Hoy os hablo de una amiga con la que es imposible no sentir cosas y desearla siempre. Se llama Rebeca y nunca hemos tenido nada, hablamos siempre con un poco de cachondeo pero la verdad que nunca había surgido nada fuera de lo normal… hasta un día que fuimos a la playa a echar el día.
La playa que elegimos era seminudista y allá que fuimos los dos. Llevaba toda la semana soñando e imaginando que podría pasar. Mi amiga es un escándalo de mujer. No es que solo sea guapa, su cara es una locura y el morbo que desprende le basta para conquistarte. Pero la niña no solo destaca con esa cara, esos labios y esa mirada. Tiene un culazo que hace que te excites con solo mirarlo y unas tetas que es imposible no mirarlas cuando hablas con ella, y para colmo un piercing en la lengua y tatuajes… ¿Llevará tanga a la playa? ¿Se quedará desnuda completamente? Cada noche me masturbaba de imaginar ese culo sin nada y encima de mí o esas tetas, perfectas para llevártelas a tus labios cuando bajas de besar su boca y cuello o simplemente ver como se mueven en tu cara mientras cabalga encima de mí. Es perfecta, es una bomba de placer y una locura de mujer. Y con ella voy a una playa.
Íbamos en el coche y ya me estaba poniendo nervioso. ¿Llevará tanga? ¿Se quitará alguna parte del bikini? No paro de hacerme estas preguntas y de imaginar la situación. Estaba cachondísimo.
Al llegar a la playa nos colocamos en uno de los extremos al lado de unas rocas que había como una cueva en medio. Empezamos a colocar la sombrilla, sacar las toallas y dejar las mochilas. Y llegó la hora. Se quitó la falda y no pude creer lo que veía, un bikini rojo enterrado en su culazo que dejaba verlo casi todo en su esplendor. Pero ahí no quedó la cosa, al quitarse la camiseta pude ver que no llevaba nada y por fin pude ver esas tetas con unos pezones rosados. Yo solamente me quite la camiseta y me deje el bañador, no sabía si se iba a sentir incómoda si me desnudaba completamente. Además, ya empezaba a tener una erección y no creo que la primera vez que me vea Rebeca desnudo le guste verme empalmado.
A nuestro lado, a 3 metros, una pareja más joven que nosotros. Totalmente desnudos y que nos miraban. Ya no había nadie en esa esquina salvo los 4. La chica tenía un culazo pero menos tetas que mi acompañante. Tenía el coño depilado como la parte baja de su novio.
– úntame crema Pedro.
Se puso bocabajo, separó un poco sus piernas y me puse encima de rodillas. Comencé con su espalda llegando hasta el inicio de la parte de abajo del bikini donde no tenía permiso de ella para seguir indagando por su cuerpo. Luego fui a sus piernas y hacia lo mismo, hasta el culo, sin meter mano donde me moría de ganas.
– ¿Te das cuenta que esos dos no dejan de mirarnos? Me preguntó.
– Hija mía, vienes hoy brutal. Como para no quedarse embobado.
– Pues la chica creo que tiene ganas de ver algo más que lo que tiene al lado eh, alégrale la vista.
– ¿Y tú te vas a alegrar?
– Prefiero por ahora sentirla mientras me pones crema que verla, además ahora la noto que crece a medida que hablamos. Quítate el bañador y me quitas el bañador, y haz lo que quieras con mi culo y la crema.
Eso hice, nos quedamos desnudos y ya la tenía dura. Me volví a colocar igual y mi polla estaba a pocos centímetros de su vagina. La otra pareja no perdía detalle y empezaron a besarse. Yo no pude aguantar más la situación y puse dos dedos alrededor de la entrada de su coño. Estaba empapado y aún no había ni empezado. Ella no perdía detalle de lo que hacía aquella pareja que empezaban a meterse mano.
