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El vecino de Toluca
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Nuestra historia comienza en el 2018, nos hicimos novios y nos conocimos en una fiesta en agosto de ese mismo año. Me asombré al verla llegar, la verdad la más linda de la reunión e iniciamos una amistad que terminó en relación. Ximena es una dama morena, lindas caderas, y unos senos deliciosos, además que siempre fue demasiado activa en su vida sexual. Antes de iniciar una relación me contó que en un día se la cogieron dos hombres, no al mismo tiempo, pero si en un lapso de unas 6 horas, y eso me atrajo, ya que me encanta sea tan putita, cómo decimos en México.

Por temas de trabajo me mude a vivir a Toluca y al poco tiempo mi novia en ese entonces se fue a vivir conmigo ya en plena pandemia de covid, para el año 2020. En el mes de marzo de ese año, vivíamos allá, y pocas salidas teníamos, ya que todo estaba cerrado para ese entonces no había lugar abierto. En esas fechas solía usar algún outfit muy provocativo, de hecho teníamos un vecino el cual nos rentaba el departamento y a ella le agradaba inquietarlo cuando llegaba por las noches.

Aunque no pasó nada entre ellos, refiriéndome a que se la haya cogido. Simplemente un coqueteo de ambos, por supuesto con mi complacencia, ya que a Ximena no le desagradaba el vecino. Es importante mencionar que vivíamos en un segundo piso y el vecino vivía en el tercer y último piso, así que cuando llegaba de trabajar tenía forzosamente que pasar por nuestro departamento y eso facilito las situaciones que voy a relatar a continuación.

Dentro de nuestras fantasías, una muy recurrente era de buscar un tercero que la pudiera desear y que obvio ella se mostrará complaciente, una de las personas favoritas de ella cómo había descrito era el vecino del piso de arriba, que además por supuesto el dueño del complejo habitacional. Ella normalmente dormía con una blusa de tirantes, que obvio sin sostén marcaba sus pezones y un short cachetero que por enorme trasero se miraba delicioso y por delante marcaba su anatomía en la mayoría de veces, pero al inicio no animaba por pena con el vecino, pero un buen día después de insistir, acepto salir a fumar cuándo el llegará para que se diera su taco de ojo con ese monumento de mujer.

Entonces cuándo observamos que llegó, ya que alcanzábamos a ver su auto, salió de inmediato a fumar sentarse en las escaleras que lo llevaban a su departamento. Yo solo observe escondido lo que sucedía afuera. Al ir subiendo, la saludo y le comento que gusto verla. Ella se levantó y se saludaron de beso, cuándo jamás había sucedido porque fue la primera vez que estaban solos. Ella le ofreció un cigarro, pero no fumaba y al quedar de pie, pues más evidente fue dejarlo observar en todo su esplendor el bello cuerpo de Ximena. En los momentos de su pequeña conversación, pues aprovechaba para inclinarse, dándole la espalda y tirar las cenizas de su cigarro, dejando ver más su trasero, que con el short pegado pues dejaba un poco al descubierto sus enormes glúteos y por ende el vecino más entusiasmado con la conversación y pues solo vi que sus ojos casi saltan a mirarla. Ella continuó haciendo ese movimiento y por supuesto el jamás dejo perder detalle. Al final solo se despidieron y le comento que ojalá volviera a verla más seguido.

Pasaron otros tres días y volvió a esperarlo, y en esta ocasión llevaba un pants color rojo y por supuesto sin sostén, además de que transparentaba una tanguita exquisita y el cierre por supuesto estaba más abajo, de lo que normalmente se podría usar. Evidentemente al llegar, se saludaron con el beso en la mejilla y elle le dio un abrazo de bienvenida, aunque rápidamente volteo para validar que no fuera a verlos y aunque escondido para que no percibiera mi presencia, acepto el abrazo y por supuesto que ella se pegó bastante para que sintiera lo redondo de sus pechos. Solo veía que se reía bastante Ximena y por supuesto que volvía a inclinarse para observará la tanga que se transparentaba. Durante esa conversación solo pude observar que ella colocó su celular a la altura de sus pechos y se colocó frente a él para mostrarle algo, obvio que podía ver más de cerca el escote con sus enormes senos, deliciosos que invitaban a tocarlos, solo que se limitó a solo observar.

