Llevaba dos meses de relación con un chico de mi ciudad con el que nos veíamos seguido, mentiría al decir que estaba enamorado de él aunque si lo quería un poco, en fin tuvimos una discusión porque le escribía un chico llamado Paul, que aunque era de otra ciudad me parecía bastante atractivo por lo que lo agregué y hablé con él sin decirle que era el novio del chico al que le coqueteaba, mi novio no se molestó por eso y me dijo que a él no le parecía atractivo porque era muy joven tenía 18 años y mi pareja 24 yo ya tenía 28 por lo que según me decían tanto mi novio como Paul les parecía una edad atractiva y claro al poco tiempo le di la razón a mi novio en lo de que le atraían sólo mayores ya que me engañó con un tipo de unos 40 años por lo que sin dudarlo terminé con él.
Ya estando soltero me concentré en coquetear con Paul él era blanco, delgado, de 170 aproximadamente, un hermoso y simétrico rostro, con unas sonrisa súper coqueta como su actitud, por lo que me sentía muy atraído por él, lamentablemente vivimos un poco lejos por lo que no era tan probable que se dieran las cosas entre los dos, hasta que por un asunto de familia me tocó viajar a visitar a una tía que vivía en la misma ciudad que Paul, le escribí y le comenté que al día siguiente iría a visitar a mi tía y que me gustaría sacar tiempo para conocerlo en persona él me dijo que si le gustaría y empezamos una conversación más explícita:
-Me gustas la verdad y quisiera estar contigo íntimamente
-A mi igual pero dónde podríamos hacerlo yo no tengo a dónde ir y tú te vas a quedar en casa de tu tía
-Eso no es problema si tú quieres puedo quedarme la noche en algún hotel y tu te quedas conmigo
-No puedo pasar la noche fuera de mi casa pero si puedo salir y estar un rato contigo
-Perfecto consigo el hotel y te aviso en cuál estoy para encontrarnos
-Ya llevarás condones
Estuve todo el día en casa de mi tía y ya casi a eso de las 18 h le dije que iría a visitar a uno amigos de la ciudad en fin con Paul solo podíamos estar un rato así que pensé en alquilar una habitación de hotel para ir ahí y luego regresar a dormir en casa de mi tía, nos encontramos en el centro de la ciudad y Paul en persona me pareció mucho más atractivo que en sus fotos, le dije que fuéramos a un hotel y él sugirió uno que estaba a una cuadra y era relativamente discreto, pague por la habitación y el encargado del hotel me dio la llave, unas toallas y artículos de aseo personal, fuimos al quinto piso del hotel a la habitación 505 que tenía dos camas porque así lo habíamos pedido para hacer más llevadera la vergüenza de entrar dos hombres a un hotel, dejé en una de las camas las toallas Paúl dejó su mochila y se sentó en la otra cama encendió la televisión y yo me quedé de pie frente a él y le dije:
-Al fin solos, no sabes las ganas que tengo de robarte un beso
-No digas nada solo hazlo
De inmediato me acerqué a él y levantando su rostro con mi mano en su barbilla me puse a besar esos rojos y carnosos labios, tenía un suave aliento a menta, se recostó en la cama y yo sobre él para continuar besándolo metí mi lengua en su boca y él la masajeo con la suya luego me puse de pie nuevamente para mirarlo, estaba con una camiseta blanca unos jeans negros rotos en los muslos dónde se le veían una pierna blancas y velludas tenía unos zapatos de skate que con el estilizado pantalón deja ver sus tobillos eran blancos y sexis, yo me empecé a quietar la ropa y él quiso hacer lo mismo, pero le pedí que me dejara quitársela yo y el espero a que lo hiciera, yo estaba únicamente en bóxers.
Le di un beso más y le quite su camiseta no tenía un torso atlético pero cómo era delgado se veía sexi además de que era bastante velludo empecé a besar sus pezones y con mi mano a juguetear con los bellos de su pecho, baje mi manos por su abdomen y sentí su paquete que era enorme, le quite los zapatos y me lleve hasta mi nariz para sentir su olor que me excito mucho, más aún el ver sus blancos y pequeños calcetines no pude evitar llevarlos a mi cara y oler sus pies, desbroche sus pantalones y empecé a bajarlos para ver su bóxer que tenía estampados que lo hacían un tanto infantil pero muy sexi.
