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En la posada de la empresa
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Como mencioné anteriormente yo cambié de área de trabajo y nos avisaron que como todos los años la empresa iba a realizar una posada en un salón de la ciudad donde todos asistiríamos. Para no hacerles tan largo el relato les comento que en esta área donde estoy hay más hombres que mujeres, yo le respondo a mi jefe ya que todos los trabajos pasan por mi y aunque tengo una nula experiencia en esto el me dio la confianza (por así decirlo) de hacer ese trabajo. Mi jefe tiene alrededor de unos 55 años, medio robusto, con canas y más o menos de buen ver, la mayoría de hombres son de 50 a 70 años y cómo verán los hombres siempre buscan a jovencitas como yo, varios dentro de la oficina han intentado invitarme a salir pero les doy vueltas al asunto ya que por ahora tengo una relación formal y todos ellos ven que mi novio pasa por mi a mi área de trabajo. Mi novio es muy guapo y por ahora siento que los dos vamos enserio pero omitamos esa parte. A finales de noviembre mi jefe comenzó a saturarme de trabajo y por ende a veces salía un poco tarde de lo habitual, mi novio nunca lo tomó mal es mas creo que por su cabeza no pasa que yo le sea infiel y creo que hasta ahí pensaba lo mismo. A veces mi jefe me pedía que entrara a su oficina y ordenara ciertas carpetas que casualmente alguien las dejaba en desorden (muy raro ya que el era el único que entraba ahí), todas esas carpetas tenían que ir sobre un escritorio que daba al frente de la mesa de trabajo de mi jefe de modo que el me veía acomodarlos de espaldas.

Eso no era lo único, a veces los viernes que podíamos ir vestidos como quisiéramos el siempre me pedía que fuera de vestido o falda y tenía que acceder. A como iban pasando los días el jefe iba más directo conmigo, una vez me pidió en tono de juego que me diera una vuelta y lo hice porque no lo vi mal pero luego que comenzó a insistir en seguir dando más y le dije que tenía trabajo por hacer y me salí de su oficina, recuerdo que a principios de este mes en una esquina de la cocina escuché a su contador que le decía a un licenciado que a principio de año iban a comenzar a ver despidos a quienes no tenían aún contrato (casualmente yo era una de ellas) y a pesar de estar en esa empresa por experiencia el dinero no me caía mal así que solo deje que transcurriera su curso. Realice trabajos toda la tarde y las terminaba en tiempo récord para que conocieran mi destreza además de ir vestida como anteriormente me lo pedía mi jefe, recuerdo que un jueves desde temprano comenzaron a entrar uno a uno los trabajadores sin contrato a la oficina del jefe quizá para darle la noticia de continuar o despedirlos el año siguiente, por ahí del mediodía me hablaron de parte de mi jefe así que me dirigí hacia allá, subí las escaleras y entre a su oficina que al parecer ya me esperaba.

“Hola Denisse” me saludó, comenzó a hablar de la empresa y de donde me veía en un futuro siempre y cuando me esforzara más, en ese momento creí que me decía que continuaría en la empresa hasta que me pidió que fuera su novio, me asombre un poco pero sabía cómo darle la vuelta así que le dije que por el momento no podría porque tenía novio y ella esposa y no era de ese tipo de mujer, ya saben trataba de hacerme la santa pero al parecer no se lo creyó del todo, movió su monitor del escritorio para ver una foto mía en bikini que había subido a mi Instagram, le pregunté porque tenía esa foto en su computadora de trabajo y me dijo que lo traía loco, cada que yo me iba de la oficina se quedaba viendo todas mis fotos de mi perfil para masturbarse ya que no podía hacerlo en su casa. “¿Que?” Le dije, “Mira Denisse, aún eres joven, disfruta todo lo que puedas, lo sé porque yo también fui joven y al ver a alguien con una piel tan delicada y un olor tan rico hace que me excite demasiado, si colaboras conmigo te prometo un contrato de planta además el trabajo seguro lo tendrás y tu novio no lo sabrá, de rechazarme con toda la pena pero solo tienes estas semanas para desalojar parte de tus cosas y te damos un porcentaje de lo que has trabajado por ley así que tú decides” me dijo, lo que escuché no lo oí tan mal pero no sabía si traicionar mi noviazgo, se que antes la he pasado genial con gente mayor pero ahora no sabía si aplicarla ya que por primera vez me sentía enamorada, le dije que antes de terminar el día le daría una respuesta así que salí y me dirigí a mi espacio para continuar trabajando, con mis compañeros cercanos escuché que a dos personas ya los habían liquidado así que alguna de esas dos vacantes debía pertenecerme si accedía a estar con el jefe.

