Era un día como otro, me levanté muy temprano y me fui a la universidad, en ese tiempo ella no estaba trabajando, solo mi papá era el sustento de la casa. Llegué a la universidad, me di cuenta que había protestas y me tuve que regresar a casa, había sacrificado pasajes para nada.
Cuando llegué no había nadie, me pareció extraño que no estuviera mi mamá pero supuse que estaba haciendo compras. Y era así, al rato llego con las compras, pero yo me quede encerrado en mi cuarto sin decir nada, al rato escucho que tocan la puerta y escucho la voz de mi vecino. Iba a arreglar la cañería de nuestro baño, de seguro mi mamá me iba a pedir que le ayudará así que me quede encerrado sin hacer ruido
Pasaron unos veinte minutos y yo no escuchaba nada de ruido, pensé que se había ido así que decidí salir a tomar agua, pero me llevé una gran sorpresa. Miré de reojo al cuarto de mis padres el cual estaba abierto y vi a mi vecino sentado en la cama y mi mamá arrodillada mamándole la verga, él la tenía agarrada del pelo y ella lo pajeaba y se lo mamaba. Yo No sabía que hacer, me quedé paralizado, se me aceleró el corazón y me sentía muy excitado, pero me fui a mi cuarto y no podía procesar lo que acababa de ver.
Decidí ir otra vez sin hacer ruido y ya desde lejos se escuchaban unos gemidos, está vez mi vecino la tenía en cuatro dándole rico, mi madre aún tenía su blusa, Solo se quitó el pantalón y se hizo la panty a un lado. Mi vecino solo se bajó los pantalones para cogerla y así le dio un rato.
Vecino: te gusta? Ah?
Mama: ay si si rico
Vecino: dónde quieres la leche putita?
Mama: en la espalda
El comenzó a darle muy duro y rápido, se podía escuchar el choque de sus genitales y lo mojada que estaba mi madre. Luego el lanzo un gemido y se la saco antes de acabar y se los echo en la espalda, callo en la cama rendido. Yo me fui a mi cuarto y me encerré otra vez, me hice el dormido, al rato mi mamá entro y me vio.
Mama: hijo no fuiste a la universidad
Yo: si mamá pero no tuve clases, me devolví
Mama: pero yo no te había visto
Yo: no estabas mamá, solo me dormí sin avisar
Mama: está bien a la próxima avísame, te hubiese preparado algo
Yo: está bien mamá, por cierto arreglaron el caño -sentí cómo mi mamá se incomodó con la pregunta.
Mama: eh no, el vecino Jorge no pudo venir
Yo: que mal, se está perdiendo mucha agua ahí
Mama: si cierto -y salió rápido de mi cuarto.
Pasaron los días y yo seguí yendo a la universidad y algunas veces me quedaba en mi cuarto escondido para ver si los veía de nuevo pero hasta ahora no he tenido suerte, solo un día escuché a mi mamá teniendo un conversación caliente por teléfono pero eso ya lo cuento en otro relato.