Mi madre estaba desatada, no la conocía, no era mi madre. Llevábamos todo el día dándonos placer, de una manera u otra, pero gozando mucho de nuestros cuerpos.
Ya habíamos cruzado esa línea, infranqueable que decía mi madre, que nunca cruzaríamos.
Le había dado su mejor cumpleaños, en 54 años y ella me había dado, lo que tanto estaba buscando desde hace poco más de una semana.
Nunca había pensado en el incesto, nunca pensé en mantener relaciones sexuales con mi madre, pero ahora era lo único que pasaba por mi cabeza. Quería más, más sexo con mi madre. Quería seguir gozando con ella. Que los dos nos moriríamos de gusto y placer…
Pero lo que sobre todo quería es que nunca acabara el sexo con mi madre. Para nada estaba enamorado de mi madre, la quería igual que dos semanas atrás. Me gusta estar a su lado y pasar tiempo juntos, pero hacer dos semanas también. Todo era igual, una sola cosa había cambiado en la última semana, esa cosa era, que mi madre y yo, manteníamos relaciones sexuales muy muy muy muy placenteras….
-Ma, te ha gustado? le susurré mientras le comía el lóbulo de su oreja.
-Gustarme hijo es poco, me ha encantado. Ha sido la única vez en mi vida que he conseguido un orgasmo, mientras me follaban. Si tu padre, me hubiese dado este placer desde el primer, día que empezamos a follar, mi vida creo que hubiese sido muy distinta. Dijo muy convencida.
-Ma, me alegro mucho que te haya gustado, que hallas disfrutado, de hecho me alegro mucho que estés disfrutando el sexo, aunque haya tenido que ser tan tarde…
-Bueno cariño, todavía me queda mucha vida por delante.
-Entonces Ma, eso significa que tú y yo, vamos a seguir follando cuando volvamos a casa? le pregunté sorprendido.
-No hijo lo siento, pero no. Una vez que nos vallamos de Madrid, esto no volverá a pasar. Tú tienes que buscarte una mujer que te quiera, que te cuide y que te dé una familia.
-Ma, pero yo no quiero una familia. Yo no quiero atarme a una persona toda mi vida. Tengo 32 años nunca he tenido nada serio con ninguna chica, no quiero ataduras, quiero ser libre. Eso lo tengo muy claro, ahora y antes de que tú y yo folláramos mamá.
-Hijo es tu vida, y yo no seré, quien te diga cómo vivirla. No me arrepiento de los buenos ratos que tú y yo, estamos pasando. No tengo ningún cargo de conciencia, ni por mi, ni por tu padre. Pero creo que es contra natura. Hijo, imagínate solo por un momento que podría pasar si alguien, se enteraría de que tú y yo follamos como locos…
– Pero Ma, no tiene porqué enterase nadie, tendremos mucho cuidado y no diremos nada a nadie. Nadie se enterará.
Yo iré a tu casa cuando salga de trabajar, como lo hacía todos los días, pero en vez de cenar y ver un poco la tele, o charlar… Pues disfrutaremos del sexo… es todo igual de puertas para afuera, pero diferente de puertas para adentro… Le dije intentado convencerla.
-Que no hijo. Te agradezco mucho, que te preocuparas de mi, de que me ayudases a cambiar mi imagen, a ponerme ropa más moderna. Incluso de que me enseñases como se puede gozar en terreno sexual.
Pero aquí en Madrid, acabara toda esta locura. Cuando volvamos a casa, tendré que ir poco a poco con el cambio de imagen.
Qué pensarían mis amigas si ahora me viesen así? Yo que siempre he vestido, poco provocativa, más bien recatada y ahora mira que ropa interior, mira que escotes, mira que tacones.
Mis amigas no se creerían que he cambiado porque si, de la noche a la mañana.
La familia, igual. Tu hermano que diría, y Claudia? que te crees que esos son como tú padre, que no se dan cuenta? Dijo convencida de su discurso.
