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Encerrada en el baño con final feliz
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Lo que a continuación voy a narrar es la forma en que me uní a mi actual pareja que, aunque un tanto inmoral, pero muy atrevida y emocionante.

Me presento sin dar a conocer nombres obviamente, tengo 38 años y mi pareja 42, lo sucedido fue hace ya algunos años, escasamente 4 cuando recién me encontraba separada de mi primer esposo de quien actualmente ya estoy divorciada y nada que ver el uno con el otro. Viví con mi exesposo 14 años donde como toda relación, al principio todo era miel sobre hojuelas, pero que en los últimos 5 años de convivir se convirtieron en una monotonía pesada pues entre el trabajo de mi esposo quehaceres de la casa y estrés con la educación de mis hijos la vida ya no nos presentaba un panorama muy placentero que digamos.

Una vez separados mi exesposo y yo había un cumplimiento en cuanto a la manutención tanto para los gastos del colegio de mis hijos como para la manutención de la casa, pero en cuanto mi ex encontró pareja comenzó a fallarnos con lo acordado en cuanto a las responsabilidades económicas así que decidí encontrar una forma de ganar dinero y no humillarme rogando dinero a mi ex.

Provengo de una familia conservadora, de valores y muy trabajadora así que mi plan no era buscarme un hombre que resolviera mi vida a cambio de placeres y compañía, aunque he de mencionar que realmente si necesitaba de una pareja quien me diera ánimo, seguridad y cariño, pero yo decidí enfocarme en la forma de conseguir la manera de emplearme, dando vueltas y vueltas a mis ideas se me ocurrió empezar a vender calzado, lo tenía ya decidido y emprendí la idea, comencé a visitar amigas familia, vecinas, etc. El negocio comenzó a proliferar y eso me motivaba un poco a sonreír y tratar de seguir con mi vida.

Un día visite a una prima para ofrecer el calzado, mi prima es de mi edad, crecimos juntas y es como mi hermana a quien puedo platicarle de todo, ella me pregunto cómo me iba le dije que el negocio me estaba resultando y que pretendía seguir poniendo todo de mi parte para independizarme de la manutención de mi esposo pues le comente que no pensaba estar toda la vida sola y dependiendo de mi ex, entonces me dijo:

-Déjame llamar a mi marido pues le comente de tu negocio y quiere ver tus catálogos.

El llego a la casa de mi prima y llego acompañado de un compadre a quien me presentaron y por seguridad al anonimato llamare Juan, honestamente en ese momento no me genero ningún interés y ni mucho menos me paso por la mente pensar que yo me podría interesar en el pues no teníamos nada en común, Juan un tipo tosco a decir verdad por su manera de expresarse y conducirse, de oficio albañil, de físico alto y cuerpo atlético pues lo favorecía su tipo de trabajo.

Una vez presentados y vacilando le comento el primo de mi esposa a Juan “Ándele compadre encárguese unas botas de trabajo para la chamba” a lo que el acepto expresando que en realidad si tenía planes de adquirir unas botas y así fue generé su pedido obligada a volver a tratar con Juan.

Llego el día en que visitaría nuevamente la casa de mi prima para hacer entrega de pedidos del calzado, al llegar, el esposo de mi prima justo se acompañaba de Juan y les di la noticia de que sus pedidos habían llegado, ese día irónicamente yo vestía una falda suelta y una blusa blanca un tanto transparente y desde que Juan me vio sentí esa mirada morbosa con que suelen mirar a las mujeres los albañiles.

Entonces mi prima para hacer disimular esa miradas de su compadre ella expreso: “Ándele compadre páguele a mi prima los zapatos” este inmediatamente saco las cartera y a manera de impresionarme me pago y con propina extra por supuestamente haber complacido sus gustos.

Yo lo acepte no solo por ser parte de mi trabajo si no para terminar rápido e irme de ahí pues su mirada me estaba incomodando y sin dejar de aprovechar Juan me invito a tomar un vaso de cerveza y eso si lo rechace pues no me gusta mezclar los asuntos de trabajo con el de los placeres pero el esposo de mi primo también me insistió y mi prima a fin de que me zafara rápido del compromiso me dijo: “Tómatela rápido prima mientras platicamos un ratito tu y yo”.

Acepte y me senté un tanto lejos de Juan y el primo de mi esposa, entre platicas de mujeres mi prima se atrevió a decirme que Juan le había comentado a su esposo que yo le había gustado y que le gustaría salir conmigo, inmediatamente le respondí: “Como crees, no por denigrar, pero tú crees que merezco un albañil”.

Siempre me he considerado una mujer refinada pues mi preparación académica la lleve en los mejores colegios de la ciudad donde radico, además por herencia de madre mantengo un físico nada despreciable, soy: delgada, de mediana estatura, ni alta ni bajita y de personalidad fina diría yo. Entonces mi prima me dijo: sé que no es el mejor tipo, pero mira, gana buen dinero también, hace mucho que está separado de su exesposa, concuerdan en sus estilos de vida, yo me negué totalmente en ese momento.

Pasadas las horas ya había bebido 2 o 3 vasos de cerveza, así que eran obvias mis necesidades de ir al tocador a donde me dirigí dejando a mi prima hablando con su esposo y su compadre Juan, una vez me disponía a salir del sanitario la puerta se abrió y yo con tremendo susto dije pero si puse seguro a la puerta, el sanitario era amplio y con una puerta semitransparente que dividía el escusado y área de entrada al tocador, de momento creí que podría ser mi prima, pero al asomarme detrás de la puerta note que era Juan y con tremendo susto solo exprese: “Perdón está ocupado, sal un momento ya desocupe el sanitario”.

