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Entre más fresa más perra (4)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Al día siguiente no me dejó ir sin darme una última cogida y claro una carga de leche fresca en mi interior, al volver con Edgar.

Solamente pude fingir cansancio inventando que nos pasamos toda la noche chismeando y haciendo relajo con mis amigas, pues tenía que mantener la mentira que le había dicho, aunque el trataba de sacarme conversación yo no quería más que tomar un baño y una larga siesta, al estar en la ducha y empezar a sacar las bolas de mi ano me llegó a la mente las palabras de mi captor "desde ahora siempre tendrás algo en ese culito hasta que me puedas complacer".

Sabía que si las sacaba se enojaría y me castigaría pero volví en mi con coraje pensé quien se creía el para usar mi cuerpo y que pensaba si el nunca descubriría que me las saqué, así que tire de ellas todavía tenía coraje y lo hice sin cuidado pero fue un error solté un pequeño gemido y pude notar que empecé a escurrir y no era agua me volví a sentir sucia, saber que mi cuerpo había tenido todo eso durante horas, al salir del baño iba directo a la cama pensando en recuperar varias horas de sueño pero antes Edgar me empezó a decir que tenía un evento en el trabajo.

Era el aniversario de la tienda donde trabajaban y el corporativo realizaría una cena de gala con todas las sucursales y el recibiría un premio por haber sido el mejor vendedor de toda la zona así que claro tenía que acompañarlo y varias cosas más me decía muy emocionado pero estaba tan cansada que no le pude prestar mucha atención, lo felicité y le dije que claro que iríamos pero que me dejara descansar y más tarde me prepararía para el evento.

A las 5 de la tarde Edgar me despertó diciendo que ya me tenía que arreglar porque no podía llegar tardé así que me levanté y empecé a arreglarme, me maquille, no es por presumir pero ya soy lo que muchos considerarían bonita y maquillada me veía preciosa, me puse un vestido negro de noche que resaltaba mi cintura y mis caderas y unos tacones de punta que hacían ver mis piernas aún más largas de lo que ya eran, salimos del departamento y en el pasillo estaban los malandros que solo al verme hicieron unos ojos de plato.

Edgar tardo unos momentos en cerrar la puerta y en eso sonó mi celular era un mensaje del jefe de los malandros, decía "te espero en los lavaderos, no tardes", respondí "no puedo subir voy de salida que no ves?", "no te estoy preguntando, en serio no me hagas enojar que puedo arruinar mas que tu salida".

Entendí las mayúsculas como su enojo proyectado y al salir del edificio invente que había olvidado mi maquillaje de retoque y que no me tardaría, subí casi corriendo pero con los tacones era un poco difícil al llegar a los lavaderos ahí estaba él recargado en un lavadero y al verme silbó y dijo "mira que tremendo pedazo de puta tenemos aquí" se lanzó sobre mi para abrazarme con un brazo y con su otra mano amasar uno de mis pechos, no pude ni si quiera moverme y el seguía manoseándome, "¿todavía tienes tu cola perrita?".

Se me saltaron los ojos preocupada porque obviamente no iba a ir a un evento de mi pareja con unas bolas chinas metidas en el culo pero solo lo pensé no tuve el valor para decírselo en la cara, pero al ver mi cara supo la respuesta me dio la vuelta y me puso contra los lavaderos "si mueves las manos del lavadero te voy a atar, destrozare tu vestido de puta y te daré un castigo que tú culo no olvidará".

Subió mi vestido dejando mi culo expuesto y bajo la tanga que traía dejándola a la altura de mis rodillas, "bueno bueno bueno parece que está perra no aprende por las buenas las órdenes de su amó" me dio una nalgada haciéndome temblar y no por el dolor de la nalgada si no por no saber que vendría, mi miedo parecía entretenerlo porque soltando una leve carcajada dijo "bueno pero soy un amo generoso te daré dos opciones, 1) tengo otro juguete te lo meto, te cojo un rato y luego te dejo ir con tu noviecito llena de mis jugos y prometiendo que siempre traerás la cola que yo te indique o 2) simplemente te empiezo a coger el culo hasta que suba tu novio a buscarte y lo madreo cuando nos encuentre".

En eso sonó mi celular, era un mensaje de Edgar preguntando que si ya iba a salir, le respondí primero al malandro que la opción 1 pero que no tenía tiempo, "mira perrita aquí tú no me vas a apresurar yo te voy a coger el tiempo que quiera ya tu sabrás que decirle a tu novio o si quieres le digo yo de una vez".

Empezó a sonar mi celular por una llamada de Edgar, le hice una señal de silencio y contesté, "bueno amor, si perdona es que al entrar mi vestido se atoro con la puerta y se me rasgo y no puedo ir así además ningún otro vestido se me ve así de bonito, si perdona ya sé que tienes que llegar temprano, pero mejor adelántate apartas los lugares y yo te alcanzo en unos minutos en taxi cuando termine de coser el vestido, si te lo juro, te amo adiós".

