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El ex de mi prima me hace su puta
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Su nombre es Facundo, un tipo desde mi punto de vista bueno para nada, pero no voy a negar que tenía algo que te atrae y eso lo sabía perfectamente mi prima Lucero.

Ellos fueron pareja durante dos años, hasta que el la engaño con su compañera de trabajo.

Este tipo siempre me cayó mal, cada vez que me veía me miraba de arriba a abajo me tomaba fotos, se me repaga el muy canijo, de hecho, un par de ocasiones me invitó a salir, como siempre me negué, o sea, es verdad que soy descarada, pero siempre tuve un límite.

Pero después del rompimiento que tuvo con mi prima, él me empezó a seguir, prácticamente me acosaba, cada que salía a comer, él estaba en la esquina y me hacia la invitación, yo me negaba y continuaba mi camino o había ocasiones que saliendo muy tarde del trabajo él se ofrecía a llevarme a cas o invitarme a un bar y mi respuesta era que no.

F: Hola Monique, oye vamos a bailar, tengo tiempo libre.

L: Gracias, pero no puedo, voy atrasada en un trabajo, lo terminaré en casa.

Pero el tipo era muy insistente, solo cuando mi marido iba por mí, o me veía salir con alguien él no se me acercaba.

La situación se estaba saliendo de control mi prima me hacía preguntas, seguramente alguien le había contado que él me seguía, yo le dije que no había problema, pero ya me urgía salir de ese problema.

F: Hola Moni, oye vamos a bailar, te ves estresada.

L: Dios, ¿no te das por vencido?

F: ¡Solo quiero pasar un buen rato!

L: Dios, pero bueno, si con eso me deshago de ti, ¡vamos!

Acepté salir con él, quería que me dejara en paz, así que tontamente creí que con un par de cervezas y un baile me dejaría en paz, pero me equivoqué, ¡Facundo llevaba otras intenciones!

F: ¡Vaya!! ¡Te ves muy sensual!

L: ¡Oye!! ¡Tranquilo galán, no abuses!

F: Lo siento, pero es inevitable no sentir algo al verte, ¡más con ese lindo atuendo!

L: En serio, bájale a tu ruido y sigue manejando, ¡si necesito piropos los pediré!!

La verdad me molesto mucho su descaro, apenas unos minutos en su caro y ya me coqueteaba, pero bueno, la verdad no lo culpo, ese día llevaba mi minifalda negra a medio muslo, mi blusa escotada y entallada y unas botas de cuero negras, obviamente como la mayoría de los hombres, ¡estaba idiotizado viéndome las piernas y las tetas!

Llegamos al lugar, él pidió un par de tarros de litro de cerveza oscura, la verdad no soy muy fan de la cerveza, pero esa sabia genial, en lo que tomábamos, él comenzó a platicarme como había sido su vida, como fue el rompimiento con mi prima y los difíciles momentos que pasó. No sé si era el alcohol, pero me comenzó a parecer interesante lo que me decía.

F: ¿Vamos a bailar?

L: ¡Ok, bailemos pues!

Bailamos salsa, cumbia y un poco de banda norteña, la verdad bailaba muy bien, entre roce y roce él cada vez que podía me acercaba su miembro, el cual mientras bailábamos bachata sentí como se endurecía.

F: ¡Hay Lety, me encantas!

L: ¡Tranquilo, solo bailamos!

F: ¡Perdón, es que estas buenísima, que suerte tiene Luis!

L: Pues tú tenías un bombón con Lucero, ¡pero la dejaste ir!

F: Lucero no te llega ni a los talones, ¡tú eres una diosa!

Como me molestó lo que dijo, me retiré al baño, fui a retocarme la cara y a fumar, cuando salí él estaba sentado y me pidió me tomara el resto de mi bebida para irnos, yo asentí con la cabeza y tomé la cerveza, de pronto empecé como a perder la noción, hasta ese momento solo recuerdo que él me sonrió y me susurró algo.

No sé cuánto tiempo me quedé ida, solo sé que, al empezar a recobrar la razón, me di cuenta que ya no estábamos en el bar, de hecho, estaba acostada en una cama y de pronto miré a Facundo estaba desnudo al igual que yo y me estaba lamiendo los pezones.

L: ¿Qué pasa?, que haces?