Continué bajando por sus velludas piernas acuciándolas y besándolas le saque los calcetines y chupe los dedos de sus pies eran largos estilizados y con un poco de bello hermosos y perfectos para un fetichista como yo, después de deléitame con sus pies subí hasta su bóxer y empecé a bajarlo me lleve una enorme sorpresa era el pene más grade y grueso que había visto sin exagerar tenía más de 23 cm era blanco grueso y venudo luego de controlar mi asombro quise metérmelo en mi boca pero Paul me paró con su mano y me dijo:
-Espera no me gusta que me hagan oral
-De verdad nunca te lo han hecho
-No me gusta y la verdad es que tú eres el segundo con el que lo voy a hacer solo he estado con un chico antes
-Y no me dejas que te lo mame aunque sea un poco
-No por favor eso no me gusta yo soy solo pasivo
No iba a insistir así que me conforme con acariciar ese enorme pene que hacia empequeñecer mis 18 cm pero bueno a Paul no le parecieron mal que se puso a chuparme la verga cómo todo un profesional lo que me hacía dudar de su historia de que yo era el segundo con el que lo hacía, pero deje de pensar en eso y me concentre en besar todo su cuerpo, como me dijo que únicamente le gustaba ser pasivo lo tome como tal y asumí me rol de macho dominante, con sus piernas alrededor de mi empecé besando su boca y fui bajando por su cuello me detuve en sus pechos que eran suaves jugué con ellos lo chupe dando mordidas a sus pezones que por sus gemidos me daba cuenta que le gustaba un poco de dolor, de un tirón le di la vuelta y poniendo boca abajo empecé a besar su espalda, le di una mordida en una de sus blancas y suaves nalgas y abriéndoselas empecé a mamarle el culito que era bastante velludo pero aseado, así estuve algún rato hasta que hicimos la posición del 69 para darnos mutuo placer oral este chico era un as mamando pero ya sentía que era hora de tomarlo y hacerlo mi así que le dije:
-Me protejo y te la meto
-No espera deja yo te pongo el condón
Me relaje y disfrute la técnica tan perfecta de mi joven amante para ponerme el condón eso me confirmo que no era el segundo hombre en su vida, ya con el condón puesto me paré frente a la cama y Paul se acostó con la piernas abiertas dejo que lo tomara a mi antojo y cómo evidentemente le gustaba ser dominado empecé a penetrarlo con fuerza mientras tenía uno de sus pies en mi boca y con mi mano en su cuello lo apretaba, como gemía le metí mis dedos en la boca y él empezó a chuparlos obedientemente eso daba placer pero para elevar la intensidad le di una bofetada no tan fuerte solo lo suficiente para reafirmar mi dominio sobre él, solo alcanzó a decirme:
-Ho así papi dámelo duro hazme tuyo
-Te gusta que te destroce el culo
-Haa si no pares destrózame todo
Me dio tanto morbo escuchar eso que le di la vuelta y lo puse en cuatro y lo empecé a embestir con tata rudeza que sus nalgas sonaban con cada golpe de mi pelvis, con una mano lo hale del cabello y con la otra lo serni en nalgadas tanto que sus blancas nalgas tenían mi mano marcada en un rojo relieve, cambiamos a una posición en la que yo estaba sentado en el filo de la cama y él se sentó en mi verga que estaba a reventar de tanto placer y empezó a subir y bajar con cada movimiento de sus caderas me ponía mas y más al borde de estallar por lo que yo le mordía la espalda y le estrujaba sus pechos de pronto sentí que el ya no se pudo contener más y dejo salir de esa enorme verga unos chorros de semen con no había visto antes salieron con tanta fuerza que cayeron en la otra cama, lo puse en cuatro con sus manos apoyadas en la cama me saqué el condón que tan hábilmente me puso y deje salir toda la calentura contenida en mi sobre su espalda quedaron meses de imaginarme el momento de tener al que en otro momento había sido la razón de mis celos pero se convirtió en mi fantasía hecha realidad
Fuimos a darnos una ducha y nos besamos mucho bajo el agua, nos vestimos y al salir del hotel tomó un taxi y ahí nos despedidos, lamentablemente no volví a verlo pero lo disfrute mucho así que valió la pena.