Antes de salir del trabajo veía las fotos de mi novio y recordaba los momentos y las salidas que habíamos tenido, sabía que no lo sabría pero no quería sentirme sucia y desleal a él porque se que en ese entonces el no lo haría así que me concentre y decidí ir a enfrentar a mi jefe, toque su puerta y me senté mientras él hablaba por teléfono, al colgar me dijo “¿Y bien Denisse? ¿Que pensaste?”, le comenté con un si bien cortante, quizá por instinto a la puteria que tengo dentro. Me sonrió, salió a espiar por el pasillo que nadie estuviera cerca y cerró la puerta, se dirigió a un sofá que había ahí y me pidió que me levantara y le diera la espalda y lo hice, escuché cómo iba desabrochando su pantalón y al darme vuelta vi como aún tenía la foto mía en su computadora mientras con su mano derecha comenzaba a masajear su miembro. “Este bikini azul que tienes en la foto me excita Denisse, bájate el pantalón rápido” me dijo, comencé a bajarme el pantalón y para ese día llevaba un calzón blanco ajustado, se levantó del sofá y me tomó de la cintura y comenzó a restregar su miembro en mis nalguitas, me sentía incomoda así que solo baje mi cabeza al piso mientras el continuaba en lo suyo, al pasar como cinco minutos escuchamos que le hablaban por teléfono, al principio lo ignoro pero al ver que la insistencia era mucha decidió responder, al colgar la llamada me pidió que me subiera el pantalón porque su esposa la esperaba afuera así que decidí hacerlo rápido y salí, me dirigí a mi sitio y para ese entonces vi dos llamadas en mi teléfono de mi novio, le mande mensaje diciéndole que pronto llegaría a mi casa no sin antes decirle que lo quería mucho, en ese momento me sentí mal.

Los días en la empresa no iban tan diferentes, mi jefe me daba insinuaciones frente a su contador cuando solo estábamos los tres, en una ocasión en una junta me pidió que estuviera sentada a un lado suyo y como las luces estaban apagadas tomó mi mano y lo puso sobre su miembro y comenzó a masajearlo con mis dedos. Días antes de la posada me pidió que fuera de lo más hermosa ya que además de la empresa irían amistades cercanas de muy buen nivel económico así que me pidió que fuera lo más guapa posible. Mi pretexto para evadir a mi novio en esos días era plantearle que tenía demasiado trabajo así que solo tuvimos contacto por teléfono y para mi suerte en esos días el saldría con sus amigos a acampar cerca del Estado de México. Las cosas iban a favor quizá porque el universo conspiró para ese día de la posada. Recuerdo que compré un vestido negro corto ajustado y un perfume que me encantó su olor. Esa noche en la posada decidí llegar sola al salón donde ya habían varios compañeros del trabajo que se habían acercado a saludar, pregunté por el jefe disimuladamente pero me dijeron que aún no llegaba, por mi mente paso que a lo mejor no iría por su mujer así que decidí pasar ese rato con mis compañeros. En el salón había mucha gente que al parecer no eran de la empresa o pertenecían a otra área, decidí levantarme de la mesa y explorar el panorama y solo veía a señores de muy buen nivel, cuando le pedí una copa a un mesero un señor se me acercó preguntando donde trabajaba y comenzamos a charlar, era muy conversador el señor tanto que me transmitía carisma hasta que siento cómo me toman del brazo y al voltear vi que era mi jefe, se presento con el señor y al parecer se conocían, se saludaron muy ameno los dos y este señor presentó a su secretaria de al menos 22 años. “Si es que las de veinte son las mejores” le dijo a mi jefe mientras solo reían, no sabía si enojarme o dejarlo pasar así que me dirigí con mi jefe a la mesa de los demás y ahí estuvimos, le pregunté porque habían chicas de mi edad y me dijo que ellos las prefieren así como el.

