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Encuentro anal transformador
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Bueno, este es mi primer relato, les doy la bienvenida y me siento gustosa de que me acompañen en esta nueva experiencia. Me gustan mucho las historias, leo bastante también, pero bueno esto tiene que ver más con mis experiencias en mi largo camino a convertirme en la travesti que soy actualmente, así que vamos con la primera historia.

Era un sábado muy esperado, habían pasado ya como unos tres meses que me reencontré con Bernardo, o como cariñosamente yo le decía Berny. Era un amigo de la infancia, ahora teníamos unos 24 años ya. Era moreno delgado y bien alto, bueno yo también soy un poco alta pero él me conoció como varoncito y esta vez le pude confesar mis inclinaciones, le confesé además que me gustaba mucho y que yo era travesti de closet y si deseaba podíamos tener un encuentro casual para demostrarle lo mucho que le tenía ganas. Eran unos días en que en verdad me encontraba bastante caliente e inquieta, tenía muchas ganas de sexo y él siempre me dio confianza, así que aproveché de decirle que me moría de ganas y si se interesaba que me dé una llamada, además los tiempos han cambiado y no perdía nada porque no lo frecuentaba.

Por esos días recuerdo que me masturbaba bastante seguido, todas las noches sobaba mucho mis pezones ya que soy muy sensible y eso me calienta bastante. Fue justo una noche que estaba en plena sesión masturbatoria desnuda en mi cama viendo porno shemale y con un dildo insertado en mi culito, que recibí su llamada, era un lunes recuerdo y era para invitarme a almorzar el fin de semana, luego a pasear y finalmente a tener sexo ya que él viajaba fuera del país y quería recordar viejos tiempos con un amigo que ahora era travesti pasiva y pasar un buen rato también sexual. Yo le contesté que estaba encantada y que nos encontraríamos en un restaurante bonito de una calle bien conocida del centro de Lima.

Recuerdo que toda la semana me preparé bastante y me masturbé rico todos los días, jugaba con mi dildo e imaginaba que Berny me penetraba rico en muchas poses, soñaba con chupar esa pinga, cómo la tendría, me emocionaba la idea y esperé con ansias el sábado. Compré lencería, unos tacos nuevos, maquillaje, una peluca negra preciosa, me depilé con sumo cuidado, sobre todo la zona anal y puse crema a todo mi cuerpo, pinté mis uñas de los pies de color rojo brillante, me compré unas medias preciosas, todo el encaje era negro, todo precioso.

Finalmente llegó el sábado, fui vestido como chico, conversamos, charlamos de los viejos tiempos de adolescentes, le confesé que siempre me había gustado pero nunca me atreví a decirle nada porque éramos amigos pero ahora ya estaba muy desinhibida y no pierdo oportunidades como ésta. Berny pidió bastante comida, un pollo a la brasa con papas, vino, mucha guarnición y ensaladas, agregó anticuchos, y la verdad que comenzamos como a la 1pm y yo para variar ese día también tuve un desayuno contundente con bastante pan, jugo y café pero bien temprano. Aquel día de la emoción supongo, pero tenía mucha hambre, encima el vino estaba riquísimo y me abrió aún más el apetito. Berny y yo reímos mucho, ya estábamos bien relajados, terminamos el almuerzo y caminamos bastante por un parque bastante grande, me invitó un helado con dos bolas como me gusta, jejeje y yo ya estaba medio caliente porque me agradaba mucho mi Berny. No aguanté y le di un beso al que él no rehuyó, me devolvió el beso y me nalgueó en plena vía pública. Me dijo vamos a mi departamento, allí estaremos más cómodos y la verdad que quiero comerme ese potito que tienes, ya debe estar con ganitas. Yo le respondí que mi potito estaba a mil y que ya no aguantaba. En ese mismo momento tomó un taxi y fuimos disparados para su departamento. Lo gracioso fue que ya habían pasado como tres horas del almuerzo y me sentía cargada como para ir al baño, pero bueno pensé que llegando al departamento podría ir y lavarme para estar a punto, como me relajé tanto no me puse a pensar en que debería estar limpia para nuestro encuentro, o sea hacerme un lavado anal previo, pero en fin, vamos a lo nuestro pensé, ya veremos qué hacemos.

