El maravilloso anillo umbreon.
Unos días después de aquel descubrimiento y tras mucho esfuerzo, negociaciones con algunos de sus compañeros de trabajo para reemplazarlos en sus guardias nocturnas y unos cuantos sobornos, fue cuando Gary al fin tenía en su poder el único prototipo funcional del Proyecto "Control Maestro" del Team Rocket, o por lo menos el componente más importante y difícil de hallar de este, el cual era un extraño cristal volcánico, que se encontraba incrustado en un aro plateado.
“¡Parece que alguien dentro del Team Rocket finalmente uso el cerebro!” pensó el arrogante investigador mientras estudiaba cuidadosamente cada detalle del dispositivo.
En realidad el funcionamiento del Anillo de Control era bastante sencillo. Ya que en teoría sólo se necesitaba utilizar un ataque del tipo Psíquico en la víctima deseada para que el cristal sirviera como un potente amplificador de las ondas psíquicas, aunque ese efecto aún no estaba del todo probado.
“Admito que siempre me ha dado curiosidad utilizar la ciencia en mi propio beneficio” pensó el joven investigador para sí mismo antes de seguir trabajando en aquel mecanismo.
— ¡Finalmente lo he logrado! —exclamó Gary eufórico al ver que sus sueños más pervertidos por fin estaban a punto de hacerse realidad, el Anillo de Control finalmente estaba terminado y no sólo eso, ya que gracias a la Señora Delia y a un estúpido logro de Ash todos sus objetivos estaban en el mismo lugar, por lo que el no perdió la oportunidad para atraparlas.
En ese mismo momento Misty, May, Dawn, Iris y Serena estaban atadas de brazos, piernas y boca en su Laboratorio frente a él, las chicas lo veían con temor y algunas lágrimas caían por sus mejillas, pero ver a esas preciosas chicas tan indefensas en lugar de apelar a su piedad lo excitó de inmediato.
El momento de pasar a la acción por fin había llegado y sin dudarlo accionó su artilugio, y aunque en ese momento él no lo noto, la cámara que instaló en el Laboratorio inmortalizó para siempre el momento en que las lágrimas dejaron de caer de los rostros de las chicas y en que el miedo en sus miradas fue sustituido por amor y deseo.
— ¿Gary? ¿Eres tú? —preguntaron con ilusión las 5 hipnotizadas chicas al mismo tiempo mientras se ponían de rodillas en el suelo, ya que el ataque psíquico había hecho desaparecer sus ataduras.
—Lo soy, preciosas. Soy su Amo y de ahora en adelante vivirán para adorarme y obedecer todas mis órdenes —anunció el chico muy contento por el resultado obtenido.
—Servirle y adorarle es nuestro único deseo, Amo Gary ¿Qué desea que hagamos, Amo? —se ofrecieron amablemente las chicas.
—Por ahora sólo cambiense de ropa por la que está sobre la mesa —al oír aquella orden las chicas rápidamente se pusieron de pie para cambiarse de ropa y sin ningún pudor comenzaron a desnudarse de manera sensual.
Una vez cumplida aquella indicación el chico se tomó unos breves momentos para admirar la provocativa indumentaria de sus nuevas esclavas: Una ajustada minifalda de cuero y un diminuto top con un impresionante escote, las chicas no usaban ningún tipo de prenda íntima y por el momento permanecían descalzas.
Ese era el momento de triunfo que tanto había soñado y que finalmente se había hecho real, mientras que en su casa en Pueblo Paleta un abatido Ash se entristecía porque sus amigas y Gary jamás llegaron a la fiesta, el castaño disfrutaba el ver como esas preciosas 5 chicas estaban de rodillas a sus pies esperando con ansias su turno para ser atendidas por la verga de su nuevo Amo.
Después de aquella estimulante fantasía el deseo de Gary por ejecutar su plan y esclavizar a las ex compañeras de Ash aumentó aún más. Aunque su lado más racional salió a su rescate, ya que aquel sueño no era tan sencillo de hacer realidad.
Ya que suponiendo que el Anillo de Control funcionará a la perfección, aún quedaba el hecho de que llamaría demasiado la atención sí de la noche a la mañana unas chicas que apenas lo conocian, y que en el mejor de los casos lo considerarían como un amigo, de pronto decidieran dedicar el resto de su vida para vitorearlo y adorarlo.
