Tengo aproximadamente 20 años de juntada con mi marido, tengo 45 años de vida, en mi vida todo es perfecto, tengo familia con buena salud, trabajo, amigas y hasta un perro.
En la casa nunca falta nada y siempre hace falta todo, ya saben los hijos y la vida requiere atención al cien por ciento. Mi vida sexual es… tranquila, sin sobresaltos, no hay mucho que contarles, tengo sexo satisfactorio casi cada viernes, mi marido no exige mucho y tampoco aporta tanto, no me puedo quejar, pero tampoco puedo presumirlo.
Mi nombre es Carmen y eso es la historia de cómo me metí en problemas la semana pasada.
Por pandemia, mi marido no fue a ver a su mama desde hace más de un año, este año el 10 de mayo cayo en lunes, así que mi marido decidió irse con los niños al pueblo de su mama (Arbolado. Hidalgo. México), es un pequeño pueblo que se encuentra a 4 horas de carretera de la ciudad donde yo vivo, por cuestiones de mi home office yo preferí quedarme sola, allá en el pueblo no hay buen internet y aparte invente una reunión en zoom muy importante con mi jefe (pura mentira) lo que quería era estar sola y relajarme al menos unos días, no es que no quiera a mis hijos, pero si necesitaba un respiro (ustedes me comprenden).
El viernes antes de salir el sol, yo ya estaba haciendo sándwiches para el camino y estaba a punto de mandar a toda mi familia a casa de mi suegra, antes de las 7 de la mañana yo ya estaba sola y libre, se sentía tanta paz y tranquilidad que hasta me inspire y decidí hacer limpieza profunda de la casa, puse mi música favorita y me dedique en espíritu a limpiar hasta el mas recóndito rincón del hogar. Aunque no me crean lo disfrute mucho.
Aunque hice pausas para comer o bailar con la escoba termine de todo casi a las 5 de la tarde, decidí darme un baño de tina, prepare unos quesitos y una copita de vino, vertí sales aromáticas al agua y me acompañe de un libro terriblemente aburrido.
Tanto silencio y paz en mi hogar se sentían como un regalo divino, lo agradecía de corazón, pero… perooo. Me comenzaba a aburrir, necesitaba algo mas, pensé en alcanzar a mis hijos en el pueblo, pero también busque a mis amigas, tal vez quisieran venir a tomar cenar conmigo, tal vez una noche de pijamas, o un póker, ¡ALGO!… nadie disponible, todas tenían compromisos familiares, todas estaban con sus familias y con sus vidas ajetreadas.
Tengo una amiga que ya es mayor de edad, seguro tendrá unos 67 años, aunque está muy bien conservada, pues si se le nota mucho la edad, pero ella es muy alegre y muy divertida, siempre cuenta cosas y echa chistes muy picantes, ella es muy jocosa y escandalosa, no hay reunión donde ella no sea el centro de atención y el alma de todas las fiestas. Con tal de guardar las identidades les cambio los nombres, pero a mi amiga le pondré Perla.
Esa noche tarde-noche de aburrimiento le llamo a Perla, para proponerle una cena en mi hogar, a ella nunca la había invitado a mi casa, la aprecio bastante, pero me daría pena que mis hijos escucharan sus chistes o sus carcajadotas, Perla fuma como desquiciada y usa un perfume muy hostigoso, por todos estos detalles, nunca me atreví a involucrarla en casa, pero esa noche estaba sola y con ganas de reír. Le llamo a Perla y me cuenta ella no podrá acompañarme, que ella tiene visitas en casa y le es imposible ir a visitarme, pero me dice muy cómoda y sin más pose “Mi amorcita, si estás sola y aburrida, te recomiendo que vayas al estacionamiento, abren a las 6 y cierran hasta las 5 am”.
