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Economista y muy prosti: Con dos diplomáticos (2)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Ahora, en este relato, les cuento como siguió la noche, con Tommy conversando con Fred en el bar, ellos sodomizándome y más.

Lo que me relató Tommy:

Estaba tranquilo en el bar, mimando un gin tonic, cuando se le acercó en ejecutivo del hotel del que les he hablado, a quien llamo Fred o Gerente, a falta de saber que hace, pero obviamente dirige algún sector. Se saludaron y Fred se quedó un rato conversando con Tommy.

Y le sonó el teléfono a Tommy, era yo, que duchada y fresca, le envié la foto que me hice tomar limpiando el miembro de uno de mis clientes. Le escribí que duchados, ya vamos a retomar. Y me dijo: “en un rato vuelvo a la habitación, estoy armando negocios ja ja”.

Fred preguntó a Tommy que cuando nos íbamos, y la respuesta fue que mañana (sábado de mañana salvo cambio de planes). Fred no anduvo con rodeos.

-Nos encantó tenerlos aquí. Los diplomáticos me han dicho que fue muy fácil hacer amistad con ustedes. Es muy bueno tener huéspedes así de sociables.

-La verdad fue muy fácil hacer amistad después de que un empleado del Hotel nos puso en contacto. Incluso mi Sra. debe estar con ellos por un asunto de negocios.

-¡Me imagino! Nuestro empleado me puso al tanto de la situación. ¿Me permite hacerle una pregunta un tanto delicada?

-¡Siempre se puede preguntar! Con toda libertad, adelante con su pregunta.

-Seguramente su esposa, Economista según tengo entendido, ¿debe tener una agenda muy ocupada verdad?

-Pues sí, suele estar bastante ocupada, pero aun así tenemos tiempos para nosotros y también para amigos cercanos, y para nuevos amigos.

-A eso quería llegar, Tom… ¿me permite llamarlo Tom? Llámeme Fred.

-Con gusto Fred.

-Hipotéticamente, sin molestar, ¿si algún huésped en el futuro necesita servicios del tipo de los que presta su esposa, podríamos tomar contacto con ustedes?

-No veo ninguna causa por la que no fuera posible lo que planteas Fred, pero se lo comentaré y de ella dependerá. ¿Quizás tu empleado te contó que somos muy cuidadosos con los requisitos si alguien quiere los servicios de Sofía?

-Desde luego, creo ya saberlo todo. Y conociéndola al verla aquí en el salón hoy temprano en la cena, su belleza me ha impresionado

-Que bien que te hayan informado de todo.

-Así debe ser, me preocupa todo en el funcionamiento del hotel, huéspedes satisfechos, retornan en el futuro.

-Espero que nadie se quejara al hotel de la vestimenta de ella en la cena, en realidad la cena fue una sorpresa, la idea era conversar un poco en la habitación de uno de los diplomáticos.

-¡Nadie se quejó, es cierto que la vestimenta era un poco… mmm… liviana! ¡pero creo que lo único que puede reprocharse es que no vimos más! Con todo respeto y admiración. ¡Simple interés profesional, por si algún día debemos recomendarla!

-Déjame buscar algo Fred. Y buscó en su teléfono la foto “Buenas noches papi” que tomamos al seducirlo, tal como escribí en mi relato de esa gloriosa seducción. Se la mostró.

-¡Que belleza! ¡Ahora me explico sus honorarios!

-¿Verdad que se ve hermosa?

-Síí, sin lugar a dudas, más aun habiéndola visto de mini en la cena.

-¿Le puedo transmitir a ella que puede ser la putifina del hotel? Sin molestar a las chicas del book, seguramente tienen diferente target.

-Target diferente, aranceles muy diferentes, y si me permito juzgar por las fotos, ¡belleza incomparable!

Me dice Tommy que su cabeza estaba a mil pensando en lo feliz que yo sería si aparece. Nuevos contactos.

Fred ya retiraba, y ante pregunta de Tommy, le dijo que suele llegar al hotel a eso de las 9 am. Se despidieron cordialmente.

Mientras en el bar se daba todo ese diálogo, yo había estado un rato largo chupando las vergas a mis clientes. Yo quería, y ellos apreciaron mi deseo, hacerles chupadas largas, me encanta, y simplemente se las había limpiado o lamido y chupado brevemente en los juegos previos al primer round.

Pero ahora, fueron chupabas largas, bien ensalivadas, profundas y disfrutables; mientras ellos me obsequiaban con su propia saliva ensalivando mi concha y abundantemente mi chiquito, a modo de preaviso, ja ja. Me pasaban el dedo por el esfínter haciendo círculos, y a veces lo metían, me cogían con el dedo, lo sacaban y me ensalivaban nuevamente.

Y llegó el momento, yo estaba en cuatro, pero “A” me quiso en misionero con las piernas sobre sus hombros y un almohadón bajo mi cintura. ¡Pobre culito! Estaba 101% expuesto ja ja. Y se dio, lo ensalivó nuevamente, le pedí que no me acabara adentro, que no me gusta. Apoyó la verga, apreté los dientes. Y empujó, empujó con decisión, y entró sin resistencia. No fue necesario acariciarme el clítoris, el otro cliente lo hizo, y las tetas también. Si yo curvaba el cuello hacia arriba, veía la pija como entraba y salía. Gocé, me encantó, hasta que me la sacó.

