Llegué temprano, pues se supone que iba al trabajo, estacioné el auto en otro lugar para que el espacio de afuera lo ocuparas tú y con el portón cerrado para que nadie pueda verlo.
Por whatsapp:
– hola.
– hola, ya estoy acá.
– mándame la ubicación. Donde es?
– motel xxx, pieza 14.
– ok, voy.
Te esperé desnuda, apague la televisión, que había prendido en los canales porno para masturbarme antes de que llegaras. Te espere lista con mi vulva hinchada, húmeda y con un orgasmo a cuesta.
Llegaste asustado, entraste. Te sacaste la ropa.
Te metiste en la cama. Nos abrazamos… Subí mi pierna derecha sobre tu cuerpo y apoyé mi cabeza en tu pecho… Te olí… de cerca… "me encanta tu olor" te dije. Me besaste la frente y mencionaste "lo sé".
Bese tu pecho, lampiño y te apreté fuerte.
-Te prometo que te amo. Por eso mismo no puedo seguir sosteniendo tu vida.
Debería amarte menos, ser capaz de tenerte, de tenernos y ver, que gracias a lo feliz que te hago, es que llegas feliz a tu casa. Debería ser feliz con verte siendo feliz con otra… Pero no puedo más.
-No me sirve así tampoco -dijiste… No quiero que me ames menos. O todo o nada. Está bien, lo entiendo. Te amo chinita. Siempre te amaré. No me arrepiento de nada. Eres lo único verdadero en mi vida…
Nos comenzamos a besar, un beso húmedo e intenso. Besé tu cuello, mientras disfrutaba acariciarte, entonces te giraste y te subiste sobre mi. Acariciaste mi frente moviendo mi pelo, me miraste con mucho amor, con tus ojos brillantes.
Enfrentaste tu pene a mi vagina y lo metiste fuerte, gemí de placer, fuerte! con el alma! Tenías mis piernas flectadas abiertas sobre tus brazos, cercanas a tus hombros y tu tronco sobre mi, muy cerca, me lo metidas muy fuerte, una y otra vez, profundo… Yo sentía que me atravesaba con cada movimiento y gritaba, me quejaba, una y otra vez, era exquisito, te sentía tan mío, te sentía tan conectado, gemía y no quería parar de gemir, tomé tu cara, tu hermosa cara y te bese apasionadamente, te amo mucho te repetía mientras te besaba, y se mezclaba el ruido de mis gemidos con cada estocada, el ruido de mis "te amo", el ruido de nuestras lenguas…
Nos miramos y nuestros ojos se llenaron de lágrimas… Era una mezcla de pena porque sería la última vez y emoción por sentirnos tan bien juntos…
Al vernos así, emocionados, nos besamos más apasionadamente y me lo metiste con más fuerza, no queríamos llorar, no era la idea, entonces agarraste mi pecho izquierdo con tu mano derecha y te dispusiste a chupar mi pezón… SIII!!! Te grite cuando tu legua jugaba con mi negro y duro pezón… Cuando lo chupaste fuerte y mordisqueaste la punta, me enloqueciste… Te abracé con mis piernas y me dejé llevar por todo lo que pasaba, cerré mis ojos y sentí cada parte de tu cuerpo sobre mi, tu olor, te acariciaba dibujando en mi mente cada centímetro de tu cuerpo, mi vagina hacia prisionera a tu verga, la devoraba sin compasión…
Los gemidos se transformaban en bramidos de pasión… Ambos estábamos muy ardientes… Estábamos por acabar, nos besamos con tanto amor y pasión… Y terminamos… Fue muy intenso y hermoso…
Nos abrazamos… Felices y satisfechos… Te acurrucaste en mi pecho y te acaricie, tu cara, tu pelo… Te entregue cariño, bese tu frente…
-duerme si quieres… -Te dije.
-sí, dormiría acá… Mejor solo hazme cariño.
-en serio duerme, hay tiempo aun.
-no, sólo quiero estar así. Solo detengamos el tiempo.
Después de un rato de cariño solo comenzaste a besarme, besos cortos tiernos, que cada vez aumentaban un poco más su humedad e intensidad…