De alguna manera tendría que solventar esa molesta dificultad y la opción más viable era disfrazarlas ¿Pero cual seria el sentido de apoderarse de aquellas hermosas chicas si tendría que ocultarlas en lugar de poder presumirlas al mundo?
Mientras pensaba en ello se encontró con otro par de “inútiles” investigaciones del Team Rocket, las cuales parecían ser su salvación enviada por el mismo Arceus.
Se trataba de un tinte nano-molecular que era capaz de cambiar el color del pelo de las personas y pokémon haciéndolos pasar por sus formas shinny; Además de unos lentes de contacto muy especiales ya que no sólo permitían cambiar el color de los ojos sino que eran capaces de cambiar por completo el mapa retinal, lo cual volvía prácticamente imposible un reconocimiento de ese tipo.
Aunque esos artilugios teóricamente eran su salvación también le daban otro problema, ya que probar todos estos inventos dentro del Laboratorio en donde trabajaba era demasiado arriesgado y complicado.
“Si alguien detecta mis actividades sin duda iré a parar a la prisión” pensó Gary con calma y llegó a la conclusión de que era imperativo encontrar un lugar en donde pudiera experimentar sin el riesgo de ser descubierto.
—Veamos tiene que haber algún sitio que pueda usar como mi laboratorio privado —se dijo a si mismo el chico mientras buscaba lugares en renta en su computadora. Lo que necesitaba era un sitio privado, sin vecinos molestos y entrometidos, que de preferencia contará con un sótano y con los servicios básicos para un investigador pokémon.
Después de algunas horas de intensa búsqueda Gary por fin encontró lo que necesitaba, el sitio lucía prometedor y la renta era muy accesible. Incluso el dueño anterior había acondicionado un mini laboratorio en su sótano.
Sin embargo el último, y no menos importante, problema que Gary debía afrontar era el de encontrar a un sujeto de prueba para comprobar que el “Aro Umbreon”, como había rebautizado al proyecto, realmente funcionara.
— ¿Y si pongo un anuncio en el periódico? “Se busca un sujeto de prueba para un controvertido y nada ético experimento que tiene el riesgo de dejarlo como si fuera una zanahoria. Interesados favor de comunicarse con Gary Oak” pensó con ironía al saber que aquello no funcionaría, sería muy difícil encontrar a un papel tapiz viviente, alguien a quién nadie fuera a extrañar en caso de que desapareciera.
Sin embargo el investigador estaba tan absorto en sus pensamientos que apenas pudo darse cuenta de que ya había caído la noche, aunque por desgracia a él le correspondía quedarse de guardia en el Laboratorio para cumplir con los acuerdos que hizo con sus colegas.
Pero mientras el se encontraba pensando en su dilema fue cuando se activó la alarma silenciosa del lugar, al principio Gary vio la pantalla molesto por ser interrumpido, pero de inmediato sonrió, ya que parecía que Arceus de nuevo le acababa de enviar la solución a todos sus problemas y envuelta para regalo: Ya que 3 integrantes del Team Rocket que el conocía a la perfección acababan de activar la alarma.
No le costo mucho trabajo dejar fuera de combate a los intrusos y después de atar a su presa de pies y manos, colocarle una mordaza en la boca y llevarla a la cajuela de su auto, el cual era el único vestigio de sus buenos tiempos como entrenador, volvió al Laboratorio donde edito los vídeos de la cámara de vigilancia para no delatar la presencia de su víctima y llamo a la Policía, quien en cuestión de minutos llego al lugar en compañía de su jefe.
Lo que en un principio parecía ser un problema terminó siendo una oportuna bendición, ya que después del procedimiento de rutina, el investigador a cargo del Laboratorio quedo tan sorprendido de la hazaña de su empleado que decidió darle al joven Oak unas vacaciones pagadas durante un mes, además de que la Oficial Jenny le comunico que unos días se depositaria a su cuenta de banco el monto de la recompensa que correspondía a los reclutas arrestados.
Alegando estar cansado Gary solicito permiso para retirarse a descansar, el cual tanto su jefe como Jenny le concedieron sin ningún problema. Una vez que subió a su auto y empezó a conducir en dirección a su Laboratorio no pudo evitar sonreír de la emoción, por fin tenía al conejillo de Indias perfecto y si todo salia bien dentro de poco todos sus sueños se harían realidad.