F: Que rico cuerpo, ¡esta mejor que como lo soñé y tus pezones saben delicioso!

L: Quítate de mí, ¡depravado! ¡Te denunciaré!

F: No lo creo, sabe, será mejor que cooperes, ¡de lo contrario Lucero sabrá que con quien la engañé fue contigo!!

L: Bastardo, sabía que eras de lo peor, ¡suéltame ya!

F: Ok, espero que estés preparada para enfrentar a tu familia, ¡jajá!

L: ¡Maldito chantajista!!

F: ¡Nena, no seas tan rejega, solo déjate llevar, total así no le mando nada a Lucero, me satisfaces, te libras de mí y en una de esas te gusta estar aquí!

Lo miré con odio, pero pensando en que, por culpa de este maldito, se fracturara mi familia, dejé de forcejear y cerré los ojos.

El sintió mi cambio y llevo su lengua a mis pechos, los lamía con delicadeza, sus manos acariciaban mis piernas subiendo a mis muslos y acariciando mi cadera.

F: ¡Lety, estas buenísima!

L: ¡Cállate!!

Facundo continúo probando mi cuerpo, su lengua iba de mi cuello a mi cintura, bajaba por mis muslos hasta llegar a mis pies, como un hambriento se detenía a lamer mis entre piernas para lego morder mis muslos.

Sabia donde tocar, la verdad poco a poco comencé a excitarme, me estaba fascinado como me lamia, él me pidió me diera la vuelta para besarme la espalda, lo hacía rico, sentía muy rico su lengua en medio de mi espalda, bajaba por mis nalgas las cuales lamía como gato, bajaba por en medio de ellas, rosando mi ano y mi vagina, eso me hizo gemir un poco, me apretaba las nalgas con fuerza y bajaba lamiendo por mis piernas hasta los dedos de mis pies.

Después me giró y me abrí las piernas y sin titubear fue directo a mi vagina depilada, chupaba magnifico mis labios vaginales, pase de estar molesta a disfrutar su rico oral, la verdad Facundo lo hacía muy bien, lamía con fuerza, apretaba mi clítoris y le daba unos pequeños roces con sus dientes, luego metía su lengua hasta donde alcanzaba y la movía como serpiente, me sentía muy excitada, ¡estaba a punto de caer en mis demonios y gozar al ex de mi prima!

L: ¡Dios, que rico!

F: ¡Jajá, sabía que sederías!

L: ¡Lo haces bien!

F: ¡Tú me inspiras, mmm!

Continúo mamándome mi vagina de forma fenomenal, su lengua me daba un placer enorme, no podía creer que es bueno para nada resultara un buen chupador, disfrutaba ala sensación moviendo mi pelvis para sentir más, eso lo puso loco y más duro me lamio, sus lamidas eran perfectas que en un fuerte acelere de su lengua, ¡consiguió hacerme venir y tener un orgasmo.

L: ¡Agh, dios, que rico!

F: ¡Ah, ¡Moni, que rico te vienes, uf!

Gocé esa sensación al máximo, él con sus manos apretaba mi vientre para hacerme gozar más, yo estaba extasiada al punto que le di un beso, un beso donde mi lengua entraba su boca y nuestros dientes chocaban ¡me tenía en sus manos!

F: ¡Que rica puta eres!

L: ¡Ah, que rico trabajas!

F: Ahora te toca, ¡necesito ser ordeñado!, mira como me tienes!

L: ¡Facundo!!! ¡Pero que enorme!!

El hombre tenía una bestia, estaba depilado, pero aun así su verga era de unos 25 cm de largo y unos 5 de diámetro, ¡era una bestia!

F: Vamos, chúpala mi amor, ¡hazlo!!

Llevé su rico animal a mi boca, apenas si me cupo, como aspiradora metía y sacaba de mi boca, poco a poco lo introducía más y más, mientras mis manos jugaban sus bolas y le masajeaban su aparto reproductor.

F: ¡Oh, así, que rico chupas, agh, ah!

L: ¡Eso, grita cabrón!!

F: ¡Uf, así chiquita, así, no pares de mamármela!!!

Me estaba tragando su líquido pre seminal, me encantaba tragarme su palo, era rico, estaba hermoso, un pene maravilloso.

Le chupé su verga hasta el hartazgo, él gemía y disfrutaba de lo que le hacía.