Entonces cerraron la puerta por la parte de afuera asustándome aún más, no sabía que decir a Juan él no decía nada solo me miraba con rostro de no muy buenas intenciones, me dirigí rápido a la puerta de salida y no podía abrir, estaba cerrado por fuera, le grite a mi prima y ella no me respondía, entonces Juan se acercó a mi diciendo: “No tengas miedo no te voy a comer”.

Era mucho mi temor en ese momento así que lo único que se me ocurrió fue llamar desde mi celular a mi prima y cuando me respondió me dijo: “Que pasa prima no te va pasar nada tu date un ratito de placer no vamos a decir nada” le insistí que por favor no me hiciera eso que tenía mucho miedo, entonces Juan saco de la parte de atrás de su pantalón una rosa roja, me dijo que desde el primer día que me vio lo había impresionado y quería pedirme una oportunidad, le respondí que actuando de esa manera no lograría nada conmigo, empezó a cortejarme con palabras a lo que me relajo un poco, el cada vez se acercaba más a mi hasta estar cerca el uno del otro y yo le recibí la rosa.

Llevo una mano a mi cintura, francamente y después de tanto tiempo de no sentir las caricias de un hombre se lo permití por un momento, al haber bebido alcohol y por mucho tiempo no tener intimidad mi naturaleza de mujer comenzaba a ceder, en repetidas ocasiones Juan intentaba besarme, pero yo evadía la situación.

En un descuido Juan logro besarme la boca y apretándome las mejillas me dio un profundo beso a lo que no pude resistir pues fue esa la manera en que me convenció y me sigue cautivando Juan con su manera de besar, una vez dejamos de besarnos Juan expreso que quería vivir conmigo y volvió a besarme correspondiendo al beso, esta segunda vez empezó a besarme y a susurrar en el oído, beso mi cuello y acariciaba mi cintura, yo empecé a sentirme viva de nueva cuenta.

Juan lo pudo notar como me preste perfectamente a sus caricias, con una mano en mi mejilla y la otra mano en mi cintura Juan comenzó a bajar por mis piernas, yo sentía explotar por lo que estaba sintiendo y en ningún momento lo detuve, de pronto juan comenzó a meter la mano bajo mi falda y llego hasta ahí, una mezcla de miedo, nervios, placer y un poco de pena por estar muy mojada de ahí.

Me resistía un poco, al notar que yo ya estaba lista Juan no lo dudo y empezó a besarme locamente, me besaba la boca, el cuello, desabotono mi blusa, desabrocho mi bra y empezó a besar mis senos, tenía mucha experiencia en el modo de tratar a una mujer pues además de tener una personalidad muy brusca supo llevarme poco a poco, bajo por mi vientre besándome y me desabrocho la falda, con los dientes bajo mi panty, olía mi vagina como si eso lo excitara, lamio mi vagina y saboreaba los líquidos que emanaban de mí, entonces se levantó, se quitó la camisa se desabrocho el pantalón y saco su miembro llevándome un susto que a la vez me causo mucho impacto esa imagen, pues nunca había visto otro pene más que el de mi ex, el me tomo de la mejilla como pidiendo que le diera sexo oral, lo sabía por qué era la misma forma en que mi ex lo hacía, no sabía si hacerlo pues el único hombre con quien había estado y a quien le había hecho eso era a mi ex.

Ya prendida me hinque y tome su pene lentamente con la mano, le di unos cuantos besos y pase un poco mi lengua en la punta del pene pues Juan no estaba del todo aseado y el aroma a cerveza era muy penetrante él lo pudo notar y me levanto, me beso profundamente, me volteo, cedi, dirigió su pene hacia mi vagina y al primer empujón su pene entro en lo más profundo de mi dando yo un gran gemido pues hacia mucho que no tenía actividad, sentí un dolor similar al de la primera vez pero he de confesar que volví a sentir ese placer tan exquisito que sentía con mi exesposo.

Juan empezó a meter y sacar tomándome de la cintura, mi marido solía terminar muy rápido cada vez que teníamos intimidad, pero para mi sorpresa Juan seguía y seguía metiéndome y sacando el pene cuando de pronto acelero y llegue a mi primer orgasmo, Juan lo noto me volteo, me beso y me cargo, me acomodo el pene y volvió a penetrarme profundamente, me apretaba las nalgas y las penetraciones eran cada vez más profundas.

Yo note como Juan aceleraba cada vez más como lo hacía mi esposo cuando iba a terminar entonces paso por mi cabeza que no me estaba cuidando y yo aún era fértil le pedí a juan que parara pues podía quedar embarazada el me bajo y comenzó a masturbarse cerca de mí y tuve por primera vez la escena de cómo termina a chorros un verdadero semental, en cuanto empezó a sacar tan grandes chorros lo hacía en mis piernas.

Yo no hacía nada solo acariciaba su pecho y permití que me llenara las piernas de su semen, una vez que termino me beso tiernamente siendo esa la mejor experiencia de mi vida incluso como nunca la tuve con mi propio marido.

Posterior a eso le marque a mi prima toda apenada para avisar que tenía que darme un baño y ella con gesto de agrado me felicito por la decisión que había tomado al darme esa oportunidad de volver a estar con un hombre, Juan y yo nos bañamos juntos, continuamos besándonos acariciándonos y desde ese día quede cautivada con el mi actual pareja con quien me encuentro plenamente feliz.

Tenía mucho ánimo de compartir esta mi experiencia pues por casualidad leí la experiencia de otra persona similar y no dudé en escribir la mía.

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