El viaje en el taxi fue largo, ya me comenzaba a sentir con más ganas, finalmente llegamos y entramos, era lindo el departamento, tenía unas ventanas enormes y una vista preciosa de la playa. Berny no me dejó ni siquiera hablar y me envió a su habitación para que me cambie por completo. Entré a su habitación y me puse de inmediato mi ropa que con tanto cuidado compré esperando ese momento, la excitación comenzó a ganarme, ya no pensaba, sólo quería sexo con Berny, que me haga su hembra por horas hasta el día siguiente. Salí de su habitación maquillada, con tacos elevados dejando ver mis deditos con las uñas bien pintaditas, un babydoll negro lleno de encajes, unas panties negras de malla y con una cara de puta que no se pueden imaginar, estaba hambrienta de pene. Modelé en su sala, me contorneé frente a Berny, dejé ver mis atributos, mis piernas, parte de mis nalgas. Sentía mi barriguita un tanto llena pero no hice mucho caso. Berny me dijo estás preciosa nena, eres toda una puta y ahora serás mía. Creo que me mojé en ese momento, sentí como me salían gotitas de mi pinguita de travesti y me mojaba de la excitación, ya estaba goteando y sentía comezón en los pezones que se me iban parando también, cabe señalar que los tengo un tanto larguitos y me excita mucho verlos paraditos, y un cosquilleo en mi agujerito de travesti también.

Después de esa frase Berny me jaló a su sofá y se desnudó por completo, se sacó toda la ropa, me acarició todo el cuerpo, me besó intensamente y yo estaba en las nubes, comenzó a desnudarme también y pensé decirle que me de unos minutos porque estaba llena y necesitaba ir al baño, pero me lo impidió, me puso de rodillas y sacó su pinga del bóxer. Era enorme, lo subestimé, era un falo bastante largo, medio curvado hacia arriba bien grueso y venoso, estaba muy caliente, me lo metió a la boca de golpe y yo como toda maricona comencé a darle una chupada de campeonato, fue delicioso saborear ese fierrazo e imaginar que me perforaría el hoyito con aquel delicioso mazo de carne.

Me ahogaba con su líquido preseminal pero me encantaba su sabor, me lo tomé todo, le lamí los huevos también, lo pajeé rico con mis dos manos, comencé a sobar mis pezones y noté que mi anito me estaba latiendo ya, me preocupé y pedí un break pero me fue negado, le dije Berny necesito ir al… ¡Cállate Milka! (Ese era mi nombre de travesti, creo que no les comenté eso jijiji) te necesito follar ya, como sea, dame ese culo, ponte en cuatro y entrégamelo, dudando un poco me puse en cuatro y me dio un beso negro riquísimo, me hizo gemir, comenzó a jugar con mi culito por un largo rato, estábamos goteando los dos, mi pinguita era diminuta y se mantenía flácida, estaba completamente concentrada en el ano.

