Desperté muy temprano por la mañana, era lunes y odio este día, una nueva semana de trabajo y otra semana en qué tengo que aguantar las exigencias de mi jefe y a mis tontos compañeros. Me di una ducha para relajarme, prepare el desayuno para mis pequeños y me senté a comer con ellos, más tarde se sumó a la mesa mi esposo, solo estuvo ahí callado quizá preocupado de sus asuntos y algo apurado pues de pasada a su trabajo dejaría a los niños en la escuela.
Últimamente nuestro matrimonio no marchaba muy bien, peleas, deudas y quizá la monotonía estaba influyendo en lo nuestro, al irse ni siquiera se despidió de mi. Trate de no darle importancia al asunto y me propuse a tener un buen día, me fui al auto y maneje hasta mi trabajo, llegué me encerré en mi oficina y comencé a hacer mis cosas. Al rato escucho que tocan mi puerta, se trataba de mi jefe (Gustavo), pero está vez a su lado estaba un chico muy joven de unos veinte y tantos, de unos 1,75, flaco, algo despeinado y mal vestido.
Gustavo: buenos días Mónica, disculpa si interrumpo, te quería presentar al nuevo asistente de oficina, su nombre es Antonio, si deseas alguna copia, recibo, factura, tomar café o traer tu almuerzo el estará para servirte, ok?
El chico solo me miraba nervioso y no decía nada, podía entenderlo, quizá era su primer trabajo
Yo: ooow un placer conocerte Antonio, tranquilo que acá poco a poco aprendiendo y quien sabe quizá algún día logres ascender
Antonio: gracias señora
Yo: ok si necesito algo te llamo está bien
Gustavo: bueno dejemos a la señora trabajar, hasta luego.
Llegó la hora del almuerzo, ya todos le habíamos hecho el pedido de almuerzo al chico nuevo y el nos lo trajo, note que le entrego su pedido a todos pero para el no había comprado nada así que agarre mi comida y les dije que a todos que por favor me disculparan pero que me iba a comer en mi oficina, le pedí a Antonio que me acompañará porque necesitaba algo, ya en mi oficina comencé a interrogarlo.
Yo: y tú qué vas a comer?
Antonio: no nada, no tengo hambre
Yo: seguro
Antonio: si claro
Yo: pues parece que me mientes, te daré la mitad
Antonio: gracias
Yo: cuéntame de ti, de dónde eres?
Antonio: soy nuevo en la ciudad, recien me mudé hace unos días y pues bueno conseguí este trabajo
Yo: ay pero eres muy jovencito, yo no me imaginaria que mi hijo se vaya solito a otro sitio. Y tú familia?
Antonio: tengo una novia e hija, es por ellas que me vine a trabajar tan lejos
Yo: puedo entender yo por mi familia haría cualquier cosa
La charla siguió y al terminar de almorzar, nos despedimos y seguimos con nuestras tareas. Llegó la hora de salida y me fui a mi casa, al llegar ya mis hijos tenían preparada la cena, comi y me fui a dormir, mi esposo llegó más tarde, ni siquiera me dijo una palabra, solo se acostó a mi lado y se durmió de nuevo
Al día siguiente no solo prepare el desayuno para mi familia, también guarde un poco para Antonio, al verlo en el trabajo se lo entregue y me encantó su cara de alegría, no paraba de agradecerme, en la hora de almuerzo volvimos a juntarnos a comer y charlar, era un chico muy agradable, me recordaba a mis hijos y ya parecía uno más. Así fueron pasando los días y cada vez tomabamos más confianza, otra realidad era al llegar a casa, si bien mis hijos eran la luz de mi vida, mi esposo lograba arruinar todo con sus actitudes y su falta de atención hacia a mi. Antonio comenzó a darse cuenta de mis bajones de ánimo y un día el tema salió a flote, le conté de casi todo lo que pasaba en mi matrimonio y que ya no sabia que hacer para recuperarlo.
Antonio: tengo una idea
Yo: que?