Algunas horas después, una aturdida Jessie comenzó a despertar y de inmediato notó que estaba encerrada en la sala de un pequeño laboratorio, al tratar de mover sus manos se percató de que estaban atadas con cuerdas, además de que estaba empapada de pies a cabeza.
— ¡Ahora lo recuerdo! —exclamó la mujer una vez que su mente se aclaró.
Su equipo había sido encomendado por Giovanni en persona como el encargado de recuperar algunos datos perdidos durante la última redada en contra del Team Rocket, al llegar al lugar que se les asignó se separaron para abarcar más terreno y encontrar una entrada al Laboratorio de Ingeniería Avanzada Pokémon.
Ella estaba caminando por un oscuro corredor cuando de un momento a otro una sorpresiva Hidrobomba la impacto por la espalda dejándola inconsciente.
— ¿En dónde diablos estoy? —dijo al mirar más detenidamente su prisión y darse cuenta de que estaba atrapada en una especie de jaula de cristal transparente.
—Veo que finalmente despiertas, preciosa —comento la alegre voz de un joven castaño que la veía con deseo y soltó una risa de felicidad —No puedo esperar para que empecemos a divertirnos.
— ¿De que estás hablando? ¡Admito que tienes muy buen gusto, pero estoy fuera de tu liga niño! —aclaró la recluta del Equipo Rocket con una ligera nota de satisfacción en su voz antes de recuperar su habitual tono de desafío — ¡Pero veamos cuanto te ríes cuando vengan a mi rescate!
Sin embargo en lugar de mostrarse sorprendido Gary se limitó a activar un monitor en donde se podía ver la imagen de un golpeado James y un congelado Meowth siendo subidos a la parte trasera de una patrulla.
— ¿Quienes decías que iban a salvarte? ¿No me digas que te referías a tu patético compañero de los comentarios divertidos? ¿O estabas pensando en el débil Meowth parlante? —comentó Gary con sorna —Además seamos honestos, cariño. Aparte de esos dos a nadie más le importa lo que suceda contigo ¡Estas completamente sola y lo sabes!
— ¿Entonces por que no me entregaste a mi también, maldito mocoso? —preguntó Jessie tratando de contener sin éxito la ira que le causaron las duras palabras de su captor, nadie a excepción de ella insultaba a sus compañeros.
—La respuesta a tu pregunta es muy sencilla. A diferencia de los inútiles a quienes llamas “tus compañeros” a ti te necesito para probar los resultados del nuevo experimento en el cual estoy trabajando. Necesitaba de una hermosa y rebelde mujer y tu eres la candidata perfecta.
— ¿Y que pretendes hacerme? —preguntó la mujer, quién ya no podía disimular una nota de temor en su voz tras oír aquella inquietante declaración.
—Podría aburrirte con largo discurso sobre mi plan justo como tú y tus compañeros lo hacían, pero le quitaría lo divertido y ese no es mi estilo, por eso dejare que seas tu misma quién descubra lo que haré contigo.
Gary acariciaba la cabeza de su Umbreon con tranquilidad y ajustaba un 25 en el medidor de poder del accesorio de su pokémon favorito, por su parte el pokémon oscuro miro a su dueño cuando este habló y entendió cual era su tarea, en ese momento sus ojos comenzaron a brillar mientras miraba a su objetivo y el aro plateado que tenía en su cuello comenzó a emitir un aura blanca que era prácticamente imperceptible
Jessie se disponía a protestar pero una poderosa fuerza de color morado con toques blancos inmovilizo por completo su cuerpo y le impidió emitir algún sonido. Ella trato de luchar, pero una agradable y embriagante sensación comenzaba a invadir su mente y poco a poco le hacia perder el control sobre sus acciones.
Gary veía atentamente a la mujer hasta que su pokémon lo llamo, el proceso había terminado y era tiempo de ver comenzar a experimentar. Y con mucha cautela Gary se acerco hacia donde se encontraba la mujer.
—Jessie ¿Puedes escucharme? —preguntó con duda y su pokémon estaba a su lado en caso de que tuviera que pelear.
Cuando Gary hablo la mujer abrió sus ojos azules, mostrando una mezcla de emociones en su mirada: furia, molestia, confusión y una pizca de paz y tranquilidad.
— ¡Claro, que puedo oírte niño! ¡¡¡Asi que mas te vale soltarme de una buena vez!!! —gritó furiosa la integrante del Equipo Rocket, aún tratando de soltarse de sus ataduras.
