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Divorciada y recién estrenada
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Aclaración de la autora: Para mis lectores habituales, sabéis que yo normalmente escribo relatos sobre mis experiencias sexuales a detalle, pero esta vez quería probar algo distinto y me he animado a crear un relato ficticio. Seguiré usando el mismo léxico de siempre, no me enrollaré mucho en la trama y cada detalle importará, en resumidas cuentas, tendrá la misma esencia que mis otros relatos (o al menos eso espero). Espero que lo disfrutéis.

Me llamo Emily, tengo 32 años y hace meses me divorcié de mi ex esposo, ¿Los motivos? bueno, su arrogancia y la falta de atención hacia mi sumado a la monotonía de nuestra relación hicieron que tomásemos dicha decisión, el desenlace no fue pacífico, ambos discutimos, nos gritamos e incluso nos llegamos a tirar cosas… La verdad no me arrepiento nada haberme separado de ese mal agradecido. Pero lo que os contaré hoy no va sobre mi relación fallida, sino de mi mejor experiencia sexual hasta ahora.

Tras más o menos una semana del divorcio decidí dar el paso y renovar mi vida sexual, con mi ex esposo apenas tenía sexo y las veces que lo teníamos no me dejaba satisfecha, me era más rentable masturbarme con un dildo que follar con él. Llevaba unos días hablando con un amigo de la infancia, un chico que antes era mi vecino llamado Tyrell, un chico de tez negra cuyos padres se habían mudado de Estados Unidos a España. Realmente siempre había mantenido el contacto con él ya que nos caíamos muy bien, pero desde el divorcio dicho contacto aumentó y ahora era más seguido. Y además, he de confesar que siempre me atrajo de alguna forma, era muy fuerte y quizás no fuese el más guapo de todos pero se me hacía muy lindo y atractivo, de hecho durante mi adolescencia había fantaseado con él, con su gran polla metiéndomela entera dentro de mi teniendo un sexo apasionado, estaba atrapada por él.

Decidimos quedar una noche para ir a una discoteca, yo tenía claro mi objetivo, tener sexo con él. Me preparé, me puse un vestidito apretado, mi aspecto era el siguiente: Pelo largo oscuro y ojos claros castaños, una boca pequeña, pero con labios carnosos, con pechos no muy grandes pero compensado con un culo bien en forma ya que asistía al gimnasio y a clases de yoga por lo que mi cuerpo era muy atlético y algo delgado. El vestido me hacía tener una cintura fina ensanchando a la vez mis caderas y cortándose justo por debajo de mis glúteos haciendo que levantarlo y dejar mi culo al aire fuese muy fácil. Conjunté mi vestido con unos tacones negros y un bolsito oscuro en el que dejé lubricante para la ocasión. Y para más puterío, decidí ir sin ropa interior, yo tenía claro mi objetivo. Horas antes de quedar me avisó que quizás venía un amigo suyo, me preocupó un poco ya que no quería que fuese un impedimento, quería pasar la noche con él pero a pesar de mi preocupación lo acepté.

Ya era de noche y él me vino a recoger en coche, me puse en la parte de atrás ya que su amigo venía de copiloto, por fin pude ver a Tyrell en persona, estaba más guapo de lo que recordaba y tenía unos brazos muy anchos, su amigo tampoco estaba nada mal, ambos iban bien arreglados y he de decir que me estaba sintiendo una mujer muy afortunada por esa situación. Ya en la discoteca, tras un par de copas para soltarme me empecé a acercar a Tyrell bailando junto a él y pegando mi cuerpo con el suyo lo máximo posible de distintas formas pero sobre todo perreándole, y no solo a él sino también me permití hacerlo con su amigo quien se llamaba Tobías, me dejé llevar por ambos hombres de tez oscura y fuertes, bailándoles, juntando mis tetas con sus cuerpos o seduciéndolos con mis movimientos. En uno de esos momentos me acerqué a Tyrell y nos empezamos a besar mientras él y Tobías pasaban sus manos por mi culo, agarrándolo, azotándolo suavemente y levantando poco a poco mi vestidito, los tres decidimos dar el siguiente paso.

Nos montamos en el coche, Tyrell conducía, Tobías y yo nos quedamos atrás para besarnos, me quitó la parte de arriba de mi vestido para tocarme los pechos mientras yo acariciaba su enorme y dura polla por encima de los pantalones, después se los bajé junto a sus boxers y vi su pene erecto, negro y casi tan grande como mi antebrazo, me lo metí entero en la boca. Le estaba practicando una mamada mientras él me apartaba el pelo y empujaba mi cabeza para que su polla me entrase más profunda, era tan larga y gorda que no me entraba entera, me daban arcadas de lo profunda que me entraba dejándole el miembro lleno de babas, pero yo seguía sin parar con el mismo ritmo acelerado.

Durante todo el trayecto tuve su polla dentro de mi boca. Al llegar al piso y estar ya dentro los tres nos quitamos toda la ropa, vi la polla de Tyrell que era igual de grande que la de su amigo, Tyrell se tumbó en el sofá, yo me lancé a su polla para mamársela con las misma intensidad que la anterior vez. Tobías mientras me metió su polla, que seguía lubricada con mis babas, por el coño. La situación me era surrealista, era como un sueño erótico: le estaba comiendo la polla a mi amigo de la infancia mientras su otro amigo me agarraba de las caderas y me follaba duramente metiéndome toda su larga polla en lo profundo de mi coño, yo era incapaz de no gemir, estaba en éxtasis del placer que estaba experimentando, nunca antes me habían follado así y esto era nada más el comienzo. Después hicimos un intercambio, le volví a mamar el pene a Tobías mientras que Tyrell me la metía y empujaba con todas sus fuerzas a la vez que tiraba mi cuerpo contra el suyo agarrándome de mis caderas, en este punto mis labios estaban tan mojados que no oponían resistencia alguna sobre su gran miembro, el golpeteo de mi culo contra sus caderas se escuchaba en todo el salón mientras que mis gemidos se ocultaban porque mi boca estaba ocupada con la polla del otro.

