Mi suegra es de complexión robusta llenita, cuenta con unas tetas grandes, culo parado y piernas muy marcadas.
Todo comenzó una tarde que fuimos mi esposa y yo a comer a casa de mi cuñada, ahí se encontraba mi suegra, comenzamos a comer, después pasamos a la sala a tomar unas cervezas y ya aproximadas las 6 de la tarde mi cuñada tiene que salir por su sobrino por lo que decide ir mi esposa con ella quedándonos mi suegra y yo en casa para seguir bebiendo.
Después de un rato de miradas cachondas desvistiéndonos con la mirada, mi suegra empieza a tomar iniciativa diciendo que siente un dolor en su espalda.
Me acerco a su espalda, ella para su enorme culo casi tocando mi miembro, después me agarra la mano diciendo que le duele el pecho. Ya frente a ella paralizados por 5 segundos comenzamos a besarnos como locos, después fui bajando para besarle, mamarle y succionarle sus enormes senos, le quité el pantalón de licra que llevaba para después bajarle el calzón cachetero que traía.
Le empecé hacer un grandioso sexo oral, sus labios gruesos, su clítoris muy marcado, su vagina húmeda, seguía haciendo sexo oral mientras con una mano apretaba sus tetas y con la otra su culo. Después ella agarró mi miembro con su mano para después hacerme un excelente sexo oral, parecía toda una experta, con sus manos me masturbaba y después metía todo mi pene en su boca hasta ahogarse para después sacarlo.
Después de un rato decidí tumbarla en el sofá para comenzar a penetrarla. Primero empecé despacio, después fui subiendo el ritmo, pasados 10 minutos me dijo “a ver ahora me toca a mi cabalgar” y se subió encima de mí a cabalgar, yo mamaba sus tetas y la comenzaba a nalguear. Después de un rato sentí como ella tuvo un orgasmo y bajó el ritmo de la cabalgata.
Para no perder el ritmo la puse en cuatro y comenzamos a hacerlo de perrito yo no quería venirme, pero al escuchar como mis huevos pegaban en su vilo eso me excitaba más y más hasta que tuve que venirme dentro de su vagina inundándola de leche. Mi pene seguía erecto cuando ella me dice “y falta lo mejor, quiero que me des por el ano métemela con todo”.
Empecé a quererla penetrar, pero estaba muy seco su ano y ella hacía ruidos como que le dolía así que bajé a chupar su hermoso ano rosado y bien estrecho, ya que estaba húmedo la embestí con mucha fuerza hasta penetrarla, ella decía que siguiera y no parara que estaba a punto de tener un orgasmo, cuando por fin se vino, vi como sus piernas empezaron a temblar y me dijo “no te vengas dentro quiero que me eches tu semen en mis tetas” y a mi solo me quedo obedecer y saqué mi verga y eché mi semen sobre sus tetas. Fueron 45 minutos de gran sexo con mi suegra…
Después de ese encuentro tuve más con ella, que con el tiempo se los contaré, los demás fueron exquisitos y hasta con trajes…
Quieren que se los cuente??