Banette miraba atentamente a la coordinadora, esperando que ella hiciera algún intento por recuperar la muñeca, pero grande fue su sorpresa cuando ella se dirigió a la mesa en donde la aguardaba la charola que contenía su comida, la cual consistía de dos filetes de pescado blanco a la parrilla, un omelette de huevo, una pequeña porción de pasta blanca acompañada de jugo de bayas Aranja, una ensalada de tomate con lechuga fresca y un par de croassant que aún estaban calientes.
— ¡Gracias por la comida! —dijo May antes de empezar a degustar los platillos que estaban frente a ella “¿Hace cuando que yo pude darme este lujo?” se preguntó mientras miraba la habitación y sin poder evitarlo empezó a recordar cómo había sido su viaje desde que se separó de Ash y Brock.
Después de estar tan acostumbrada a deleitarse hasta saciarse con las deliciosas y sustanciosas comidas preparadas por Brock pasar a comer sopas instantáneas junto con las magras comidas que servían en los Centros Pokémon resultó ser un duro golpe para su estómago, razón por lo que siempre que podía aprovechaba la oportunidad para comer en algún pequeño restaurante, sin embargo con el paso del tiempo dicha situación poco a poco se iba volviendo menos frecuente hasta convertirse en un lujo que ella ya no podía darse.
Todo gracias a que desde hace unos meses su padre comenzó a limitarle el acceso a sus ganancias adquiridas en los concursos, todo con el pretexto de evitar que ella las gastará de un solo golpe en cosas triviales, aunque esa era una acción que el líder de gimnasio no había tomado cuando su hermano comenzó su viaje.
— ¡Max siempre fue su favorito! —dijo May con molestia y casi en un susurró, aunque su único consuelo era que su insoportable hermano hubiera sido humillado por Ash y los pokémon con poca experiencia que había capturado en la región de Alola.
“Espero que eso le mantenga la boca cerrada al señor «Mejor estudiante del Instituto Pokémon de Hoenn» y le enseñe que ser un sabelotodo odioso no sirve de nada sino no tienes talento” pensó May con rencor y una pizca de cruel satisfacción al recordar el rostro fúrico de su hermano tras esa aplastante y vergonzosa derrota.
Una vez que la chica terminó su comida, ella dio un suspiro y se recostó en la confortable cama que compartía con Harley, y desde ahi contempló con detalle la lujosa habitación en la que estaba.
— ¡Este lugar es un palacio! Y en especial si lo comparó con los lugares que he estado —comento la chica mientras recordaba que su alojamiento más habitual era la habitación de algún Centro Pokémon, aunque en ciertas ocasiones en las que estos estaban llenos tuvo que recurrir a pasar la noche en cabinas de entrenadores e incluso en minúsculas y sucias habitaciones de moteles baratos.
— ¡Y esta ropa! —se dijo al levantarse para mirar el sensual reflejo que el espejo le devolvía, y posar un poco mientras acariciaba la suave seda de la que estaba confeccionada, y veía la forma en que éstas resaltaban sus notables atributos.
Sobra decir que la nativa de Hoenn en su limitada situación monetaria jamás hubiera podido costearse la lencería de la exclusiva colección “Secret of Love”, la cual sólo conocía gracias a los catálogos y revistas, razón por la que tenía que conformarse con la sencilla ropa interior que vendían en los supermercados. De hecho la prenda más atrevida y fina que alguna vez había usado eran las pantaletas que Harley había roto días atrás…
Y él era realmente a dónde quería llegar.
— ¡Harley me ha secuestrado! —dijo mientras se miraba al espejo, sin saber que estaba a punto de llevarse una gran sorpresa…
— ¡Y te llevo a la habitación de un lujoso hotel en las costas de Ciudad Olivine! —le respondió su “reflejo” dejando a May estupefacta un momento, ya que ella no esperaba que eso pasara, o tal vez sí. Lo único que era seguro para la coordinadora en ese momento es que la hora de enfrentarse a sí misma finalmente había llegado.
— ¡Harley abuso de mí! —se recriminó de forma seria mientras trataba de abrazarse, pero su reflejo sólo sonrió y posó de forma aún más sensual.
— ¿Y acaso Drew no lo hizo cuando solo nos usó de tapadera para que nadie sospechara que él era gay? —respondió su reflejo de forma burlona, dejándola de piedra tras el comentario, antes de añadir — ¡Harley abuso de nuestro cuerpo, pero Drew abuso de nuestra alma y de nuestro corazón! Así que dime ¿Quién es peor, May?
May se abrazó a sí misma antes de contestar con una gran cantidad de resentimiento y furia en su voz, sentimientos que ella había contenido por mucho tiempo — ¡Me sentí tan humillada! ¡Gracias a ese idiota no fui a un concurso en un mes y casi quedó fuera del Gran Festival!
— ¿Lo ves? Incluso descuidamos nuestra imagen por culpa de ese idiota, pero míranos ahora, May ¡Nos vemos fabulosas! —contestó el reflejo mientras pasaba sus manos por su cuerpo con descaro.
—Tienes razón, ahora nos vemos fabulosas. ¡Nunca nos hemos visto tan sexys! —contestó May con una ligera sonrisa mientras tocaba sus desarrollados pechos, pero la chica pareció reaccionar.
— ¡Esto no está bien! ¡Gracias a los pervertidos y tontos caprichos de Harley he cosas muy obscenas estos días! —se recriminó, aunque una vez más su reflejo continuaba impasible.