Después de acabar en el sofá, fuimos al dormitorio, Tobías se tumbó, yo me puse encima de él y tras besarlo metí su polla dentro de mi vagina, Tyrell estaba detrás de mi, usó el lubricante que estaba en mi bolso, pasó sus dedos lubricados por mi ano llegando a metérmelos a la vez que se lubricaba su polla y empezó a introducir lentamente su miembro por el culo, yo no podía creerme lo que estaba pasando, las sensaciones que sentía y la satisfacción sexual que estaba experimentando. Podía sentir como las dos pollas me penetraban a la vez, una salía y otra entraba abriendo mis dos orificios y causándome un ligero dolor que era disimulado por lo excitada que estaba experimentando.

Mi sudoroso cuerpo estaba siendo reventado por esos dos negros que me rompían hasta el alma, la polla de Tyrell entraba entera dentro de mi culo sintiéndola dentro de mi recto, yo ya no estaba consciente y solo disfrutaba de esa maravillosa experiencia. Gemía de placer, jadeaba de dolor y suplicaba "más más más" acompañándolo con síes cada vez que aumentaban el ritmo y me daban más duro, me llamaban puta me usaban como una muñequita y tiraban de mi pelo pero me encantaba. Todo ello concluyó con un orgasmo y un squirting que dejó toda la cama mojada y mis piernas temblorosas.

Yo estaba casi llorando del placer, pero aún no había acabado. Tobías me puso al borde de la cama en postura de misionero, me abrió las piernas, echó lubricante sobre mi coño, mi ano y sobre su polla y sin mediar precauciones me penetró el ano con su largo pene. Jugaba con mi cuerpo a su antojo, aumentaba y disminuía el ritmo, tiraba de mis caderas hacia las suyas y me golpeaba con cada empujón que daba metiendo su pene completamente dentro de mi. Yo ni podía mantener las cuencas de los ojos en posición por todo el placer que estaba experimentando. Tyrell por su parte se estaba masturbando tumbado en la cama. Sin duda había cumplido mi fantasía que tenía de adolescente, pero de una forma espectacular y muy surrealista.

Tras un rato de duras y aceleradas penetraciones Tobías se la sacó, Tyrell vino y me la metió de nuevo por el culo reiniciando la acelerada marcha que tenía su compañero dejándole masturbando enfrente de mi. Estuvimos así un buen rato, mientras ellos se intercambiaban para usar mi culo yo me metía los dedos en el coño para masturbarme y darme aún más excitación de lo que estaba sintiendo hasta que sin aviso alguno tuve otro squirting mientras Tyrell me la estaba metiendo, él se acercó a mi coño y puso su cara en frente de mi squirt, después se puso Tobías y le empapé igual.

Yo estaba agotada, pero ellos siguieron usándome como la sumisa que era. Tyrell me levantó con sus enormes brazos, yo le abracé, me metió el pene por la vagina y Tobías me la metió en el ano mientras me agarraba de la cintura. Ambos hombres fuertes me subían y bajaban para que sus miembros entrasen y saliesen de mis orificios, yo no tenía que hacer nada más que disfrutar del momento, sentir mis húmedos agujeros ser perforados violentamente por ellos y gemir como nunca antes lo había hecho. Mi cuerpo botaba, no tenía control alguno sobre él, eran ellos los que decidían si me la metían más profundo o más rápido, estaba experimentando el mejor placer que una mujer podía experimentar. "Me voy a correr" dijo Tobías, yo le respondí "correos dentro de mi" y así hicieron. Tobías se corrió dentro de mi culo, sentí cómo su polla palpitaba mientras me llenaba el recto con su caliente semen. Tyrell siguió penetrándome con más ganas después de que su amigo me la sacase del culo, yo le besé y luego a Tyrell y así repetidas veces hasta que, por fin, mi amigo de la infancia se corrió dentro de mi vagina llenándome con su leche.

Me dejó en el suelo, yo me tumbé en la cama y sentí cómo de mis orificios salían las corridas de ambos hombres quienes se tumbaron junto a mi para besarme cada uno, tocar mi sudoroso cuerpo y decirme cosas como "que bien follas" o "qué buena estás". Mi noche concluyó con una ducha, me fui a la cama a dormir con mis dos hombres para despertar a la mañana siguiente reventada. Pero, aun así, nadie me iba a quitar la satisfacción que experimenté aquella noche, me sentí viva de nuevo y definitivamente, aquella no iba a ser mi última vez dejándome reventar por esos dos.

Aquí concluye este primer relato ficticio, no dejaré de lado contar mis experiencias, pero también quiero innovar y dar juego a mi pervertida imaginación, espero que os haya gustado este relato, muchos besos.

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Autor
Selene
Selene
Hola!! Mi nombre es Mónica, soy una autora joven de 20 años que pretende compartir sus experiencias más sexuales y escribir historias excitantes para llevarte al éxtasis cada vez que me leas. Deseo mojarte mi querido/a lector/a, y que cuando te toques me lo digas para yo saber que hago un buen trabajo escribiendo. Espero convertirme en tu puti-autora favorita :) Mi correo: [email protected]

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