Me pidió no alejarme de la mesa porque todos ellos agarran a las más bonitas para ofrecerles trabajo, dinero o lo que quieran con tal de estar con ellos así como tú y yo, me dijo, la posada no era posada, pasó a ser más un convivio con gente de dinero y muy bien arreglada hablando de sus trabajo y los coches que cargaban, a la hora del baile decidí ir a la pista pero como mi jefe no sabe bailar me pidió que fuera con su contador, era muy bonachon, amable y de esos gorditos que te las pasas bien, en la pista me topé con muchas chicas muy bonitas con los jefes o dueños de áreas de oficinas reconocidas, después de un rato bailando decidí ir al baño y al entrar por la puerta del baño de mujeres vi como un señor de la fiesta tenía a una chica como de 20 años con el vestido levantado tratando de bajarle su conjunto de encaje junto a sus medias, “Buenas noches” fue lo único que se me ocurrió decir así que entre a un sanitario y cerré la puerta, solo escuché que ella le decía que ahí no porque entraban las chicas así que entraron a un sanitario y cerraron la puerta, al salir y lavarme las manos solo escuchaba cómo succionaba algo la chica y al parecer ya sabía lo que era. Al regresar al salón noté ya algunos mas feliz que de costumbre, yo solo me limitaba a beber poco, la noche siguió sin contratiempo hasta que alrededor de las 3 ya algunos parecían irse, mi jefe y su contador parecían ya medio ebrios, mis compañeros de la mesa ya se habían ido y solo quedábamos nosotros, me preguntó si estaba lista para irnos y le dije que si, los tres nos levantamos y nos dirigimos a su coche. En el camino no hablaban pero sabía adónde iríamos, vi a lo lejos un motel y creí que ahí entraríamos pero no, pregunté a cuál iríamos y me dijo que al siguiente y así fue, entramos y subimos al cuarto, al dejar mi bolso en una mesa vi como los dos ya estaban quitándose la ropa lo cual me pareció muy aburrido ya que no hicieron nada para calentarme.

“Quítate el vestido” me pidió mi jefe, quite los botones de mi vestido y comencé a bajarlo hasta el piso. Quede con mi bra rosa de encaje y un hilo del mismo color que al darme vuelta apenas y se veía de lo metido que lo tenía en mis nalguitas. “Ven para acá” dijo el contador, comenzó a besar todo mi cuerpo y me acostó boca abajo para besar mis nalgas mientras el jefe me veía. Yo estaba viendo cómo mi jefe veía todo mi cuerpo mientras masajeaba su miembro así que lo vi a los ojos y me reía muy coqueta, me levantó para quitarme mi bra, se acosto a un lado mío, movió mi cabeza y comencé a chupársela, el contador trato de acomodarse en la cama de forma que continuo besando mis nalguitas. El jefe con sus manos grandes tomó mi cabeza y comenzó a hacer el movimiento más rápido mientras me ahogaba, hubo un momento en que con mi mano le dije que ya y no se detuvo tanto que cuando saqué su miembro termine con demasiada saliva en mi boca. Me pidió que me subiera encima lo cual creo que hizo molestar a su contador porque el estaba encantado con mis nalguitas que al parecer no quería despegarse de ahí. Mi jefe lo apartó con sus piernas y me coloco encima de él, comencé a moverme justo encima de su miembro para hacerlo crecer más mientras veía de reojo al contador detrás mío masturbándose. Mi jefe hizo a un lado mi hilo y poco a poco fue introduciendo su miembro dentro de mi, una vez introducido comenzamos a movernos, me abrazo penetrandome mientras se escuchaba el ruido de mis nalgas con sus piernas. “Ah ah ah ah” comencé a gemir porque mi jefe al parecer tenía aún destreza en lo que hacía, estuvimos así un rato hasta que me dio un giro y me puso en 4, comenzó a embestirme en esa posición mientras tenía mi cabeza agachada y en un momento de placer la levante y vi al contador frente a mi masturbandose. “¿Que haces aquí? Vete allá” le dijo mi jefe, “Quiero que me la chupe” le respondió, “Mira cabron si te invite fue porque morías de ganas ver cómo coge una de 20 y ella es mía” le reprochó, “Pregúntale si quiere no seas” continuo insistiendo el contador mientras mi jefe continuaba embistiéndome.