Yo no sabía de que me hablaba, pero logro atraer mi atención, pregunté lo mas que pude y ella me dijo:
– Es en la misma calle del teatro Metropolitano, (2 o 3 cuadras antes de llegar) lo reconocerás porque afuera unos tipos te ofrecen estacionamiento para el teatro, ellos traen unas lámparas en la mano, cuando entres te preguntaran ¿si pagas por hora, por tiempo o por evento? La respuesta es “por evento”. Ahí ellos te indican por donde es, ve y diviértete mucho.
Yo trate de investigar mas, pero Perla no me dio mas detalles, me reitero que andaba ocupada con visitas y que tenía que colgar la llamada.
Mi curiosidad estaba al máximo, me metí a internet a investigar, pero no encontré nada, esa noche, no salí de casa, me quedé viendo tv al final me quedé dormida antes de las 10 de la noche.
Al día siguiente y después de hacer todo lo cotidiano en un sábado, después del almuerzo y lavar trastes me escribe mi amiga Perlita “hola ¿Cómo te fue? ¿Ya despertaste? ¿Te gusto la experiencia? ¿Ya te volviste adicta al estacionamiento?
Yo inmediatamente le conteste, tenía mucha curiosidad y necesitaba más respuestas, muchas respuestas.
Yo- Hola Perla, fíjate que anoche me quedé en casa, y no salí, si me dan ganas de ir a conocer este lugar, pero necesito más datos, ¿Cuánto cuesta? ¿Cómo tengo que ir vestida? ¿Hay que reservar? La verdad es que si tengo ganas de ir, pero ir sola me da un poco de corte.
Perla – jajaja tranquila, no es caro, es un lugar al que muy bien puedes ir sola, te recomiendo que lleves calzones viejos, (te vas a orinar en ellos de la risa).
Ve y diviértete tontita, después me cuentas.
Por lo que me dijo, me hice a la idea de que era un teatro clandestino, eso de que me voy a orinar de la risa, me dio idea de ver una obra picara y graciosa, pensé que todo sería dentro de mi auto, no se imagine algo muy tranquilo.
Mi amiga me dijo que abrían a las 6, así que me preparé para llegar a esa hora, preferí ir a conocer de día y no de noche, según mi intuición, es mas seguro a la luz del día (jajaja)
Cuando llegue, me di cuenta de la calle donde me indicaron, era una calle fea, de día hay mucho movimiento, pero cuando cierran los negocios, eso se vuelve un desierto, inmediatamente identifique a los tipos con linternas, ellos me preguntaron lo que Perla me había anticipado ¿por hora, por tiempo o por evento? Yo muy segura de mi mismo dije “por evento”.
Me indicaron por donde subir unas rampas (dentro del estacionamiento) subí 3 niveles y cuando vas a entrar al último hay una especie de telones largos y negros, son telones gruesos y brillantes, alguien ahí los abre para que tu auto pase sin tocarlos; una vez dentro de un área del estacionamiento todo era oscuridad, te pedían que apagaras las luces del auto y ellos te especificaban donde estacionarte, cuando entre había mas autos, no sé cuantos, pero aproximadamente 10 carros mas que el mío, no pasaba nada, solo había oscuridad y yo estaba sola dentro de mi auto, no sabía que estaba por pasar, no entendía ninguna dinámica, todo permanecía en un aterrante silencio y perfecta oscuridad, me comencé a desesperar y encendí las luces de mi auto, apareció a toda velocidad un tipo y me grito que apagara las luces, (las luces estaban prohibidas) entonces trate de preguntarle que había que hacer o hacia donde había que ir, pero el muy grosero y con pocas intenciones de ayudar me grito “investígalo tú, tú sabrás a que viniste” se fue entre las sombras.
Me daba mucho miedo bajar de mi auto en plena oscuridad, este lugar ya me estaba pareciendo mas tétrico que divertido, decidí esperar unos minutos, tal vez algo pasara, después de un ratito, escuche los pazos de una mujer en tacones, trate de afinar mi vista entre la oscuridad y pude medio ver que una pareja caminaba hacia unas cortinas al fondo del lugar, sin pensarlo mas me baje de mi auto y corrí atrás de ellos, quería ver por donde era la entrada, esta pareja pareció muy confiada y se metió entre los telones negros, yo hice lo propio, eran muchas capas de tela colgada, era como un laberinto negro colgante, no sabías hacia donde te dirigías, solo caminabas esquivando pesadas telas de terciopelo grueso.
