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Entrego a mi esposa en bandeja de plata
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Somos una pareja de esposos, mi esposa se llama Karina y yo Carlos Daniel, ella tiene 32 años y no tengo 36, llevamos doce años juntos ya con familia. Mi esposa es de un metro setenta centímetros, pesa ochenta kilos, es morena clara, ojos cafés, cabello lacio, mide noventa y cinco de pecho y noventa y ocho de nalgas o glúteos. En la universidad donde trabajo el personal docente acostumbra cada año realizar una excursión para cerrar el ciclo estudiantil y podemos llevar a nuestra pareja o ir solo. El viaje inicia viernes por la mañana y se regresa domingo por la noche. En esa ocasión me acompaño mi esposa y decidimos visitar un lugar donde hay un lago y las fiestas son de lo mejor en los fines de semana.

En total viajamos como cuarenta y cinco personas, todas adultas, durante la ida el viaje fue muy placentero y uno de los amigos más allegados a mi persona me dijo que el conocía un lugar donde se la pasaba de lo mejor y que si yo lo deseaba que él y su esposa nos invitarían, que en ese lugar se iban escalando niveles. La verdad no le entendí pero le dijimos con mí esposa que estaba bien, total íbamos a divertirnos.

Llegamos al lugar y el viernes por la noche teníamos planificado hacer una carne asada y tomarnos unos tragos, así lo hicimos y luego nos fuimos cada quien para su bungaló, cada uno de estos bungalós tenía seis habitaciones, cocina, una sala y dos baños, además había una piscina. El clima estaba delicioso y era la oportunidad de estar en ella. Esa noche fue divertida, hicimos juegos, tomamos, comimos y luego cada quien a su habitación y los que teníamos paraje a echarnos un tirito o una cogida como decimos en mi país.

Al día siguiente empezó la aventura de nuevo fuimos al desayuno y luego al lago. Por la tarde mi amigo, su esposa y otras tres parejas me dijeron que los acompañáramos que irían a una casa disco, que era muy divertido a lo cual accedimos con mi esposa. Al llegar ellos cancelaron las entradas, el lugar era muy lujoso y estaba una mesa para ocho personas sin usar y decía reservada, seguramente uno de mis compañeros la había pedido y nos pasaron una botella de vodka con jugo de naranja, una azafatada que contenía camarones, carne de res, cerdo y venado, todo se veía delicioso. La botella se terminó dando tres rondas, no era mucho pero los que no estamos acostumbrados a beber ya estábamos un poquito en honda como dice la juventud actual.

Mi esposa al beber bebidas alcohólicas luego tiende a entrar en ambiente. Llego un joven a decir que estábamos invitados a ingresar en el siguiente ambiente y estaba otra mesa reservada, en el centro estaba una botella de tequila y ocho vasitos como de dos onzas, mucho limón y sal. El mesero sirvió un poquito más de la mitad de los vasitos y estaba un pichel con jugo de verduras y sirvió en otro vaso la misma cantidad, me dijo uno de los amigos que se tomaba de un solo jalón, luego se chupaba el limón con sal y luego el jugo de vegetales o sangría.

Con esos tequilas sentí un calor que bajo de mi cabeza al resto de mi cuerpo, había una pista de baile, bailamos y note que habían muchas tocadas y muchas parejas tenían muy poca ropa. Uno de mis amigos me dijo que si pasábamos al último nivel pero que ese era más fuerte que todos, le dije que estaba bien que no había problema sin saber que era. Había un pasillo como de quince metros de largo y unos cuatro de ancho, había unas luces bajas moradas, rojas y verdes; en cada lado habían cinco entradas con cortinas y el mesero nos dijo cuándo ingresamos que podíamos pasar a cualquiera de los salones que estaban en esa sección, no quitaron los zapatos porque todo era alfombrado.

Cuando ingresamos al primer salón quede sorprendido, habían varias chicas besándose, sin ropa, otras con consoladores, se tocaban y besaban sus cuerpos, fue sorprendente y mi esposa dijo baya sorpresa que me has dado amor y me beso. Sentí un cosquilleo cuando escuché eso pero seguimos y en el siguiente estaban tres chicas con un chico moreno, le hacían sexo oral y así fuimos pasando a los diferentes salones y en todos había chicas y chicos cogiendo, masturbándose, besándose, tocándose. Cuando terminamos de pasar en todos los salones dijo un amigo y dime Carlos cual les gusto más… yo le dije, me has sorprendido y mi esposa dijo a mi si me gustaron todos, más donde estaban las chicas con el chico moreno y todos fueron diciendo cual les había gustado más.