—No me hagas reír, May. En el fondo queríamos hacerlas y tú lo sabes, así que deja de hacerte la santa conmigo. Y si crees que me equivoco ¿Dime cuantas veces no soñaste en hacer cosas pervertidas con Ash o con Brock? ¿O en todo lo que pensabas en hacer con Drew? —la contraataco el reflejo dejando a la castaña sin palabras.
— ¡Seguramente él nos pedirá abandonar los Concursos Pokémon! —dijo May casi en un susurró, tratando de encontrar hasta la excusa más mínima para que su reflejo dejara de ponerse del lado de Harley.
—No lo creó, y aún cuando así fuera ¿Que nos importa? Tú y yo sabemos que sólo te volviste coordinadora para llevarle la contra a papi y para llamar la atención de los hombres, para que todos vieran lo hermosas que somos —exclamó la May del espejo sin dejar de tocarse.
— ¿Y entonces qué propones que hagamos? ¿Convertirnos en la esclava sexual de Harley? —preguntó May, y por un momento no hubo respuesta hasta que…
— ¿Y porque no hacerlo? Harley nos está dando la vida que siempre hemos deseado: Lujos, ropa linda y cara, comida deliciosa 3 veces al día. Además de que nos mira con deseo y adoración, justo como deseamos que todos nos miren, e incluso nos enseñó a disfrutar del placer —respondió su reflejo con una sonrisa de auténtica felicidad antes de que su mirada se volviera más seria.
—En cambio nuestros padres siempre prefirieron al odioso sabelotodo de Max; el idiota de Ash siempre anteponía sus benditas medallas de gimnasio sobre cualquier cosa que nos pasará; Brock siempre nos ignoraba en presencia de cualquier chica linda y acaso debo mencionar que Drew rompió nuestro corazón —concluyó ella de forma triunfal mientras que el rostro de May palidecía
—Tal vez tengas razón con lo de Drew. Pero nuestra familia y amigos siempre nos apoyaron, aún con sus defectos ¡Ellos nos quieren! —replicó May con lágrimas en los ojos, pero su reflejo empezó a reír con fuerza.
— ¡Que buen chiste acabas de decir! ¡No sabía que éramos tan divertidas! —comentó su reflejo al terminar de reírse y fulminarla con la mirada -—¿Pero si en verdad crees eso? Déjame decirte que eres aún más estúpida de lo que pensé, May.
—Déjame recordarte que nuestro querido papá jamás ha ido a nuestras actuaciones en el Gran Festival, dudo siquiera que las haya visto en la televisión, y todo por estar demasiado ocupado en su precioso gimnasio —sobra decir que esa declaración dejo
a la castaña sin palabras, pero su reflejo al darse cuenta de que por fin tenía a la chica en donde quería, continuó hablando.
—Y sobre nuestros queridos “amigos” ¿Dime cuando ellos se molestaron en comunicarse con nosotras después de nuestro viaje? Te recuerdo que lo único que supimos de ellos fue cuando nosotras los visitamos en Sinnoh y descubrimos que ese par nos cambió por aquella estúpida de minifalda y cabello azul ¿Lo recuerdas, verdad? Brock ha estado aquí en Johto desde que terminó su viaje en Sinnoh y dime cuantas veces ha hablado con nosotras o irnos a ver: ¡CERO!
—Y sobre el idiota de Ash. Ya deberías saber que nosotras sólo fuimos el reemplazo de la insoportable tabla pelirroja que se le pego en Kanto, y a su vez él nos reemplazó a nosotras con la tal Dawn en Sinnoh y con la niña negra en Unova. Y no contento con eso “el señor Maestro Pokémon” nos olvidó a todas cuando conoció a su linda princesita en Kalos. ¡Así que admitelo de una vez, May! ¡Nosotras sólo fuimos una compañía que Ash podía presumir durante su viaje y lo sabes! ¡¿O dime que miento May?! —le grito su reflejo con furia causando aún más lágrimas a la castaña, quién no podía responderle, porque en el fondo sabía que ella le estaba diciendo la verdad.
—¡¡¡Todos ellos jugaron con nosotras a su antojo y solo vieron por su propio interés!!! ¡¡¡Y las únicas que nunca ganaron nada fuimos nosotras!!! —le recriminó su reflejo y dejando a una temblorosa May a punto de estallar en lágrimas.
— ¡Si nos convertimos en las esclavas de Harley nada va a cambiar! ¡Él también va a jugar con nosotras a su antojo! —gritó May soltando su último argumento.
—En efecto, Harley jugará con nosotras al igual que todos ellos, pero al menos él nos dará algo a cambio: ¡A cambio de nuestra obediencia absoluta Harley nos dará todo lo que siempre hemos querido! May ya deberías de saberlo ¡¡¡NUESTRO DESTINO SIEMPRE HA SIDO SER UTILIZADAS!!! ¡¡¡Así que ahora elige!!! ¿Vas a seguir siendo la tonta que siempre lo da todo por sus “amigos y familiares” y que solo recibe lágrimas y traiciones como pago? o ¿Le entregarás nuestra voluntad a Harley para recibir a cambio todos los lujos y el placer que sabes que merecemos?
Después de escuchar eso May se limpió las lágrimas y se dispuso a meditar sobre su predicamento por unos segundos, que ella le parecieron horas, antes de tomar una decisión. Fue en ese instante cuando Banette vio como la muñeca lentamente empezaba a brillar y él sabía a la perfección lo que significaba: Casi era la hora de empezar la última parte del ritual.