Al ver y escuchar que la actitud de la mujer no había cambiado en nada, Gary se desilusiono un poco. Sin embargo como todo un científico él sabia que aún era muy pronto para sacar alguna conclusión fehaciente, así que trataba de decidir cual seria su plan de acción. Sin embargo dicha tarea era un tanto complicada ya que las constantes patadas que Jessie le daba al cristal intentando romperlo no le permitían pensar con claridad.
— ¡Podrías quedarte quieta! ¡Intento pensar! —exclamó con fuerza y volteo a ver a su prisionera, a la vez que su mirada de furia rápidamente se convirtió en una de sorpresa, ya que no creía lo que sucedía: Jessie dejo de moverse.
Si la sorpresa de Gary era enorme, la de Jessie era inmensa, ya que en cuando escuchó esa orden todo su cuerpo se detuvo de inmediato y por más que lo intentaba no era capaz de moverse ni un milímetro.
“¡Por Arceus! ¡No puedo creerlo! ¡Está cosa en verdad funciona! Sin embargo aún es muy pronto para confiarme tanto” pensó el castaño, quien recupero el ánimo para continuar con el experimento.
—Muy bien, ahora arrodíllate ante mí —ordenó el investigador con firmeza mientras recibía una mirada de odio de la pelirroja, en definitiva ella no haría eso ante nadie y menos ante un mocoso engreído, pero antes de darse cuenta ya estaba de rodillas en el suelo.
Gary no pudo evitar sonreír y su sensación de triunfo se hizo mayor al ver como aquella hermosa y orgullosa mujer se encontraba de rodillas a sus pies, en una posición tan sugerente, en donde sus enormes pechos resaltaban aun más.
Sin duda debía seguir investigando, pero la excitante visión que tenía frente a el empezaba a nublar su juicio. El solo quería divertirse con esa preciosa mujer y abrió la jaula transparente que la contenía.
—Ahora te desataré, pero te quedaras quieta en tu lugar y obviamente a partir de ahora tienes totalmente prohibido intentar huir o hacerme daño —ordenó con firmeza mientras se acercaba al cuerpo de su prisionera y retiraba sus ataduras, aprovechando la oportunidad para sentir el contacto de sus cuerpos.
La recluta del Equipo Rocket no contestó, pero no por sumisión, sino porque esperaba el momento en que su captor se acercara a ella. Ese chico pervertido probaría el fruto del entrenamiento que para ella había sido perseguir al Pikachu del bobo por 6 regiones distintas, por lo que decidió empezar con una fuerte patada en su entrepierna, sin embargo su cuerpo no respondía en absoluto.
—Excelente. Ahora quiero que me hagas un striptease muy sexy, tienes que excitarme ¿Lo entiendes Jessie? —ordenó Gary después de soltar una carcajada de felicidad al ver que por más que lo intento la mujer era incapaz de desobedecerlo
— ¡Ni lo sueñes niño! ¡YO JAMÁS HARÉ ESO! —contestó la mujer haciendo una mueca, mientras que una furia inconmensurable se reflejaba en sus ojos. Pero su cuerpo se levantó del suelo y sin que ella pudiera controlarlo sus caderas comenzaron a moverse de manera muy sensual.
“¡¿Que clase de horrible pesadilla es esta?!” pensó la mujer, quien comenzó a estirar sus brazos al igual que una bailarina y se quitaba sus guantes para jugar un poco con los delicados hilos de color carmesí de su mojado cabello.
— ¡NO SE QUE ES LO QUE ME HAS HECHO NIÑO! ¡¡¡PERO TE JURO POR ARCEUS QUE TE MATARÉ!!! —gritó Jessie con la vana esperanza de que alguien pudiera escucharla, mientras que sus manos, que ignoraban por completo sus órdenes, bajaban hacia sus suculentos pechos y los recorrían lentamente, apretándolos entre ellos y levantándolos mientras se quitaba su camisa blanca.
— ¡YA BASTA! ¡DETENTE DE UNA BUENA VEZ! —ella continuó gritando con desesperación, pero no solo para detener aquella tortura sino también para ocultar la creciente excitación que sentía al tocar sus perfectos pechos. Después de todo cualquiera que la conociera un poco sabia lo orgullosa que ella se sentía de su cuerpo.
Unas lágrimas de furia comenzaron a surcar el bello rostro de Jessie mientras ella se despojaba de su camisa, y sus manos se dirigieron hacia sus bien torneadas piernas, acariandolas de manera muy lenta y sensual.
