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El chico de la mansión me caza en la calle
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Estaba haciendo un buen día, era un viernes en la tarde con el sol ya casi ocultándose y una brisa que sentía desde el balcón de mi casa, ya llevaba mucho tiempo encerrado estudiando así que decidí darme un descanso y salir a caminar con mis audífonos y solamente tomar aire fresco un buen rato, si bien vivo cerca al centro de la ciudad me gusta caminar por la periferia hacia un pequeño bosque que es bastante tranquilo y perfecto para liberar la mente.

Caminando por la acera de una pequeña avenida ya saliendo un poco de la ciudad noté que un auto negro del que solo reconocí era un Volkswagen me llevaba siguiendo desde hace ya varias cuadras que llevaba girando, no sé a qué se debía ni porque alguien estaría siguiendo a un chico de 20 años, bueno… quizá me quería robar, así que me puse tenso ante la idea pero el bosque ya se acercaba y debía coger una calle que poca gente transita pero no había otra que me llevara allí, confíe en que nada malo pasaría y voltee en aquella calle y el coche a los pocos segundos también giro, me asustó cuando rápidamente se acercaba hasta quedar a mi lado y tocar la bocina, me simbronee y voltee a mirar el coche directamente, la ventana del copiloto descendía mientras me mostraba el rostro de su piloto, no tenía cara de alguien a quien me quisiera hacer daño pero tampoco lo conocía, así que espere a que el dijera algo, aparentaba unos 25 años de pelo castaño, llevaba unas gafas de sol que debo admitir le quedaban muy bien y era muy evidente un gran tatuaje que abarcaba buena parte de su cuello, la ventana seguía descendiendo y pude ver que llevaba una camisa blanca remangada la cual se veía ajustada debido a sus gruesos brazos musculosos de los que también salían varios tatuajes, esperaba ver algún malandro queriendo robarme pero de hecho encontré un hombre que en realidad me quito el aliento al verlo.

– Hey, dijo el desconocido

– Emmm, Hola? Por qué me estas siguiendo?

– No te estoy siguiendo, respondió volteando un poco los ojos.

– Claro que si, lo note desde hace como 5 cuadras, volteabas hacia donde yo iba y aquí estas

– Bueno, es que me pareciste alguien a quien le podía preguntar una cosa, soy algo precavido para hablar con cualquier desconocido

– Que cosa?

– emmm… – note que se puso algo nervioso y no me supo contestar la pregunta, esto era ya algo sospechoso.

– la verdad me pareciste atractivo desde que te vi en la avenida, y el movimiento de tu culo mientras caminabas me hizo seguirte hasta aquí cuando me decidí por hablarte y decirte si te gustaría que te invitara a ir a algún lado

– What?? o sea que me estabas acosando todo el camino?

– Bueno emmm, si y no, al caso… quieres subirte al coche y te llevo a donde ibas?

Me quede pensando un momento, si fuera un viejo verde probablemente le hubiera mentado la madre pero este chico me calienta, no debería aceptar pero el coche también está lindo, así que acepte y me subí en él sin decirle nada, el seguro ya estaba abajo para cuando aborde el auto.

– Bueno y… para dónde ibas?

Demonios se me olvido esa parte, iba para el bosque pero ya estoy en la entrada, que le digo? Piensa, piensa.

– Iba al… centro comercial que queda en el otro costado del bosque.

– hay un centro comercial por aquí?

– si, siempre voy allá a pasar el rato

Sin más el comenzó a conducir a través del bosque a muy baja velocidad que era extraño debido al coche deportivo podía ir mucho más veloz, aquella rareza se solucionó cuando el chico puso su mano derecha sobre una de mis piernas, mis latidos se dispararon de inmediato y tartamudee.

– que que e e e estás haciendo?

Con una sonrisa en su cara quitó su mano, se quitó los lentes de sol poniéndolos en su camisa colgando de su cuello y giro el coche en dirección contraria.