Claudia es la mujer de mi hermano, la rubia que está como un pan, pero en eso tenía razón mi madre, se darían cuenta del cambio que había dado y en tan solo 1 semana… Pero yo no quería darme por vencido, había caído en las garras del placer que me producía el sexo con mi madre y el placer no era ni parecido, al que había sentido al follar con ninguna mujer.
Una vez hice un trio con dos chicas de compañía, lo había intentado hacer sin pagar, pero nunca se me presentó la oportunidad.
Esa vez pensaba se había sido la vez que más había disfrutado del sexo, la vez que más había gozado, la vez que más cachondo había estado..
Pero no, me equivoqué, la vez que más había disfrutado del sexo, la vez que más había gozado del sexo, la vez que más cachondo me había puesto, había sido cuando me he follado a mi madre. Han sido con diferencia las mejores relaciones sexuales de mi vida…Yo sí que había tenido orgasmos, muchos. Pero no había disfrutado del sexo….
-Vale Ma, pero y entonces cómo vas a seguir disfrutando de sexo, si no me dejas que te vuelva a follar?
-Pues hijo, como lo hacen otras personas, follaré con tu padre, me compraré algún juguetito, o simplemente me buscaré un amante…
La palabra amante, de la boca de mi madre me había sentado como una patada en el estómago. Otra persona que no era, ni mi padre ni yo se iba a tirar a mi madre. Lo siento pero a mí no me hacía ninguna gracia, esa idea.
-Ma, pero si quieres buscar un amante, quien mejor que tu hijo. Yo seré muy discreto, en la calle no llamaremos la atención… No sé, es más fácil todo si yo soy tu amante…
-Que no hijo. No lo entiendes, Si alguien alguna vez me pillasen follando con un amante, seguro que tú padre y yo nos divorciaríamos, ahí acabaría todo. Una mujer desatendida en el terreno sexual, que se ha buscado un amante y su marido les ha pillado. Eso es una cosa que pasa en España seguro cada media hora. Ahora imagínate, como cambia la cosa si es, una mujer desatendida en el terreno sexual, se ha buscado un amante y es su propio hijo… Tu padre no se divorciaría, tu padre se moriría. Tu hermano y Claudia que dirían?
La gente nos señalaría por la calle.
Te recuerdo que vivimos en una ciudad de 250000 habitantes y que nos conocemos todos. Sentenció mi madre.
Cuando lleguemos a casa, guardaré toda la ropa, y complementos a buen recaudo, y poco a poco iré cambiando, mi viejas ropa, interior como exterior, para no llamar mucho la atención.
Vi, que la cosa estaba muy clara. Mi madre cuando nos iríamos de Madrid, no follariamos juntos nunca más, ni me comería la polla más veces. Aquí acabaría nuestras locas sesiones de sexo. Yo ahora no quería volver a follar con otras mujeres, quería hacerlo con mi madre me mataba el morbo. Pero ella creo que lo tenía más que claro..
-Bueno pero Ma, todavía estamos en Madrid, por lo que todavía podemos follar otra vez ahora mismo no? le dije mientras me acercaba en la cama a ella.
-Otra vez u otras muchas veces, mi niño. Todavía nos quedan 3 noches, dos días enteros, porque el jueves tenemos que viajar, pero hasta entonces, hasta el jueves que abandonemos el hotel, podemos seguir disfrutando como locos. Como dos amantes en celo… Dijo mi madre muestras se pegaba a mí y me tocaba la polla.
El sentir que mi madre me tocaba la polla, hizo que se me pusiese como una piedra, no sé qué tenía, pero era rozarme y me ponía como una moto.
Nos destapamos, y tras el nórdico, apareció otra vez el cuerpazo de mi madre. Seguía con el body, las media y el liguero puesto. Me encantaba. Que buena estaba.
Comencé a chupar sus tetas, sus duros pezones, acaricié su coñito, que estaba a tope otra vez, toque su culo, la besé.