Muy a su pesar ella terminó volteándose un poco para mostrarle su redondo y bien formado trasero a su captor, mientras se desabrochaba sus botas lentamente hasta quedar descalza.
Al darse la vuelta de nuevo, una mirada de odio puro y un ceño fruncido era la expresión del rostro de la pelirroja, mientras sus manos, que desobedecian todas sus órdenes y volvían a recorrer sus piernas hasta llegar a su abdomen, en dónde levantaron su camisilla negra dejando libres unos espectaculares y redondos pechos talla 95, cuyos pezones ya se encontraban totalmente erectos.
La furia de Jessie ahora convivía con la vergüenza de mostrarse desnuda ante la persona más despreciable que ella había conocido y con la ligera sensación de morbo que le daba que aquel chico no pudiera quitarle los ojos de encima. Mientras tanto sus brazos volvieron hacia su diminuta cintura para quitarse su minifalda y sus bragas de color negro con suma sensualidad y en un inesperado brote de excitación las arrojó en dirección al joven investigador.
— ¡ME DAS ASCO MALDITO PERVERTIDO! ¡CUANDO SE DESHAGA LO QUE SEA QUE ME HAGAS HECHO SIN DUDA ALGUNA ACABARÉ CONTIGO! —bramó Jessie intentando en vano de ocultar su desnudez, pero sus manos seguían sin obedecer sus órdenes y al terminar su sexy danza volvieron a una posición firme.
Gary quedó momentáneamente hipnotizado admirando el bello cuerpo desnudo de la mujer, el ya sabía que ella era hermosa pero hasta ese momento se dió cuenta de lo sexy que era.
Después de permitirse admirar el fruto de su trabajo durante algunos minutos, su lado de frío y calculador investigador volvió a tomar el control, tomando una pluma y su bitácora personal en la que anotó en los resultados de su investigación.
Prueba 1. Aro Umbreon. Capacidad 25%
Resultados: Los resultados de las primeras pruebas son muy prometedores. Está confirmado que al usar el 25% del poder del Aro Umbreon la sujeto de prueba Jessie es incapaz de resistirse a cualquier orden que le dé. Aunque cabe destacar que ella permanece consciente. Es muy aburrido y un poco extraño ver a una sensual mujer realizando un striptease mientras que te maldice y se queja.
El investigador anotó esos datos en una libreta de bolsillo que siempre llevaba con él, y que además estaba escrita en código, por lo que en caso de caer en otras manos no sería sencillo descifrar la información.
Después de anotar los resultados decidió seguir experimentando y en esta ocasion aumentó el poder del Aro a un 30%. En el momento en que la mujer recibió el ataque se quedó totalmente estática, justo como un maniquí.
Prueba 2. Aro Umbreon. Capacidad 30%
Al usar el 30% del poder del Aro, Jessie se convirtió en una zombie sin voluntad. La sujeto obedece sin dudar ni quejarse cualquier orden que se le dé, pero ver ese rostro inexpresivo de muñeca no me resulta para nada atractivo
Aunque algo muy curioso ocurrió mientras ella estaba inmóvil bajo la influencia del 30%. Para distraerme un poco reproducí un archivo de video que tenía guardado, en el cual aparecía mi antiguo escuadrón de porristas y Jessie estaba totalmente inmóvil mirando la pantalla.
Después de que el vídeo terminó decidí realizar otras pruebas. En cuanto le mencione que ella sería la porrista perfecta me lleve una sorpresa mayúscula al ver que la sexy pelirroja era capaz de repetir la coreografía que usaba mi antiguo escuadrón sin equivocarse una sola vez.
Incrédulo, repetí varias veces el experimento usando los vídeos de diversas rutinas de espectáculos de animadoras. Al parecer mientras está bajo el influjo del 30% la sujeto de prueba es capaz de absorber y asimilar cualquier tipo de información, ya que fue capaz de realizar todas las rutinas que le mostré a la perfección, con solo ver los vídeos una vez.
—Veo que el estado zombie tiene su utilidad, y creo que también se como puedo controlarla para que deje ser un maniquí viviente —dijo el investigador con una sonrisa triunfante, ya mientras revisaba los archivos adjuntos en la carpeta del “Control Maestro” descubrió la manera de ejercer el control que tanto deseaba.
—Dentro de poco nacerá una nueva y perfecta Jessie.
Continuará…