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Enamorándome de Dianita (capítulo 4)
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Ya en la mañana cuando la luz se asomaba en la ventana de mi habitación, abrí los ojos, aun seguíamos abrazados, entonces la vi, incluso al dormir esta mujer es hermosa, dije en mi mente, me levante muy suavemente para no despertarla, tome mi cámara, y capture esa imagen.

Para que tengan una idea de lo que mis ojos veían, Dianita estaba de lado con la sabana cubriendo parte de sus brazos, pero su espalda estaba descubierta hasta el comienzo de la curva de sus nalgas, sus cabellos hacían como especie de un arco en la almohada, la imagen sencillamente era perfecta.

Me acerqué, y le di un tierno beso en la mejilla, Dianita abrió sus ojos, paso su mano por su cara, y estiro los brazos, para desperezarse, me mira sonríe y dice “que rico despertar de esta manera”.

Le acaricié la mejilla, y acto seguido, le di una sonora nalgada en ese enorme culo, es hora de despertarse le dije:

-Retiro lo dicho, no eres nada tierno, pero tienes razón -dijo

Esta vez para ganar tiempo nos metimos los dos a la ducha, quede embobado al ver todo su cuerpo desnudo, y mi verga reacciono de inmediato, por lo visto tu verga fue la que se volvió adicta a mi culo -me dijo con una sonrisa.

Tienes razón, ya mi verga te extraña -le dije. Por lo que la abrace por la espalda, pegándole toda mi verga, que es incrustaba en sus nalgas, el agua caía en su cuerpo, yo apretaba sus tetas, Dianita echando su cabeza hacia atrás me besaba.

Se dio la vuelta, quedamos frente a frente, sentía sus pezones en mi pecho, la pegue a la pared, y la levante, Dianita me rodeo la cintura con sus piernas, que fuerte eres -me dijo.

Tenía mis manos en sus nalgas para apoyarme, Dianita con su mano tomo mi verga y la dirigió a su coño, cuando estuvo en la entrada la deje caer, mi verga se hundió por completo, Dianita se agarraba fuerte de mi cuello, empecé a metérsela sin compasión, empezó a gemir fuertemente, Dios que rica verga tienes -me decía.

Supe que su orgasmo estaba a punto de llegar, ya que sus piernas me apretaban cada vez más fuerte, Dianita no aguanto más, echando su cabeza hacia atrás, su cuerpo se contrajo, carajo eres el único que me hace sentir así, como me llenas -decía.

Yo seguí metiendo mi verga, sentía que mis brazos me empezaban a fallar, por lo que aumente el ritmo, no pude más y descargue toda mi leche dentro de su coño, mis brazos cedieron y Dianita entendiendo que mis fuerzas desaparecían bajos sus piernas.

Nos besamos con lujuria, mis manos parecían un pulpo, yo acariciaba todo su cuerpo, Dianita dejo de besarme, me mira y me dice:

-Muy seguramente será la última vez que podemos estar juntos, ya que cuando salgamos de tu casa, cada quien deberá seguir con su vida.

-Por eso quiero sentir tu verga una vez más dentro de mi culo, por favor haz que nunca olvide este momento -me dijo.

La mire sin decirle nada, solo la gire, quedando de espaldas apoyada a la pared, y con el agua cayendo sobre su cuerpo, le di una fuerte nalgada, dejando marcados mis dedos, Dianita gimió, y de la excitación, con la nalgada se le salió un pequeño chorro por su coño, separo un poco sus piernas, y con sus manos abrió sus nalgas, dejándome ver su rosado y apetitoso ano.

Apunté mi pene a su rosado ano, y empecé a hundir mi glande, Dianita suspiraba y doblaba por completo su espalda, mi verga entraba centímetro a centímetro, en su culo, cuando estuvo completamente empalada, Dianita empezó a moverse “estoy lista” -me dijo.