Antonio: debes darle una sorpresa, algo fuera de lo común, que rompa con la rutina.
Yo: que sería?
Antonio: bueno ya tu debes saberlo
Yo: ay no, para ustedes los jóvenes todo se resuelve con sexo, ya nada es lo mismo, ya no tengo el mismo cuerpo de hace 20 años
Antonio: de que hablas? Eres muy atractiva y además aún eres joven, estás para disfrutar aún
Yo: jajaja te pasas muchacho, bueno te escucho
Antonio: debes darle una sorpresa en la cama, sal y compra lencería sexy, adorna tu cuarto con rosas, velas, música suave, algo de licor y no se algo más que se te ocurra
Yo: mmmm puede ser no?
Antonio: claro hazlo y mira se que te va a ayudar
Me quedé pensando en lo que dijo Antonio y quizá si podría a ayudar así que al salir del trabajo corrí a comprar todas esas cosas, principalmente un lencería roja muy sexy, me fui a mi casa y prepare la sorpresa, pero para terminar de arruinar todo mi esposo no llegaba, se hacía tarde y el idiota ni siquiera respondía su teléfono, me desanime, destape la botella y comencé a tomar
Llame a Antonio para contarle cómo estaba marchando su maravilloso plan
Antonio: lo siento, ni siquiera se que decirte
Yo: ya vale verga no pienso soportar más esto
Antonio: estás tomando?
Yo: si que más queda
Antonio: solo no vayas a hacer nada raro
Yo: quiero bailar ahora
Antonio: con quién? Es muy tarde ya
Yo: acompáñame, eres mi amigo o no?
Antonio: si pero ya es tarde, mejor duerme y luego hablamos del tema
Yo: tu me hiciste meterme en esto, ahora hazte cargo
Antonio: está bien pero solo un rato
Tome una falda, unos tacones y una blusa y pase a buscarlo, lo recogí y fuimos a una discoteca, pedimos algunos tragos y nos pusimos a bailar, no duramos mucho ahí pues todos ahí nos miraban y con razón yo con mi edad podría ser la madre de ese chico. Le pedí que los fuéramos y el dijo que si, salimos y nos montamos en mi carro.
Antonio: ahora?
Yo: no lo se
Antonio: vamos a mi cuarto, no es un lujo pero ahí podemos estar tranquilos
Yo: está bien vamos
Llegamos a su cuarto, no tenía mucho ahí, solo su cama, una mesa, su cocina y un par de sillas. Nos sentamos y nos pusimos a tomar mientras seguíamos charlando, yo ya estaba mareada pues había estado tomando desde antes de salir de casa, en una de esas me invitó a bailar y le acepte, estuvimos bailado los dos solos bien pagados, de a poco comencé a sentir su paquete cerca de mi ombligo, por mi mente pasaron un montón de cosas, será que así de vieja como estoy aún así este joven me desea?
Yo: crees que soy atractiva
Antonio: si claro -respondio sonrojándose.
Yo: en serio? Por que?
Antonio: bueno pues eres bonita, te vistes bien, hueles rico, eres muy amable y tiene un buen cuerpo para tu edad respondió entre nervios-
Yo: lo averiguamos?