Y “B” viendo que era su turno, sin esperar a nada, me dio vuelta y me puso en cuatro. Al fin iban a sodomizarme mirando a la Rambla, sin coches a esa hora. ¡Y que bien sodomizada! Sin preguntar, sin brutalidad, con firme delicadeza. Metía y sacaba la poronga sin parar, su colega me besaba y me chupaba las tetas tirándose bajo mi cuerpo. Mi boca, abierta, apenas aspiraba aire suficiente, tan sofocada estaba.

¡Ni pensar cómo se vería mi pobre orificio! ¡Pero era placer todo lo que me hacían, y todavía pagaban! En ese momento, se abrió la puerta de la habitación y entró Tommy.

A duras penas pude susurrarle: “Hola Amor”. Nos miró, preguntó: “¿Contenta?” Y yo: “Mucho”. “B” me la sacó definitivamente, y ambos se pusieron a masturbarse lentamente. -¿Puedo sumarme? -¡Bienvenido! Y sin desvestirse, Tom se pajeó frenéticamente.

Acabaron sobre mi uno tras otro, cara, algo en el pelo, mucho en las tetas.

Como corresponde, hubo limpieza bucal a los tres. Quedamos mentalmente y físicamente rendidos, tirados los cuatro en la cama, “A” casi encima de mí.

-¡Qué bueno todo! -Sí, lástima que no damos más, quisiera cogerla más.

-Pero recién es sábado… ¿de verdad cogerían más?

-Claro que sí, con un buen descanso obviamente, pero el servicio terminó, has sido más que generosa con tu tiempo, todas tienen un tiempo fijo.

-Hay algo que no les hemos dicho. ¿Les contamos Tom? -Sí amor, sí.

-“A” tu decías que el servicio terminó… pero en realidad mi servicio, que quiero que sea el mejor, dura hasta que el cliente está satisfecho. Siempre dije que brindo GFE, y una novia no abandona a alguien que tiene ganas.

-¿Realmente? ¿Bromeas?

-¡Muy real, mi servicio es hasta que no puedan más! ¿Qué tal si dormimos, desayunamos y vamos a que conozcan Punta del Este? ¡Y al regreso… pueden satisfacer sus instintos! Ja ja.

-Que buena idea! Dijo Tom.

-¡Qué maravilla de marido! Dijo “B”.

-¿A las 8 a desayunar? propuse.

Todos de acuerdo. Rescaté de mi cuerpo toda la leche que pude, les di un show de lengua.

Me vestí sin ducharme y sin sacarme la leche de la cara, nos despedimos y nos fuimos. Ya en la habitación, Tom tomó una foto de mi cara aún llena de esperma y luego llamó a recepción para alargar nuestra estadía un día más.

Yo no daba más y nos dormimos.

El sábado a las 8 en punto desayunamos. Yo corrigiendo mi faux pas de la cena, fui vestidita muy de turista para la ida y vuelta a Punta del Este. Jean ajustadísimo, camisa, sin soutien, desde luego, y un chaleco de jean con flores bordadas. Honestamente me sentía todavía en las nubes, muy muy bien cogida la noche anterior.

Nos preparamos para irnos, no vimos al Gerente, y después supimos que siempre toma libre el sábado y va al hotel los domingos, día de recambio fuerte de los huéspedes.

Salimos enseguida, a fin de aprovechar el día y retornar para…

Lindísimo paseo, unos 350 km ida y vuelta, ¡les hicimos conocer Piriápolis, Bella Vista, hermoso lugar! Punta Ballena, Punta del Este, La Barra, José Ignacio y llegamos incluso al famoso Puente circular. Buen almuerzo en Punta del Este.

Y, por supuesto, entramos un momento a mostrarles la playa Chihuahua, naturista, es decir se puede o no usar ropa, a gusto. Prácticamente desierta a esta altura del año (septiembre).

No podía faltar, y no faltó, la diversión. Buena parte del viaje lo hice en el asiento trasero del SUV, donde se alternaron los invitados.

Descartado mi chaleco de jean, mi camisa fue patio de juegos para reiterados manoseos y chupadas a mis tetas, lo cual me pone a mil grados, y yo respondía con suaves chupadas de pija, para no hacerlos acabar. Y también largos ratos de besos de lengua.

En alguna ocasión, me abrí la camisa para que algún camionero pudiera contemplar el panorama sexy. Y me pregunto, me animaré alguna vez a ofrecerme (gratis, ¿obviamente) a algún camionero o alguien de ese estilo?

Finalmente, regresamos, divertidos y excitados. Los clientes, excitados por la acción en el viaje, y Tommy excitado por vernos, pues él conducía.

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Comentarios

4 COMENTARIOS

  1. Gracias ya ansio leerlos todos y gracias por tus ricos besos ya ansio conocerlos e igualmente besos en esa rica panocha

  2. Hola Antonio! Creo que hoy envío para que publiquen el relato final de ésta aventura.
    Y después tengo que hacer ya tres atrasados…uno con Tommy, mi papá y mi suegro, otro yo solita gratis con el Sr. que cuida la casa de campo, y el tercero, algo insólito, que pensé que nunca haría, contratada para hacerlo( con protección de latex y sin besos) con un trans!
    Debes estar atento, comenzaran a aparecer.
    Te envío un beso, eres mi lector preferido! Besos!!!

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