– A dónde vas?

– A un lugar más cómodo

Oh por Dios!! lo tuve frente de mi desde que se detuvo a mi lado hace un rato, y hasta ahora lo capto, en realidad que soy lento para esto pero no me disgusta la idea de lo que va a pasar así que solo me quede viéndolo mientras él se dirigía a donde quiera que se diríjase permanecí en silencio contemplando su cuerpo. No me pude contener y comencé a tocarle sus fuertes brazos recorriendo todos los bordes que se formaban, no eran tan gruesos como los vi antes, eran moderados, apenas acorde al cuerpo delgado que tenía, el me miro un segundo y solo tuve ganas de morderle esos labios carnosos que brillaban con la luz de las calles ya anocheciendo.

Llegamos a una casa que tenía una entrada grande que se abrió en cuanto el auto apareció en el horizonte, la casa no quedaba en la ciudad, no me percate cuando pero salimos unos 3 kilómetros antes de llegar a la casa, entró el coche hasta la puerta de una enorme casa y solo me miro, pasaron 4, 5, 10 segundos cuando fue que se inclinó hacia mi encajando sus labios en los míos, se sentía tan fresco y con tanto lugar para apretar con mis dientes que cuando él se quiso separar lo retuve un poco mordiéndole su labio inferior, en cuanto lo soltó bajo del coche y corrió a bajarme a mi también del coche jalándome de la mano hasta cruzar la puerta de su casa.

En cuanto cruzamos la puerta todo el nerviosismo se fue, me quitó el buzo que llevaba puesto dejando expuesto mi torso y pecho, a lo cual yo seguí desabotonándole su camisa y quitándosela mientras lo besaba, no me quería despegar de él, hacia un poco de frio lo que él noto y me alzó, a lo que yo enrede mis piernas en su torso, en aquella posición y besándolo sin parar fuimos a su cuarto sin hacer mucho ruido pues después me daría cuenta que la casa no estaba sola, pero era tan grande que nadie se daría cuenta que estuve allí, entró a su cuarto y tras de nosotros cerró la puerta con el pie e incómodamente logro echar el pestillo, se dirigió a la cama y caímos en ella ruidosamente lo cual no importo puesto que de inmediato bajo sus manos y me quitó el pantalón junto con los bóxer dejando ahora si todo mi cuerpo desnudo a su vista, se congelo un par de segundos los que aproveche para bajarle el pantalón y ver como su verga ya dura intentaba salir de aquel bóxer, la lamí sobre su bóxer y sentí un poco de líquido pre seminal salir, la frote un poco hasta que no aguante más y le baje el bóxer para meterme su verga hasta la garganta dejando todo su extensión desde el glande hasta las bolas mojadas por mi saliva, él se quitó como pudo el pantalón y los boxers, me levanto dándome un pico y me volvió a tirar a la cama, está vez él cayendo sobre mi.

Sentir todo su cuerpo en libertad tocando el mío, sentir su verga chocando con mi abdomen y como su liquido pre seminal mojaba mi cuerpo me calentaba y ponía cachondo cada vez más fuerte, me sentía salir de mi, sus besos dejaron de situarse en mi boca para situarse en mi cuello y orejas, suavemente, con fuerza, de cada manera lograba que estremeciera todo mi cuerpo, vi lo lujuria en sus ojos cuando notó el estado en el cual yo me encontraba de placer, siguió recorriendo mi cuerpo con su lengua enloqueciendo todos mis nervios que hacían palpitar prontamente mi ano, sin tocarlo ya sentí como se dilataba, con su fuerza no se le dificultó darme rápidamente la vuelta dejando parado mi culo hacia su mirada, separe inconscientemente mis piernas dejando todo mi ano expuesto a lo que él no dudo en probarlo.