Me levanté mi blusa y deje ver toda la parte de arriba de mi cuerpo, también me baje la falda y quedé solo en lencería, esa lencería que había comprado para mi esposo pero que ahora quería que alguien más me la quitará, el solo me quedó mirando un rato
Antonio: tu esposo es un idiota
Vino hacia mi y cuando ya estaba cerca se dirijo hacia mi cuello y comenzó a besarlo mientras con sus manos me tomaba de la cintura
Yo le quite su camiseta y ver su pecho flaco pero definido me calentó aún más, hace tiempo que no tenía algo así para mí, le pedi que se sentará en la cama y luego me quite el sostén y puse mis tetas sobre su cara, el se puso a lamer mis pezones sin dudarlo y poco a poco fue bajando y besando mi abdomen y mi pelvis, me bajó la panty mientras seguía besando y yo ya me comenzaba a mojar, ahora era mi turno, le bajó sus pantalones y saque su verga, comencé a masturbarlo y luego a mamar, el solo me tomaba de la cabeza y respiraba algo agitado, le puse mucho empeño pues tenía que demostrar mi experiencia, así que lami todo, su cabezota, sus bolas, me lo metía hasta la garganta, por último lo escupí y procedí a sentarme sobre su verga, hace tanto tiempo que no me sentía así, tire un gemido cuando entro toda y comencé a cabalgar sobre ella, dando sentones cada vez más fuertes
El ya estaba muy excitado, se levantó y a mi tambien, me inclino y puse mi mano sobre la cama, escupió sobre su verga y me la metió paraditos, me agarró de mis tetas y me daba tremendos azotes de verga, se escuchaban aplausos por toda la habitación y yo no podía dejar de gemir, siento que alguien más nos tuvo que haber escuchado, ahí tuve mi primer orgasmo, me tire un rato en la cama pues estaba muy agitada, pero el me
miraba y quería seguir, yo sin duda quería complacerlo con todo. Posó su cara en mi vagina y comenzó a lamer, pasar su lengua sobre toda mi vagina y mi culito, jugar con mi clítoris, yo me retorcia de placer, seguido se levantó y me penetró mientras yo seguía boca arriba, puso mis piernas en sus hombros y comenzó a moverse, yo me sentía en el cielo, el no decía nada, solo me miraba y se notaba muy concentrado, cada vez fue aumentando el ritmo, de un momento a otro su mano fue a mi clítoris comenzó a jugar con el, yo estaba loca de placer y no tarde en venirme nuevamente, el seguío dándome y de un momento a otro saco su verga y se vacío sobre mi abdomen, se acostó a un lado mío y descansamos un rato. Así pasaron unos 20 minutos y me levanté para irme a casa, era tarde y había que trabajar, me subí a mi carro y me fui, solo alcance a darle un beso en la mejilla de despedida
Desperté por la mañana con algo de resaca y cansada, pero estaba muy feliz, por fin había tenido una noche como hace tiempo no la tenía, mi esposo estaba ahí aún lado dormido pero no me importo. Desayuné con mis hijos y me fui al trabajo, ahí vi a Antonio no se porque pero me sentí avergonzada, me encerré en mi oficina pero eso no evito que el entrara, nos saludamos y se paró a lado de mi, mientras yo estaba sentada.
Antonio: me vas a evitar siempre?
Yo: lo que paso anoche fue una locura, no volverá a pasar
Antonio: acaso no disfrutaste
Yo: esto está mal, soy mayor que tu y tengo esposo
Antonio: tu esposo de seguro se coge a otras y tú qué estás tan rica solo te quedaras aguantando eso
Me tomo de la mano y me levanto y me quedé de espaldas hacia él
Antonio: dejarme hacerte mujer
Comenzó a besar mi cuello y levanto mi falda, yo me dejaba llevar, me bajó la panty y puso su verga en mi vagina, basto algo de saliva para que entrara, me apoye sobre la mesa y comenzó a darme embestidas, yo trataba de no gemir pero era inevitable, el me daba nalgadas y comenzó a decirme cosas
Antonio: de ahora en adelante vas a ser mi mujer, mi puta
…
Antonio: está claro?
Yo: si sii
Antonio: si que?
Yo: si papi
No tardo en venirse sobre mis nalgas, se guardo su verga, se abrochó el pantalón y se fue. Me dejó súper excitada, ya lo deseaba aún más. Y así fue cada vez que podíamos cogíamos, ya sea un rato en la oficina o en hoteles baratos al salir del trabajo, mi esposo nunca se enteró ni sospecho, fue un gran momento, fue como sentirme joven de nuevo, todo termino cuando terminó su contrato, nunca más supe más de él, sabía dónde vivía pero no lo busque, creo que es por nuestro bien.