Por su parte May se sentía extrañamente feliz, casi eufórica, y por primera vez en mucho tiempo se sintió libre
— ¡Sí acepto! ¡Tómame Harley! ¡Desde ahora te daré mi voluntad, mi alma y mi corazón! —gritó May con una sonrisa de locura en su rostro, una que era compartida con su reflejo.
—Muy bien, querida. Has hecho la mejor elección de tu vida y ya es hora de que tomé posesión de nuestro sexy cuerpo, de que me convierta en ti y cumpla con mi destino como la esclava del Amo Harley —dijo su reflejo guiñándole un ojo y dedicándole una sonrisa radiante y perversa.
Mientras que el pokémon marioneta llamó la atención de May y le mostró una hoja con las instrucciones para completar su cambio.
—Parece que primero debemos ir de compras —dijo May con una risa cantarina al ver la lista de artículos necesarios para su cambio.
—Así es, preciosa. Después de todo ir de compras es algo que sabemos hacer muy bien —mencionó el reflejo antes de que May se vistiera, tomara la lista y saliera de la habitación junto con Banette.
Unas horas más tarde May estaba en el Centro Comercial revisando sino se le olvidaba algo de la lista.
—Tiza blanca, lo tengo; Velas de sándalo, lo tengo ¡Creo que ya no falta nada! —dijo alegre mientras caminaba junto a Banette, aunque un pensamiento cruzó por su mente “Esto es algo extraño, prácticamente es como si estuviera preparando mi propio suicidio, pero estoy muy tranquila”
Mientras caminaba por las calles de la ciudad, de vuelta hacia el hotel, fue cuando May vio la tienda Stefanis y sonrió. Ella sabía que había olvidado algo la última vez que había visitado ese lugar y era la hora de ir por el.
— ¡Permíteme un momento, Banette! —pidió May al entrar a la tienda y no se detuvo hasta llegar a su destino: el área de lencería.
—Buenas tardes. ¿Hay alguien aquí? —saludo la chica de forma nerviosa, ya que aún no se había encontrado con ningún empleado, hasta que la puerta que daba al almacén se abrió.
— ¡Oh, que gran sorpresa, May! ¡No esperaba verte aquí tan pronto! ¿En qué puedo ayudarte? —le respondió la amable empleada que la había atendido el día de ayer, dejando unas pocas cajas sobre un estante.
—Quisiera comprar ese baby doll blanco —indico la castaña señalando la prenda íntima y la encargada miró la pieza solicitada, la que consistía en un corsé, un liguero, medias a medio muslo, una fina tanga de encaje y un par de guantes también de encaje.
— ¿Una noche especial, supongo? —le preguntó la mujer de forma mordaz, y aunque en otra ocasión aquello la hubiera hecho enojar May se limitó a sonreí.
—Algo así… ¡Sólo digamos, que mi vida va a cambiar para siempre el día de hoy! —respondió May completamente emocionada, mientras que la mujer la miraba detenidamente, estudiando cada detalle de la chica.
— Tesoro ¿No me digas que piensas usar ese hermoso conjunto luciendo así? —dijo la mujer al ver su cabello —Si en verdad deseas que esta sea una noche mágica entonces deberías de visitar nuestra área de maquillaje y cuidado personal —le recomendó ella de forma amable.
— ¡Yo quisiera, pero me esperan afuera! —May trató de alegar cuando para su buena fortuna Banette entró al local.
—¡Un momento Banette, saldré enseguida! —dijo May cuando vio al pokémon muñeca mirándola con reproche, lo cual hizo sonreir a la empleada de la tienda
—Por favor, cariño ¿Puedes permitirme unos minutos para que haga magia con tu amiga? —le pidió la encargada a Banette, aunque el pokémon marioneta abrió la boca insinuando que tenía hambre.
— ¡Si ese es el caso, entonces tengo la solución a todos nuestros problemas! —dijo la sonriente encargada al ver el ademán del pokémon.
Por lo que unos minutos después May estaba recibiendo una manicura y pedicura, junto con un tratamiento especial para su rostro y el cuerpo y un sutil oscurecimiento de cabello; por su parte Banette estaba degustando una bandeja entera de la última novedad en alimentos pokémon: los Pokelitos, los cuales eran una tendencia traída desde la región de Kalos.
— ¡Tu amiga estará lista en unos minutos! —le dijo la encargada a Banette, pero el pokémon marioneta le restó importancia y continuó comiendo. Poco después May salió de ahí sintiéndose renovada y lista para enfrentar su destino
—Vamos Banette ¡Ya estoy lista! —dijo May al encaminarse al hotel, después de haberse despedido de la amable trabajadora y dejarle una sustanciosa propina.
El sol comenzaba a ocultarse sobre las aguas de la Ruta 40, tiñendolas de un suave color naranja, cuando Banette estaba terminando con los preparativos del ritual: En el centro de la habitación había dos círculos de velas unidas por delgadas líneas de tiza, y dentro de las cuales había algunos extraños símbolos que se asemejaban a los Unown.
El pokémon marioneta se tomo un breve momento para admirar su creación. Ahora todo estaba totalmente preparado y lo único que faltaba para dar comienzo con el ritual era la “víctima”, quien se estaba preparando para este fin.
El pokémon miraba con impaciencia el cuarto de baño de la habitación, en donde ella le había pedido cambiarse por algo más apropiado para la ocasión. Sin embargo la paciencia del tipo Fantasma estaba llegando a su fin, de forma que si esa chiquilla no salía de una buena vez él entraría a sacarla.
—Ban.bann.net —dijo furioso el pokémon.