Sentía cómo dejaba la marca de sus manos en mis nalguitas mientras me penetraba mi jefe y al parecer por lastima a su contador me preguntó “¿Quieres chupársela?”, yo solo me reía y deje que continuaran discutiendo, después de un rato cogiendome en esa posición se despegó de mi y me dijo que aún no quería venirse así que decidió descansar, como el motel era grande bajo por unas cervezas y me dejo con el contador. me levante para ver mi teléfono y ver algún mensaje de mi novio pero no había nada, regrese a la cama y veía al contador oliendo mi hilo mientras se masturbaba. Se acercó a la puerta del cuarto para inspeccionar que mi jefe aún no subiera y me preguntó si quería chuparla, “¿Quieres que te la chupe?” Le dije, si, me respondió mientras se recostaba en la cama, solo lo masturbaba y en un momento me dijo “Mira yo soy el contador de la empresa de dinero no te vas a quejar conmigo, no se lo digas a él y mejor anda conmigo en secreto”, lo medite y le dije “bueno” así que comencé a chupársela, como regalo dejaba mi saliva en su miembro mientras lo hacía rápido, al parecer ni las manos me metía solo dejaba que yo hiciera mi trabajo, comencé a darle pequeños lengüetazos dentro de mi boca y luego de unos minutos entra mi jefe y al ver la escena me despega de él. “Que carajos, vete para allá cabrón” le dijo, “No seas quiero participar” continuo insistiendo, yo solo me reía de ellos dos, mi jefe se acosto y me subí encima para cabalgarlo, hacia movimientos circulares con mis nalgas mientras me penetraba para hacerlo venir en eso siento como el contador comienza a darme nalgadas, solo observé a mi jefe para ver si lo molestaba pero al parecer le daba igual. “Eso cabron dale más fuerte” le dijo, continuamos así un buen rato hasta que me puso de cucharita y continuo embistiéndome mientras me tomaba del cuello, el contador más cerca de nosotros continuo masturbándose hasta que mi jefe me volvió a preguntar “¿Quieres chupárselo?” Solo insistí con mi cabeza, el contador se acercó y mientras mi jefe me daba yo ya tenia el miembro del contador dentro de mi boca.

Siguieron dándome cada uno en sus lugares hasta que mi jefe me dijo si quería chupar lo dos, yo solo le respondí con un “lo que quieran” así que ambos se pararon en la cama y pegaron sus miembros en mi carita, comencé chupando el miembro del contador mientras jalaba el de mi jefe, “metete los dos” me dijeron, abrí la boca de mas y lo único que pudo entrar eran sus glandes, ellos trataban de que entraran lo más profundo pero no podía quizá por mi boca chiquita. “Quieres cogertela” le pregunto mi jefe al contador así que este no perdió tiempo, levantó mis piernas y comenzó a cogerme, en esa posición mi jefe veía cómo se movían mis pechos, siguió dándome más duro hasta que se detuvo. Mi jefe lo apartó y volvió a ponerme en 4, continuo embistiéndome mientras el contador de nuevo se colocó frente a mi, me levante para meterme su miembro a la boca pero mi jefe ya no me dejaba porque al penetrarme en 4 me tomaba del cabello y me jalaba hacia su lado. El pobre contador ya resignado solo se masturbaba, mi jefe continuo embistiéndome hasta que el contador le dijo que estaba a punto de terminar, se despegó de mi y al no saber donde terminaría me quede inmóvil para luego sentir el líquido viscoso en parte de mi espalda y brazos. Me levante para quitarme un poco y el contador ya feliz se dirigió al baño para asearse. “Este cabron ya todo te mancho” me dijo mi jefe, solo me reí. Continue chupándosela a mi jefe y para tenerla mejor en mi boca le pedí que se parara en la cama y así tenerla frente a mi, lo succionaba de lo más rico hasta que apartó mis manos de su miembro y continuo masturbandose, decidí chupar parte de sus testiculos mientras continuaba hasta que me dijo “saca la lengua” obedecí y lo único que siguió fue su esperma dentro de mi lengua y toda mi cara. “Limpia la puntita” me dijo así que trate de dejarlo limpio. Una vez satisfechos lo dos me pidió que me fuera a dar un baño y cambiarme, no tarde ni 10 minutos en hacerlo hasta que me llevo a mi casa. Al día siguiente vi los mensajes de mi chico y no dejaba de pensar en lo que había hecho, se que estuvo mal pero tener dinero y un trabajo a esta edad me hace sentir bien así que decidí olvidarlo y darle una sorpresa a mi novio con el dinero que recibiría además solo se vive una vez…

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Autor
Denisse Gil
Denisse Gilhttp://www.notengositioweb.com
¡Hola mi nombre es Denisse! Actualmente soy una chica universitaria. Escribo en mis tiempos libres. Fan de hacer ejercicio. Me gusta recordar las cosas eróticas que me han pasado y plasmarlas para ustedes... Apoyenme con likes y comentarios :)

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