Eduard se ausentó bastante tiempo, como había prometido cada vez estaba más convencido en que por fin podía desatar todas sus fantasías sexuales con Elisa, la chica que tanto deseaba y ahora era mi novia pero, con un giro del destino terminamos siendo amigos y llegue a compartirla con él.
Regresó con muchos regalos que el nombró como "accesorios de perversión".
Llegamos a un nivel de confianza y relación abierta que compartimos un grupo en una red social, donde nos dirigíamos entre los tres, por supuesto que después de la tremenda cogida que le había dado a la conservadora Elisa estaba sediento de más sexo, así que por medio de ese grupo nos hacía llegar sus videos masturbándose y sacando el semen de su prominente verga para deleite de Elisa.
En mi caso no era más que envidiar y saber lo mucho que me falta para estar a su nivel y desarrollo. Elisa luego de lo último es más extrovertida, más suelta y vulgar y ese giro de personalidad me encanta, a veces comentábamos sobre Eduard y le preguntaba si lo estaba esperando ansiosamente.
-Espero no te moleste pero sí- contestó mi novia.
-Para nada, me alegra saber que disfrutas- respondí.
Eduard y yo nos encontramos al siguiente día en nuestro trabajo, nos saludamos y compartimos las vivencias en nuestras ausencias mutuas por lo que el día se desarrolló igual, con la rutina laboral. Todo parecía ir normal, casi sin mencionar nuestra última picardía pero sabíamos que el tema estaba sobre la mesa.
-Tendremos una fiesta en la casa de mi madre, me gustaría invitarlos- dijo Eduard.
-Gracias me parece bien- le respondí.
Luego de puntuar detalles de la fiesta seguíamos con las pláticas tontas y efímeras. El día de la fiesta había llegado y nos apresuramos a ir con Elisa, ella muy elegante y sensual era imposible no notarla, por lo que yo fanfarroneaba a su lado como pavo real. Saludamos a los invitados y estaba allí y Eduard nos presentó a su primo JeanCarlos, un joven de 22 años de edad, apenas 3 años mayor a nosotros, él muy encantado saludó a Elisa muy amena y coquetamente.
La fiesta iba muy bien, la música agradable y la noche tomaba su curso, Esuard se acercó a mí y entre música y baile me dijo que lo acompañáramos; que él quería mostrarnos algo, así que lo seguimos a su cuarto y ahí estaba sobre la cama una caja grande, dijo que era nuestra y que lo aceptáramos como un regalo. Emocionados abrimos la caja con mi novia y dentro estaba ropa para ambos, zapatillas y celulares modernos así que alegres agradecimos a Eduard. Dentro de una bolsa negra había un regalo exclusivo para Elisa así que él le pidió que lo abriera y mostrara, Elisa abrió el paquete y en él habían mucha ropa interior sensual, bolas, vibrador, aceite lubricante, orejas de conejos y todo tipo de babydoll, conjuntos sumamente excitantes.
-Espero verlos lucir pronto- Dijo mi amigo con morbo.
-Pronto- respondió Elisa sonrojada.
Mientras terminábamos de ver los regalos Eduard me comenta:
-Maje, JeanCarlos preguntando por Elisa; diciendo que está bien buena y que rica está, que me apresurara a presentársela pero yo le dije que no; vos no sos su hermano sino su novio por lo que le dio mucha pena.-
-JAJAJA, no lo puedo culpar- respondí con ironía mientras los tres reíamos.
Luego de esa noche volvimos a casa con nuestros regalos, mientras que Eduard nos escribía por medio de nuestro grupo de red social que Elisa le mostrara como le habían quedado sus regalos íntimos, así que decidimos enviarle fotografías y un pequeño video pero sin mostrar su rostro por razones de seguridad, así que mi amigo los recibió muy bien, al instante envió un video corto masturbándose y usando lubricante en su enorme verga.
Al día siguiente nos encontramos en nuestro trabajo, mi amigo muy seguro me preguntó cuándo sería nuestro próximo trio con mi novia, así que le aseguré llegara a mi departamento para poder hacerlo ese fin de semana. Al fin había llegado el sábado y Esuard condujo a mi departamento mientras esperábamos que Elisa llegase. Mientras tanto nosotros decidimos que luciera su traje de conejita con sus mallas negras, de inmediato los dos estábamos con el falo como mástil mientras nos reímos de nuestras picardías, Elisa había llegado junto a su padre que pasó a dejarle; muy sonriente y coqueta me saludo de un húmedo beso en la boca y a mi amigo con un beso en la mejilla.
-Veo que me esperan con ansias- comentó Elisa al vernos con la verga parada.
-Estamos muy ansiosos por vos mi amor- respondí.
-Elisa, tómese su tiempo que en la habitación hay un atuendo- sugirió Eduard.
Mientras ella se preparaba, nosotros mirábamos algo de porno en la tv y acomodábamos el sitio para el sexo; la noche comenzó a caer y Elisa por fin estaba lista. Otra vez abrió la puerta y dejo ver su suculento cuerpo, su traje de conejo azul celeste y blanco le sentó muy bien al color de sus ojos, con sus tacones altos caminó hacia nosotros y tomo la verga de Eduard sobre su pantaloneta mientras me besaba apasionadamente.