— ¡Quieres esperar un momento más! ¡Sólo quiero lucir lo más deseable posible para ese idiota al que llamas tu entrenador! —le respondió una irritada voz de chica detrás de la puerta, antes de que esta se abriera y la hermosa chica saliera del baño luciendo la prenda íntima comprada con anterioridad
El pokémon marioneta se quedó impresionado por lo que vio, ya que las piernas de May cubiertas por aquellas medias de encaje blanco lucían extremadamente sexys, incluso parecían más largas y delgadas de lo que ya eran, la diminuta tanga blanca que usaba insinuaba más de lo que cubría, mientras que el corsé aumentaba su vientre plano y hacia que sus generosos pechos lucían aún más grandes de lo normal. El conjunto estaba rematado por el ligero, el cual que sostenía las medias con firmeza y los guantes de encaje que le daban a la castaña un aspecto casi angelical.
— ¡¿Sabes lo complicado que fue ponerme está cosa yo sola?! —reclamó la chica molesta al pokémon muñeca antes de observar con atención los círculos que había en el suelo.
—¡Ban. Banette! —replicó el pokémon, dando a entender que no le importaban sus protestas, mientras señalaba los círculos de velas.
“Terminemos de una vez” pensó May mientras caminaba hacia el círculo de velas, teniendo especial cuidado de no pisar los símbolos que a Banette le tomó tanto tiempo crear, hasta ocupar el lugar que le correspondía en el centro de la ceremonia, justo enfrente de un círculo más pequeño en el que sólo estaba un objeto que conocía muy bien: Su muñeca.
— ¡Puedes empezar cuando gustes! —exclamó May con toda la seguridad que aún sentía, decidida a terminar con esa situación de una vez por todas, antes de que pudiera pensarlo mejor y cambiar de opinión.
Y como si Banette hubiera detectado ese breve rasgo de indecisión, el pokemon se apresuró a usar Fuego Fatuo para encender los círculos de velas, de forma que ambos tenían que esperar hasta que toda la cera se derritiera.
Poco a poco las finas gotas de aceite fueron llenando el piso de la habitación, pero cada vez que estás hacían contacto con alguno de los extraños símbolos este se encendía y comenzaba a emitir una luz dorada, lo cual sorprendió bastante a May.
De forma que cuando el último de los símbolos se encendió fue cuando su muñeca comenzó a flotar antes de desintegrarse por completo, dejando únicamente un tenue rastro de humo gris, el cual fue tomando diferentes formas hasta adquirir la imagen de la chica.
Aquella espectral imagen de May permaneció flotando frente a la verdadera por un breve momento y completamente inmóvil, sin embargo no tardó en abrir los ojos, unos brillantes ojos rojo carmesí que de inmediato hicieron contacto con los ojos azules de la verdadera May.
En el instante en que eso ocurrió, la chica sintió como una extraña energía comenzaba a recorrer su cuerpo, empezando por la punta de sus pies y subiendo lentamente por sus piernas. Y una vez que esa energía llego a su región intima May comenzó a experimentar una excitación que jamás imagino posible, por lo que en cuestión de segundos su linda tanga comenzó a humedecerse, sin embargo aquella sensación seguía subiendo por cuerpo.
Al llegar a su vientre plano la coordinadora sintió una dulce sensación que ya había experimentado anteriormente, como si varios Butterfree salvajes estuvieran revoloteando en su estómago; pero una vez más aquella sensación continuaba avanzando y en cuanto llegó a sus pechos estos se tornaron bastante sensibles y sus pezones se pusieron tan erectos que casi rompieron la copa de su corsé. Hasta que finalmente ese embriagador calor finalmente se apoderó de su cabeza, comenzando a eliminar cualquier pensamiento consciente y cualquier pizca de duda, y sumiendo a la chica en una extraordinaria y placentera sensación de libertad.
—¡Oh, por Arceus! ¡Necesito más! ¡Más, mucho más! ¡No… pares! ¡Se siente genial! Voy a… venirme… a venirme… ¡Me vengo! ¡¡¡ME VENGO!!! —exclamó May de forma frenética al alcanzar su clímax, mientras algunas lágrimas de placer recorrían su rostro y una copiosa cantidad de fluidos íntimos se derramaba sobre el suelo.
El orgasmo que la coordinadora acababa de tener fue tan intenso que aún después de unos instantes su cuerpo todavía temblaba; Aunque lo más impactante era que los ojos de la chica estaban completamente en blanco, a tal punto que sus pupilas no podían distinguirse, además de que en su rostro había una sonrisa estúpida de la cual salía un constante hilo de saliva.
A su vez la etérea figura de humo parecia estar bastante satisfecha con el resultado, ya que fue en ese momento en que los círculos de velas lentamente comenzaron a unirse hasta convertirse en uno, al igual que ella y May. Y tras un breve momento de tensión fue cuando los ojos de May se abrieron, sin embargo en lugar de su característico color azul estos eran de un brillante rojo carmesí.
Poco a poco la chica comenzó a recuperar la movilidad sus extremidades y sin dudarlo introdujo una de sus manos debajo la húmeda prenda íntima para empezar a acariciar su zona íntima de forma gentil, mientras que con la otra empezó a estimular sus grandes y excitados pechos.
