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El que persevera vence
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Hola a todos, soy una mujer rubia, mido 1.75, peso como 65 kg, y me encanta hacer ejercicio. En las redes sociales me escriben por montón los hombres de diferentes edades, yo simplemente respondo cuando es oportuno hacerlo sin ánimos de crear falsas esperanzas.

Un día me escribe un muchacho de unos 18 años (muy pequeño para mi gusto), no le di mucha importancia, solo le respondía: hola respuestas muy cortas porque me daba pereza entablar una conversación con alguien tan joven, me dijo que era virgen, siempre me mencionaba mis atributos físicos con un deseo muy grande: que ricas tetas tienes, eres hermosa, quiero cogerte, quiero meter mi pene en tu boca, etc.; en si cosas de adolescentes inmaduros.

Un día me dice que su estatura es 1.83 m y que su pene era grande, yo lo ignore porque no era lo que buscaba, pero todos los días eran mensajes muy descriptivos sexualmente y se percibía ese deseo y ganas intensas de hacerme el amor, no le daba importancia hasta que de tanto insistir logro que sus mensajes hicieran algún tipo de efecto en mí. Comencé a imaginarme teniendo sexo con él, tanto así que me lograba mojar las pantis pensando en cómo sería un encuentro con ese chico; aparte de lo alto y todo lo lujurioso verbal que era, tenía buen parecido y era bastante seductor y precoz para su edad.

Un día me propone vernos, yo le digo que no, pero insiste tanto que un día accedo, pero solo por curiosidad y por tener una nueva amistad. Nos encontramos en un centro comercial exactamente en una cartería, yo llegue primero pedí un jugo, y luego llego el, estaba bien arreglado y perfumado y yo andaba con un vestido algo descotado que me llegaba hasta las rodillas, un sweater y unas sandalias, nos dimos la mano y un beso en la mejilla y al pasar su boca lentamente cerca de mi oreja me dijo: estas buenísima quisiera cogerte ya; eso me puso entre nerviosa y excitada, yo me quede viéndolo y me reí.

El me veía como perro hambriento, no paraba de ver mis senos. hablamos un rato sobre la vida de cada uno, estábamos en una zona de la cafetería algo apartada nadie nos podía ver y las mesas tenían manteles, eso hizo que él se atreviera a quitarse el zapato e ir tocando mis piernas con su pie, yo me asuste y le detuve el pie y le dije que no, pero el insistió y me dijo que nadie estaba viendo que no me preocupara; accedí y deje que metiera su pie en mi vagina y comenzó a frotarla lentamente por un ratico inmediatamente me moje, luego me dijo que le quitara la media y apartara un poco la pantis para tocar con sus dedos del pie mi vagina que lo ayudara a eso, cosa que hice ya en ese punto estaba cachonda.

Cuando toco mi coño mojado me dijo: wao mira que sorpresa esta empapada, eso quiere decir que tu coño está desesperado por ser cogido por mi verga jejeje… Estaba apenada que un chico de esa edad lograra ponerme así. Él se acercó y me dijo al oído mu pene esta que revienta el pantalón y te coge aquí mismo y se ríe jejeje vamos a un hotel que queda por aquí y solucionamos esto. Nos terminamos de tomar las bebidas y me agarro de la mano y me dirigió hacia la calle, por el camino me iba diciendo que el hotel era cerca q llegaríamos caminando.

Al llegar al hotel pide la habitación, entramos y me arrecuesta contra la pared me sube el vestido y me masturba mientras me besa sin dejarme reaccionar, me sube los brazos me saca un seno y lo chupa; luego para y se quita la camisa y me quita el vestido se agacha y me baja las pantis y me comienza a chupar mi vagina le indico con mi dedo que me chupe el clítoris y ahí comienzo a gemir duro más y más.

Después de largo rato chupando mi vagina se levanta y me agacha y me mete la verga en su boca era de unos 23 cm larga y delgada, un poco torcida y empinada hacia arriba; le deje la verga llena de saliva hasta los testículos chupe muy rico, luego se terminó de quitar la ropa y me llevo hasta la cama donde me cogió insaciablemente, de lado, cabalgue sobre él, se montó arriba de mi mientras me chupaba y mordía mis pezones, yo gemía como loca y me parecía increíble que un chico de esa edad me pusiera así.

Cuando ya iba a acabar se subió hasta mis senos y puso su pene en el medio y me dijo que lo pajeara hasta acabar porque quería llenar mi cara de leche, obedecí y acabo chorros de leche caliente en mi cara y se echó a reír diciendo que así me quería ver por hacerle tantos desprecios por la red social donde nos escribíamos; nos quedamos acostados por un buen rato mientras me besaba, le dije que me parecía extraño que fuese virgen y supiera tanto de sexo de cómo hacerle el amor a una mujer de esa forma y me respondió que todo lo ha aprendido viendo pornografía.

Quede súper relajada, nos bañamos y vestimos, y nos retiramos del hotel, al despedirnos nos abrazamos y me dijo que gracias por aceptar y darle esa gran experiencia inolvidable que la había pasado muy bien.

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