paso acelerado.
En el transcurso del camino no pudo dejar de notar como el colegio con su sistema automatizado empezaba a encender la luces, de los pasillos, recordó los celadores y el personal de mantenimiento que había sido despido hacia solo unos meses y remplazado por ordenadores, que podían ejecutar fácilmente la tareas rutinarias, como las amables señoras que aseaban fueron remplazado por una compañía de trabajadores que no emitían mayor gesto a la hora saludar, los celadores por unas potentes cámaras y sensores alrededor del colegio que detectaban cualquier intruso que no trajera consigo el chip identificador en su carnet, de los más de 280 trabajadores contratados solo quedaba don Emeterio un señor cercano a la edad de pensión que por cuestiones de incapacidad no pudieron despedir, sus verdes ojos del color de su nombre mostraron signos de nostalgia.
Aunque si lo intentaron, pero los abogados siempre están disponibles para ganarse una tajada y por suerte para el viejo Emeterio esta vez no fue la excepción, un joven abogado miro al viejo medio cojo, con problemas de salud y saboreo la oportunidad de dinero, asesoró el viejo, haciéndole ganar algunos millones no obstante la mayoría fueron al bolsillo del joven abogado, el colegio no solo vio obligado a recontratarlo si no a buscarle un lugar donde pudiera vivir.
Si bien el viejo Emeterio podía trabajar sus incapacidades hacían que el trabajo fuera muy pesado, en especial el área deportiva donde Esmeralda y las demás profesoras de deportes trabajaban con las jóvenes, era un área que estaba desorganizada y desaseada debido a que el viejo no se daba abasto, pues el plan del colegio era despedirlo por ineptitud en su trabajo, cosa que el viejo sabia y trataba de suplir con todo su aliento, no fue sorpresa que Esmeralda viera mientras sostenía las guías con rutinarios ejercicios de patinaje mesclados con yoga las luces del Gimnasio prendidas aunque no debían estarlo por el sistema automatizado.
-Será que Don Emeterio dejo las luces encendidas nuevamente o estará trabajando a esta hora
Indecisamente miro su reloj de pulsera rosa a juego con su piel.
-un cuarto para la hora, estoy a tiempo
Sin demora bajo por las escaleras e inicio su recorrido hacia el moderno gimnasio, al llegando a la puerta el vidrio teñido mostro la figura de lo que parecía un ser un ser humano.
-Raro, estará trabajando Don Emeterio
Decidió que era mejor no interrumpirlo directamente, que si de alguna manera podía salir de la duda sin interrumpir el trabajo del viejo pues lo haría así que opto por asomarse por una pequeña ventana de vidrio, cuando se asomó quedo a menos de 4 metros de una escena que la joven Maestra recordaría toda su vida.
Un enorme miembro como ella no lo había visto jamás era amasado por una mano que sujetaba lo que parecía un trapo blanco en torno a él, más abajo dos testículos del tamaño de dos naranjas bailoteaban de lado a lado, enmarcados por unas endebles piernas solo adornadas por un overol caído más debajo de las rodillas, más arriba de las huesudas caderas del viejo un abdomen consumido por la desnutrición, arriba una caja torácica llena de huesos, seguida de un rostro al cual se le iban a salir los ojos del placer.
-Ohhh
Fue el primer pensamiento de la joven Esmeralda al dar el primer vistazo del Miembro de aquel hombre su instinto primitivo la guio durante un muy breve momento.
-Dios mío que hace este hombre
Al ver el rosto de aquel hombre con su boca abierta y sus ojos brotados de placer no había duda habían atrapado a don Emeterio con las manos en la masa o mejor dicho en su herramienta, La joven Esmeralda por un momento paralizada no supo qué hace si correr o entrar y encarar el viejo por su atrevimiento, no obstante el asunto se convirtió en personal cuando observo que un casillero estaba abierto, con una foto muy familiar, su foto, su foto de cuerpo entero vestida de su conjunto de patinaje pegada al respaldo del casillero, pudo ver como aquel trapo que sujetaba no era más que una de sus preciadas tangas que a menudo protegían su más preciado tesoro durante sus prácticas deportivas.
