Uno piensa que la vida de modelo es solo lujos y dinero, pero no es así, a veces hay abusos y muchas malas influencias y yo caí en ese mundo.
Tenía 18 años, era toda una malcriada, no respetaba a mis padres, tenía una rivalidad marcada con mi padre y en base a eso hoy les contaré una anécdota de hace 25 años, cuando teniendo solo 18 años me metí con el socio de mi padre, un señor de aquel entonces 55 años.
Todo comenzó cuando me lo presentó en una fiesta en mi casa, él se llama Mauricio, el señor era casado con hijos mayores que yo, era de pelo muy canoso, cachetón y muy gordo, pero lleno de dinero.
Iré directo al grano, yo estaba metida en el mundo de las drogas, él me descubrió una ocasión y me dijo que le diría a mis padres que era su deber, yo lo convencí hablándole bonito, siempre he tenido ese don!
Me volví tan hipócrita, que acudía a él cuando no tenía dinero para seguir metiéndome la mierda, la verdad fueron días complicados.
Pero toque fondo aquel día de enero en el cual mi desesperación por tener dinero me hizo prácticamente prostituirme con Mauricio.
Fui a su casa a pedirle dinero, como me iba a ir de fiesta ese día llevaba un minivestido gris escotado y mis botas del mismo color, al tocar la puerta el me abrió, él estaba en bata, me hizo pasar a su casa, yo tenía prisa así que le pedí el dinero, pero él sonriendo me dijo que no.
M: Sabes cariño, me debes mucho dinero y ya necesito que me pagues.
C: no seas así, ¡sabes que no tengo ni un quinto!
M: Uy cariño, eso no está bien, no puedes usarme como tu monedero, necesito algo de todo lo que te he prestado, haciendo cuentas son casi cien mil pesos.
Cuando me dijo eso casi me desmayo, tanto dinero, de donde lo iba yo a sacar, pero sabiendo de mi encanto trate de salirme con la mía.
C: Mauricio por favor, sabes que no tengo dinero, dame un tiempo y te consigo algo.
M: No corazón! Tu no trabajas, como piensas pagarme? ¿Le pedirás dinero a tu papa?
C: Claro que no!!! me mataría si se entera que te debo a ti!
M: Pues tal vez acepte algo!
Yo le sonreí, nunca antes él se había propasado conmigo así que pensé que me daría un plazo, pero en realidad pasó otra cosa.
M: Cindy, me gustas, estás bien rica, te quiero coger!!
C: Que?!
M: Lo que oíste, mira dame las nalgas y te descuento 25 mil pesos, como ves, además te doy lo que necesitas ahorita!
Me quedé en silencio, no me esperaba esa propuesta, quería huir, pero trate de jugar con mi suerte.
C: Está bien, pero dame el dinero y regreso al rato!
M: ¡Jaja! Que linda eres, crees que soy tonto, ¡jaja!
C: ¡Pero en serio, necesito irme ya!
M: Mira cariño tienes dos opciones o me aflojas y te llevas tu lana o le digo a tu papa lo adicta que eres y además que me has robado.
C: ¡Tonto, tu no harías eso!
M: Pruébame nena, no juegues conmigo.
No tenía de otra si quería seguir en mi mierda tenía que coger con ese viejo, ni modo, ahora tenía que pagar las consecuencias de mi ingenuidad.
Mauricio me llevó a su habitación, tenía una cama king size, se quitó la bata, estaba totalmente desnudo, su pene lo tenía pequeño, me miró y se acostó.
M: Quítate el vestido nena, déjate solo las botas!
Yo lo obedecí, me desnudé mostrándole mi cuerpo, la verdad pensé que no duraría mucho así que fui coqueta, me acaricie las tetas y fui hacia la cama.
Me acosté y Mauricio comenzó a besarme el cuello, me lamía con desenfreno los pezones, sus manos apretaban mis muslos, yo gemía y cerraba los ojos, poco a poco me comencé a humedecer.
M: ¡¡¡Chiquita!!! ¡Qué rica!
Su lengua bajó hasta mis entre piernas, lamia muy rico, yo me retorcía lentamente al sentir su rasposa barba, dos de sus dedos entraron a mi vagina, la palpaban con una experiencia única, sabia como moverlos, yo me levantaba gimiendo, mi concha mojada ya se encontraba.
C: ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡Uhm!!!
M: ¡¡¡Cariño!!! ¡Así te quería gimiendo como puta!
Su lengua fue directo a mi coño, lo devoraba con experiencia, sabía utilizar muy bien la lengua, yo gemía y gemía mientras levantaba mis piernas y su lengua llegaba de mi culo a mi coño en instantes.
C: ¡¡¡Agh!!! ¡¡¡Que rico, uhm!!
M: Tienes un coño delicioso, tal como lo imaginaba, uhm!!
Yo me retorcía toda, no dejaba de gemir, Mauricio me tomó de la cintura y me dio la vuelta obligándome a ponerme en cuatro patas, ahí lamió más rico mi coño y mi culito, su lengua me daba un placer espectacular.
M: Uhm!! Que rico culo y coño, uhm!!
C: ¡Ah! ¡¡Uhm, uy, agh!!
No podía aguantar más, así que comencé a venirme expulsando chorros de placer en su cara y el viejo rabo verde los tragó ¡como si nunca hubiera bebido agua!
C: Ah!!! Uy, uhm!!!
M: ¡¡¡Si mami!! Que rico sabes, ¡¡uhm!!
Inmediatamente después él me acostó boca arriba, abrió mis piernas y de una me metió su verga, se movía como loco jalándole el cabello y mordiéndome el cuello y las tetas.
M: Mami, que rico, así te quería tener ¡mendiga!
C: Agh, Mauricio, uhm, agh!
Levanto mis piernas y me estrujaba con fuerza, pese a no ser tan dotado, Mauricio sabía moverse bien y me tenía gimiendo.
Me puso de ladito y levantando una de mis piernas me la metía rico, apenas si me entraba la puntita pero se sentía genial.
M: Cindy, uhm, que rico coges nena!
C: Agh, uhm, mas, dame más!
Se acostó y me subió en él para que lo cabalgara, yo subí y me movía en círculos, brincaba de vez en cuando para hacerlo gemir, era mi primera vez con un maduro y lo estaba gozando bien rico.
Mauricio no necesitaba tener una vergota, sabia como moverse y como moverme, yo gritaba de placer, él me acariciaba las tetas y me las mordía, qué rico momento.
M: ¡Cariño ponte en cuatro patas!
C: ¿Así?
M: ¡Que rica te ves! uhm, que rico culo se ve, pero te la voy. a meter rico en tu coñito!
Me tomó de la cintura y me comenzó a embestir suave acariciando mis muslos!
M: Tienes unas piernas hermosas, uhm, tu espalda me encanta, mueve las nalgas amor, muévete solita!
Comencé a moverme en círculos, mis nalgas chocaban con su panza pero aun así se sentía rico, él se aceleró y me embestía con fuerza, no pudo aguantar más ¡y comenzó a venirse dentro de mi!
C: ¡¡¡Ah!!! Sácala, uhm, ¡¡¡no mames sácala!!
M: ¡¡¡Agh!!! Perdón!!!
El orgasmo fue genial, la verdad yo también me vine, una vez pasado el momento, me vestí y él me dio mi dinero, quedamos en que cogería 4 veces más con él hasta saldar mi deuda y les cuento que termine de pagar.