Le di la vuelta para disfrutar de ella frontalmente y tocar todo su cuerpo. Esta vez no usé las manos y la crema. La besé, primero muy lentamente sin meter la lengua, solamente rozando sus labios y mordiéndolos. Al cabo de unos segundos nos empezamos a comer como si no hubiera un mañana. Enseguida seguí besándola hacia abajo pero antes de saborear sus tetas, lamí su tatuaje que tiene justo debajo. Me quité de encima de ella y me coloqué de rodillas justo al lado de su cara… Me incliné y empecé a lamer su coño, lentamente primero abrí sus labios dejando al descubierto la entrada de su vagina y el clítoris. Ella, mientras, cogió mi polla y la empezó a mover. Metí dos dedos en su boca y le pedí que los llenara de saliva. Inmediatamente esos dedos fueron a su coño y acaricié su clítoris en todas las direcciones. Empezaba a gemir y moverse en la toalla. La chica de la otra pareja llevó su mano a la polla de su novio y empezó a moverla también. Llegó un momento en el que Rebeca y yo mirábamos todo el rato a ellos y a la vez ellos a nosotros. Había cruces de miradas. Estaba claro que ese día iba a probar dos fluidos distintos y esa imaginación me ponía cada vez más caliente.
Rebeca me pidió que nos bañásemos. Se levantó, me agarró de la polla y la tuve que seguir. Ya dentro del agua empezamos a besarnos, el morbo de estar en una playa con gente, aquellos dos tocándose y el tiempo que llevaba queriendo saber cuál es el sabor de mi amiga Rebeca… Todo eso hacía que mis manos no dejarán de tocar todo su cuerpo y de disfrutar de su saliva y de su lengua.
Le di la vuelta, la agarre de la barbilla y la incite a mirar a la pareja que en ese momento estaba la chica haciéndole una mamada. Yo por detrás empecé a comerle el cuello, una mano se fue a su coño y otra a agarrar esas tetas que me tenían malo perdido. Ella no se quedó quieta y comenzó a mover mi polla con su culo al mismo ritmo que mi mano la excitaba. Al cabo de dos minutos nos salimos del agua.
Cogimos las toallas y las cosas y nos metimos en la cueva no sin antes invitar a la pareja a que se uniera a nuestra fiesta.
Una vez dentro, los 4 desnudos y una pareja a medio metro de la otra empezamos a besarnos. Rebeca no podía aguantar más y se sentó encima de mi polla mirándome y comenzó a moverse como nunca podía imaginar que alguien se pudiera mover así. El calentón de la playa, de la pareja al lado y nuestra primera vez nos estaba haciendo volar.
– Os importa si nos unimos a vuestro polvo?
Miré a Rebeca y le dije que ella mandaba.
– Haced lo que queráis.
En ese momento, el chaval que se llama Ángel se puso al lado de Rebeca y le ofreció su polla. La cogió con la mano y le echó saliva para pajearla mejor. Pero cuando menos me lo esperé y más dura la tenía se la metió en la boca. Todo ello mientras se movía encima de mí. Empezó de menos más tanto en la cantidad que se metía como en la rapidez. Por otro lado, su novia que se llamaba Carmen se sentó en mi cara y me planto el coño en la boca. Empecé a lamer sus labios exteriores y despejar la entrada de su coño, y directamente empecé a comerlo.
Estuvimos un buen rato. Rebeca se levantó, nos dijo a Ángel y a mí que nos tendiéramos. Rebeca se sentó encima de mí y justo enfrente Carmen hacia lo mismo con Ángel. Las dos empezaron a moverse. Iba a explotar, no podía mirar ese culo como tragaba y botaba. Lo azotaba de vez en cuando cada vez más fuerte y en cada azote ella gemía más y más. Cuando mire a la otra pareja es cuando ya me iba a morir de placer. Carmen estaba usando su culo para la penetración, moviéndose encima de él dándole la espalda y tuve una idea…
Le dije a Rebeca que se quitara, fui hacia donde estaba Carmen moviéndose encima de Ángel, me coloqué de cuclillas y se la introduje en su vagina. Estuvimos medio min, mientras Rebeca se puso de pie masturbándose viendo la escena, al cabo de ese tiempo Ángel y yo sacamos nuestras pollas del interior de su novia, nos pusimos de pie pajeandonos sobre la cara de Carmen y descargamos todo sobre ella.
Los cuatro nos dimos un baño y nos tumbamos. Más tarde volvimos a la carga.