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El viaje de negocios
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Ricardo y Lorena trabajan juntos hace varios años en una oficina, Lorena es rubia, de 1.60 de estatura, lolas grandes y una cola paradita, por su parte Ricardo es flaco, alto y el jefe de Lorena.

En uno de los viajes de Ricardo a la capital, los directivos de la compañía le informan que tiene que capacitar a otra persona porque a él lo necesitan dedicado 100% a otras tareas.

Lorena está casada, tiene un hijo chiquito y un carácter importante, pasa de la alegría a la furia en pocos segundos y viceversa pero en el fondo es tierna y vulnerable.

A las pocas semanas surge otra reunión de trabajo en la capital y Ricardo la lleva a Lorena para que conozca su nueva función, son viajes cortos de 2 o 3 días máximo, donde se reúnen con varios clientes y posibles futuros clientes.

La empresa tiene siempre reservada una pieza en un hotel 3 estrellas, que tiene una cama matrimonial y poco más, es muy austero pero queda a pocas cuadras de los puntos más importantes de la ciudad.

Cuando llegaron al hotel se percataron del tema de la cama, Ricardo hizo el reclamo en recepción pero le informaron que había varias convenciones en la ciudad y estaban llenos y no disponían ahora de camas simples u otra habitación.

Fueron a la reunión y volvieron agotados, primero se bañó Lorena, y cuando salió con el pelo mojado y envuelta en la toalla con las lolas apretadas a Ricardo se le aceleró el corazón, estaba preciosa. Inmediatamente se metió Ricardo a la ducha y cuando salió ya Lorena estaba acostada. Como nadie se imaginó que dormirían juntos, no había llevado ningún pijama, así que busco un short y una remera larga y se acostó, Ricardo se acostó solo en boxers.

Se saludaron, y se durmieron, a eso de las 3 am Ricardo se despierta porque escucha un llanto, pensó que era algún bebe de otra habitación pero era Lore que lloraba dormida y repetía porque me hiciste eso, Ricardo la abrazó fuerte rodeándola con sus largos brazos y el llanto cesó, ella se acurrucó aún más y se agarró fuerte del brazo.

A las 6 am sonó el despertador tenían una reunión a las 7:30 am, primero se despertó Lorena, se sorprendió al ver que estaba abrazada pero no dijo nada, Ricardo se incorporó rápidamente, se dijeron buenos días. Fueron en turnos a bañarse y bajaron a desayunar.

En el desayuno, practicaron sobre la reunión y cuál era la estrategia para intentar captar a este cliente y traerlo a la compañía.

El día transcurrió sin sobresaltos, tuvieron 4 reuniones más y volvieron al hotel.

Siguieron la rutina de baño de ayer, pero esta vez Lore se acostó con una remera sin corpiño y un culotte blanco, Ricardo cuando la vio quedó impactado por unos instantes, se le marcaban los pezones en la remera y la cola era todo un monumento, por lo que se tuvo que tapar rápidamente para disimular su erección.

Ya en la cama, ella le contó de sus problemas maritales, y se apoyó en su pecho, con su mano derecha le acariciaba el abdomen y pasaba muy cerca del elástico del bóxer una vez y otra vez, al mismo tiempo Ricardo con una mano le acariciaba el pelo y con la otra la espalda.

El intentó pensar en otra cosa y ser un buen compañero para escucharla con atención pero su pene empezó a crecer, Lorena sin darle importancia siguió tocando y le rozaba la punta a través del bóxer, recorriéndolo a lo largo y ancho (era mucho más grande que el de su marido y le daba curiosidad) una y otra vez.

Después de unos minutos Lore se quedó dormida y Ricardo la acomodó a un costado y fue al baño a enfriarse para poder conciliar el sueño.

Al otro día, se despertaron abrazados nuevamente, el pene de Ricardo estaba entre las nalgas de Lore y con la erección matutina se le estaba metiendo adentro con tela y todo, ella aun dormida pensando que estaba en su casa con su marido, se corrió a un costado la tela del culotte y le agarró la mano para que le tocará las lolas.

Ahora sin nada que se interpusiera en su camino, el pene se fue hundiendo lentamente en su interior, arrancándole a Lore un gemido largo y sostenido, nunca había sentido algo tan grande en su interior. Ricardo no se movía, le latía el pene adentro de Lore con fuerza era muy estrecha, y con su mano rozaba el pezón que ya estaba durito, ella seguía gimiendo suavemente entre dormida.

A los 5 minutos, que para Ricardo fueron horas porque no quería acabar adentro, ya que uno de los temas que Lore le contó es que dejó las pastillas para buscar otro bebe y su marido prefería no tener sexo a tener otro hijo, dice el nombre de su marido y Ricardo del susto se la saca, y se va al baño, ella se despierta con una sensación de placer entre sus piernas y no sabe si fue un sueño o paso algo pero prefiere no preguntar y se levanta. Lo ve a Ricardo poniéndose la camisa y lo abraza fuerte y le dice gracias y le da un beso en la mejilla.

Ricardo devuelve el abrazo, la levanta del suelo y ambos empiezan a reír, se terminaron de cambiar y bajaron a desayunar para luego volver a su ciudad.

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