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Contexto: esto pasó el noveno día de mis vacaciones en el caribe.

Un francés, Herve, que lograba hablar castellano, director de una cadena de supermercados, me encontró en una App de citas, pero esta vez yo no estaba ahi buscando weed, lo estaba buscando a el.

Compartimos fotos y quedamos en que nos podríamos juntar, nosotros y su novio, Jeremías. La idea de que me penetraran por el culo y la boca los dos francés me gustaba, pero me daba miedo, nunca lo había hecho…

Un día paso y no pude ir, pero al día siguiente, me prepare, me fume un porro y fue a mi aventura.

Una hora y cuarto estuve caminando, hasta que llegue a su hotel. Pase hasta el edificio, que estaba en zona platinum, toque la puerta y nadie respondió… Por suerte había wifi gratis por 3 horas y puede ver qué Herve había ido a la playa, le hable y me dijo que venia.

Cuando llegó, Herve, solo, me hizo señales de silencio mientras subíamos al departamento, en cuanto llegamos me empezo a besar, después parti haciendole sexo oral, mostrándole un poco lo que quería mientras que entraba casi entera, la tenía bien grande.

El me agarró y me movió a distintas posiciones, hasta que se puso atrás mío y me la metió lenta, pero constantemente, gimió, y luego empezó a meter y sacar, me movió y agarro los pies, las manos, el cuerpo, me besó la espalda, lenta y dulcemente, me empezo a dar la vuelta y me dejó de lado, me terminó de dar la vuelta, me ahorcó gentilmente (me hubiese gustado un poco más fuerte) y siguió así cambiando las posiciones pero sin parar de meter y sacarla.

En todo ese momento yo estaba apretando mis músculos en los pies, las manos, me agarraba de dónde podía, en las sábanas (de seda) en su cuerpo y gemi; gemi de dolor porque el la tenía grande, de placer porque lo hacía muy bien y de nervio porque, si bien disfrutaba mucho, no se me paraba.

Me encantaba, el iba fuerte y me gustaba, aún que a veces muy fuerte, pero me dió tranquilidad que cuando en verdad si me dolía, le decia de manera verbal y no verbal. Me respetaba.

Le pregunté por Jeremías y me dijo que se quedó en la playa. Igual me hubiese gustado tener a ambos, ya estando y entendiendo mejor la experiencia.

Siguio penetrando hasta acabar dentro mío, no sentí el semen la verdad, pero el se notaba como si hubiese acabado. Me pregunto si quería seguir, ya que seguía con mi pene sin estar muy parado. Pero le dije que estaba bien…

Fue muy tranqui, nos paramos y fuimos a ducharnos un poco. Lo había pasado muy bien, estuvo muy rico.

Me seque y me empecé a vestir, el ya estaba con traje de baño… De repente nos miramos, nos abrazamos, apretando los penes, en eso es que se mueve hacia la cama y me lleva. Se baja el pantalón y me baja la cabeza, era momento de darlo todo. Se la empiezo a chupar de lado, me metía el pene muy adentro y lo estaba disfrutando mucho. Estaba en una posición muy cercana a algo que quería probar, así que me puse de espalda con la cabeza al borde de la cama mirando para atrás, me penetró muy fuerte, me entraba todo su pene y estaba lleno de saliva por toda la cara. En eso me pone las bolas en toda la boca, pidiendo ver todo su culo mientras llenaba de saliva todo sus cocos, la zona antes del ano y mi cara. Mientras tanto, el se pajeaba gimiendo, y yo también. Me pajeaba con el pene completamente parado, mientras que gemia entre toda la saliva.

El estaba muy excitado, parecía como si estuviese pronto a irse de nuevo, así que agarro su pene y me lo puso en la boca de nuevo, me lo metió lo más adentro que pudo, mis labios chocaban su piel, y me dejaba ahí por segundos, hasta que necesitaba respirar. Salio mucha saliva, pero no sé si realmente era solo saliva.

Siempre me costó la idea de tragarme el semen, pero ahora lo estaba disfrutando mucho.

Me la metió unas veces más y me devolvió sus cocos para llenarme la cara de saliva (y quizás semen, realmente nunca supe si se fue en mi boca). Mientras que me tenía así, seguía gimiendo entre la saliva y su entrepierna, mientras me pajeaba, hasta que acabe. Fue impresionante. Quedé completamente desplomado mientras volvía a respirar entre los gemidos.

Nos volvimos a duchar, me vesti y me fui.

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