— ¡Me entrego totalmente a ti, mi Amo! ¡En alma, corazón, cuerpo y mente! ¡Por y para siempre! ¡Obedecer es el único objetivo de vida y yo te pertenezco a ti y solo a ti! ¡Por ti me rindo ante los placeres de la lujuria y la pasión! ¡Y juró que desde ahora y hasta que el último aliento de vida abandoné mi cuerpo seré tu eterna y leal esclava! ¡¡¡AMO HARLEY SOY TUYA PARA SIEMPRE!!! —exclamó una May cada vez más consumida por el placer, por lo que no tardó mucho en alcanzar un orgasmo aún más intenso que el anterior
— ¡AAAAAAHHHHHH! —fue el erótico gemido de placer que resonó en toda la habitación, y el cual apago las velas a su alrededor, tras lo cual los ojos de la chica comenzaron a cerrarse mientras que una tenue sonrisa se dibujaba en su rostro.
Unas horas después, cuando la luz de la luna iluminaba tenuemente el oscuro cielo nocturno, fue cuando Harley finalmente entró en la habitación sin siquiera imaginarse la sorpresa que estaba a punto de recibir.
— ¡Cariño, Buenas noches! —canturreo alegremente el coordinador antes de abrir la puerta y ser recibido por el silencio y la oscuridad que reinaban en la habitación.
— Cielo ¿Porque estás a oscuras? No creo que ya hayas decidido irte a… —trato de decir el chico hasta que finalmente lo entendió todo.
Ya que en el suelo de la habitación se encontraba un círculo de velas, apagadas ya hace tiempo, y justo en el centro estaba una inerte May que usaba únicamente un seductor conjunto de lencería; Además de que en el aire aún podía percibirse el sutil y delicioso aroma de los fluidos íntimos de la chica, un aroma que obligó a Harley a sentarse pesadamente en el sofá para disfrutar plenamente de aquella suculenta fragancia.
Sin embargo al momento de tomar asiento fue cuando el orgulloso coordinador se dió cuenta que en el sofá había una hoja de papel doblada a la mitad y con su nombre escrito en ella
— ¡Qué cliché, cariño! —mencionó Harley con su habitual suficiencia al abrir la carta, aunque esta fue rápidamente sustituida por una grata satisfacción, ya que escrita con la estilizada caligrafía de May en el papel había una sola frase y esa era: “Tómame bastardo”.
Al leer aquellas palabras el chico de cabello morado no pudo evitar mirar a su compañera y admitir que ella tenía razón: Él era un bastardo de poca monta, ya que el incontrolable deseo que sentía por May era tan grande que él no dudó ni por un momento en hacer lo que fuera necesario con tal de que ella fuera suya, pero tras ese breve instante de reflexión una sonrisa de triunfo y orgullo se dibujó en sus altaneras facciones.
—May, cariño. Si te soy honesto yo esperaba que te resistieras un poco más —comentó él de forma suave mientras se acercaba a la inerte castaña —Pero el hecho de que ahora estés a mi merced solo me confirma lo que yo ya sé: ¡Que soy irresistible!
—Con mucho gusto me desvestiría y tomaría aquí y ahora lo que me pertenece por derecho, pero… ¡Tu te mereces perder la virginidad en un lecho de rosas! —y tras decir esas palabras Harley tomó a May en sus brazos y con suma delicadeza la levantó del suelo para colocarla sobre la cama matrimonial que ya habían compartido anteriormente.
Así que sin pensarlo más tiempo Harley comenzó a despojarse de su vestimenta, dejando ver un cuerpo delgado y ligeramente tonificado, antes de dirigir su mirada hacia su durmiente compañera. El ver a May tan frágil e indefensa, vestida de un inocente color blanco que la hacia lucir aún más sexy, lo excitaba tanto que su verga de inmediato se tornó totalmente erecta.
Durante tanto tiempo el coordinador había soñado con este preciso momento, con la oportunidad de tener a la chica que tanto deseaba a su total disposición, sin embargo él no era un vulgar violador, ya que él tenía clase.
De forma que con mucha delicadeza se recostó a su lado y la acercó hacia él, lo cual le permitió respirar la erótica mezcla de sudor y fluidos íntimos que emanaba el cuerpo de May, una fragancia que lo estremecía hasta la médula y lo excitaba más que nada en el mundo.
Sin embargo aquellos movimientos no fueron suficientes para despertar a May de su sueño, por que Harley miro el ahora vacío círculo de velas y en ese momento comprendió lo que debía hacer: Para despertar a May todas las velas debian encenderse de nuevo, y estás solo lo harían si él conseguía que ella sintiera un deseo infrenable hacia el.
— ¡Que delicia! —mencionó Harley con calma, pero con gran deseo en su voz, mientras se inclinaba sobre el delicado cuello de May para respirar su esencia.
—Me hubiera encantado estar presente en el momento en el que decidiste ser mía, cariño —dijo mientras acariciaba su rostro antes de tomar un mechón de su cabello, tras lo cual una de las velas se encendió
—Y tienes razón en que soy un bastardo, pero… ¡Pero yo te he deseado por tanto tiempo! —admitió el orgulloso coordinador haciendo que poco a poco otra de las llamas se encendiera.
—No sabes la insoportable agonía que ha sido soñar que te tengo cada noche y despertar abrazando una almohada —confesó Harley y tras lo cual dos velas se encendieron al mismo tiempo
—Tal vez… Pude haber actuado de otro modo… Conquistarte con palabras cursis, flores y regalos bobos —continuó diciendo mientras que otra vela se encendía, sin embargo su orgullosa sonrisa no tardó en volver a su rostro.
