Por estos días recordé una situación que me ocurrió hace varios años, pero creo ha sido la experiencia sexual más excitante que he tenido en mi vida con un desconocido y deseo compartirla hoy con todos ustedes, espero les guste tanto como me gustó a mi cuando me sucedió.
Para esa época yo tendría como 25 años (actualmente tengo 37) y resulta que al regresar a mi casa de trabajar cuando me bajé de la buseta se me acercó un tipo como de unos 35 años preguntándome por una dirección. Yo le indiqué más o menos y él dijo que si lo podía acompañar.
Como el tipo se veía bien y había mucha gente a esa hora le dije que lo acompañaba hasta cierto punto ya que yo debía seguir por otro lado. Así fue que el tipo empezó a hablarme, que buscaba la casa de un amigo, a que se dedicaba en fin. De un momento a otro me dijo que tenía un amigo joven como yo y que cierto día estando en el baño de un centro comercial ese amigo le propuso a él que le permitiera verlo orinar.
Fue algo que me puso nervioso y excitado a la vez viniendo de un desconocido. Entonces el tipo me pregunta que si a mí me hubieran propuesto lo que le propuso su amigo yo que hubiera dicho o hecho. Después de pensarlo un poco y con las hormonas alborotadas le dije que yo no le veía ningún problema y que yo lo dejaría ver, igual entre hombres no debería haber problema.
Entonces el sujeto fue más allá y me propuso entonces que lo dejara ver mi pene. Viendo que la propuesta era en serio le dije que donde o como lo hacíamos y él me respondió que buscáramos un sitio e hiciéramos como si estuviéramos orinando… Me parecía algo arriesgado ya que podría alguien conocido darse cuenta entonces le dije que fuéramos a un sitio que estaba en construcción que estaba cerca y el aceptó. Ya a estas alturas tenía una erección enorme de tal forma que cuando llegamos al sitio me bajé el pantalón y salió de una mi verga…
El tipo solamente la vio y sin decir más se agachó y se prendió a mamar como ternero huérfano, y el tipo era un experto debo reconocerlo, sin embargo era tanta la excitación que no demoré mucho en venirme dentro de su boca hasta que me la dejó limpiecita y brillante. Ya después solamente me subí el pantalón y me entró el complejo de culpa pero con una cara de satisfacción.
El hombre me dijo entonces que tenía una verga deliciosa y que conocía a otras personas que les gustaba hacer lo mismo y me podrían incluso pagar, pero la verdad es que la propuesta no me interesó, me despedí y salí de allí rápido y por otro camino para que el tipo no me siguiera, pero en realidad había disfrutado mucho de una mamada realizada por otro hombre…