Tus besos, esos labios que tan bien conocen los míos, me calentaron de inmediato, tu mano izquierda tomaba mis pechos, los acariciaba y te acercabas a chupar mis pezones. Yo humedecida entera, extendía mi columna y disfrutaba de cada uno de tus besos y caricias…
Me concentraba en tu piel, en tu olor y me hacías gemir. Entonces decidiste bajar hasta mi zona más húmeda y rozaste mi clítoris con tus dedos, suave y sutilmente, bajaste más y me los metiste en la vagina, mientras tu palma seguía estimulando mi clítoris. Tu boca engullía mis pechos.
Dios! Como sabes masturbarme, tu cuerpo cerca mío, como cubriéndome entera y tu mano jugando de la manera correcta en mi vagina, podía sentir como el placer recorría mi cuerpo. Tu lengua seguía lamiendo mis pezones, te gusta mordisquear la punta y me provocas una avalancha en todo el cuerpo.
Me tenías en tus manos, completamente tuya entregada al placer, besabas mi boca y me mirabas con admiración, te gusta mirarme, mis gestos, mis movimientos, observas como abro mi boca mientras gimo… Te encanta sentirme tuya y en cada encuentro descubres las diferentes sensaciones que me provocas…
Así con tu mirada perdida en mi rostro, sigues masturbándome, acercándome al orgasmo, me frotas exquisitamente la vulva, la aprietas, me lames los pezones, hasta que lo logras, me provocas un maravilloso orgasmo con un squirt que empapa tu mano… Lo disfrutas tanto como yo.
Te tomó la cabeza y te beso de manera agresiva… Me calentaste más aún… Solo quiero sentirte adentro… Te obligo a acostarte de espaldas y te monto… Ya la tienes enorme y dura. Me pongo a saltar sobre ti, me gusta sentir como tu verga entra y sale de mi vagina… Me afirmo de la pared y la dejo adentro, mientras muevo mi pelvis para que tu cuerpo roce mi clítoris, con tu pene adentro entero siempre, me harás acabar otra vez, te repito sin parar cuanto te amo, cuanto te deseo, cuando me encanta tenerte adentro…
Te repito que viviría con ella metida toda la vida. Termino de nuevo, gritando y gimiendo, inmediatamente me pongo en cuatro, me tomas de las caderas y me lo metes fuerte… Apoyo todo mi cuerpo en la cama, así como te gusta, solo con la cola levantada, para que mi vagina esté expuesta a que entres de frente, te miro hacia atrás y veo cómo te observas entrar y salir… Me penetras tan rico… Tan profundo tan fuerte, cada vez más fuerte…
Con tu pulgar derecho empiezas a jugar con mi ano… Lo abres hacia al lado y lo metes un poco… Me vuelves loca cuando lo haces… Con tu mano izquierda tomas mi pelo y me empujas más fuerte… Estas por acabar… Lo siento, tan fuerte me embistes mientras me tiras con fuerza y me obligas a extender mi cuello… Tu dedo en mi ano tiembla… Tu cuerpo enorme cae entonces sobre mi después de tu última embestida… Me giro y nuevamente nos abrazamos…
-No sé cómo podremos vivir sin esto.
-Solo disfrutemos este momento, ya no hablemos más ni recordemos que será la última vez.
Mis piernas te acariciaban entero, mientras te abrazaba, me apegaba a ti como queriendo traspasar tu piel…
Después de unos minutos…