Habían pasado casi una semana después del mamadón tan rico que Coco me dio, entre semana la visitaba casi a diario pero solo para cenar o platicar un rato, claro está que en momentos llegaba el toqueteo y nos prendíamos un poco sin llegar a más.
El último día se esa semana acordamos en ir al cine, fuimos tranquilamente vimos la película cachondeamos un poco en el cine, al terminar regresamos a su departamento, en el auto seguimos con el preámbulo ambos ya sabíamos a lo que íbamos a llegar.
Entrando a su departamento le di una nalgada en sus ricas nalgas, y esos jeans tan ajustados que traía hicieron que el sonido de mi mano en sus nalgas sonara de una manera deliciosa.
Al cerrar la puerta comenzamos a besarnos sin parar mi lengua entraba hasta lo más profundo de su garganta, entre mordiscos y lengua todo aquello que prendió más, sus manos tocaban debajo de mi camisa sin esperar más yo comencé a jugar son sus pechos encima de su brasier, nos acercamos a su recamara me volteo y me arrojó sobre su cama.
Teníamos meses si coger y a ambos se nos miraba es rica una mamada pero es aún más coger y penetrar a alguien o viceversa que alguien penetre tu vagina.
No tardó en subir encima de mi yo tocaba sus nalgas sus pechos, y no tarde en quitarle la blusa, sus pechos no eran muy grandes, pero estaba bien parados, su piel un color moreno claro me enderecé un poco y comencé a besar su cuello daba pequeños lengüetazos a sus oídos eso la prendió mucho, me quito la camisa y yo, le quite el sostén, ahí mire sus hermosos pechos bien parásitos duros, casi sí usar.
Lamo primero sus pezones, ella sentía mi lengua de abajo así arriba mi lengua húmeda al rosar su pezón provocaba que se retorciera, tenía un vientre plano, y en su espalda se formaba un caminito en su columna que más tarde lamí, intente desabrochar su pantalón, pero no me fue tan fácil, al ver ella que fue complicado se volteó y se quedó postrada boca arriba en su cama.
Me incorpore encima de ella, abrí sus piernas, y le frote mi verga ya bien parada por encima de su pantalón en su vagina, ella sin esperar desabotono mi pantalón me levante y baje mis pantalones hasta quedar tan solo con mi bóxer, ella al ver mi verga bien parada y mi bóxer manchado de pequeñas gotas de semen se hinco en la orilla de la cama me bajó el bóxer y comenzó a mamar, se hinco he inclino tanto que podía ver su hermoso culito, tanto así que en ese momento me imagine metiendo mi verga en ese culo.
Me éxito tanto saber todo lo que se iba a meter momentos después, ya que ella era delgadita, un culito pequeño pero bien proporcionado, pensé: ¿en donde se va a meter toda mi verga? Después de unos momentos la levante la arroje con fuerza pero con delicadeza a la cama y le baje el pantalón, solo la deje con sus bragas de encaje negro, un "cachetero" que le sentaba muy bien con su culo.
La abrí de piernas y poco a poco acerque mi verga así vagina, la jale con mis manos en sus piernas hacia mí, mi verga ya bien parada a punto de penetrar solo le hice la braga a un ladito, cuando arrime mi verga a la entrada de su vagina me pidió de una manera muy linda que no fuera brusco al meterla ya que tenía mucho sin que nadie se la cogiera.
Entendida la instrucción, con la cabeza de mi verga ya bien parada y muy hinchada, rose sus labios la acerque más quedo un poco sobre mis piernas y con mi verga note que estaba super mojada, y entonces fue, poco a poco, metí mi verga, no fue difícil ya que de tan mojada que estaba se le fue sin problema, cuando mi verga estaba totalmente adentro yo tenía una sensación de como si alguien me apretar a con un aro el tronco de mi verga, al entrar toda mi verga en su vagina me abrazo las caderas con sus piernas cerró los ojos y se quedó un momento así, después de eso, ella con sus piernas comenzó a moverse y yo, no tarde en meter y sacar mi verga de su vagina.
Emitía gemidos muy ricos, que aún guardo en mi memoria, sus flujos eran más abundantes, en el acto moví mi pierna a un lado y la tomé de tijera, para esto mi ser quería verla a gatas, y moví mi otra pierna para moverla sin sacar mi verga y ahí estaba, a gatas y con su culo bien parado.
Comencé a en vestirla, mis huevos aguados golpeaban sus nalguitas, ella seguía con sus je idos que me excitaban aún más, la acosté totalmente en la cama sin sacar mi verga encima de ella le susurre al oído que si podía cogérmela por el culo, me dijo: – ¿ya se lo haz echo a alguien por ahí?
-No, la verdad es que no, déjame que tu seas la primera. – Pero, jamás me lo han metido por ahí.
– Lo podemos intentar si quieres. – No se, no estoy segura, si quisiera pero se que me va a doler. – Te lo hago despacio, solo vamos a intentarlo. – Ok, pero despacio.
Saque mi verga de la vagina, chupe sus nalgas y escupo su culo, metí mi mano en su vagina tome lo más que pude de sus fluidos vaginales y los restregué en el culo, metí mi verga en su vagina para mojar la un poco más y puse mi pene en su culo, como anunciando que iba a ser mío.
Seguí lubricando con fluidos se su vagina, en eso de la nada me dijo – ya mételo, lo metí poco a poco, ella se inclinaba hacia delante pero yo la reincorporaba a la posición, mi cabeza había desaparecido, la incline hacia mí y lo hundí más hasta que llegó a la mitad sus je idos eran algo tan rico que aún me excita recordar, más de pronto no tarde en de un solo golpe métele toda la verga, dirigió su mano así mi y no me dejó mover se quedó un momento así, yo entendí que tenía que procesar lo que en ella está dentro.
Más de pronto, ella comenzó a moverse se empujaba hacia mí, sus gritos eran en ese momento ya excesivos me decía con voz agitada que ya no se lo fuera a sacar, seguí metiendo y sacando escupía mi verga para que la lubricación no fallará y la lastimara, que rico movía su culo hasta que después de unos minutos ya no pude mas y se vino el chorro de semen que guardaba en mi después de meses sin coger.
Saque mi verga y ella en su posición mire si culo y vi como le salían mis mecos de su culo. Le di una nalgada ella se levantó me beso acarició mi verga como agradecimiento de lo que habíamos hecho, tomó mi mano y me dirigió al baño.
Después de bañarnos me ganó la curiosidad le pregunté, – ¿de verdad nunca te lo habían hecho por ahí? Ella me dijo – mira te mostraré algo. Abrió el cajón de su buro y ahí había un consolador de unos 10 cm no muy grueso. – ¿Sabes que hago con él? – no, no lo sé. – Debes en cuando y casi siempre ya que no he tenido pareja desde hace mucho me doy amor yo sola, pero de unos meses acá mi juguete me ha servido para explorar mi culo, siempre fue una curiosidad de cómo se sentía que me lo metieran, comencé con mi consolador, por eso no batalle mucho en que lo metieras, pero, a ti es al primero que le doy mi culo.