"Es raro… se supone que es algo normal ¿verdad? O sea… lo único que está pasando en este momento es que mi jefe está a mi lado, conversando…
Cálmate Nadia… no puede un simple roce ponerte así…"
– ¿y qué le dijo el paciente? Le pregunté a Paty.
– aceptó el presupuesto, el próximo martes comienza el tratamiento…
– oye Javier entonces ¿tú crees que podríamos hacer este caso junto? Me pregunto la dra. Da Silva…
– ¡sí! No veo por qué no podríamos, lo que sí… tenemos que tomarle todas las fotos iniciales. Le respondí a la dra. Da Silva.
Mientras conversábamos lo normal de todos los días apoyados en el mesón de recepción, podía sentir ese calor que emanaba del brazo de Nadia. ¿quizás se sentirá incómoda por qué estoy apoyándome en ella? Lo único que le dije fue " ¡oh, que estás abrigadita!" Y en el acto nuestros cuerpos se comenzaron a acercar, su brazo izquierdo tocaba mi brazo derecho, y su cadera y pierna izquierda tocaba la mía del lado derecho, estábamos bien pegados, pero podía sentir como su calor me llegaba más adentro de la piel. Ella estaba silenciosa sin participar en la conversación trivial que teníamos, al otro lado del mesón de recepción y sentadas, Paty y la dra. Da Silva no podían ver que nuestros cuerpos estaban rozándose. Yo intentaba seguir la conversación pero siempre sentía ese calor, ya muchas veces con Nadia nos quedábamos mirando por pequeñas fracciones de segundos. Ella tenía su novio y yo a mi esposa, ella era mucho menor que yo, una morena de ojos negros azabache, de silueta pronunciada, solo Dios sabe cuánto disfrutaba verla de perfil usando su uniforme clínico, y aunque era menos de un segundo, lo que mis ojos curiosos recorrían sus hermosas curvas, siempre había tenido la sensación que ella de alguna forma sabía que la miraba, y que no le molestaba o que incluso le gustaba… bueno eso pensaba yo.
Con Nadia llevábamos trabajando ya casi dos años, y solo era eso, trabajo, una que otra mirada loca, pero ¿qué hombre con buen gusto podría culparme? Además siempre era respetuosa con ella y con todas las chicas con las que trabajaba, bueno… claro, esa vez que salimos todos a celebrar y que con Nadia y Paty nos quedamos en el desafío del shot de tequila, no pasó nada, pero cada vez que la miraba, Nadia ya me estaba mirando.
Y ahora en algo tan trivial como una conversación de pacientes, estaba con mi corazón acelerado, por sentir la proximidad de mi compañera de trabajo.
" Sé que él no está haciendo nada, solo estamos pegados uno al lado del otro, pero se siente diferente, se siente bien… Ay dios! Qué diablos estoy pensando, vamos Nadia piensa en tu Carlos… ¿¿Alguna vez te sentiste así solo con un roce de Carlos??… ¡Nadia, Recapacita! Deja de pensar ¡ponle atención a lo que están hablando!"
Por un segundo sentí como que Nadia estaba intentando sutilmente separarse, pero mi cuerpo reaccionó más rápido y se volvió a pegar al de ella, ¿habrá sido muy invasivo? ¿Muy evidente? Ahora ella está quieta, no la quiero ni mirar.
Siento que no aguanto, cuantas veces la imagine entre mis brazos y yo entre sus piernas, una sensación de excitación me comenzó a recorrer, y mi brazo se despegó de ella para abrazarla por el hombro, era un abrazo de camaradería decía para mis adentros no tenía nada de malo, sentí como Nadia se quedaba quieta y una leve presión de su cuerpo contra el mío, ¿será que ella también quería que la abrazara?
" ¡¡Ay dios!! ¡Me está abrazando! Mmmm se siente bien… me siento como en casa cuando él me abraza, es algo raro, pero las pocas veces que me ha abrazado, ¡me quedaría a vivir en sus brazos!, puedo sentir su mano tímida y decidida a la vez, la doctora y Paty no alcanzan a ver, su mano recorre mi brazo derecho. Espera… ¡Me está tocando! Siento como la sangre se hace más caliente" .
Mientras seguimos conversando acaricio su brazo, y disimuladamente la apretó contra mi, me está costando controlarme, antes de darme cuenta, y no sé cómo mi mano ahora toca su cintura, ups!
"Veo como Paty, la doctora y el doctor conversan, pero no logro escuchar realmente de qué hablan ni me interesa, solo quiero sentir esa mano, ese calor que estoy sintiendo al lado mío, ¡sabía que yo le gustaba! Ahora ya no me siento tan ridícula por andarme agachando justo en frente del doctor para que me mire, para que me note, ¡pero qué estoy pensando, Él está casado y yo con Carlos! Se siente tan rico solo imaginar que le gusto, pero no es correcto, me está tocando las caderas. Es evidente que esto ya no es cariño puro" .
Un poco nervioso por la reacción que podría tener Nadia con mi mano en sus caderas, no quería parar ahí, debía seguir, sentía que ella quería que siguiera tanto como yo, me arriesgue y mi mano muy sutilmente bajo hasta uno de sus hermosos grandes y esponjosos glúteos, casi no la tocaba pero sabía que ella sentía el calor de mis manos, de pronto ella levantó la cola rozándola con mi mano, me había dado luz verde para seguirla acariciando. Luego ella disimuladamente bajo su brazo del mesón de recepción y también me comenzó a tocar la cintura. Luego uno de mis glúteos, ninguno de los dos nos mirábamos, era absolutamente increíble que yo pudiera seguir el hilo de la conversación con la doctora y con Paty, agradecía que la sala de espera estuviera vacía, de pronto Nadia coló su mano por dentro de mi polera y comenzó a subir su mano por mi espalda.
"Mmm me encanta su espalda ancha, se nota que hace ejercicio puedo sentir todos sus músculos, ¡que ganas de comerme a este hombre!, Y ahora siento como su mano hace lo mismo conmigo pero no es mi espalda la que está tocando esa mano inquieta".
Que suaves y esponjosos son estos glúteos, ¡¡que ganas de morderlos!! No aguanto más…
– bueno chicas, les dije tengo que ir a ver el próximo caso antes de que llegue, ¿Nadia me acompañas?
– ¡sí doctor!
Nos encerramos en el box, con llave, lamiéndonos, besándonos, desnudándonos mientras Paty y la doctora seguían hablando, nosotros silenciosos nos dábamos luz verde en todo, el roce tímido se transformó en un roce total.
Gastón Lemark.