La esposa de mi amigo me agarro de la mano y agarro a mi esposa de su mano y nos llevó a la habitación donde estaban las tres chicas y el chico moreno, el chico y las chicas nos recibieron muy bien, como que si ya nos conocían, muy amables. El chico nos dijo bienvenidos, las chicas me abrazaron y mi amiga se fue, el chico agarro de la mano a mi esposa y la sentó en un sofá y le empezó a bailar, una de las chicas se le acerco y empezó a quitarle su ropa y lo mismo hacían con mi persona, me dejaron sin nada y mi bella esposa también la dejaron sin ropa.

A diferencia de las chicas mi esposa tenia poquito vello púbico y ellas no tenían nada, ella no hacía por escapar o salir del salón, el moreno la acostó en un sillón que le decían Kama Sutra, le tocaba su rostro, sus labios, pechos vientre y le dedeaba su parte intima, mi esposa cerraba los ojos y se retorcía, me veía y medio sonreía. Las chicas me empezaron a acariciar y una de ellas a chupar mi verga, yo no sentía placer, tenía rabia de ver a mi esposa con el moreno pero ya ni modo no podía hacer nada, más que ver como la jodían y como disfrutaba ella de ese momento. Una de las chicas se fue a acompañar al moreno y a mi esposa, entre los dos la estaban haciendo explotar de placer.

La chica besaba sus pezones, chupo su parte íntima y luego le chupo la gran verga al moreno, yo no podía disfrutar esos manjares por estar al pendiente de mi mujer y ella ni siquiera me veía, es más creo que en ese momento se olvidó de mi persona, luego vi como la chica besaba sus labios y ella le correspondía. Seguidamente el moreno se metió entre sus piernas y le empezó a chupar su chocho, vi cómo se retorcía y le jalaba la cabeza como diciendo dale más fuerte y la chica besando sus pechos y labios, acariciándola y ella disfrutando. Luego se paró el chico moreno y la chica le empezó a chupar su verga, ella lo acerco a mi esposa y la chica jalo su cabeza para donde estaba la verga del chico, mi mujer se la chupo. En ese momento explote de coraje pero no hice ni dije nada y una de las chicas me dijo al oído disfruta el momento, ella lo está disfrutando.

Luego que se la chupo por un momento al chico la chica la siguió besando en sus labios y cuello, el chico la acomodo y jalo sus caderas más a la orilla del sillón y la chica le coloco un condón y la empezó a coger, vi cómo se retorcía y gemía, mientras la chica besaba y tocaba sus pechos, vientre y palmeaba sobre su vello púbico. Una de las chicas que estaba con migo me acostó en la alfombra y con su boca me puso un condón y se sentó sobre mi, trate de disfrutar y dejar que mi bella esposa disfrutara el momento. Luego puso los pies de mi esposa en su pecho y la bombeaba despacio besando sus pies y sobando sus piernas, nalgas y estómago.

Luego la puso de rodillas en el sillón y le junto sus piernas, dejando libre la entrada de su parte intima, vi que la chica tenía un frasco en sus manos y que le aplicaba a mi esposa, luego me percate que era lubricante, el chico moreno no tuvo piedad y le penetro su culito y mi mujer no dijo ni hizo nada, ella le permitió hacer todo y eso me enfureció porque nunca había dejado que yo le penetrara su culo, hice lo mismo con la chica. Escuchaba los gemidos y gritos de placer de mi bella esposa. El moreno le lleno de leche sus nalgas y luego ella se dio vuelta y le limpio con su lengua los residuos y seguidamente yo termine.

Luego nos reunimos los seis y las chicas besándome y tocándome y el moreno haciendo lo mismo con mi esposa, cuando ella me vio me cerró el ojo como diciéndome gracias por este momento. No me arrepiento y desde ese día nuestra vida sexual cambio mucho y fue para bien. En ocasiones fantaseamos con ese momento e imaginamos que esas personas están con nosotros.

Desde que salimos de ese bello lugar estuvimos más unidos y a la fecha seguimos de esa forma, nos gustaría hacer otro viaje y ver que nuevas experiencias nos da la vida y disfrutarlas al máximo.

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