Mi amigo tomó el vibrador y comenzó a pasarlo sobre su vagina, Elisa cerró sus ojos mientras estrujaba su cuerpo y un largo gemido interrumpió nuestro beso. Eduard desabrochó la parte interior del traje mientras seguía usando el vibrador, la hermosa vagina de Elisa estaba tan mojada sin siquiera penetrarla, una larga tira de fluido vaginal colgaba de sus rosados y pálidos labios, Eduard se inclinó; sacó su lengua y tomó la tira con su boca hasta llegar a los labios de su vagina, el sexo oral de mi amigo era frenético, hacia esos sonidos sucios y a la vez tan perversos mientras Elisa tomaba su cabeza. La verga de Eduard parecía que iba a explotar sin darse cuenta se salió de su pantaloneta y se acomodó en su ombligo.
Me levanté y tomé a Elisa por su cintura, Esuard se desvistió y se sentó en el sillón, así que me saque la verga y poco a poco se la fui metiendo a mi hermosa novia, incliné su cabeza para que le mamara la verga a Eduard. Los tres gemíamos vulgarmente, mientras Elisa chorreaba de su vagina.
Mi amigo no podía esperar más, se levantó y me pidió que cediera el puesto, era su turno; colocó la cabeza de su oscura verga en la entrada de la apretada y carnosa vagina de Elisa mientras presionaba poco a poco, mi novia poco o nada podía controlar sus espasmos, mientras gemía y saboreaba mi verga, Eduard subía el ritmo cada vez más, Elisa apenas podía seguir mamándome la verga, cada impacto de sus cuerpos y manotadas hacían mecer sus pechos de un lado a otro así que aproveche a pasar mi ensalivado falo entre ellos, sentí tan rico que mis espasmos se aceleraban y justo antes de venirme me detenía para seguir en la acción. Mi amigo le estaba dando con todo, sus huevos rebotaban en el abdomen de Elisa y en las últimas cinco penetradas lo hacía con fuerza hasta sacar su verga lubricada en la conchita de mi novia. Me recosté en el sillón y senté a mi novia en mi verga vertical, deliciosamente tomé sus redondas nalgas y comenzó a moverse, cada vez más rico, yo sentía como lubricaba mi verga, Eduard se sentó cerca de mi cabeza y colocó su falo en la boca de mi novia.
Su verga es tan grande que no tiene problemas en maniobrarla hasta su boca y sus huevos cuelgan tanto que se acomodaban en mi frente, me pareció extraño tener las bolas de otro tipo en mi rostro pero estábamos en tal grado de excitación que nada nos importaba ya, la saliva espesa de mi novia escurría por toda la verga de mi amigo, pasando por sus huevos y llegando a mí. Eduard se levantó y se colocó justo atrás, comenzó a lamer el culo de Elisa mientras yo la penetraba, estábamos muy mojados y lubricados de nuestros fluidos, de pronto sentí tan rico como pasaban la lengua en mis huevos mientras mi novia seguía moviéndose sobre mí. WTF pensé en ese momento, el rostro de Elisa está al lado del mío, obvio no es ella.
Eduard pasaba toda su lengua desde el culo blanco y duro de mi novia, bajaba por el coño penetrado por mí y llegaba a mis huevos, yo no pude más y comencé a correrme dentro de Elisa, gemíamos tanto, Elisa se recostó a escurrirse la leche y Eduard me levantó su pulgar, yo respondí igual.
Aún con mi semen en su vagina Eduard tomó a mi novia y la colocó de pie, comenzó a penetrarla con deseo desde atrás encajando sus nalgas en su cuerpo, estampándolas con rudeza y aplaudiendo con el impacto,
-des… paciooo… – gemía Elisa entre dientes, Eduard obvio no se detendría, la usaría como su perra y subió su intensidad, poco a poco y tomada del pelo la llevo hasta la pared, en cada penetrada escurrían fluidos de la vagina de Elisa deslizándose sobre la verga y bolas de Eduard. Luego de un rato penetrándola en esa pose mi novia y yo nos colocamos en un 69, mientras le comía el coño rojo a Elisa Eduard se colocó nuevamente y comenzó a penetrarla, yo estaba como espectador, sintiendo ese olor a sexo, los sonidos de su vagina aferrada al tronco de mi amigo, así que aun penetrándola yo seguí pasando mi lengua, aunque a veces tocara conscientemente la verga de Eduard, ya estábamos allí, no nos importaba nada más que el placer entonces devolví el favor pasando mi lengua por los huevos colgantes de mi amigo, los tres gemíamos tanto, Eduard no resistió y comenzó a correrse también dentro de la vagina de Elisa. ¡Diablos! Había tanto semen allí; mi amigo descargo todos sus huevos, metía sus dedos en la vagina de mi novia, los sacaba con el semen y se lo colocaba en su boca mientras ella lo tragaba, esto estuvo genial.
La noche terminó y ahora los tres estamos ansiosos de nuestro próximo encuentro.