— ¡Pero tú y yo sabemos que eso no es lo mío! ¡Por que lo mío es hacer lo que sea necesario para obtener lo que deseo! —exclamó el coordinador de forma demente mientras apretaba el bien formado trasero de May con descaro y cuatro velas se encendían, una detrás de otra
— ¡Y lo que yo deseaba era a ti, querida! ¡Y como siempre obtengo lo que deseo, estaba decidido a serias mía! ¡Sin importar el costo! —exclamó él con orgullo antes de inclinarse sobre el rostro de la castaña y unir sus labios con los de ella en un tierno y pasional beso, lo cual fue suficiente para que la última vela se encendiera.
Fue en ese instante cuando el coordinador sintió con un par de suaves labios comenzaban a corresponder su beso, a la vez que un bello par de ojos azules comenzaba a abrirse.
—Amo Harley ¿Es usted? —preguntó la castaña de forma adorable, mientras se tallaba los ojos, antes de enfocar al coordinador.
— ¡¿Amo?! —dijo Harley genuinamente sorprendido mientras acariciaba el rostro de May —Creo que podría acostumbrarme a eso —dijo de forma pervertida antes de darse cuenta de que en medio de los pechos de May habia un trozo de papel, así que suavemente lo retiró para ver de que se trataba
— ¡Por Arceus! ¿¡Esto debe ser una broma de pésimo gusto!? —exclamo el orgulloso chico con incredulidad al descubrir que la parte final del ritual consistía en que el debía de tomar la virginidad de May dentro del círculo de velas, y por más que le desgradara la idea sabía que tenía que hacerlo. De otra forma todo el progreso que ya había hecho se iría al cuerno, ya que lo más probable es que él no tendría tiempo de obtener un nuevo hechizo además de que era muy probable que May ya fuera tan cooperativa.
Y hablando de May, ella veía con curiosidad la indecisión de su nuevo Amo, por lo que decidió que debía ayudarlo un poco:
—Amo Harley. ¡Su puta personal está ansiosa por ser suya para siempre! ¡Por favor meta su gran polla en mi coño y use mi cuerpo como lo desee! —le suplicó May de forma dulce, pero sensual a la vez, mientras que con mucho cuidado hizo su empapada tanga a un lado para darle una privilegiada visión de su rasurado coñito.
—Como muestra de mi eterna lealtad y absoluta devoción hacia usted le ofrezco mi virginidad, Amo Harley —ronroneo la chica con un sensual tono de voz que destilaba deseo puro, pero sin perder la nota de sumisión y adoración que sentia hacia el chico de cabello morado, mientras abría sus piernas de manera muy sugestiva.
De forma que ante ese sensual estímulo Harley ya no necesito de más persuasión. Sí lo que May deseaba era que él la follara como una pokémon en celo, entonces el cumpliría su deseo y la tomaría como una pokémon en celo.
—Si eso es lo que quieres. Entonces vamos, mi linda putita —comentó el coordinador de forma dulce antes de tomarla entre sus brazos y dirigirse hacia el centro del círculo de velas y tiza, el lugar en donde terminaría con el ritual, y en donde tomaría la virginidad de la chica que le había quitado noches enteras de sueño.
—No es asi como esperaba tomarte, pero no tengo otra opción —mencionó Harley sin ocultar la molestia que sentía al momento de entrar al círculo, aunque el sentir un suave roce en su rostro llamó su atención.
—Descuide, mi Amo. Yo sólo vivo para su placer —le respondió May con dulzura y una adorable sonrisa que el chico no pudo evitar corresponder, asi que con mucho cuidado la depósito en el piso, lo cual ocasionó que los símbolos que los rodeaban comenzarán a brillar.
Fue en ese instante cuando el chico recibió un apasionado beso de parte de May, lo cual después de un breve instante de sorpresa, dió lugar a una breve lucha entre los dos por el control del momento. Las lenguas de ambos giraban y se enroscaban entre sí, como si se tratara de una frenética danza, antes de que la necesidad de respirar los obligará a separarse pero no sin dejar un delgado hilo de saliva que unía sus labios.
Harley aún estaba algo abrumado por aquel apasionado beso, el mejor que jamás hubiera recibido, cuando se percató de que la coordinadora lentamente se estaba poniendo de rodillas frente a el quedando a la altura de su miembro.
— ¿May, que estas…? —trató de preguntar, pero la excitante sensación de sentir su erecta verga entre los hermosos y cálidos pechos de May lo hizo enmudecer, y esa placentera sensación sólo se incrementó en cuanto ella comenzó a moverse.
— ¡May…! —exclamó un asombrado Harley al ver la forma en que la hermosa castaña movía sus impresionantes pechos alrededor de su excitado pene, tratandolo como si fuera el más delicado y valioso objeto del mundo, y con la única finalidad de darle todo el placer posible.
Y justo cuando el arrogante coordinador creía que aquel celestial tratamiento no podía ser mejor fue cuando ella decidió inclinarse un poco para meter aquel erecto miembro en su boca, lo cual ocasionó el gimiera de placer, antes de que la boca de la chica comenzará a succionar su verga con frenesí.
Durante varios y gloriosos minutos Harley disfruto plenamente de aquel maravilloso paizuri, que hacía a su cuerpo estremecer de placer, hasta que fue incapaz de seguir conteniéndose.
— ¡May voy a…! —el chico trato de avisarle a su compañera de su inminente orgasmo, sin embargo no pudo terminar la frase y se corrio dentro de la boca de la chica, quién sonrió antes de comenzar a tragarse con lujuria hasta la última gota del semen del chico.