Comencé con el castigo a su ano, el ritmo era tal, que estábamos tan sincronizados, que cuando yo metía, mi pelvis chocaba con sus nalgas, la tome de su cabello y lo jale hacia atrás, sometiéndola a mi ritmo, en cada embestida le daba una nalgada, las cuales ya empezaba a ponerse de color rojo, Dianita con los ojos en blanco, era poseída por el inmenso placer que sentía, no se quejada solo disfrutaba el fuerte castigo que recibía su ano, llegamos al orgasmo al mismo tiempo, ella sentía como le llenaba su ano de leche, y sentía como le salían chorros de su coño.

Saqué mi verga, ya sin fuerzas por el tremendo orgasmo que había tenido, pero si esta era la última vez que podría tener ese monumental cuerpo quería más.

La di la vuelta nuevamente, la bese, y me puse de rodillas, Dianita agarraba mi cabello con ambas manos, cruce una pierna por encima de mi hombro, y empecé a pasar mi lengua por su clítoris, quería que su sabor quedara impregnando en mi boca, no quería olvidar nunca su sabor ni su olor.

Me vas a matar del placer, por Dios, su corazón latía aceleradamente, sentía que se le quería salir, estallar, exploto en un tremendo orgasmo, apretaba mi cabello y bañaba mi cara con sus líquidos, yo abrí la boca, traguen un poco, pero eran tanta que me toco apartar la cara, no pudo más y se dejó caer, abrazándome, su pecho respiraba con dificultad, parecía que le faltaba el aire.

Casi sentada sobre mí, por la posición que teníamos, me besa con pasión, con sus manos en mi rostro, me queda mirando y dice “si en una sola noche me volví adicta a ti, como dijiste que pasaría, no quiero ni pensar lo que sería una vida contigo”, sus ojos se entristecieron al recordar que eso no podía pasar, no en estos momentos, quizás más adelante pensaba Dianita.

Al notar su tristeza, le dije “esta historia no tiene por qué terminar aquí, puede ser el comienzo”

-Sabes que no es cierto, eso que dices, ambos tenemos nuestras vidas, existen personas que no se merecen que las engañemos, bueno algunas si -reía Dianita.

Pero independiente de si son buenas personas o no, nadie merece una traición, yo solo hasta hoy solo tenía relaciones con mi pareja, nunca había sido infiel, lo peor de todo es que no me siento culpable, sé que me han puesto los cuernos miles de veces, ya no existe diferencia entre él y yo “tú me haces ser mala persona” -me dijo riendo.

-Primera vez que me dicen que soy mala influencia para las personas. -le dije guiñándole un ojo.

Al fin pudimos terminar de bañarnos, nos estaba cogiendo el día, y muy pronto llegarían mis padres, Dianita no quería que mis papas, se dieran cuenta que durmió en la casa y más aún sola conmigo.

Nos vestimos, Dianita escogió mi ropa, me hizo vestir con un pantalón de dril caqui, y una camisa azul oscuro, que me quedaba ceñida al cuerpo, destacando mis pectorales y músculos, además resaltaban el color de mis ojos, como ella no trajo más ropa, tuvo que ir a cambiarse a su casa, quedamos en encontrarnos en la universidad, le dije que allá desayunaríamos, le recordé que le debía una invitación, ella aceptó gustosamente.

Llegué primero que Dianita a la universidad, todas las chicas me quedan mirando, me sentía incomodo no estaba acostumbrado a vestir de esa manera para ir a la universidad, esto es culpa de Diana, no quiere nada conmigo y ya quiere mandar en mi ropa, más idiota yo que le sigo la corriente, pensaba mentalmente.

Al caminar a la cafetería, para sentarme a esperar a Dianita, pase junto al grupo de las chicas populares, allí estaban como siempre super arregladas: Sofia, si Tony era considerado el macho alfa de los hombres, Sofia era la señora alfa, no tenía nada que envidiarle a Dianita, ambas eran súper hermosas, aunque Sofia era peli roja, ojos gateados, piernas largas, un culo parado, era una super modelo, con ellas cabe aquel dicho que dice, “la que me toque por mi está bien”. Al lado de ella, estaban Amber, la mejor amiga de Sofia.

