Viajé a otra ciudad a juntarme con una hermosa mujer que conocí por Internet…
Llevábamos semanas hablando de muchas cosas y nos dimos cuenta que tenemos bastante en común…
También nacen sentimientos y todo ha sido maravilloso… Conversaciones subidas de tono… fotos… imágenes hot y audios exquisitos…
Pero decidimos juntarnos y ver que podía pasar…
Después de un viaje de más de 9 horas allí estaba ella mi amada gatita…
Una hermosa mujer rubia de bellos ojos verdes y labios rojos deliciosos…
Unos pechos hermosos grandes y firmes los cuales resaltaban con su linda polera negra y su hermoso escote…
Jeans ajustados… Una cola divina y unas piernas muy bien formadas… En resumen ella era divina…
Ella no lo noto… Pero al verla sentí una gran erección que pude disimular tapando con mi chaqueta… Nos fumamos un cigarrillo y nos dirigimos al hotel donde nos hospedaríamos… Los dos íbamos nerviosos cruzando pocas palabras…
Llegamos dejamos los bolsos y nos recostamos sobre la cama a descansar unos minutos antes de salir…
Lentamente nos abrazamos y comenzamos a besarnos tiernamente… Con dulzura… Tímidamente con algunas caricias las cuales de igual manera estremecieron mi ser…
Poco a poco nos quitamos la ropa…
Yo quite su pollera… Y ella suavemente quito mi pantalón… Mi pene ya estaba erecto… ella lo tomó con sus manos… De a poco entreabrió su boca y lo llevó a ella…
Pasando su lengua en mi miembro erecto… Y luego lo introdujo en su totalidad…
Que mamadas más ricas me hacía gemir tímidamente y mis ojos entreabiertos se desorbitaban con cada roce de su lengua…
Al cabo de unos minutos nos separamos sus pechos estaban al descubierto… No podía dejar de mirar esa delicia que estaba frente a mis ojos… Los besé suavemente… Pasando mi lengua por esa aureola tan bella y dura…
Quite sus jeans su pantaleta… Comencé a besar sus pantorrillas… Sus muslos y llegué a su sexo… Lo comencé a saborear de abajo hacia a arriba…
A mover ese sabroso clítoris de lado a lado tan solo con mi lengua… Y cada vez que lo sentía más y más húmedo ayudaba al placer con mis deditos…
Mi lengua rozando ese clítoris rosadito y mis deditos entrando en su húmeda vagina hacía que su cuerpo se retorciera de placer… Y tímidamente emanaban ricos gemidos de entre sus labios…
Fue tan el nivel de excitación que ella me pidió que la penetrara…
Yo sin dudarlo accedí a su deliciosa invitación.
Me monte sobre ella separando sus muy bellas piernas y entre en ella con suavidad…
Ese momento para mi fue divino estar dentro de ella.
Mientras sus manos me rodeaban y sus uñas rozaban mi espalda.
Y así estuvimos por varios minutos.
Luego cambiamos a la posición de perrito. Algo que a ambos nos encanta.
Ella se acomodó apoyando sus pechos en la cama. Su cola tan hermosa estaba erguida solo para mi. Sin esperar más acomode mi pene erecto a más no poder y entre nuevamente en ella. Tomándola fuerte por las caderas con mis manos. Y moviéndome cada vez más y más duro. Acelerando los movimientos y ella siguiéndome el ritmo. El éxtasis era total. Nuestros cuerpos sudados eran uno fundidos en el mayor de los placeres.
Luego yo me recosté y ella sobre mi comenzó a moverse de manera deliciosa. Yo la tomaba por sus caderas y acariciaba esos bellos pechos.
El clímax se acercaba. Y nuestros cuerpos ya no daban más. Esperando el momento para explotar al unísono y lanzar ambos a la vez ese ansiado gemido final…
Nos abrazamos. Nos besamos y nos acariciamos.
Todo lo que tanto esperamos por semanas hablando por chat… Ya era real.
Éramos uno.
De veritas que éramos uno solo.
Pero la noche recién comenzaba.
Y esta historia continuará…