Ella meneaba mi polla con su mano, mientras que yo buscaba su clítoris. Estábamos otra vez los dos muy excitados. Me bajé al pilón, le comí el coño de mi madre, ahí había una mezcla de mi leche y los jugos de su coño, estaba encharcado, pero aun así sabía a gloria…
Mientras le comía despacito el coño, no teníamos ninguna prisa, ella acariciaba mi pelo, se lo comía despacito, absorbía su clítoris y pasaba mi lengua solo rozando por todo su carnoso coño. Quería que este polvo fuese como en las películas x, que durase por lo menos 45 minutos. No quería correr.
Mi madre se dejaba hacer, yo tocaba sus piernas, con esas medias…
Subí a comerle la boca a mi madre, ella no paraba de jugar con mi polla.
Me dio la vuelta y me tumbó en la cama, chupo mis pezones y fue bajando dándome besitos por todo el cuerpo, hasta llegar a mi polla. La engulló, se la metió entera hasta que mis huevos hicieron tope en sus labios, subió, bajo, la giro, me la chupaba desde el capullo hasta los huevos, me chupaba los huevos. Me gustaba mucho que bien lo hacia mi madre. Joder hace 3 días no sabía mi hacerse una paja ella sola, y ahora sabía cómo dar placer de verdad a un hombre…
Seguimos con los juegos y los preliminares,
-Quieres que folle ya Ma?
-sí, hombretón, hazme gozar otra vez, haz que me vuelva loca… haz que no olvide estos días por nada del mundo…
Entonces me bajé de la cama la acerqué hacia la esquina de la cama, subí sus piernas para arriba, salió si coño entero… acerqué mi dura polla, a la entrada de su coño mientras apoyaba sus piernas en mis hombros, con mi mano derecha, cogí mi polla y fui buscando su agujero, la apunte, y poco a poco fui metiéndosela muy muy despacito. Entraba sola.
La volví a sacar muy despacito también, La metí un poco más brusco y un ah joder, de placer salió de la boca de mi madre, mientras clavaba sus uñas en mi culo. Estaba seguro que le gustaba y mucho…
Seguí el bombeo, aumentando la velocidad de metida y casada… Mi madre chillaba como una loca, se tapó la boca con la almohada. Gemía de placer. Noté que de seguir, a esa velocidad pronto me correría y no quería.
Llevaba más de 25 minutos de placer pero quería un poco más.
La saqué mi polla y solté la las piernas de mi madre en la cama, era un ser inerte.
Volví a comerle el coño, estaba más jugoso. Se lo comí, pero ella no paraba de gemir y disfrutas con la cabeza bajo la almohada.
Sólo acertaba a decir, si más más más joder y no pares cariño, no pases sigue por favor, vas a matar a tu madre de placer…
Me tumbe en la cama, la agarré, por detrás, subí un poco su pierna, y volví a meter mi dura polla. Estuve otro buen rato así hasta que vi que mi madre no podía más, no sé ni las veces que se había corrido, apretaba mi dura polla con su coño…
Pero para ella ya había sido placer suficiente más de 40 minutos de sexo.
Estaba como muerta en la cama abierta de patas, pero yo no había terminado todavía, me quedaba poco y quería más.
Me puse de rodillas sobre ella y metí, mi polla entre sus tetas, las apreté y comencé a subir y bajar… Mi madre ni se movía, tras unos minutos de movimientos, sentí que me corría, pero no solté las tetas de mi madre, de mi polla salieron varios chorros de lefa que acabaron, en sus tetas, cara, hombros… Joder qué gusto… me ha encanto…
Pero mi pobre madre no estaba para comentar la jugada. Estaba muerta…
Nos limpiamos, mejor dicho me limpié, y tuve que limpiar yo a mi madre, ella no podía ni menearse estaba en stock.
Le quité las medias, el liguero y el body.