Sofia me queda viendo desde lejos, y pensando en voz alta dice “vaya que bien se ve Thiago, ese chico tiene que ser mío”. Amber la escucha y le dice “en serio te gusta Thiago?”, “¿qué?” Reacciona Sofia al comentario de Amber.

-Acabas de decir que Thiago tiene que ser solo tuyo -le contesto Amber.

Sofia la mira y le dice:

-Así es, a partir de hoy Thiago tiene dueña y esa soy yo.

En ese momento Sofia se pone de pie y se dirige a la mesa donde estoy sentado esperando a Dianita, hola Thiago, como estas?, es raro verte en la cafetería y solo además -me dice Sofia.

Levanto mi cara y veo a Sofia, no sé si decir, con una sonrisa de ángel o de diabla, pero una sonrisa hermosa al fin y al cabo, me quedo pasmado sin decir nada, solo hipnotizado por el rostro de Sofia.

-Pero que mal educado eres, ni siquiera para contestar mi saludo -me dice

-Lo siento, es que me tomas por sorpresa, ¿tú la niña popular saludándome a mí? -le dije.

-Popular no, sociable más bien, y nunca te saludo porque a ti, parece que no te gusta estar en la universidad, no se te ve mucho por acá, ¿puedo sentarme? -me dijo aun de pie.

-Oh, lo siento, que descortés soy, claro por favor toma asiento -le dije titubeando

-Parece que te pongo nervioso -me dice con una sonrisa pícara.

Pero porque, Sofia me saluda justo hoy que estoy esperando a Dianita me preguntaba internamente.

-¡Nervioso no! Sorprendido más bien -le dije ya más calmado.

– Porque te sorprendes, de mi parte aproveché la oportunidad que estabas aquí en la universidad y realmente quise saludarte y hablar contigo, conocerte -me dice mirándome fijamente.

Esa mirada realmente me intimido, ¡carajo!, pero que se trae entre manos esta mujer, pero que mujer señor, me decía internamente, yo la miraba detenidamente como queriendo descubrir que tramaba. Sofía era amante de las bromas, y no quería ser parte de una de ellas.

-Disculpa que sea directo, pero es que nunca nos hemos hablado, y me parece extraño que ahora lo hagas como si nada, no quiero ser parte de una de tus bromas -le dije seriamente.

-Jajaja, pero que mal concepto tienes de mí, en serio -me contesta.

-Disculpa, pero no es normal que una mujer tan hermosa como tú, venga hablar y querer conocer a un chico normal como yo -le dije

Tenía tanta desconfianza, que miraba a todos lados, tratando de buscar si había alguien que me fuera a echar agua o algo por el estilo.

-Tranquilo, mientras estes a mi lado nadie, será capaz de hacerte alguna broma, de eso puedes estar seguro -me dice.

Mas bien porque no me invitas a cenar, este fin de semana, así te puedo demostrar que realmente quiero conocerte, mira que no soy de las mujeres que ruegan -me dice guiñándome un ojo.

En ese instante, cuando termino de escuchar esa declaración de intenciones, siento una mano que pasan sobre mi espalda, ¡mierda caí!, me dije mentalmente, antes de poder voltear a ver de quien se trataba, escucho su voz.

Hola guapo, me saluda con un beso en la mejilla, muy cerca de mis labios, y dice sosteniéndole la mirada fijamente a Sofía, tienes mucho tiempo esperándome, era Dianita. Salvado por la campana -me dije mentalmente.

-Hola Dianita, no realmente también acabo de llegar -le conteste, ya ustedes se conocen cierto.

-Si, ya nos conocemos, hola Diana como estas? -contestó Sofia.

-Hola Sofía, como lo ves muy bien gracias -contestó Dianita.

-Me alegro entonces Thiago, me despido, espero pronto tu respuesta -me dice, para que Dianita se dé por enterada, me da un beso en la otra mejilla que no había besado Dianita, y se marcha.

-¿Es en serio, no te puedo dejar 5 minutos solo, porque ya me quieres poner los cuernos con esa perra? -me reclama.