Otro día más y le dije que llevará un poco más allá, y llegó el momento de elegir el outfit adecuado para que lo dejará más prendido. La selección fue un vestido cómo los que se utilizan en la playa y que son un poco transparentes. Vestido blanco con rayas azules y que se marca la tanga de forma deliciosa y sin sostén deja ver ese par de bellos senos, además de sus enorme pezones que hacen verlos de forma más deliciosa, ricos y que invita a tocarlos, además que al inclinarse se podrían admirar casi desnudos y sin dejar nada a la imaginación.

Nos quedamos al pendiente por la ventana para cuándo llegara, tuviera la oportunidad de salir a fumar e iniciar una rica conversación. Frente a los departamentos existe un barandal, entonces pues al recargarse e inclinarse, sería imposible que el vecino al subir no fuera testigo de enorme espectáculo visual con la tanga transparentando al vestido. Al subir el vecino ella solo seguía inclinada y al llegar al piso de nosotros, pues volteo a saludarlo y fue evidente que las tetas se veían en toda su dimensión, ya que el vestido solo ocultaba los pequeños detalles, y dejaba ver lo rico que están. Solo alcance a escuchar que le dijo, que se veía espectacular, a lo que ella agradeció y le dio un abrazo pagando aún más sus pechos en él y por supuesto que el beso en la mejilla, ya más cerca de la boca no podía faltar.

La conversación fluyo tranquilamente aunque Ximena se colocó frente a él, lo más cerca posible, atónito e incrédulo a lo que presenciaba, solo volteaba dentro del departamento para saber si estaba presente, ella le dijo que aún no llegaba para que no se sintiera incomodo, no sabía que ambos estábamos de acuerdo. En ese momento las luces apagadas no dejaban ver mi presencia, así que se relajó un poco siguieron conversando. En la plática comento acerca del vestido que tenía puesto y para entrar más en confianza, la pregunta obvia de una dama: ¿Qué tal se me ve el vestido?, la respuesta fue inmediata, a pesar del respeto que le tenía a Ximena, Genial y muy sensual, ella solo sonreía coquetamente y le preguntó si le parecía vulgar; él respondió que jamás.

Observaba que ella estaba muy cerca de él y con el pretexto de ver el celular que lo tenía a la altura de sus senos pues la vista era evidente que sin sostén se alcanzaba a ver su escote delicioso, y por supuesto que no perdía detalle alguno. Alcancé a escuchar que ella le dijo, “me estás viendo las chichis”, a lo que respondió que era imposible no mirarlas y que se miraban espectaculares y ambos soltaron una carcajada. Entonces ella le preguntó: ¿Quieres tocar?, y su respuesta fue, “Quién se podría negar”. Fue entonces que ella tomó su mano y la llevo a su seno, evidentemente sin perder tiempo inicio a tocar con ambas manos sus senos y ella inicio a tocarle su pene sobre el pantalón.

Al acercarse más a ella se iniciaron a besar, yo dentro del departamento me masturbaba observándolos. El vecino preguntó que la regañarían y ella respondió, “¿les vas a decir?, porque yo no”. Entonces le tocaba las nalgas y de pronto saco sus senos del vestido, chupándolos vigorosamente y ella solo gemía delicioso, entonces inicio a bajar el cierre de su pantalón al vecino, y saco su pene, por supuesto él ayudo bajando su pantalón. Ella le jalaba el pito y él vecino inicio a levantar su vestido para alcanzar su vagina, mientas continuaban besándose con demasiada pasión.

Ella no dejaba de jalar su pene y solo vi cuándo ella inicio a jadear con más fuerza y fue cuando le metió el dedo, o quizá dos, porque no alcanzaba a ver a tanto detalle y en algún momento pensé que se la chuparía, pero solo desabrocho la camisa para chupar los pezones del vecino, mientras continuaba ingresando sus dedos en la vagina depilada de mi mujer, y de pronto se escuchó que abrieron la puerta de ingreso al edificio e hizo que ambos inmediatamente se separaran, entonces ella le dijo que posiblemente había llegado y se despidió rápidamente de él y por supuesto que sin perder tiempo subió las escaleras a su departamento. Evidentemente había llegado algún vecino, que pensó que había sido yo, por lo que sin validar se fue a su departamento.

Al entrar al departamento mi mujer me vio con el pito en la mano masturbándome al ver ese espectáculo increíble, y nos empezamos a besar y nos fuimos a darnos una cogida fenomenal, mientras me platicaba algunos detalles de su experiencia.

Tiempo después el vecino ya no llega solo, ya llegaba acompañado de su novia porque es posible haya sospechado algo y a partir de ese momento no lo dejo llegar solo. Ximena y yo, decidimos no volver a inquietarlo para evitar problemas y buscar otras opciones dónde continuar nuestras aventuras sexuales.

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