La abracé por detrás y caímos rendido en la cama los dos…
Cuando me desperté al día siguiente, seguía en la posición que me dormí. No sé qué hora sería, ni a qué hora nos dormiríamos anoche. Pero solo con ver la imagen, que en esa habitación había, me empecé a poner cachondo.
Mi madre y yo estábamos desnudos, abrazado en la cama que hace, unas horas fue testigo de una noche loca de sexo y placer.
No sé, cuántos polvos, cuántas noches locas, habría vivido esa suite, pero seguro que ninguna como las que estábamos pasando mi madre y yo…
Mi madre cogió mi brazo y lo paso por su cuello, fue entonces cuando dijo
-Hijo mío, tú eres incansable, insaciable. Estas empalmado como un burro otra vez… No tienes fin. Me dijo en broma
– Buenos días mamita, sabes lo que pasa que me he despertado, he visto tu cuerpo desnudo, pegado al mío, y me he puesto como una moto, ya lo ves.
-Lo veo hijo, lo veo, qué hora será.
Solté a mi madre y miré, mi reloj eran las 11 am.
– Joder mamá, íbamos a ver Madrid, y hemos pasado el mayoría del tiempo en la habitación del hotel, durmiendo y gozando…
-Bueno, hay que disfrutar. Quería ver Madrid, pero ahora prefiero, disfrutar del sexo contigo. Lo de ver Madrid tiene solución, pones YouTube y hay miles de videos que te enseña Madrid. Pero en ningún vídeo, te puede dar esta pollita placer. Dijo mientras jugaba con mi polla.
-Mamá, hay que dejar descansar nuestros, cuerpos, si no al final se nos van a irritar y no vamos a poder acabar los días al máximo placer…
-Vale, vale lo entiendo dijo mi madre, mientras iba al baño a mear. Venga levántate vago y vamos a desayunar, voy a darme una ducha rápida, que ayer me pusiste pérdida, pero no tenía fuerzas para levantarme.
-Ya me di cuenta, ahora voy yo y me doy una ducha rápida, que a las 11:30 acaba el horario de desayuno y no me lo quiero perder…
Nos dimos una ducha rápida los dos, y nos vestimos de sport para bajar a de desayunar.
Devoramos, dulces y platos salados, tanto trajín nos producía hambre… Cuando ya habíamos saciado nuestro apetito, subimos de nuevo a la habitación…
-Ma, que te parece si vamos a dar una vuelta por ahí, y conocemos algo más? No estaría de más, pasar por algún centro comercial a comprar ropa, la que me queda limpia es muy de sport.
-Vale hijo, nos vestimos y salimos, pero yo quiero ir a ver el Escorial. Que te parece si vamos allí, lo vemos y cuando volvamos compramos algo de ropa y volvemos al hotel. Ya es tarde son casi las 12 y no hemos salido todavía, además acabados de desayunar no tendremos hambre hasta tarde picaremos algo por ahí.
Dicho y hecho, mi madre se puso un pantalón blanco ajustado, que insinuaba un tanga blanco transparente, con una camiseta con escote y una americana que es estaba de impresión. La verdad que tenía razón, si la viesen sus amiga fliparían, hace una semana, no se hubiese puesto esos pantalones, y mira ahora se ve de lo más guapa.
Salimos del hotel, cogimos el metro, fuimos a la estación de autobuses, cogimos un autobús que nos dejaría en la puerta del monasterio de San Lorenzo El Escorial.
Una vez en el autobús, yo estaba pensando en que acababa mi tiempo, se acababa el placer, fue mi madre la que me sacó de mis pensamientos.
-Qué te pasa cariño? Estas muy callado.
– No, Ma, estoy pensando en mis cosas, perdona.
-Sabes mi amor, ayer cuando me llamaron mis amigas para felicitarme, me dijeron que me veían muy contenta. Ya sabes que Marta, es una aguililla, y me dijo que a ver si en vez de estar en Madrid con mi hijo, estaba con un amante. Que tanta alegría en mi, era sospechosa…
Jaja reímos los dos a la vez. Marta la amiga de mi madre es una madura muy echada para adelante, la verdad que está muy buena, siempre se ha vestido provocativa y siempre le gusta que la miren.
