Soy Vane, tengo 23 años, mi complexión es como mi madre, heredé sus caderas anchas y una boca grande de labios carnosos, de cintura pequeña, pechos normales. Todo empezó cuando salí de la Universidad temprano ya que el profesor no llegó. Me vine directo a casa, tomé el metro y al llegar a casa no vi a mi madre pero escuché unos gemidos, ruidos y una voz de un hombre en la habitación de mis padres, me pareció extraño porque papá siempre llegaba tarde.
Avancé lentamente y como estaba la puerta semi abierta, miré hacia dentro y ahí vi a mi madre con otro hombre. Estaba sobre su cama matrimonial, en cuatro patas con la espalda arqueada levantando el culo, vestida solo con un camisón la que tenía hasta la cintura, una tanga roja, la que estaba abajo a media pierna, ella con sus dos manos agarrando y abriéndole sus nalgas a don Jairo el que la follaba frenéticamente en su culo, metía y sacaba esa estaca de carne de sus entrañas, mientras le decía que era una puta, que su marido era un cornudo, "Quiero darte más verga perra, toma mi verga, era una perra por dejarse follar de nuevo por el culo" y mi madre le decía "Dame verga papi dame más leche."
Me quedé en silencio mirando la escena, veía su verga claramente, cómo ese trozo de carne grueso y largo podía entrar tanto en el trasero de mi madre, me excité viéndola disfrutar, me sentí muy caliente, en un momento llevé mi mano a mi vagina, quería ser yo quien penetraba don Jairo, pero una frase de mi madre me sacó de ese sueño "Dame la leche en el culo papi, dame la leche." dijo ella.
Jairo: Ya casi te va la le…
¡¿Mami que está pasando aquí que es esto?! Le grité.
Don Jairo se sale del culo de mi madre rápidamente mirándome de frente, con cara de sorprendido y asustado con la clara intención de ponerse la ropa y mi madre se detuvo y con una cara de espanto se tapó de inmediato con las sábanas sin decir nada poniéndose a llorar.
En un parpadeo miró a Jairo y veo su verga aún dura, mojada por los fluidos de mi madre. La desee por un instante.
– ¡Señor cámbiese y salga de aquí antes de que arme un escándalo! Jairo se vistió rápidamente y salió de la pieza de mi madre y de mi casa cerrando la puerta.
Me quedé con mi madre perpleja.
– Llorando le dije "mami como es posible que le hicieras esto a mi papá en su propia cama, no te lo puedo creer ¿Cómo es posible mamá? ¡Engañando a mi papá! ¿Y por qué dijo que te estaba follando de nuevo? ¡Explícame de una vez que ocurre!".
– Hija no es lo que tú crees, déjame explicarte todo, el señor Jairo me ha engañado, me ha estado manipulando y chantajeando con decirle a tu padre ya que cuando llegué a trabajar a su casa, el me descubrió mirándolo cuando se duchaba, me ha estado tratando de chantajear, que era una cualquiera, que le gustaba su verga, que por eso la miraba, y que me denunciaría por acoso si no accedía a lo que quería, estar dentro de mi culo. no supe cómo defenderme, me chantajeó, nunca quise que esto pasara, pero para evitar que tu padre sepa que lo estaba engañando, dejé que me follara.
Yo Le dije que podríamos denunciarlo, pero se negó ya que no quería un escándalo en la familia.
Su explicación fue bastante convincente, dejé que se fuera a duchar y charlamos toda la tarde hasta la noche. Quedamos en que esto nunca se sabría y me dio su palabra que no lo vería más, al igual que juramos que mi padre nunca se enteraría.
Con el correr de los días, no podía sacarme de la mente la imagen vívida de mi madre siendo penetrada por don Jairo en su culo. Tocaba en las noches mi cuerpo, pellizcaba mis pezones, me masturbaba soñando con que don Jairo me follaba, tocando mi vagina, metiéndome los dedos hasta llegar orgasmo. Aunque me sentía bien, no estaba satisfecha, quería más.
Un día en la tarde fui al dormitorio de mi madre buscando esa tanga, y en una caja debajo de la cama descubrí la tanga roja y un plug anal. No era grande, lo vi de tamaño normal, pero algo grueso, y me lo guardé junto con la tanga y me volví al dormitorio.
En la noche me sentía caliente, estaba muy excitada, me puse la tanga de mi madre, y como tenemos la misma talla, me quedó bien. Me vi al espejo, me veía muy sexy, me acaricié mis pechos, pellizqué mis pezones los que se pusieron duros, y con la otra mano acariciaba mi vagina, sentir la tanga meterse entre mis labios vaginales y en mi culo me excitó muchísimo.
Me recosté en la cama, saqué el plug anal de la caja y me lo metí en mi boca, lo empecé a chupar como había visto en las películas porno, le pasaba mi lengua. Quería sentirlo dentro pero de mi culo, el que nunca ha sido penetrado, solo he tenido sexo por mi vagina, me puse cuatro en la cama orientando mi culo al espejo, busqué entre mis cosas una crema, me embetune mi culo y el plug completamente, estaba ardiendo quería sentirlo.
Lo tomé con una mano el apuntando a la entrada de mi culo, y empecé metérmelo lentamente, me sentía muy excitada cuando rompe la entrada de mi culito que me hace dar un pequeño grito el que apago poniendo mi mano en la boca. Me quedo así por un momento y sigo despacio entrando, Sentía como me quemaba mi culo, mis entrañas se abrían paso a ese plug que quizás cuántas veces usó mi madre.
Un momento más lo tenía completamente dentro, me sentía en la gloria, me masturbaba frenéticamente mientras me lo metía y sacaba, pensaba en don Jairo, y me imaginaba que era el, jadeaba, don Jairo decía, don Jairo… Empecé a gemir más intensamente, tocaba mis pezones, mi cara la sentía ardiendo, cuándo en un momento empiezo a metérmelo más fuertemente el que me hace llegar a un orgasmo tan intenso que tuve que ahogar mi grito, me temblaban las piernas, mi culo ardía pero me sentía muy excitada.
Cuando terminé mi orgasmo me saqué lentamente el plug y sentí como quedó mi culo, me vi en el espejo y se veía muy abierto. Me puse la tanga el que tapó levanté el hoyo de mi culo, me acosté en la cama rendida y me quedé dormida hasta la mañana.
En otro relato, les contaré cómo logré que Jairo me dé por mi culito.
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Relato basado en "El marido de mi patrona me rompió el culo"