Sonriendo le digo -¿Celosa?

-¿Celosa yo?, por favor Thiago, esa perra no me llega ni a los tobillos -me dice

Realmente no entendía lo que dianita quería, en mi casa me había dejado claro que, apenas saliéramos cada uno seguiría con su vida.

-¿Entonces por qué te molesta haberla encontrado hablando conmigo? -le pregunté.

-Me mira y en sus ojos había rabia, enserio quieres saber -me dice

-Si -contesté.

Sofia, no se acerca a nadie si no desea algo de esa persona, y no voy a permitir que se meta contigo, tú eres solo mío, entiendes -me dice bajando la voz para que nadie más escuche.

-No te logro entender Dianita, en mi casa me dices, que no podemos tener nada, que cada uno seguirá con su vida, te insinué, que no quería que se acabara allí, pero me dejaste claro que debía olvidarme de ti, y ahora que llegas a la universidad, te das cuenta que una chica, está hablando conmigo y ya te crees mi dueña, yo no soy un trofeo -le dije molesto.

-Con una chica no, con una perra más bien, quieres saber la verdad, desde que salí de tu casa, no puedo sacarte de mi cabeza, por primera vez quería llegar rápido a la universidad, para verte, quería estar contigo.

Te dije que el 95% de las mujeres cuando me prueban se vuelven adictas a mí, Dianita me pego un puño en el brazo sonriendo y me dijo… tonto, mejor vamos al salón de clases.

-Por cierto, cada vez que me siento, me acuerdo de ti, todavía me duele el culo -me dice sonriendo y llevándome agarrado del brazo.

Cuando llegamos al salón de clases, Natalia nos saluda con un beso en la mejilla a cada uno, y dice “Diana necesito comentarte algo, disculpa Thiago”.

-Tranquila, por mí no se preocupen. -Y me dirigí donde estaba Cristian.

-Que más cabezón, cuando andas detrás de un culo, te olvidas de tu mejor amigo -le digo a Cristian.

-No seas cruel príncipe, sabes que no se trata de un culo cualquiera, es el de Laura y ya casi lo tengo en mis manos -me dice.

-Deja de estar diciéndome príncipe, van a creer que eres homosexual, jajaja, pero ya en serio Laura tiene sin ánimos de ofenderte, un culo muy bonito, trátala bien, ella es una buena chica.

-Claro que lo tratare muy bien, digo la tratare muy bien, jajaja -contestó Cristian.

-Eres imposible en serio -le digo.

-¿Bueno y tu porque vienes hoy vestido a la universidad de esa manera?

-¿Qué tengo me veo mal? -le dije.

-¿Mal?, serás cabrón, si Sofía no te quita los ojos de encima, parece que te quisiera comer con la mirada.

-¿Sofía?, no creo, esa mujer esta como 50 niveles por encima de nosotros, además a ella le gustan, millonarios, para que le den regalos costosos -le dije.

-Pues no sé, si le gustan millonarios o pobretones como tú jajaja, pero lo que sí sé es que esa mirada significa que quiere coger contigo. -Me dice

Las palabras de Cristian quedaron sonando en mi cerebro, “Sofía quiere coger contigo”

-Tierra llamando a Thiago -me dice Cristian.

-¿En serio crees que Sofía quiere algo conmigo? -le pregunto

-De eso estoy completamente seguro, pero parece que tú no estás tan encandilado con la mujer más bella de la universidad -me dice

En mi mente pensaba, la segunda mujer más bella, me decía a mí mismo, aunque para serles honesto, tanto Dianita como Sofía estaban al mismo nivel de belleza, hasta se podría decir que era un empate técnico, en realidad no se sabía cuál de las dos era más hermosa.

-Dianita ¿Te conozco que está pasando entre tu y Thiago? -pregunta Natalia.

-Por qué la pregunta -le dice Dianita.

-Vi cómo te pusiste cuando Sofia, estaba hablando con Thiago, tú no eres así, es más creo que hasta celos tenías.