– Me parece a mí Ma, que a Marta si que le da su amante alegría y no el pobre de Paco…
-Porque dices eso? que sabes tú? preguntó mi madre muy extrañada…
-Mira mamá, de siempre me han gustado las mujeres maduras, me han atraído, más que las chicas de mi edad. A tu amiga Marta me la he comido con la mirada cientos de veces, sé de color lleva las bragas o los tangas. Siempre ha sido la más echada para adelante de tus amigas, y siempre le gusta que la miren.
Paco, solo piensa en cazar y trabajar, no se da cuenta que el conejo de casa se lo está cazando otro…
-Hijo, como te has dado tu cuenta de eso? me dejas helada, y ella pensaba que nadie sabía de sus escarceos amorosos…
-Ma, una mujer tan atractiva como es Marta, le tiran los tejos todos los días, y ella que es muy echada para adelante se deja hacer. Está claro.
-Pues sí, tiene un amante 20 años más joven que ella, es de tu edad, yo siempre le decía que cómo podía hacer eso, ahora la verdad que la comprendo.
Pero yo pensaba que a mí nunca me pasaría eso. Y míranos…
– Bueno Ma, la vida es para vivirla, seguro que se dan buenos festivales Marta y el novio.
-Si, ella no quiere entrar en detalles nunca. Nunca nos los ha dado, ni nosotras se los hemos pedido, pero ahora comprendo, las tardes que pasan mientras Paco está de caza.
Nuestra conversación, llegaba a su fin acabábamos de llegar.
Visitamos el Monasterio, sin mucho que contar, solo unos besos con pasión algún toqueteo cuando nadie nos veía,
Tras unas horas allí, volvimos a coger el autobús que nos dejaría en la estación de autobuses. Volvimos a coger un metro y llegamos, cerca del hotel. Mi madre me dijo que era hora de comprar algo de ropa. Fuimos a un centro comercial con muchas tiendas y muy grandes…
Entramos en una de ropa de hombre, era grande había gente, pero las dependientas no te agobiaban.
Cogimos dos pantalones, dos camisas juveniles pero elegantes y una chaqueta medio América. Fuimos a los probadores.
Entré en el último los demás estaban ocupados. No eran de cortinas eran de puerta, además eran muy amplios. Invite a que mi madre pasará, pero sin ninguna mala intención, solo para que diese su opinión.
Me desnude, me quedé en calzoncillos, me puse el primer pantalón, y la camisa.
Mi madre dijo que estaba guapísimo, que parecía otro, pero que tendríamos que comprar unos zapatos.
Cuando estaba frente a mi madre dando una vuelta para que me viese como me quedaba la ropa, Empezó a acariciar todo mi cuerpo, incluyendo mi polla por encima de los pantalones yo, al segundo le respondí con una erección de caballo.
-Joder mamá, que haces? Que quieres de mí? me hice el ofendido
-Nada, sólo te toco, un poco….
Me quito la camisa y los pantalones acarició mi polla, estaba desatada, esta mujer quería ahora follar en todos los lados, no podía esperar ni a llegar al hotel… Bueno eran ya las 19 y todavía hoy no habíamos follado…
-Ponte los otros a ver cómo te quedan con la otra camisa, guapetón que me tienes loca, me susurró mientras me daba un beso con lengua y acariciaba mi dura polla.
Me puse, como pude con la erección que tenía, los pantalones y la camisa.
-Tú, te pondrás cachondo viéndome a mi vestida como a ti te gusta, pero yo también me pongo cachonda cuando, te veo como a mi me gusta.
