Hola mis amores, éste es mi primer relato, espero que les guste.
Aunque soy un hombre bisexual por primera vez decidí actuar, pensar y sentirme como una mujer, como una puta a la cual no le importa nada más que el puro placer enfrente del machito que me partiría en dos.
Bueno, esto pasó hace unos días en la casa de mi tía para hacer una parrillada y sí, lo sé, hay pandemia, pero uno ya está harto de estar encerrado todo el día y pensé que una buena parrillada no caería nada mal y todo esto con un rico palo como extra para mi sorpresa, en fin, mi tía dijo que iría un amigo suyo y todos estuvimos de acuerdo al fin y al cabo es su casa y ella sabe a quién deja entrar y a quien no, como quiera a mí me agradaba la idea de que fuera porque ya lo conocía ya que va de manera regular a visitar a mi tía (es soltero) y desde hace tiempo le traía ganas, de hecho me he tocado pensando en él.
Su amigo es gay, tiene 33 años, como 1.80 de estatura, güerito, ni feo ni guapo, ni flaco ni gordo, pero eso sí, con el pantalón que traía puesto como se notaba aquel paquete se cargaba entre sus piernas ufff una ricura. En cambio yo tengo 18 años, mido 1.65, ya algo rellenito por esta gordentena, también güerito, pero con unas nalgas muy apetecibles. Tenía un pantalón puesto que me apretaba las nalgas, la verdad, casi todos mis pantalones me aprietan de las nalgas puesto que me gusta provocar.
Todo empezó como de costumbre, llegamos a la casa de mi tía, preparamos todo lo necesario para asar la carne y salude a ese chico el cual (omitiré su nombre por privacidad) muy educado me saludo también, notaba como de vez en cuando él me echaba un vistazo de reojo hacia mi culo lo cual me calentaba me ponía al 100 y yo se lo devolvía pero hacia su paquete igual de reojo. Charlamos un poco y mis padres se fueron por el resto de familiares y mi tía tuvo que salir a hacer unos pagos de su negocio y ese chico y yo nos quedamos solos en la casa; a mí me encargaron prender el fuego en el asador y a él que me ayudara en lo que necesitara.
Él me preguntó amablemente si me podía ayudar en algo pero yo le dije que no, que así estaba bien él me dijo que ok y se sentó con su teléfono celular en una mesita que está enfrente del asador. Mientras yo acomodaba las cosas, si me tenía que agachar, lo hacía de tal modo en que mi culo apuntara hacia él de una manera muy descarada para que me viera y yo pudiera atraparlo y hacer algo.
Después de varios intentos de manera despistada noté como se me quedaba viendo fijamente y volteé repentinamente, él se puso nervioso y yo me le acerqué.
-¿Qué ves? ¿Acaso te gusto? -Le pregunté en un tono algo serio.
Se quedó callado todo nervioso.
-Sí, te gusto y eso de aquí abajo me lo confirma.
Oh dios, su pene estaba durísimo, no hacía falta tocarlo para darse cuenta que lo tenía parado y grande, solo bastaba con ver el bulto sobresaliente ay que rico ya quería metérmelo todo a la boca, mi nivel de excitación estaba en lo más alto o eso creía.
Entonces me paré y me di media vuelta alzando mis nalgas hacia arriba para que pudiera verlas mejor y solo miraba, pero no decía nada así que tomé su mano y la puse en mi culo.
-Tranquilo corazón que yo también te traigo ganas, puedes tocarlas si quieres. –Dije yo.
-Mmmh, que buen culo tienes. –Me dijo mientras lo masajeaba de una manera lenta y rica.
Entonces me siento arriba de su bulto frotando mi culo contra él.
-Ay papito que rica verga tienes, perfecta para mamarla y montarla.
-Vaya, quién diría que alguien como tú le gustara tanto la verga. –Dijo él.
-A mí no solo me gusta, me encanta y a partir de éste momento seré tu perra, seré tu puta, ésta zorrita es tuya ahora. –Y me le eche encima para besarlo y wow! Besa muy rico, unos labios carnosos y una lengua que sabe hacer su trabajo.
