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El cáncer de mama no me venció, sigo siendo mujer
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Con Alejandro fuimos novios durante 4 años. Terminamos por mis celos a los 30. Él siempre fue hermoso, un 1.80 m de estura, físico súper cuidado en el gimnasio, siempre ropa de primera calidad, y espectacular. Y cogía como los dioses a pesar de no tener “la pija”. Yo, de su misma edad, de buen físico pero nada despampanante. Muy buenas tetas y un culo aceptable. Desde que nos distanciamos, por mis celos, hace cinco años no lo había vuelto a ver. Ahora caminaba de frente a mí con una morocha impactante, y la reconocí como una modelo que aparece seguido en las revistas. Lo que me faltaba para hundirme más en mi depresión.

-Hola preciosa, que bueno verte. Me dijo con una sonrisa increíble, soltando a su acompañante para darme un beso.

-Hola Ale, ¿Cómo estás? Pregunte.

-Bien. Te presento a Tatiana, una amiga. Tati, ella es Guillermina, Guille, una hermosa mujer de la que tuve el placer de ser novio.

-Hola, un place conocerte. Me dijo ella escaneándome con la mirada.

-Hola, un gusto. Dije secamente.

-Seguís siendo una hermosa mujer Guille. ¿Paseando con tu pareja? Me pregunto.

-No Ale, estoy sola, sin pareja.

-Ah, perdón. ¿Estás bien? Te noto rara.

-Problemas, como todo el mundo. Saliendo.

-Tati, escuchame, si queres anda vos a ver lo que querías. Yo después te llamo. Voy a tomar un café con mi amiga.

-Pero Alejandro, dijiste que me ibas a acompañar mi amor. Dijo ella enojada.

-Si, lo dije. Pero Guille me necesita más que vos para comprarte un vestido.

-No, Alejandro, no te preocupes. Anda con tu novia. Dije.

-Vamos a tomar un café. Te llamo después Tati.

Me tomó del brazo y fuimos a un bar.

-Ale, estás loco, te armaste un problema por mí.

-Guille, contame, ¿Qué pasa?

-Me incomoda hablar esto con un hombre, y mucho más con vos. Mejor contame de tu vida.

-Mi vida bien. ¿Qué te pasa?

-Sos tremendo. Hace dos años me encontraron un tumor. Me operaron, quimio, y rayos. Ya terminó, dicen.

-¿Y por qué no me llamaste?

-Porque ya no éramos pareja, ni siquiera amigos. Por mi culpa. Mis benditos celos.

-Sos una boluda. ¿Ovarios?

-No… Mamas, en la teta izquierda.

-Quedaste igual, no se nota nada.

-Ale, tengo un corpiño con relleno. Me sacaron el pecho completo.

-Pero te queda el otro, que es casi el doble de las dos tetas de muchas mujeres. Dijo con una sonrisa.

-No me cargues. No es broma. Dije muy seria.

-Lo sé, perdoname, fue para relajar un poco la cosa. Bien, te quedó un pecho solo. Igual podes ser madre, amamantar. Entiendo que la parte estética juega mucho, pero… No es todo.

-Alejandro, es horrible. Hasta yo me impresiono cuando me miro al espejo. Olvidate que me acueste con un tipo, ya está, fue.

-De que hablas, boluda, dejate de joder. Tenes que sacarte eso de la cabeza, seguís siendo hermosa, y una gran mina. En serio Guille, sabes que me caracterizo por decir las cosas como son. No te voy a mentir justo a vos.

-Ale, no entendes.

-Vamos. Dijo poniéndose de pie.

-¿A dónde? Pregunte.

-Ya vas a ver.

Fuimos a buscar su auto, y partimos. A las diez cuadras entramos a un motel por horas.

-¿Qué estás haciendo, estás loco?

-Silencio.

-Alejandro, ni se te ocurra que voy a bajar, estás muy equivocado. Tu novia…

-Mi novia está feliz comprándose un vestido, no la metas. Bajá.

-Ni pienso bajar.

-Que sea en el auto entonces. Dijo y giró el cuerpo para besarme.

-Basta Alejandro, esto es una locura. Vamos o empiezo a gritar.

Bajó del auto, dio la vuelta y abrió mi puerta.

-Grita ahora, que está la puerta abierta.

-Sos un maldito degenerado. Por favor te pido, vámonos.

-Grita o baja.

Baje del auto y entramos a la habitación.

-¿Por qué me haces esto Alejandro?

-Porque soy un morboso de mierda, que quiere conocer a la mujer de una sola teta.