— ¡Estuvo delicioso, Amo! —declaro May con genuina satisfacción, aunque sin dejar de lamer su verga en ningún momento, y no solo con la intención de saborear hasta la última partícula del semen de Harley, sino para que su miembro recuperará su erección lo más pronto posible.
— ¡Ahora necesito su semen aquí, Amo! ¿Esta listo para tomar la virginidad de su humilde esclava? —preguntó May de forma sensual una vez que el miembro del coordinador volvió a alcanzar su máximo, mientras que ella se colocaba a cuatro patas sobre el centro del círculo y señalaba su excitado coñito.
—¡Por supuesto, linda! ¡Ese es mi derecho! —declaro Harley con orgullo mientras acariciaba el delicioso trasero de May con descaro, antes de comenzar a remover la diminuta y húmeda prenda intima, y colocar la punta de su erecta verga en la entrada del lugar más privado de la castaña.
— ¿Estas lista, cariño? —preguntó el chico con ansiedad, recibiendo un frenético asentimiento y una provocativa sonrisa como respuesta, por lo que sin dudarlo más comenzó a introducir su verga hasta que una delicada barrera frenó su avance.
Ese era el majestuoso momento con el que Harley tanto había soñado, por lo que se tomó un breve segundo para sentir como la punta de su verga chocaba contra el himen de May antes de dar el empujón que lo haría desaparecer para siempre, abriéndole pasó a un tesoro que nadie más que él conocería
— ¡Qué apretada estas, cariño! —gimió el chico de forma maliciosa mientras disfrutaba de la forma en que las paredes íntimas se aferraban a su verga, por lo que no dudo en continuar con su tarea.
— ¡Su verga es fantástica, Amo! ¡Es tan grande que siento que me partirá en dos! —gimió May en voz alta, ya que a pesar de lo excitada que estaba sintió una punzada de dolor al perder su virginidad y al sentir como su vagina era invadida.
—Descuida, cariño. Yo no soy un hombre salvaje, así que nunca lastimaría a la mujer que amo —contesto el chico con dulzura y remarcando sus palabras con tiernas caricias que hacían estremecer a la castaña.
— ¡Harley! —gimió la coordinadora a medida que el dolor comenzaba a desvanecerse y comenzaba a acostumbrarse a la sensación de ser penetrada, pero ella no era la única, ya que el altanero coordinador cerró sus ojos para concentrarse en cómo el húmedo interior de la chica iba cediendo ante su avance.
Y una vez que ambos se acostumbraron al interior del otro fue que Harley tomó la delicada cintura de May y comenzó a moverse con frenesí, sorprendiendo a la chica, quien de nueva cuenta empezó a gemir sin control.
— ¡Amo Harley! ¡Sea gentil por favor! —suplicó la castaña con una mezcla de amor, placer y dolor en su voz mientras recibía las constantes y cada vez más fuertes embestidas del chico.
— ¡Descuida, mi amor! ¡Pronto te acostumbras! —respondió Harley quitándole importancia al asunto y continuando con su labor. Y aunque el coordinador en verdad trataba de no ser tan agresivo, no podía evitarlo, después de todo ese era el momento con el que tanto había soñado.
Sin embargo con cada embestida que el dolor que sentia la joven castaña iba remitiendo y era reemplazado por el mayor placer que ella jamás hubiera experimentado, el placer de ser usada por su Amo como la esclava que era, por lo que en poco tiempo lascivos gemidos llenaron la habitación, ya que ambos amantes se entregaban desenfrenadamente a la lujuria y la pasión.
— ¡Amo Harley! ¡No pare, por favor! ¡¡¡Se siente maravilloso cuando me folla así!!! —exclamó May mediante eróticos gemidos de placer, lo cual excitaba aún más a su pareja, y en respuesta el se movía cada vez más y más rápido.
— ¡Te dije que te encantaría ser mía! ¡Y tú decías que jamás me amarías! —exclamó el orgulloso coordinador de forma triunfante, mientras continuaba penetrándola y regodeandose de su victoria y el placer que sentía.
— ¡Fui una estúpida, Amo! ¡Pero usted me abrió los ojos y me enseñó mi verdadero destino! ¡Oh por Arceus sagrado! ¡¡¡Ahora se que te amare por siempre!!! —respondió May completamente emocionada y dominada por el placer y comenzando a mover sus caderas para sincronizarse con los movimientos del chico.
— ¿Serás mía cada día de tu vida, verdad cariño? —preguntó Harley mientras ponía una de sus manos sobre el cuello de la castaña, quien asintió con frenesí.
— ¡Por supuesto, Amo Harley! ¡¡¡Seré suya hasta el último día de mi vida! —respondió May, cada vez más excitada.
— ¿Aceptas dar a luz a mis hijos? —preguntó el coordinador con un poco de intriga, pero sin detener su placentera tarea.
— ¡Todos lo que usted desee, Amo! —respondió la castaña sin pensarlo, ya que eso era algo que ella ya no necesitaba, ella sólo era un cuerpo sexy que existía con el único fin de ser usada por su amado Amo de la forma en que el lo deseará.
— ¡¿Entonces aceptarías abandonar a tu familia sólo para estar siempre conmigo?! —preguntó el chico cada vez más emocionado por el control que ahora tenía sobre la chica de sus sueños, lo cual lo excitaba aún más.
— ¡Por supuesto, Amo! ¡¡¡Sólo te necesito a tí y a nada ni nadie más!!! —exclamó May sin dudarlo ni un segundo, ya que ese era su destino y su más grande sueño, el único propósito de su existencia.