Dicho esto, me deje hacer, quitó mi camisa y bajo los pantalones los colgó, en la percha y se puso de rodillas ante mi. Comenzó a comerme la polla en el probador, Esto no me podía estar pasando a mi. Ni cuando tenía 20 años las chicas me hacían estas cosas y menos en un sitio público.
La verdad que entre lo cachondo que estaba y el morbo de la situación me corrí, en poco tiempo.
– Ma, va va, me corroooooo le dije.
Pero ella no saco la polla de su boca mientras se la llenaba de lefa… Se la trago toda. Se levantó y me comió la boca.
Mientras nos fundíamos en un apasionado beso, desbroche el pantalón de mi madre, metí mi mano, entre su tanga y comencé a frotar si clítoris estaba cachonda pérdida. Estaba muy mojada, ya llevaba un rato cachonda. No paraba de comerme la boca, alguien intento entrar.
-Ocupado, dije yo al otro lado…
Muy ocupado estaba, estaba en el probador haciéndole una buena paja a mi madre. Al poco tiempo mi madre, cogió mi mano y la apartó de su coño, estaba claro que había tenido también, su orgasmo.
Seguimos besándonos, un poco más. Hasta que mi madre dijo.
-Me matas cariño, así con este trajín no cumplo los 55. Anda vístete, y vamos nos llevamos los dos pantalones y las dos camisas. Vamos a comprar unos zapatos. Dijo mientras se arreglaba y abrochaba su pantalón.
Abrí la puerta y me aseguré que no había nadie, en el pasillo, salimos como si nada.
Compramos unos zapatos y una cazadora.
Pusimos rumbo al hotel. Por el camino picamos un poco.
Llevaba en una mano, las bolsas de ropa que había comprado y en la otra la cogía de la mano a mi madre.
Mientras caminábamos, mi madre sacó la conversación de lo que había pasado en el probador…
-Hijo, no sé qué me ha pasado en el probador, pero te he visto, así y me he puesto como una moto, me ha dado mucho morbo la situación. Espero que te haya gustado.
-Joder mamá, gustarme en poco, me has decolorado un poco, no me lo esperaba para nada, pero me ha gustado muchísimo. La verdad que todo lo que me haces me gusta mucho, mucho…
-Y qué propones para esta noche? Me pregunto curiosa.
-Que te pareció, el otro día cuando viste el vídeo de la madura que le chupa la polla al chico? Le pregunté a mi madre.
-No se la verdad es que me gustó, me dio morbo. Nunca había visto porno, pero me puse cachonda, no sé si por verlo contigo o porque me gustó, pero me calentó mucho.
-Pues podemos poner algún vídeo, y lo recreamos, en el jacuzzi, que casi no le estamos dando uso…
-vale, me parece buena idea, podemos probar porque no. Puede ser morboso.
De camino al hotel, le conté a mi madre que en internet hay páginas que se dedican al incesto, a videos de madres con hijos, hermanos… y que también, hay páginas de gente que cuenta sus historias, mi madre flipaba.
Por fin llegamos al hotel, dejamos las bolsas, y comencé a llenar el jacuzzi.
Me acerqué, a donde estaba mi madre, la cogí por sorpresa por detrás, y comencé a darles besitos por el cuello, mientras acariciaba sus tetas y tocaba su húmedo coño. Esta mujer estaba en mojada todo el día. Su tanga está empapado.
-Pero espera un poco hijo, no vamos a ir al jacuzzi? Mira que eres impaciente… dijo mi madre, mientras buscaba mi cara.
Nos dimos un beso muy largo, mientras que el uno desnudaba al otro, mientras que llevábamos el jacuzzi, la cosa iba para largo.
Una vez desnudos y con el jacuzzi lleno, puse un par de gintonic para calentar un poco el ambiente.
Nos metimos los dos, dentro la televisión de 54 pulgadas quedaba Justo enfrente del jacuzzi, cogí mi móvil con cuidado de mojarlo, y nos pusimos a buscar en internet. "videos de incestos madre e hijo".