-Ale, por favor. Dije y me abrazo.

-Gille, porque te deseo.

-Pero vos tenes una…

Me partió la boca de un beso. Quise alejarlo pero no pude. Primero porque me tenía abrazada con fuerza y segundo porque no hice mucho por lograrlo. Besaba tan bien como cuando éramos pareja hace cinco años. Nos seguimos besando y él fue quitándome la ropa, hasta dejarme solo con el brazier y mi tanga. Luego se quitó toda la ropa él.

Trate de tapar mis pechos, que no me vea. Y empecé a llorar. Me tomo de la mano y nos acostamos. Él me abrazo y me hizo poner la cabeza sobre su pecho. Acariciaba mi espalda y de pronto sentí que liberaba mi brazier. Hizo que me lo termine de sacar y siguió abrazándome.

Me hizo poner boca abajo y me quito la tanga. Me beso la espalda por completo y luego separo mis piernas.

-Por suerte no fue cáncer de cachete, porque siempre ame este culo. Dijo riendo.

-Sos un cerdo.

Su lengua empezó a jugar con mi orto, lo odie en ese momento. Me hizo mojar de inmediato. Amaba esa lengua cuando éramos pareja. El placer que me daba era infinito. Y ahora volvía a hacerlo con mi culo. Su lengua fue abriéndomelo poco a poco, hasta que sentí que me penetraba con un dedo. Me estaba poniendo muy caliente. Sin sacarme el dedo del culo, ni dejar de moverlo, me hizo poner boca arriba y su lengua fue directo a mi clítoris.

Lo sentí chupar y jugar y tuve un orgasmo hermoso. Sus dedos empezaron a jugar con mi concha sin dejar mi culo, me estaba volviendo loca por completo el desgraciado. Su boca empezó a chupar mi pecho y yo tuve un orgasmo inmenso. Siguió chupando mi pecho como loco. Otro orgasmo y yo no daba más.

-Cogeme hijo de puta. Le grite.

Sacó sus dedos y me metió la pija hasta el fondo de mi concha, jugaba con sus dedos en mi clítoris, apretaba mi teta y yo lo miraba recaliente. Entraba y salía como un animal de mi concha, me hacía mierda con sus dedos en mi clítoris. De pronto puso mis piernas en sus hombros, y me metió la pija en mi culo, haciéndome gritar de placer. El desgraciado me hacía el culo y me miraba la teta pasando su lengua por los labios.

-Si hijo de puta, esta teta es toda tuya desgraciado.

-Claro que sí, tan mía como este culo hermoso que estoy cogiendo.

-Sos un hijo de puta. Te saliste con la tuya.

-¿Sabes que sos una pelotuda? ¿Cómo pudiste pensar que te metía los cuernos, que mina me iba a coger como vos lo hacías? Boluda.

-Es que yo… Aggg, me estas matando. Con la mina que tenes y me estas cogiendo a mí…

-Y te voy a seguir cogiendo así por mucho tiempo boluda.

-Hijo de puta….

Y tuve un orgasmo gigante, todo mi cuerpo se estremeció. Él no acabó en mi culo llenándolo de leche, como tanto me gusta. Se puso junto a mí, y se masturbo hasta acabar en mi cara, pecho, boca.

Se acostó y fui a higienizarme. Me mire en el espejo y vi mi cara de felicidad. Salí del baño sin taparme el pecho que me faltaba.

-Desgraciado, me hiciste gozar con todo.

-¿Viste que seguís siendo mujer, y muy caliente? ¿Ves que podes gozar y un tipo puede gozar con vos?

-Sí, pero porque sos vos.

-Ningún problema, ahora llamo a tres amigos y esta noche te damos entre todos.

-Ni se te ocurra. Vos sos muy capaz.

-No lo dudes. ¿Para chuparme la pija como andas?

-Hace mucho que no practico. ¿Puedo probar?

-Adelante.

Obviamente volvimos a tener sexo, y del muy bueno. Esta vez, si me acabo en mi culo.

Gracias a Ale pude redescubrirme como mujer.

Fui su amante por dos meses, hasta que ella nos descubrió en su departamento. Pasé a ser la titular.

Por suerte Guille no tuvo nuevos tumores, y hoy es una mujer feliz, junto a Alejandro. Puso una casa de ropa especialmente diseñada para mujeres con mastectomías, parcial o total.

Lo mejor que podemos hacer como hombres es acompañar su lucha. Tienen unos ovarios muy grandes, amémoslas.

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