Se acercó lentamente, se acomodó y paso su lengua desde mis huevos hasta donde comienza mi espalda pasando con maestría por mi hueco, lo que me hizo recorrer un escalofrío por todo el cuerpo, ya sentía mojado de su saliva mi culo, metía cada vez más profundo su lengua moviéndola en forma circular, de arriba a abajo y de formas que no pude saber cómo hacia pero hacia dilatarme cada vez más, introdujo de pronto un dedo para ya cabía más de uno, no pensó más, se levantó y sitúo su verga en mi entrada, sentía como empujaba lentamente y sacaba introduciendo solo la punta, a lo que yo iba empujando hacia atrás un poco más clavándome más profundo su gruesa verga, poco a poco me lo introducía más, sentía como en mi interior quería entrar cada vez más profundo y yo le abría el paso, cuando entró completamente aguante el gemido pero en un rápido movimiento la saco y volvió a golpearme completamente dentro a lo que el gemido solo salió y caí levantando aún más mi culo.

Él lo vio aún más caliente y comenzó con un rápido movimiento penetrándome, pausándose en momentos para hacer un movimiento con más fuerza a lo que por dentro se lo agradecía, me saqué aquel trozo de carne y me acosté boca arriba, levante separando mis piernas y su verga como un imán se introdujo con facilidad, posé mis piernas en sus hombros cerrándome un poco y vi en su cara el placer que le daba mi agujero apretándose ante su entrada constante mi, me beso y en cada beso intentaba morderlo un poco hasta que no me controlé, torne la cabeza hacia atrás y mis ojos se tornaban a blanco, el placer que me daba aquella verga no me dejaba pensar en más.

Él se levantó de mi cuerpo, cogió mis tobillos en cada una de sus manos y separo mis piernas sujetándose de ellas para darme por el culo con más profundidad, sentí como golpeaba mi próstata y que pronto me haría venir, pero se separó un momento y me jaló de una mano para que me levantara, con un poco de dificultad y dolor en el culo me llevo a una habitación contigua a su cuarto, pasando por un pasillo en el que cualquiera nos pudo ver desnudos, al abrir la puerta vi lo que allí guardaba, una cantidad sorprendente de juguetes sexuales y en el medio un arnés que colgaba del techo.

Me dijo que me acercara a él y me amarró a él quedando en una posición similar en la que estábamos, pero me di de cuenta de la comodidad que le daba a él y el placer que me daría a mí, el arnés permitía un movimiento tipo péndulo, con cada embestida que él me daba me separaba un poco de él para después regresar por inercia con aun más fuerza ensartándome en él, cada embestida llegaba más lejos, sintiendo como salía casi completamente y volvía a entrar hasta sus huevos, sonaba como un aplauso contante cuando veía en su cara como ya casi iba a venirse en mi, bajó sus ojos para conectar con mi mirada y en embestidas descoordinadas y mucho más fuertes me lleno de leche el culo descargando una y otra vez, ver su rostro de placer en su orgasmo sentí mi leche salir disparada hacia mi rostro y cayendo por todo mi pecho y abdomen, con mi orgasmo sentí apretar un poco mi culo en lo que él soltó un fuerte gemido y saco lentamente su verga de mi, en cuanto había salido lo siguió un chorro de leche derramándose en el piso y dejándome el culo untado de él, salía y salía mientras el descansaba besándome y recogiendo el semen que había caído en mi cara limpiando también mis ojos.

Una vez volví a ver sus ojos el me bajo del arnés y me tuvo que sostener, pues mis piernas no tenían fuerza para mantenerme de pie, así con mi culo chorreando su semen volvimos a su cuarto a lo que al cruzar el pasillo esta vez si vi que un hombre de unos 40 años nos vio y se limitó a seguir su camino, entramos en su cuarto y nos dirigimos al baño en el que nos dimos una ducha juntos besándonos entre la ducha, al salir vi la hora en mi celular marcando las 3 de la mañana, por lo que él me invitó a pasar la noche allí y al despertar me llevaría en su auto de vuelta a mi casa no si antes haber tenido un rico mañanero.

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