Hace ya algún tiempo, me tocó ir a un campamento organizado por una iglesia para capacitarme en el manejo de grupos pequeños, jóvenes etc. Nunca me había gustado mucho ese campamento, pues me parecía que era una excusa para reunirse a hacer tonterías que para nada servían, pero como en este caso no iba tipo campamento, me pareció bien ir, porque era una capacitación. Tenía que ir acompañado, mi novia no quería ir, así que me toco asistir con una muchacha de la iglesia que trabajaba atendiendo unas clases.
Ella era muy chévere, bonita, agradable, llegamos al lugar y nos acomodamos cada quien en su habitación, siempre andábamos juntos pues representábamos a nuestra ciudad.
Muchas personas creían que éramos pareja, y nos decían: “ay, que bonitos se ven ustedes dos” y teníamos que estar aclarando que no estábamos emparejados.
Así un día uno de los lideres nos llamó aparte para conversar con él, y nos dijo que nos veíamos bien juntos, ella tenía su novio y yo mi novia, debimos contarle eso y todo porque el hombre seguía insistente. Al finalizar nos dijo que debíamos tener cuidado porque si seguíamos así íbamos a terminar lastimando a nuestras parejas. ¿Cómo es posible? Que tipo tan entrometido, si ni siquiera ella me gustaba ni yo a ella, que mal.
Lo cierto es que a raíz de eso una pequeña espinita extraña quedo en mí, y cuando nos devolvimos a nuestra ciudad, en el bus de regreso, ella se recostó a mi hombro, y por primera vez la desee abrazar y sentía como que ella estaba sintiendo las mismas cosas.
Una noche luego de llegar de ese campamento, conversamos de muchas cosas por mensaje, hasta que hablamos de los besos, de la intimidad y se desató una pasión muy loca y desbordada donde le decía que la deseaba y que me encantaba su espectacular trasero. Sí, es mi debilidad, ella tenía un tremendo trasero hermoso, grande y aun nos sabía si era firme.
Todas las noches siguientes teníamos sexo virtual, era impresionante la multitud de cosas que llegamos a decirnos. Así un día mi PC se dañó, el novio de ella vino a mi casa y ella lo acompaño, el arreglaba computadoras, estábamos allí y cada vez que nos mirábamos había una tensión fuerte. Le dije que si quería agua y me dijo que si, bajamos a buscarla y él se quedó arriba, abajo fue nuestro primer beso, apasionado, desesperado, nerviosos, con él en la parte de arriba de la casa.
Esa misma tarde ella me acompañó a llevarlo a su casa, lo dejamos y fui a llevarla a ella, en el camino no pudimos contenernos, nos detuvimos, nos besamos, acaricie sus muslos, ella andaba en pantalón, lo desabotone y acaricie su rica vagina, estaba empapada, metí un dedo luego dos y le mostré como se ponía mi pene por ella, lo tomo con una de sus manos y se inclinó a mamarlo, casi saca mi leche en dos mamadas, era algo fuera de este mundo. Tuvimos que movernos de allí y fuimos a su casa. En la noche conversamos de nuevo y hablamos del semen en la boca y me dijo que eso no se hacía porque a Dios no le gustaba.
Dos días después, a media mañana salí de mi trabajo y fui a visitarla, no podíamos estar en su casa porque tenía familia pero estábamos con el deseo a mil, así que en la parte de abajo del edificio, detrás de la escalera, nos besamos, recosté su pecho a la pared y hacia como si la penetraba pero con la ropa puesta, ella me pedía que la penetrara, pero era muy arriesgado, estuvimos un rato más así hasta que tuve que irme a pesar de no querer hacerlo.
El fin de semana fuimos a la iglesia para ensayar unas canciones y recibir unas clases, ella andaba con su novio y yo le daría clases de guitarra, el novio se quedó en la parte grande de la iglesia y yo entre con ella a un salón para enseñare lo de la guitarra, cerramos la puerta y después de dos o tres acordes nos empezamos a besar, apasionados, locos, había gente afuera y nos colocamos detrás de la puerta, bese su cuello y mis manos se aferraron a su culote, ella desabotono su blusa y me dejo ver sus senos, la blusa era de botones y sus senos quedaron expuestos, los bese deliciosos, esos pezones paraditos.
Luego ella se agacho y me mamo el guebo intensamente, fuimos a la silla la coloque en cuatro, bajé su pantalón hasta las rodillas, lamí su culo, metí un dedo en su culo, y luego mi pene en su cuca, bombeándola con fuerzas, ella miro hacia atrás y mordía sus labios, era algo extremadamente sexy, no podía gemir porque había gente afuera, seguí dándole y luego lo saqué, me senté y ella sacó el pantalón de una de sus piernas y se sentó sobre mí y se movía rico casi me saca la leche le dije que acabaría, se arrodilló y me la saco con la boca, toda no dejo caer ni una gota.
Que locura, y ellos afuera, nos arreglamos y ya había terminado la media hora de clase.