Perdí a la pareja que caminaba delante de mi, pero llegue a un claro alfombrado donde podías observar a través de una especie de ventana, como estaban unas personas teniendo sexo, no sabía si ellos eran conscientes de que los observábamos, ellos estaban en una faena total, era como si estuvieran muy a solas en su casa, yo me quede observándolos en la oscuridad, cuando sonó junto a mi la muy suave voz de una mujer, me hablo casi al oído, me sobresalto, yo me encontraba muy concentrada viendo a una pareja tener relaciones y en eso me habla una mujer al oído, me dice de manera muy suave y dulce, “vente por acá”.
Yo seguí la voz y llegue a un lugar mucho mas oscuro que antes, era una especie de sala grande con sillones amplios, no había ni una lucecita, era negro total, la mujer de la voz se sentó en un sillón y me jalo la mano para que la siguiera, ella solo dijo, deja que te den un buen masaje, lo mereces, inmediatamente aparecieron en mis hombros unas manos y me comenzaron a acariciar, muy rico, esas manos comenzaron a hacerme relajar de mi estrés y mi ansiedad, las manitas del masajista comenzaron a bajar mas de lo normal, sentí que ya rozaban mis senos, pero mientras esas manos estaban entretenidas con mi espalda y parte de mis senos, surgió una nueva voz de mujer, me decía: “aquí todo está permitido y que nadie le contaría nada a nadie”, la voz de mujer me decía “esta es tu noche, es tu momento, déjate llevar y deja de preocuparte, disfruta!”
Las manos seguían avanzando, yo sentía como mis tetas ya estaban acaparadas por ese par de manos, la verdad es que desde ahí ya estaba excitada, poco a poco se me fue quitando el miedo y sin darme cuenta caí en un estado de “que pase lo que tenga que pasar” las manos realmente me estaban acariciándome muy rico, yo estaba disfrutando ese manoseo cuando en eso siento un beso de mujer en los labios, fue sorprendente pero a la vez fue sexualmente rico, me deje besar y correspondí esa lengua, nunca antes había besado una mujer, pero en las penumbras no me importo, seguí con el jueguito, la dueña de los labios me comenzó a quitar el blusón largo que yo llevaba puesto, yo facilite algunos movimientos y en cuestión de minutos quede en ropa interior, sentía caricias de un hombre (el del masaje inicial) y las caricias de la dueña de los labios suculentos, los 2 al mismo tiempo, ambos me acariciaban tetas y nalgas, ambos me besaban la espalda, pecho, y piernas.
La mujer de los labios suculentos me levanta del sillón y me dice: acompáñame ven, me levanto del sillón y me hace caminar entre las telas, llegamos a otro claro de telas donde había taburetes y había luz roja muy bajita, aquí se alcanzaba a ver algunas siluetas y al fondo una barra de bebidas, era un ambiente muy sexual, muy raro, créanme lo mas raro de mi vida.
Estábamos en este mini salón (forrado de telas) cuando se me acerca un mesero y me ofrece un trago, yo digo que si y antes de que yo eligiera que o cual quería, el me destapa una cerveza, no hubo como elegir, antes de terminar de darle el primer sorbo la mujer de labios deliciosos ya me estaba comiendo las tetas, sentía por todo el cuerpo sus caricias, ella usaba uñas largas y afinadas, se sabe cuando una mujer procura sus manos con tratamientos de salón o cuando una mujer se corta las uñas con cortaúñas en casa. esta mujer usaba tratamientos de manicura, yo estaba excitada y muy ansiosa, correspondí a cada caricia, cada beso y cada nalgadita, de pronto mi amiga se atrevió a mas y comenzó a tocarme bajo mi tanguita, (ahí supe porque Perla me recomendó no llevar calzones jajaj) sus manos eran muy expertas, en segundos me humedecí y me deje llevar por la situación, esos dedos me llevaron al cielo en segundos, esa mujer sabia como tratarme y como hacerme vibrar, mi mente estaba tan ocupada en sentir esas caricias y esas lamidas que sin darme cuenta ya había sobre mis tetas un par mas de manos, estas eran mas bruscas, apretaban mas duro, eran mas torpes a la hora de acariciarme, pero al final se sentía rico esa escena de sexo casual sin ni siquiera vernos las caras. Pronto llegue a un orgasmo muy fuerte, di un grito gigantesco, a lo lejos escuche unos aplausos, pero no me importo nada, yo estaba convertida en una zorra, yo era una persona sin conciencia nada, estaba inmersa en sombras y caricias.