– "tremenda puta que eres que fácil se te dan las mentiras solo para recibir tu cogida".

Si tenía una facilidad para las mentiras pero no tenía nada que ver con la cogida.

Empezó a acariciar mis labios sin previo aviso "bueno hora de la diversión que así como estás me la pusiste bien dura".

No sé si ya había aprendido mis puntos o yo ya me había acostumbrado a sus manos pero no pasaron ni unos minutos cuando ya estaba empezando a escurrir y de su bolsillo saco algo que no vi a la primera, pero sentí como algo frío roso mis labios mojados y supe que era cuando lo empezó a empujar, era un dilatador de esos juguetes que parecen pirámides y entre más entran más se van anchando, lo metió sin problema en mi vagina y empezó a masturbarme con el, yo seguía agarrándome del lavadero ahogando mis gemidos, mordiéndome los labios no me importó que se me cayera el labial o arruinar mi maquillaje y cuando estaba a punto de tener el orgasmo se detuvo.

"Bueno perra ya te divertiste es mi turno y recuerda que no debes de quitar las manos del lavadero" saco su verga que ya tenía bastante líquido preseminal y la apunto a la entrada de mi ano, lo que me hizo poner de puntas ya que recordé lo grande que era y que no entraba fácil, no tuve otra opción que decirle "no, espera si la metes así no podré evitar gemir fuerte, quítame la tanga y ponla en mi boca".

Él se rio fuertemente burlándose de mí "ves putita antes lo sentías como una violación y ahora tu misma eres la que me pide que le haga las cosas ya estás aprendiendo", al pensarlo tenía razón ya estaba consiguiendo humillarme haciéndome aceptar sus demandas sin rechistar, pero deje de pensar cuando sentí como introducía mi tanga echa bola en mi boca, hizo una coleta con mi pelo y con su otra mano apunto su verga a mi culo, a pesar de que me puse de puntas todo lo que podía no le impedí el acceso a mi culo al contrario parecía que yo misma estaba pidiendo que me clavara su verga cosa que no tardó en hacer.

Al entrar la punta sentí un impulso en todo mi cuerpo entre no soltar las manos del lavabo donde estaba apoyada, su mano jalando mi pelo hacia el clavándose a su antojo, la mordaza que tenía para evitar el ruido, el dolor de mi ano invadido y eso sin olvidar que todavía tenía el juguete en mi vagina, no pude hacer más que dejarme hacer, empezó a embestirme metiendo cada vez más su polla mi mente se puso en blanco cuando llegue al primer orgasmo hasta que dijo "bueno ya entro la mitad, a partir de aquí ya rompimos récord", en serio solo iba la mitad yo ya estaba derrotada y el iba a seguir usándome como muñeca inflable y no estaba equivocada siguió embistiendo duro jalándome del pelo y diciéndome de cosas como "que rica estas", "tremenda puta me fui a conseguir", "tu ano tendrá mi forma a partir de ahora y serás mi depósito de semen".

Yo volví a estar en blanco de mi boca escurría baba que no pudo absorber mi tanga, de mi vagina también escurrían mis jugos de los orgasmos que ya había tenido y mis ojos en blanco solo confirmaban que no estaba en mi, descargo en mi ano toda su leche a pesar de que una noche antes me había cogido muchas veces volvió a dejarme una cantidad increíble de semen dentro de mi y cuando terminó dijo "bueno no podemos dejarte sin tu tapón", saco el dilatador de mi vagina y lo metió en mi ano, me jalo del pelo y me puso en el piso.

"Tu si te irás sucia pero mi verga siempre la tienes que dejar limpia así que ya sabes que hacer", me tenía de una coleta agarrada y con la otra mano saco mi tanga babeada y me fue manejando para que lamiera cada parte de su miembro sin dejar ningún rastro de semen, cuando termine me felicitó dándome dos ligeras cachetadas que parecieron más palmadas y diciendo "muy bien perrita ya estás aprendiendo puedes ir con el cornudo de tu marido pero eso sí no quiero que te limpies mi preciado líquido ni que te saques tu colita".

Me levanto y me acompaño hasta la calle para tomar el taxi no se si para verificar que no hiciera nada de lo que me había ordenado o para presumir me con sus amigos como si fuera un trofeo.

Y así pase toda la noche con el culo lleno de semen de otro hombre mientras veía como mi pareja recibía felicitaciones de muchas personas sin saber que le estaba poniendo una gigante cornamenta como corona.

Este relato no terminará aquí, pueden enviarme sus sugerencias de que otras experiencias podrían pasar.

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