Me comenzó a meter un dedo, le pedí que me meta otro, me dijo ¡Que zorra eres! Me metió dos dedos por un buen rato, cuando me los sacó solté un pedo felizmente sin olor, felizmente su reacción fue de excitación y procedió a asomar su glande contra mi orificio, ya tenía puesto un condón amarillo ¡Ufff! que delicioso, comenzó a abrirse camino por mi recto. ¡Milka que rico ano que tienes! ¡Te lo voy a abrir más, aunque veo que ya no estás tan cerradita como imaginé, pero no importa, con esta verga agrandaré tu recto aún más ya lo verás! y comenzó a bombearme el culo, Ufff me dolió bastante al principio porque lo tenía bien grande y era bien largo, yo aguanté pero me tuvo como loca en cuatro patas, me la metió sin piedad, un mete y saca de locura, ya no aguantaba, quería que pare porque sentí que me ganaba y que haría caca en ese momento, me comenzó a dar muy duro hasta bien adentro y esa sensación me comenzó a recorrer todo el cuerpo, ¡¡Ayyy Berny, me estás perforando, ufff muy adentro papito, ay que rico, me gusta Ayyyy, pero me vas a sacar caca papitooo Ayyy esperaaa por favor…!, pero me respondió ¡Calla putita, siento que te estoy empujando un tronco efectivamente, que zorra cochina eres en verdad no puedo creerlo, pero no importa, te daré muy duro para que te acuerdes de esto siempre!, me volteó sobre la cama y me la volvió a clavar sin piedad, noté que mi pinguita estaba goteando muchísimo, estaba muy mojada, y en éxtasis ¡Ayyy Berny sácamela por favor, por favor papito ayyy que ricooo, ayyy!.

Me la sacó de golpe, salió limpiecita esa pingota y yo me sentí muy dilatada, no aguanté y solté otro pedo esta vez más sonoro y sentí que mi ano comenzaba a expulsar un tronco de caca de mi interior ¡Ayyy Berny es un orgasmo anal Ayyy! Salió un enorme tarugo de caca y luego otro más pequeño y el anito me quedó latiendo como si tuviera vida, se puso como un volcán, felizmente no ensucié mucho, felizmente Berny se lo tomó bien, se río bastante y siguió excitado, me dijo ven aquí chúpamela que me corro cerda cochina y cagona, ven para darte tu leche en la boca ¡Ahhh! Acudí de inmediato a chupar ese fierrote y recibí cinco cargas de esperma caliente en la cara, tres en la boca y dos que fueron a dar en mis mejillas, fue delicioso, no dudé en tomarme todo no sin antes jugar un poco con la lechita con mis labios y lengua. Después de eso cogí mi pinguita y comencé a sobarla hasta correrme, ya no aguantaba también, Berny puso su mano para que caiga mi lechita, me salieron tres chorritos sin mucha potencia pero sí gocé un montón la verdad. Me hizo lamer su mano para que me tome mi leche también, ¡Que zorra eres Milka! Eres la más cerda de todas, no sabía que te gustaban esas cochinaditas. Ahora limpia todo por favor, has dejado mi habitación hedionda a todo.

Limpié todo, nos duchamos, me lavé bien el culito y me folló nuevamente tres veces más hasta la madrugada, su pene me reventó la verdad, el ano me quedó boquiabierto, en modo túnel al finalizar el tercer encuentro en su cocina, que bárbaro, llegué a un nivel de excitación impresionante cuando lo cabalgué como una demente, ahí pude tragar con mi recto todo ese pene grueso y largo hasta quedar muy abierta. Al día siguiente seguía sintiéndome dilatada y no podía sentarme, las piernas me temblaban, sentía mi ano muy inflamado pero me dejó sensación de vacío, quería más.

Efectivamente fue muy especial y locazo ese encuentro con Berny por todo lo sucedido. A parte que mi anito finalmente después de aquel día dejó de ser un asterisco o lo que quedaba de un puntito en mi poto para convertirse en una rayita, o mejor dicho tomó forma de “Y”, estaba con el culito roto y nada sería igual ahora que tenía una rajita anal de sissy, me sentí contenta y comencé a entrenar con dildos más grandes y gruesos, fue como una graduación. No volví a ver a Berny pero mi camino en convertirme en una sissy mucho más zorra recién comenzaba.

¡¡¡Escríbanme sus impresiones, espero sus comentarios!!!

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MilkaTV
MilkaTVhttps://xhamster.com/users/milkatv
Hola! Soy Milka travesti madura y muy sexual, soy pasiva y me encanta el sexo anal desde siempre. Espero poder conocer amigos y amigas y sobre todo que disfruten con mis relatos, besos!

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