F: ¡Agh, mami, ah, no pares!

L: ¡Mmm! ¡Si, disfrútalo!!

F: ¡Eres la mejor!!

Nos pusimos de pie y antes de cualquier cosa, él me tomó de la cintura y en una maniobra muy poco ortodoxa me penetró, sentí como su animal entraba y salía rasgando mi vagina, eso me encantó, me tomó de las nalgas y parado me estaba dando una buen estrujada.

Subí mi pierna a su antebrazo, él me besaba el cuello y las tetas, estábamos cogiendo sin condón, sentía maravillo su verga entrar y salir.

F: ¡Nena, ah, que rico!

L. Uf, ah, papi, más, empuja más!

F: ¡Toma, agh, tómalo!

L: ¡Si, agh, que rico!

Me tiró en la cama y me cargó en tipo carretilla, me empujaba su verga tan rica que yo gemía fuerte, me arañaba los muslos y me empujaba con violencia el tipo era un salvaje, pero eso me fascinaba.

Ya más tranquilo me acostó en la cama y me puso de ladito, ahí me levantó la pierna y cogimos de cucharita, él me besaba el cuello y se movía más suave, me fascinaba el movimiento de su cuerpo, me encantaba sentir mis nalgas chocar con su pelvis, su verga ¡me estaba dando un muy rico placer!

F: ¡Ah, Lety, Moni, uhm, ¿cómo quieres que te diga?

L: ¡Dime como quieras, uh!

F: ¡Aprietas riquísimo, tu prima nunca cogió así!

L: ¡Peor aún no te hago nada, ah!

F: ¡Ven, sube a cabalgar!

L: ¡Lo que digas!!!

Él se acostó y yo me subí en su arma, me dejaba caer en su rico pene, él se movía al ritmo de lo que yo hacía, eso generaba un placer enorme en ambos.

Me tomaba de la cintura y me empujaba a él, yo me apoyaba en su pecho para moverme como licuadora, él lo disfrutaba al máximo, ambos estábamos en el mero goce.

F: Ah, así mami, ah, que rico, muévete, ¡muévete!

L: ¡Me encanta tu verga, ah, ah!

F: Devórala, ah que rico, ¡siempre quise cogerte!!!

L: Si, lo sabía, ¡siempre supe que querías esto!

F: Oh, nena, me vas hacer llegar, ponte de perro, quiero cogerte así, ¡como una rica perra!!

L: ¡Si, dame tu verga!!!

Me puse en cuatro en la orilla de la cama y me empiné, el exclamando de emoción al verme en esa pose, me metió un par de nalgadas y unas ricas lamidas, yo ya estaba en sus manos, él me masajeaba con su dura verga, me encantaba como la ponía en medio de mis nalgas y me pedía que me moviera, yo parecía perra restregando mi trasero en su dura verga, el disfrutaba el momento, luego me abrió las nalgas y dejó escurrir mi vagina la cual ya estaba empapada, luego me tomó de los hombros y me la metió hasta el fondo!

F: ¡Agh, Lety, ah, que rico, ah!

L: ¡Ah, así, más, más, no la saques papi dame más!!

F: ¡Soñaba con darte así, ah!

L: ¡Dámela pues, agh, hazme venir!

F: ¡Que rica eres, ah!

Facundo me estaba cogiendo riquísimo, yo disfrutaba sus embestidas, el me jalaba el cabello y me cogía con violencia, me pidió me moviera y yo lo obedecí, movía mi tarsero y mi cadera para generarnos más placer, eso dio resultado ya que ambos nos corrimos y tuvimos un rico orgasmo!!

F: ¡Ah, ¡Moni, así, ah, toma mi leche, te voy preñar, serás mi perra!

L: ¡Ah, si, dame tu leche, la siento, que rico, ah!

F: ¡Ah, dios, esto es un sueño!!

L: ¡Que rico, coges riquísimo!!!

Terminamos pegados como perros, él se vino en mi vagina, por suerte no quedé embarazada, me dejó cerca de mi casa y me prometió que nunca más me volvería a molestar que se iría a Colombia y que solo quería probarme y tenerme antes de partir.

Mi prima por suerte no se enteró de eso, de que me cogí a su ex o me cogió más bien y es un secreto que guardaré hasta la tumba.

Saludos su amiga Lety.

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