Y al escuchar esa respuesta, la que tanto había soñado con recibir, fue cuando Harley sintió que ya no podía contenerse más. La emoción, el deseo y la lujuria que habían en su interior amenazaban con estallar como un bomba, por lo que el sabía que ese era el momento que tanto había esperado.
— ¡¡¡ENTONCES TOMA MI SEMILLA Y JURA QUE SERÁS MÍA POR Y PARA SIEMPRE, MAY!!! —exclamó Harley mientras llegaba al orgasmo más grande su vida, soltando una gran y espesa carga de su semen, la cual no tardó en llegar cada rincón del interior de la chica.
— ¡LO JURÓ, AMO HARLEY! ¡¡¡SOY TUYA POR Y PARA SIEMPRE!!! —exclamó May en medio de un agudo gritó de placer que resonó en toda la habitación al llegar su orgasmo, el más intenso que jamás pudo haber soñado, mientras que todas las velas que los rodeaban se apagaron de golpe y liberaron un delicado perfume que cubrió a los amantes. El ritual había terminado y la verdadera May Balance había desaparecido para siempre.
A la mañana siguiente, una vez que el Sol ya estaba en lo alto y que una tenue brisa marina se colaba por la ventana, la pareja estaba cómodamente recostada en la cama. Harley acariciaba tranquilamente la descubierta espalda de May y esta a su vez hacia lo mismo con su pecho.
— ¿Y ahora que vamos a hacer? —se preguntó Harley mientras sus manos bajaban lentamente por la espalda de la chica.
— ¿A que se refiere, Amo? —preguntó May un poco confundida, aunque en su rostro había un genuina sonrisa de felicidad por ser tocada por el chico.
—Bueno, aún faltan algunos días para que comience el Gran Festival y sinceramente no se que haremos hasta entonces —comentó el chico de forma reflexiva mientras miraba a él techo.
— ¿Tan pronto se aburrió de su fiel esclava, mi Amo? —preguntó May con incredulidad mientras veía al chico directamente a los ojos.
— ¡Tesoro, yo nunca me aburriría de ti! Sólo digo que no podemos pasarnos todo el día haciendo el amor todo el día —explicó el coordinador de forma tranquila.
— ¿Y porque no, Amo Harley? A mí no me molesta. ¡Mi cuerpo solo existe para darle placer! ¡Además de que me he vuelto una adicta de tener su gran verga dentro de mí! —respondió May de forma sensual, con un tono capaz de excitar a cualquiera, y remarcando sus palabras con más caricias al cuerpo del chico.
— ¡Cariño, que cosas más lindas dices! —dijo Harley sumamente complacido por la respuesta de la castaña antes de añadir —Si no mal recuerdo está tarde parte un crucero que nos llevaría a Ciudad Cañadorada. Creo que un cambio de ambiente nos caerá muy bien antes del Gran Festival ¿No lo crees, mi putita?
—Si usted lo considera apropiado así se hará, mi Amo. Siempre y cuando esté a su lado para servirlo cualquier lugar en el que este será el mejor del mundo —respondió ella sin dudar antes de besar a Harley en los labios de forma pasional, lo cual el correspondió de inmediato.
— Que buena chica eres, cariño. Lo cual me recuerda que aún no he estrenado tu culito —mencionó él con cariño mientras sus manos bajaban hasta el bien formado trasero de la joven para manosearlo con descaro.
—Yo escuchó y obedezco, Amo. Por favor tome mi culito —suplicó una excitada May de forma sensual al incorporarse y mostrarle con todo detalle su trasero antes de ponerlo justo encima del miembro de Harley
Ciudad Cañadorada. Varios días
El máximo Concurso de la región Johto finalmente estaba por dar comienzo, sin embargo en la explanada del auditorio, justo antes de las inscripciones, muchos coordinadores veian atónitos lo que sucedía. Sobra decir que algunos pensaban que aquello era una señal del fin de los tiempos y otros estaban tan shockeados que simplemente se desmayaron: Ya que Harley y May habian llegado al lugar tomados de la mano y habían anunciado a todos los presentes que tenían una relación.
— ¡Yo les dije que le iba a afectar lo de su galán gay! —mencionó Dawn de forma incrédula y aún sin creer lo que sus ojos veían.
—A ti sólo te molesta que ese par te haya quitado el papel de la pareja escándalo, D.D. —le respondió Ursula de forma altanera, lo cual logró su objetivo de molestar a su rival.
—Esto no tiene nada que ver con que Dawn y yo seamos pareja, Úrsula —respondió Zoey con amabilidad y tranquilizando a su novia.
Así que después de inscribirse fue cuando la pareja se dirigió hacia el hotel que se les había asignado, así que una vez que estuvieron lejos de los oídos indiscretos de sus amigas fue cuando May se atrevió a preguntar
— ¿Y a donde iremos una vez que este Festival termine con su victoria, Amo Harley?.
—Creo que ir a Hoenn será una buena idea. Después de todo aún no me has presentado a tu familia del modo en que es debido —respondió el orgulloso coordinador con una sonrisa tras pensarlo por un momento.
— ¡Eso suena maravilloso, Amo! Así podre darles la buena noticia —exclamó May sacando de forma discreta una prueba de embarazo de su mochila, la cual tenía un resultado positivo.
Al ver aquello Harley no pudo evitar carcajearse mientras se imaginaba la expresión de sorpresa que podrían todos los que conocieran a May, y en lo feliz que estaría su madre al saber la noticia. Ya que tal vez había perdido a una hermosa rival, pero a cambio había ganado a una fabulosa amante.
¿Fin?