-Vente mi amor vámonos para adentro. –Le dije y nos fuimos besando hasta llegar a un cuarto y entrando nos tiramos en la cama, nos retiramos nuestras prendas y nos seguimos besando. Me besaba y lamia el cuello, pecho y espalda de una manera tan apasionada y pervertida mientras agarraba mis nalgas y yo su grande y gruesa verga. Nos pusimos en posición de 69 para yo poder por fin comerme su enorme pito y el me comenzó a estimular mi ano con su legua, no puede ser, es la primera vez que hacen eso, comenzó a meterme un dedo, luego dos y finalmente 3 y se sentía tan rico.
-Mmmm… ummm ayyy –Yo solo gemía del placer, entonces yo ya no aguantaba más y suplique que me la metiera toda.
-Vamos corazón dale verga a tu putita, enséñale a tu hembra quien es el macho aquí. -Entonces me acomodó de perrito, me escupió en el culo y me la metió toda de un solo golpe y empezó a bombear muy duro.
-¡Ayyy ayyyy, si mi amor dame, sí, así más duro, uyyy. -Sentí un dolor enorme, pero fue siendo reemplazado por si el placer.- Vamos nalguéame fuerte. -Empezó a nalguearme.
-¿Te gusta culera? ¿Te gusta que nalgueen mientras te cogen eh?
-Sí me gusta, mmmm, me encanta.
Y así estuvimos un buen rato, cogiendo cambiando de posiciones besándonos mientras yo me masturbaba, el placer, el placer estaba a tope. Ese calor que había entre nosotros, nuestros cuerpos tocándose mutuamente era algo espectacular. En eso lo veo y le digo:
-Tremenda cogida que me está dando un tremendo cabrón -Dije yo.
En eso me da una cachetada y me excité aún más y él me respondió.
-¿Cabrón yo? Eres una zorra muy grosera y te acabas de ganar un castigo.
En ese momento me aventó quedando yo boca arriba, puso mis piernas sobre sus hombros, me agarró mi cuello con su mano izquierda para ahorcarme mientras que la mano derecha me la acercaba a la boca para que yo pudiera chuparle los dedos, me metió toda su verga y comenzó a darme, pero más fuerte y más rápido, oh sí, ese placer fue algo hermoso.
-mmmm…
-Tienes que aprender que a tu macho se le respeta. -me dijo él y otra vez aumento la velocidad con la que me penetraba. Yo ya no aguantaba más y me vine, el placer que me causaba ser penetrado era mucho.
Él sacó su verga de mi culo y me lo dejo palpitando, todo abierto mientras yo temblaba por el dolor y el placer de haber sido penetrado, se empezó a masturbar enfrente de mí.
-Ven acá y abre la boca que te vas tragar toda mi leche.- Yo obedecí pensando que solo me los iba a aventar pero me metió toda su verga en mi boca también de un solo golpe, me dieron arcadas y algo de asco puesto que él me la había metido sin condón así sin limpiarse ni nada pero por la excitación fui perdiendo el asco, entonces él comenzó a cogerme la boca bombeando de una manera agresiva hasta que se vino, me la sacó para que yo pudiera tragármelos.
-Que rica lechita mi amor, esta calientita. -Dije yo.
-Calla y limpia mi verga con tu lengua. -Y empecé a limpiarla desde el tronco hasta la punta.
Terminé y nos cambiamos.
-Éste es el primer culito que de verdad me deja satisfecho, eres una puta muy buena.
-Claro que sí amor y estaré dispuesta para lo que me pidas.
Después recogimos bien todo para que no quedara rastro alguno de lo sucedido ahí y seguimos con lo demás para hacer la carne y yo caminaba cojeando por lo adolorido que me había quedado mi culo.
Bueno espero que les haya gustado este relato amores.
Que se la pasen bien, cuídense y tengan mucho sexo.
Chau.