-Maldito viejo –pensó.
El viejo llevado por las circunstancias mientras movía su mano lentamente con la prenda de apariencia sensibles y delgada tela sobre su grueso miembro buscaba con su otra mano entre el casillero hasta que encontró su contraparte de arriba, podía verse al viejo deleitándose mientras olisqueaba aquella prenda como un ratón buscando queso impregnada de la esencia femenina de Esmeralda.
-Viejo cochino degenerado hare que te saquen como a un perro directo al calabozo o al manicomio por cochino y sucio.
Inmediatamente tomo su celular y silenciándolo tomo varias fotos del acto y seguidamente con la cámara de su celular de alta definición empezó a grabar lo que parecía una escena de una película porno.
-Con esto te iras al infierno viejo mugroso
La cara de Esmeralda era de completa indignación, sus hermosos ojos verdes enmarcados por unas enormes pestañas y unas tupidas pero bien delineadas cejar mostraban signos de llorar de indignación, mientras su delicada nariz respiraba pausadamente y su boca contenía cualquier sonido que pudiera salir de ella, contrastaba completamente con la del viejo, sus ojos salidos, su nariz desviada y su boca abierta dejaba entrever lo que parecían dientes faltantes, de su boca salían resoplidos y murmullos que no eran entendibles a los oídos de Esmeralda.
Las manos de Esmeralda temblaban mientras trataba de mantenerse lo más tranquila posible, empezó a notar los detalles de aquella escena aquellos que a primera vista por la mera impresión su celebro no tuvo tiempo de procesar.
Lo primero que pudo notar con detenimiento fueron una seria de machas y pecas en el abdomen del hombre, y aunque la pobre Esmeralda lucho contra su instinto de ver el potente aparato reproductor de aquel hombre no puedo evitar mirarlo para detallar más claramente, al observar sus testículos pudo notar como estas no solo se movían por cuestión de inercia si no adicionalmente pareciera que adentro se produjeran ciertos movimientos automáticos, desde los testículos de aquel hombre se desprendían pequeñas hilillos de venas que iban convergiendo hasta convertirse en 5 enormes venas que envolvían al miembro como un árbol estrangulador envuelve a una palmera.
Con el fin de tener una mayor claridad y no dejar a duda de su evidencia (eso pensó ella, pero en realidad era su instinto de hembra inconsciente que genero este pensamiento con el fin de apreciar de manera más clara aquel prominente y potente miembro) hizo zoon en su cámara y pudo notar aquello en todo su esplendor.
– Es gigant… que asco –interrumpió su pensamiento
Rodeado de los pocos bellos que aún quedaban se encontraba un grueso miembro envuelto en venas apenas y apenas podía sostenerse por completo con una mano, en algunas partes donde las venas se entrecruzaban se notaban abultamientos considerables, arriba un Glande que parecía expandirse y contraerse a los ritmos de su corazón, aquel miembro no era como el de su esposo frágil y sensible, de este emanaba poder.
Y es que aunque todos no esforcemos por cambiarlo, debemos aceptar la esclavitud a la que nos tiene sometidos el destino, El cuerpo de la joven profesora estaba expuesto a la testosterona del el viejo Emeterio desde el momento en que eligió la ventana que está justo debajo del extractor de aire del gimnasio, sin notarlo la testosterona de aquel viejo había entrado en su sistema endocrino por medio de su respiración y su piel, tras más de 2 minutos de exposición su sistema endocrino este había empezado a inhibir mentalmente la partida de Esmeralda, tras 5 minutos la piel de Esmeralda había empezado a erizar.