-Déjate de locuras entre Thiago y yo no pasa nada, además él tiene su novia y yo tengo a Tony.

-Si tienes a Tony, y ambas sabemos que no lo amas, estas con él por simple compromiso con tus padres ¿ellos saben el sacrificio que haces? -preguntó Natalia.

-No, y no tienen por qué enterarse, está claro -dijo Dianita molesta.

-No es justo que sacrifiques tu vida lo sabes -refutaba Natalia.

Mientras Natalia hablaba, Dianita no podía controlar la mirada, dirigiéndola hacia donde estaba hablando con Cristian, en su mente decía, porque no puedo sacarme a este chico de la cabeza, a la vez que sonreía pícaramente, al acordarse de la enculada que recibió la noche anterior.

-Pero te estas mirando, no puede ser, te lo cogiste ayer en la noche mientras hacían el trabajo, eres una degenerada Dianita.

-Baja la voz Natalia, que te van a escuchar y para tu información como se te ocurre que vamos a coger, sabes que si Tony se entera de eso lo mata -dijo Dianita.

-Primero si se me puede ocurrir por la forma en que lo estas mirando, y segundo me acabas de confirmar que cogieron al decirme que si Tony se entera lo mata.

-Natalia en serio sácate esas ideas de la cabeza, no quiero que lleguen rumores donde Tony, Thiago no se merece tener ese tipo de problemas y si lo estoy mirando es porque realmente se ve muy guapo, y además vamos a vernos geniales los dos cuando estemos exponiendo jajaja

-Te conozco Dianita, a mí no me engañas, pero no tengo pruebas suficientes hasta el momento -dice Natalia.

Comenzó la clase, y la profesora, fue llamando a cada grupo para la exposición, cuando nos tocó el turno a Dianita y a mí, la profesora se sorprendió cuando me vio.

-Vaya parece que alguien se tomó muy en serio su presentación, deberías vestir más seguido así Thiago -me dice la profesora.

Todos en el salón gritaron uy, uy, yo estaba rojo de la vergüenza, mire a Dianita, la quería matar, ella solo movió sus hombros y me guiño un ojo, sonriendo.

-Ya está bien, todos compórtense -dijo la profesora.

Todos hicieron silencio en el acto, por lo que Dianita empezó con la exposición, cuando toco mi turno me dirigía a todos, pero unos ojos me tenían incomodo, era Sofía, que me miraba fijamente, nuestras miradas se encontraron, y ella solo pone una mano cerca de su boca, me lanza un beso y luego hace el ademan de soplarlo para que me llegue, trague saliva, cuando Sofia hizo eso, Dianita se dio cuenta de todo. Pero que le pasa a esa perra, pensaba Dianita.

Natalia desde lejos, veía toda la escena, los celos de Dianita eran evidentes, aunque trataba de controlarlos delante de todos, solo Natalia y la profesora se dieron cuenta de lo que estaba pasando.

Cuando la clase termino, fui el último en salir del salón, me retrase un poco ya que mis libros se salieron del bolso, y me toco recogerlos, Dianita quería ayudarme, pero Natalia se la llevo casi jalándola del brazo, pero que te pasa Natalia, Thiago necesitaba mi ayuda.

Thiago no necesita ayuda para recoger sus cosas, la que si va a necesitar ayuda eres tú, si Tony se llega a enterar que te gusta Thiago, no había caído en cuenta el nombre de ambos comienza con T, vaya, vaya Dianita. -Reía Natalia.

-En serio que contigo no se puede, entre Thiago y yo no pasa nada. -Decía Dianita

-¡Aun!, pero en serio tengo mis dudas que entre ustedes no haya pasado nada.

Cuando me disponía en salir del salón, la profesora Violeta, me llama a su escritorio.

-Thiago puedes acercarte un minuto antes de salir por favor.

-Claro que si profe, en que puedo ayudarle -le dije

-Solo quería decirte que les fue muy bien en la exposición del trabajo, y también para advertirte de los problemas que puede ocasionarte meterte en un triángulo amoroso con Diana, Sofía y más aún Tony, que no es nada de fiar, tú se ve que eres un buen chico y muy guapo, por eso quiero decirte que estoy a tu disposición, si alguna vez sientes que no puedes solucionar algún problema. -Esto me lo dijo con una mirada picara.