De la nada escuche mi celular, no estaba lejos, se oía el timbre de llamada, se escuchaba como como en otra recamara, yo me incorpore y busque, camine entre las cortinas de la mano de mi amiga y lo encontré en la sala donde me quitaron el blusón, cuando volví a esa sala ya había mas gente, no se veían, solo se escuchaban y se sentía mucha mas gente dentro de esa habitación improvisada con cortinas, mi amiguita me intento sentar ahí de nuevo, pero yo le pregunte si había algún lugar para dejar mi ropa, mi bolsa y mi celular, ella me dijo que lo mejor era dejar todo en el auto, que ella me acompañaba, me tomo de la mano y me guio hasta mi auto, cuando salimos de entre las cortinas note que ahí si había mas luz que adentro, y eso que al principio yo juraba que era oscurísimo, ahora me parece la zona mas iluminada del lugar.
En fin abrí mi carro y deje mis cosas, mi amiga me pregunto que si la podía invitar a pasar, yo le dije que si pero mi carro es un auto muy pequeño, tengo un compacto de gama económica (muy incómodo para el sexo) pero le dije que con gusto era invitada, ella se rio y dijo, “ya se a dónde llevarte” me tomo de la mano y me guio hacia otro rincón de ese estacionamiento, yo caminaba en tacones solo con ropa interior, en la mano solo traía las llaves del carro, mi amiga dijo en voz mas alta, ¿alguien que me lave el carro?
En eso salió presuroso el “viene viene” que antes me había regañado por encender las luces y mi amiga le dijo cual era mi carro, le di las llaves en la mano y seguí caminando hacia el rincón misterioso, mi amiga abrió las cortinas y entramos a una nueva área, aquí había una especie de escalerilla que te permitía entrar a un camión sin asientos, en el piso del camión solo había colchonetas y almohadones, esta era la zona mas oscura de todas, aquí si no había ni un leve rayo de luz, aquí no se veía ¡Nada!
En cuanto estuvimos las dos dentro, mi amiguita cerro las puertas del camión y todo quedo en absoluto silencio, aquí ya no se escuchaban risitas ni gemidos ni nada , aquí era silencio total y oscuridad absoluta, mi amiga venia 2 pasos atrás (ella cerro las puertas) yo entre y para no caerme, me recosté en la colchoneta y mi amiga me alcanzo y comenzó a besarme muy tiernamente, después comenzó a besarme tetas y barriga, con mucha destreza me despojo de mi bra y mi tanga, quede totalmente en cueros, ella me recostó de una manera muy cómoda donde abrí mis piernas y ella puso su cabeza entre ellas, me dio una lamida y lengüeteada que me hizo ver las estrellitas mas luminosas de toda mi vida.
Fue un orgasmo hermoso, ella se recostó junto a mi para seguirme besando, entonces me atreví a corresponder el favorcito, yo nunca antes había besado una mujer y hoy hasta sexo oral le voy a practicar (pensé) inicie por las tetas, tuve mucha dificultad para zafarle el corset y ella me ayudo, estaba iniciando mi viaje (con las manos) rumbo a su vagina cuando ella pregunto con voz juguetona ¿estas segura? Yo estaba tan caliente y prendida que no la escuche, ella se incorporó y se deshizo de toda su ropa, cuando quedo totalmente desnuda dijo “ahora si mi amor ven” yo me acerque a gatas a tratar de encontrar sus piernas y meter mi cabeza entre ellas, ella a tientas me encontró mas rápido y se acomodó yo acariciaba su abdomen y de pronto sentí algo descomunal sentí que tenía un pene gigante!!!
