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Tiempo de lectura: 4 minutos

Hola soy Keith, os voy a contar la ocasión en la que mi novio y yo teníamos que recoger un nuevo coche, la cosa es que solo se puede recoger en la ciudad de México, Por lo que decidimos ir en camión. Por la mañana nos arreglamos, él se bañó primero, cuando salí de la ducha vi en la mesa del vestidor un vestido negro que suelo llevar a los clubs para una buena noche de fiesta.

Es corto, por encima de medio muslo y una abertura al centro que deja ver los bordes de mis pechos a través de una fina tela transparente, totalmente ajustado a mi cuerpo, me queda como una segunda piel, realmente me hace ver sexy, aunque no estoy segura si es cómodo para un viaje tan largo y en camión, sobre todo cuando me doy cuenta que no saco nada de ropa interior, por lo que entiendo que no quiere que la use, no es la primera vez pero no me siento muy cómoda, lo que hace que realmente me pone a mil por hora, me lo pongo con unos tacones no muy altos, más bien son bajos pero me hacen ver muy bien.

En cuanto voy bajando por las escaleras lo veo recargado en el portal de la puerta con una sonrisa típica en él, tiene los brazos cruzados y justo de uno está colgando una pequeña pieza de lencería negra, un culot, que en su totalidad deja transparentar la piel, aunque eso no es lo emocionante, eso es que tiene un pequeño pero poderoso vibrador que se controla con un mando, que siempre tiene el. Ya imaginó el juego que tiene en mente, sé que le gusta ponerme en esas situaciones tan comprometedoras.

Por otro lado, el siempre él se viste de una forma en la que se ve casual pero realmente formal al mismo tiempo, para siempre se ve perfecto.

Salimos de casa caminando hacia la parada del colectivo que nos llevaría a la estación de autobuses y justo cuando llega el camión y estoy por subir el primer escalón noto la primer vibración, no es tan fuerte pero no para, sé que mi cara está colorada, camino de forma discreta hasta encontrar un haciendo libre a la mitad de la unidad, mi novio para y se sienta junto a mí, le tocó el muslo en señal de que pare, no me está afectando tanto pero el hecho de pensar que estaré así un par de horas me pone a mil. Él lo entiende así que lo desactiva, el colectivo no está tan lleno así que en lugar de jugar con el vibrador decide meter su mano por debajo de la falda para estar acariciando casi todo el camino, no me provoca mucho, solo pasa los dedos por encima del culot.

Por fin llegamos a nuestra parada por lo que se pone de pie y me deja pasar para bajar primero y justo como en la subida lo enciende, solo que esta vez está más fuerte, me cuesta trabajo disimularlo, bajar cada escalón es una tortura, cuando estoy por dar el último pasó para llegar al piso, el más largo, me da un espasmo que si no es porque mi novio me tomo de la mano me caigo directo al concretó, solo me abraza y se ríe.

-Creo que tienes que tener más cuidado

-Tu bájale un poco, está muy fuerte- muerta de vergüenza y excitación fue lo único que atiné a decir.

Simplemente soltó una carcajada y apagó el vibrador.

Continuamos caminando hacia el autobús en que pasaríamos algunas horas hasta llegar a nuestro destino. Todo estuvo tranquilo hasta subir a la unidad. En el momento en el que tomamos nuestros asientos hasta atrás de este él me dice que será un viaje divertido, con lo que ya sé que tendré que hacer un par de cosas.

Mientras se llenaba el camión solo fue unos toques coquetos por mis pechos, pellizca un poco mis pezones, apretaba con fuerza mi entrepierna.

En cuanto el autobús arranco y tomo la autopista, ya con todas las personas en su lugar, se acerca a mi oído lentamente, siento su respiración lenta y calmada, todo lo opuesto a la mía

—Vamos a hacer un juego, al máximo tal cual estás— se refería al vibrador y mi vestido, en su lugar.

—lo podrás poner a media intensidad si levantas el vestido para quedar a directamente en el asiento— hay no puede ser de escucharlo ya me estoy corriendo.

—bajo si sacas tus tetas por los laterales del vestido—por dios sí que sería una aventura

—y si crees que no soportaras puedes apagarlo… Solo tienes que enrollar el vestido en tu cintura— uffff por un lado es emocionante, pero en pocas palabras o me la paso gimiendo todo el viaje o voy desnuda.

Claramente estaba "bien" vestida, el vibrador se puso en marcha al máximo de potencia provocándome un ligero quejido que traté de tapar, pero apenas y lo logré. En menos de un minuto me di cuenta que no podría aguantar mucho así por lo que me levanté la parte de abajo del vestido y apoye mi culo directamente en el asiento, si bien la tanga del vibrador me cubría mi coño solo era con una tela fina y transparente, claro que me daba miedo que alguien pudiera levantarse o girar y verme en esa situación. Si bien la velocidad era menos no tardó mucho en qué estuviera sudando y con una respiración fuerte, casa ves me costaba mucho más silenciar mis gemidos.

Alce la mirada y todo parecía en orden así que deslice mis pechos para sacarlos del vestido, me deslice un poco en el asiento para evitar que me vieran con facilidad. Mi novio redujo al mínimo la velocidad, pude descansar un poco y relajarme si es que cabe eso, no sabía cuánto más estaría así pero ya quería que terminara, sea simplemente una tortura lo que me estaba pasando.

Pensé en enrollar el vestido porque no podía más y no quería tener un orgasmo ahí, suelo ser muy ruidosa cuando ocurre. Estaba a punto de hacerlo, total prácticamente es lo mismo a como estaba ahora, pero es cierto si me descubren tardaría más en recomponer mi ropa.

—vas muy bien, creí que tardarías menos

-Pero no por mucho ¿lo puedes apagar?

-Ya sabes que tienes que hacer-

Ufff ya estaba en el límite y estaba segura que sería un orgasmo muy fuertemente. Estaba en un gran dilema, no me quería quedar con las ganas, pero tenía miedo de tenerlo y que me escucharán. Pero si lo paraba tenía que estar desnudan en el camión. Realmente no sé qué es más riesgoso. Yaaa!!! No puedo aguantar más

-OK OK ya apágalo. -comencé a enrollar el vestido en mi cintura, él solo me vio y sonrió complacido, apago el vibrador y solo así pude descansar un poco pero solo puedo estar volteando para todos lados cuidando que nadie me vea.

Pasamos así una media hora, estaba realmente nerviosa y claro sólo no me corrí porque el vibrador estaba apagado porque realmente estaba tan excitada como hace un rato.

Mientras estaba pérdida en mis pensamientos y cuidando que nadie se dé la vuelta y me puedan ver siento como el vibrador comienza a funcionar, me toma por sorpresa y doy un pequeño salto y un leve grito que me asusta más aún porque puede voltear alguien. Lo volteo a ver y me dice

-acomoda el vestido, ya casi llegamos

Doy gracias que me deja vestirme, el vibrador está en un nivel muy bajo así que sólo me mantiene caliente pero no llega a más.

Cuando llegamos a la terminal apagó el vibrador y bajamos, tomamos un taxi a recoger el coche y sin más regresamos para casa y si en el camión fui casi desnuda, ya se imaginarán en el coche de regreso a casa.

Espero que les agrade y me puedan dejar sus comentarios para mejorar, un saludo a todos.

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