Salieron muchas páginas, y muchos vídeos vimos algunos, y cuando hubo uno que llamó la atención de mi madre lo puse. Lo envíe a la tele para verlo bien y dejé el móvil fuera.
El chico iba a la habitación de su madre a buscar su ropa interior, y cascarse una paja, la madre le pilla. Entonces le reprende, pero al poco empiezan a comerse enteros y follar como locos.
– Que te está pareciendo? Ma, le dije mientras le metía mano dentro del jacuzzi.
-Me gusta, podíamos ser tú y yo… dijo mi madre muy cariñosa.
-Sabes Ma, yo también he buscado en tu ropa interior muchas muchas veces, y me hacía pajas cuando no estabas en casa…
-Que si? dijo sorprendida mi madre, así que había veces que mi ropa no estaba como la había dejado, pero no pesaba que el guarro de mi hijo se hacía pajas con mis bragas… dijo en broma
-Conocía toda tu ropa interior, toda toda, que aburrida era, las tallas…
Menos mal que esto ha cambiado…
Mi madre se puso encima mío y empezó a comerme la boca mientras restregaba su coño, contra mi polla, seguía cogiendo sus tetas mientras ella, me daba mordisquitos en mi oreja.
– Mira Ma, como le hace una paja la madre al hijo con el coño.
El chico estaba tumbado y la madre le hacia una paja al hijo, con el coño, subía y bajaba su coño de contra su polla… Mi madre puso atención…
Le chupe las tetas y los pezones, entonces mi madre se puso encima mío, y metió mi polla en su coño, ahora ella llevaba la iniciativa.
Comenzó a subir y bajar el ritmo, al principio despacio luego fue subiéndolo.
Mientras que mi madre saltaba sobre mi polla, la cogí de la tetas, y empecé a retorcer sus pezones, mi madre gozaba, de su boca salían mil quejidos. Seguimos un poco más en esa posición. Luego la puse a cuatro patas dentro del agua y empecé a follármela un poco más fuerte…
-ahhh qué gusto sigue mi rey sigue quiero más. Esto me gusta me ha puesto muy cachonda el vídeo, dame más mi amor. Quiero más…
Seguí un rato más bombeando en esa posición, a mi madre le gustaba mucho pero a mí también.
Mis huevos pegaban en su coño y un ploz, ploz sonaba a ritmo. Aguante un poco más, me separé me senté en el borde del jacuzzi y dejé que madre chuparía mi polla, hasta correrme.
Me hizo una buena mamada, cuando me iba a correr, cogí mi polla y me corrí en sus tetas…
Me gustó mucho. Pero mi madre no había llegado todavía al órgano, mientras que estaba en el agua, metí dos dedos por su coño y con mi dedo gordo, busqué si clítoris, los metía y sacaba a toda la velocidad que podía y movía su clítoris lo más rápido posible. Sé que le estaba gustando mucho por su forma de retorcerse…
-si si si, me gusta me voy a correr ya me voy a correr joder joder… no puedo más… ah ah qué gusto me corro, me corro!
Baje la intensidad y saqué mis dedos, no fundimos en un largo beso y nos quedamos relajados un rato más en el jacuzzi…
Comenzamos a charlar.
-Sabes cariño, cada polvo que echamos es diferente, cada vez me sorprendes con una cosa nueva o una nueva posición. Me encanta este juego.
-Bueno Ma, me alegro que disfrutes, que te guste… Intentaré seguir sorprendiéndote.
-Si cariño, pero eso ya mañana, hoy ya no puedo más, estoy muerta nos vamos a la camita a descansar? mañana es el último día entero que estaremos aquí…
-Vale, coge los albornoces, nos secamos y nos vamos a la cama. Le dije a mi madre reventado a más no poder…
Nos secamos, di crema a mi madre por su cuerpo y nos metimos en la cama los dos desnudos. Nos abrazamos, nos besamos y nos toqueteamos un poco, a los 10 minutos, estábamos dormidos abrazados.
Continuará.