Mi amiga tenía un pene mucho mas grande que el de mi marido, era una vergota, me desconcertó totalmente, no sabía que hacer, me dio miedo, me dio asco, me dio algo, no sé qué, ella se me acerco y me dijo: “no te fijes, solo disfruta que ya estás aquí” yo me acerque a lamerle por miedo o por compromiso o no sé porque, era un pene tan grande que generaba mucha incomodidad si lo metía en mi boca, era inmenso, al notar mi terrible ejecución en el sexo oral, ella me giro y comenzó a lamerme la vulva, me dio lenguetones y pequeños mordiscos que hicieron que se me olvidara aquella sorpresota, de pronto sentí como me comenzó a coger en posición de posición de perra, la verdad es que yo no sabia que existieran penes de ese tamaño, nunca los había visto, ni en el porno que a veces reviso, este pene era descomunal, pero adentro de mi se sentía perfecto era como llenarme al 100% eso me generaba mucho placer, era algo violento y sexy, había mucho morbo en mi, físicamente el penesote estaba matándome de placer, pero la idea de que me besuqueaba con una lesbiana me divertía, pero la idea de dejarme coger con un trans, me volvía loca.
Un buen rato me penetro, varias veces sentí orgasmos muy vibrantes, me cambio a varias posiciones, pero donde me hiso flotar fue cuando yo lo cabalgue, ahí si sentí ver a dios y que me sonriera, ¡fue una cosa mágica!
Después de varios minutos de brutal placer, sentí como mi conchita se llenó de leche tibia, no crean que poquito, sentí mucha leche tibia en mi conchita, fue una venida profusa y abundante, fue muy intenso, la verdad fue delicioso.
Después de esta gran experiencia ella me abrazo y unos minutos y alguien tocaba la puerta del camión, yo me incorpore y ella busco su ropa entre los almohadones, yo estaba por caminar hacia mi carro cuando mi amiga me dijo, no te vayas, quiero que conozcas otro lugar, en ropa interior camine hacia otro rincón del estacionamiento, ahí entre a otro camión, había mas ruido y mas calor, el cajón era como los de los trenes, esas cajas de metal amplias y cerradas, así era, a mi se me imaginaba que eran cajas de camión, pero con piso de colchón y almohadones por todas partes, hasta el final se veía una luz muy tenue que parecía una barra de bebidas, trate de caminar hasta ahí pero me tropezaba con gente, se oían gemidos y risitas, se oía barullo pero nada en concreto, nada con claridad, en mi torpe camino sentía caricias furtivas de manos que no adivinaba donde estaban, de pronto me tropecé y caí, entonces fui sometida por muchas manos, muchas risas, muchas palabras, varias manos me sujetaban los brazos y me acomodaban, sentía lenguas por toda la piel, casi de inmediato sentí como mi ropa interior fue rota y se me despojo de ella, sentía chupetones en cuello y espalda, sentía dedos en mi vagina y ano, sentía dedos en mi boca, me jalaban el pelo y me pellizcaban los pezones, me mordían los pezones, me daban nalgadas, me mordían las piernas, las ingles, sentía como alguien lamia lis pies, sentía como uno me comenzó a penetrar un pene, sentía que entraba y salía sin compasión, al mismo tiempo tenia dedos atacando mi ano, dedos atacando mi clítoris, de pronto me jalaban el cabello y dirigían mi boca a mamar otro pene.
