Saliendo del trabajo como casi siempre pasé por un restaurante cerca de casa, entré hice un pedido y fue entonces que vi a tres tipos dos de ellos bailando y otro sentado en la barra, algo llamó mi atención de uno de ellos, me acerqué a la barra hacer mi pedido y el más lindo se presentó cuando lo vi no lo escuché, mis ojos se clavaron en sus carnosos labios, estaba contento decía salir de vacaciones junto con sus compañeros para mi sorpresa son militares…
No me quedé mucho tiempo en el lugar tenía que volver por mi pedido a recoger, habían pasado cerca de hora y media cuando volví, ellos seguían estando allí en el bar-restaurante bebiendo muy entonados, nos miramos hablamos y la casualidad somos del mismo pueblo, eso empezó a ponerse interesante muy curiosamente me pidió el Instagram hablaba sin parar como si de una máquina se tratara y yo no quitaba la mirada de sus pronunciantes labios quería probarlos sin duda. Me pareció simpático aparte de sexy estaba como el médico me lo recetó…
Pasó un día le escribí hablamos largo y tendido cada día un poco más, sentía que no le era indiferente decía que le gustaba que llamé su atención, al principio creí que era mentira pero conforme pasaba el tiempo más me aseguraba que era su tipo y yo encantada. Un día revisando sus fotos vi un par de tatuajes en su cuerpo uno destacaba más que el otro, era interesante ver dibujado en su pelvis un muñeco de cuento infantil el cual voy a omitir para evitar comentarios.
Esto hizo que mis deseos fueran más allá, tratar de descubrirlo sería un placer echo realidad formar parte de ese cuento. Llegamos a la conclusión de un encuentro ambos teníamos ganas de estar juntos, llegó justo un día antes de mi cumpleaños menuda sorpresa para mi, sentía muchos nervios.
Lo llevé al departamento donde yo vivía estaba cansado de un largo viaje que había hecho pero las ganas de abrazarme y por fin besar esos labios que al principio los vi prohibidos se hicieron realidad.
Me apretaba de la cintura y me apoyaba junto a él no quería despegar mis labios de los suyos besos mojados y apasionados enredando su lengua jugando al placer seductor del erotismo. Sus manos tocaban mis nalgas acariciaba mi espalda, subía y bajaba con su lengua hasta abrir mis piernas y sumergirse en lo más profundo de mi ser,
Sólo pensaba en lo rico que lo hacía su lengua, sus labios tocando mi clítoris excitada y mojada apreté con mi mano bajo su pantalón un duro y grande trofeo, era la verga perfecta para mi, en tamaño grosor uff no paraba de repetirle que la metiera de un solo golpe, cogió mis caderas y alzó un poco para sentirlo más profundo me follaba tan fuerte que no quería que acabase rápido, me giró me puso de espaldas hacia él, cogiendo mis nalgas y abriendo las un poco penetraba profundamente su verga a veces sentía dolor pero de esos que se siente rico, estaba muy cachonda jadeaba sin parar y le pedía más que no parase, nuestros cuerpos mojados de sudor exhaustos pero con ganas de seguir follando es una bestia en la cama imparable, le gusta poseer llevar el control y hacer de mi a su antojo, me hizo eyacular de un squirt como nunca lo había hecho, eso le encantó y le hizo sentir que hizo un buen trabajo.
He de decir que quedé satisfecha y me gustaría que así fuera siempre junto él…