-Cuanto empieza demorar este degenerado
El viejo Emeterio hizo su siguiente movimiento sacando su lengua blanca y empezar a dar lamidas en círculos de donde presuntamente irían sus pequeños pero rozados y tiernos pezones, el cuerpo de Esmeralda inmediatamente tomo señales y poco a poco con cada lametazo debajo de su vestido y sin que Esmeralda se diera cuenta sus pezones habían empezado eyectarse, el hombre había empezado a incrementar su ritmo y de su glande empezaron e emerger lo que parecían gotas como mostraba la cámara de la joven e inocente Esmeralda.
-Que ricas téticas debes tener Esmeraldita.
Estas palabras sacaron de quicio a Esmeralda.
-Maldito viejo
No optante su cuerpo había reaccionado endureciendo sus pezones por completo, acto seguido el viejo arrojo el top de esmeralda adentro del casillero y tomar después uno des bicicleteros de Yoga, sin pensarlo paso su lengua por el lugar de su intimidad, no obstante la reacción de Esmeralda se limitó a ser simplemente un mueca, de una u otra forma su sistema había empezado actuar en ella, además de que el olor a liquido preseminal ya había llegado a su olfato, debilitando aún más su defensas sexuales, por otro lado el viejo ya estaba empezando a tomar un ritmo frenético en la paja a acompañado de pujidos, mientras no despegaba la boca de su tesoro más preciado.
-Tus téticas están muy ricas pero tu hendidura es exquisita.
Los labios mayores que protegían el sexo de nuestra protagonista habían empezado a dilatarse protegidos por su sexual encaje debajo del delicado vestido.
-Este viejo cuanto piensa durar –pensó.
Mientras en su zona intima los labios mayores habían dejado expuestos a sus labios menores y con ello a la entrada donde albergaba su tesoro más preciado y deseado por todo macho que la observara caminar, pero que solo uno había logrado conquistar no completamente, si bien Andrés su esposo había mantenido relaciones sexuales con ella, el pene de Andrés no tuvo la capacidad de entrar más allá de su entrada, Esmeralda Había entrenado patinaje desde que podía caminar, dotándola de una portentosas piernas y muslos que eran la envidia de cualquier deportista, la fortaleza de sus glúteos y su abdomen delineado perfectamente no dejaban duda de su estado físico, pero producto de su alto entrenamiento los músculos internos vaginales destinados dar placer a los hombres se habían fortalecido tanto que un pene de humildes proporciones como el de su esposo no podían penetrar por completo.
Esmeralda estaba sorprendida de que al viejo no le causara algún dolor tal apto pues ya había alcanzado un ritmo demencial en su acto, mientras que del tesoro de esmeralda habían empezado a brotar las primeras gotas de su esencia.
De repente y si tomar aviso previo el viejo coloco ambas prendas e incremento la velocidad, mientras resoplaba palabras
-Si… Esmeralda… tómala. Si… a casi llega tu leche Esmeraldita… mi amor
-Qué asco, pero su rostro ya no mostro un gesto tan exagerado
-Ha… a viene, ¿dónde la quieres Esmeraldita?, en tus téticas, en tu boquita…
-… – incredulidad
-Si está bien solo porque tú lo pides… te llenare de leche
-…
-Voy a venirme dentro tuyo… Oh… ohh… mmm que rico…
-Hmh –Esmeralda emitió un leve sonido al ver como el viejo empezó a botar su leche su cuerpo no resistió y deliberadamente envió un choque eléctrico a sus labios menores.
Aquel vergón del viejo empezó a dilatarse y contraerse mientras sus testículos subían y bajaban para después soltar el primero chorro de leche que impacto en contra de la foto de Esmeralda, a la altura de del abdomen, seguidos por otros que fueron a parar a sus prendas íntimas para finalmente dejar empapado el piso, acto seguido el viejo cayo de rodillas, mientras una temerosa Esmeralda escapaba a gatas de la escena rumbo hacia su seguridad.
Continuará.