No había manera de contar cuantas personas estaban participando conmigo, no había manera, eran muchos, todos me hacían algo, algunas sensaciones eran dolorosas, otras eran muy excitantes, no sé cuántos orgasmos tuve, no sé cuántas veces o cuantas personas me penetraron ahí, no sé cuántas horas pase en medio de esa bacanal, sé que perdí el conocimiento, aprendí que después de varios orgasmos al hilo, tu cuerpo se desmaya, cuando desperté alguien me penetraba por la vagina y alguien por el ano, tenía el cabello y la cara llenas de semen, mis tetas estaban ocupadas por una bocas que me succionaban y me lengüeteaban con mucha fuerza, fue un descontrol sexual súper intenso.
Ha sido la experiencia más morbosa y asquerosa de toda mi vida. Como pude me incorpore y salí de ahí, salí sin ropa, sin zapatos, sin dignidad, Salí mas cogida que nunca en mi vida, de camino hacia la puerta del camión, sentía mas caricias, voces que me pedían que me acostara, yo ya había tenido suficiente, cuando pise el frio piso del estacionamiento me di cuenta de que adentro se quedaron los zapatos y mi ropa interior, ya no importo, solo camine desnuda a mi carro y me metí en el, como pude me enfunde el blusón que ahí estaba hecho bola y sin mas encendí el motor, inmediatamente se acercó el “viene viene” y me pregunto que si ya me retiraba? Yo dije que si solo con la cabeza, no podía hablar, tenía mi boca llena y embarrada de semen, estaba terriblemente desecha mas que nunca jamás, mi cara estaba tiesa de tantos fluidos que pasaron sobre de mi.
Pregunte que cuanto debía, el señor me dijo: lo que guste dejar de propina, yo saque un billete de 200$ y lo entregue, él sonrió y me dijo, “cuando guste sabe que aquí la esperamos de vuelta”.
Maneje hacia afuera del estacionamiento y note que ya era la madrugada, eran casi las 3 am.
Maneje hasta un motel que está relativamente cerca de mi casa, no quise llegar en esas condiciones a mi hogar, yo sabía que no había nadie, pero también preferí asearme y recomponerme en otro lado, rente una habitación y me metí sola, entre a bañarme y me di cuenta de que tenía muchos chupetones y marcas de mordidas en mis tetas y nalgas, lave como pude mis partes íntimas, me dolían mucho, me punzaban, era como haber hecho mucho ejercicio, me sentía exhausta. Me bañé muy bien y me fui a dormir a mi casa.
Al otro día desperté como a las 2 de la tarde, fui a la farmacia a comprarme una pastilla del día siguiente (por si las dudas) y me volvió a llamar mi amiga Perla, esto fue lo que se dijo en la llamada:
Perla- ¿hola como estas?, ya reviviste?
Yo- si gracias
Perla- anoche fui al estacionamiento, te estuve buscando, pero no te encontraba, luego fui al área de cinito y resulta que te encontré, que buena función nos regalaste anoche, mira que hacer que Julia se corra dentro de una dama es novedad.
Yo- ¿cómo sabes eso?
Yo- ¿quién es Julia?
Perla – todo lo que pasa dentro de los remolques es transmitido por cámaras en el área de cinito, nosotras las morbosas podemos verlo todo como si fuera un cine porno, pero en tiempo real. Julia es la trans que te merendaste anoche.
Me quede petrificada, Perla me consoló y me dio confianza, pero me quede atónita, perpleja, quede en shock.
Perla me sugirió que le contara a mi marido, me recomendó invitarlo y dejarlo vivir esa experiencia.
Lo que hice en la mañana fue llevar mi bicicleta al campo, aventarla a toda velocidad a un barranco y con eso fingir una caída y raspones, no podía aparecer frente a mi familia con mil chupetones en el cuello.
Por la tarde volvieron todos juntos, felices y contentos de ver a la abuela, yo estaba nerviosa, pero conté la historia de la caída de la bicicleta en el bosque, mis hijos me creyeron, pero mi marido comenzó a hacerme mas preguntas.
Muy discretamente en la cocina, le dije en voz muy bajita, “cállate y no preguntes, mas tarde te platico, por lo pronto sigue la corriente.
Después le cuento que pasó después.
Besos!