-Muchas gracias por su consejo profe, aunque la verdad no tengo nada con ninguna de las dos -le dije guiñándole un ojo.

-Pero creo que ellas no lo tienen nada claro, por las miradas que te daban en la exposición, de todas maneras, cuídate y recuerda que estoy a tu disposición -me contesta guiñándome un ojo y con una sonrisa sensual.- Te dejo mi número de teléfono, no se lo des a nadie, solo tú lo tienes en la universidad -me dijo.

Me despedí de la profesora, y salí del salón pensando en la mirada y sonrisa sensual que me había dado la profe Violeta, deja de pensar en tonterías solo quiso ser amable contigo, siempre imaginando cosas imposibles, pero que buen culo y tetas tiene la profesora ¿será que?, olvídalo.

Cristian se acerca a mí, y me dice que te quería hablar la profe, si me llama a mí me la follo en el salón de clases -me dice.

-Si claro, como te digo don follón, esa mujer está fuera del alcance de cualquier chico en esta universidad -le dije.

-Nada en esta vida es imposible mi querido amigo, si no mírate a ti, que tienes a las dos chicas más hermosas babeando por ti. -Me dijo.

-No empieces Cris, sabes que eso no es cierto, además yo tengo a Paula y es una buena chica y me complace en todo lo que quiero, así que no me doy mala vida, para mí la Universidad es solo un requisito para graduarme, sabes que no me gusta estar mucho tiempo aquí.

-Eso te lo hubiese creído hace dos semanas, pero con los grupos de los trabajos que dejo la profe violeta, algo cambio, ahora pasas más tiempo en la Universidad, por algo será -me dijo.

Cuando íbamos caminando hacia la cafetería, Dianita se da cuenta y me queda mirando de una forma, en que Natalia le dice:

-Me encanta la forma en que lo miras, se ve que es tan real lo que sientes.

-¿Qué? -contesta Dianita saliendo de sus pensamientos- pero que estás diciendo, realmente te estas volviendo loca mujer, aunque

-Te gusta, pero no lo quieres admitir, por miedo, yo soy tu mejor amiga -le dice Natalia

-Está bien Naty, no sé qué me pasa con ese chico, no puedo sacármelo de la cabeza, es un tonto en serio, pero es muy lindo -le contesta Dianita.

-¡Lo sabía!, pero ya en serio, Diana si Tony se da cuenta, ese chico va a tener muchos problemas eso lo sabes, así que es mejor que te vayas olvidando de él, por el bien de los dos, además ahora parece que tienes de rival a Sofia, ambas sabemos que ya le echó el ojo a Thiago, y con su belleza es difícil que un hombre se resista a sus encantos, además también esta su novia.

-Aunque no la conozco, la novia no me preocupa, pero Sofia, sí es la que realmente me preocupa, después de ti, ella es la única que puede competir conmigo en belleza, capisci -le dijo Dianita.

-Qué horror ahora eres mafiosa jajaja.

Rieron las dos, quise acercarme donde estaba sentada Dianita y Natalia, pero cuando estaba a punto de llegar, apareció Tony, abrazándola por atrás volteándole la cara de forma brusca y besándola, como marcando su territorio, por lo que tratando de disimular gire a la izquierda, afortunadamente había una meza vacía, nos sentamos en ella, quede frente a Dianita, la mire, en mis ojos había rabia, pero sabía que no podía decir nada.

Continuará.

Espero les haya gustado este capítulo, dejen sus comentarios, para que me ayuden a mejorar y a motivarme para seguir con la historia. Saludos.

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Drako10
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Comentarios

1 COMENTARIO

  1. Todo va bien pero no lo conviertas en algo de extrema fantasía, con Sofía y Dianita basta, la profesora está de más, sino parecerá más telenovela que otra cosa
    De ahí en fuera, excelentes capítulos!

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