La conocí gracias a Lety y Luis, la mayoría ya saben de ella, ya que también ha subido sus historias calientes como ella.
Conocí a Cindy en una fiesta de Luis, ella ese día se veía muy bien, una calza café que marcaba sus piernas y su rica tanga y una blusa de flores escotada que mostraba sus ricas tetas.
Yo ya sabía que era una buena amante, Luis ya me había contado las veces que se la había comido y conocerla ese día me dieron ganas de ser uno más de su lista sexual.
Luis nos presentó y ella al principio fue cortante, pero conforme avanzó la noche fue siendo más abierta y me permitía convivir con ella.
Bailábamos, brindábamos, Cindy es pura dinamita. Ahora entendía porque Luis se obsesionó un poco con ella y porque muchos la deseaban.
La noche nos llegó y el momento de irnos ya era hora, fue entonces que Luis se me acercó y me dijo “es tu momento, dile que se la sigan”.
Yo dudoso me acerqué a ella diciéndole que conocía un lugar donde podíamos seguir bebiendo, pasándola bien.
Ella me miró de arriba abajo y con su cerveza en la mano se recargó en mí y aceptó la invitación.
Luis me dio la señal de aprobación con su pulgar, era la oportunidad perfecta para probar las mieles de esa mujer.
La lleve al “torito” un lugar por mi casa donde muchos van a tomar, un tipo mirador, pero entre calles, un lugar ideal para continuar la peda.
Nos despedimos de Luis y Lety que no sé porque le dicen Lety si su nombre es Marlene Monique, pero bueno, eso no importa, salimos en su coche y yo manejé, ella en el trayecto iba muy animada y parlanchina, yo no podía dejar de verle su magnífico par de tetas y sus ricas piernas.
Pasamos por dos six de cervezas, llegamos al lugar estacione el carro hasta el rincón y empezamos a tomar, algunos chavos se acercaron a saludar ya que me conocían, pero no me costó trabajo deshacerme de ellos.
C: ¡Eres muy popular aquí!
J: Jajá, ¡pues ya vez, cuando uno es la fiesta, jajá!
C: A mí me pasa igual a donde voy, ¡siempre hay alguien que me conoce!
J: Espero que de aquí nadie te conozca, jajá, ¡aunque no creo que conozcan a una mujer escultural como tú!
C: ¡Ay aja, jeja, que cosas dices, mejor salud!
Sabía que iba por buen camino, seguimos tomando, cantando y bailando, Cindy me tenía idiotizado, ya más confianzudo la abrazaba nos tomamos fotos, le tome fotos de su rico cuerpo, con y sin su consentimiento, poco a poco ella también se soltaba hasta que le robe un beso.
Ella no hizo nada, me permito meterle mi lengua y ella metió la suya, estuvimos pegados un buen rato, hasta que me empujó.
C: ¿Que fue eso?
J: Lo siento, ¡es que tus labios se ven muy ricos y saben!
C: ¡Cabrón! ¡Ya es hora de irme!
J: ¡Espera, vamos a mi casa!
C: ¿A qué?
J: ¡Quiero pasar un buen rato contigo! Claro si tu gustas, ¡creme no te arrepentirás!
C: Vas directo eh, eso me agrada, pero sabes, ¡muchos dicen eso y no duran!
J: ¡Déjame mostrarte mi talento!
Conseguí que dijera que sí, subimos a su auto y manejé a mi casa, antes de todo brindamos un poco más y puse música de jazz y para darle mayor emoción saqué un cigarro de la verde y ella increíblemente me pidió.
Ambos nos dimos las tres y ya encendidos, comenzamos con el faje, nos besábamos como locos, mis manos acariciaban sus piernas, nalgas y vagina, bajaba por su cuello y lamía encima de su escote, ella cerraba sus ojos y me apretaba la verga, al sentirla no se desilusiono y nos fuimos a mi cama.
La desnude disfrutando el panorama de su torneado y rico cuerpo, ella me quito la ropa y seguimos besándonos, la acosté y le quiete su brasear y me lance directo a su rico par de tetas.
Lamia con suavidad su pezón, aunque ella tenía un pezón con un persing y eso me enloquecía, baje por su abdomen hasta su pelvis la cual se la besaba y lamia, le acariciaba sus duras nalgas con mis manos, le apretaba sus carnosos muslos, en verdad si estaba buenísima como Luis me había contado.
J: ¡Que rica estas Cindy!
C: La verdad tú también, me gustaste desde que te vi, ¡me encantaron tus ojos y ahora desnudo me encanto otra cosa!
La convencí de darnos en un 69, me acosté y ella subió dejándome su rica vagina depilada y fresca para mí, yo comencé con suaves lamidas mientras ella acariciaba con sus manos mi verga y la deba ligeras chupadas en la cabeza.
Le abrí su vagina e introducía mi lengua en forma de taco simulando una follada, ella ya me la mamaba magistral, así como Luis me había dicho que lo hacía, me tenía bien firme y se tragaba mi verga como si se tratara de una anaconda devorando a su presa.
J: ¡Que rico uhm!
C: ¡La tienes muy linda, uhm!
Nos perdimos mamándonos mutuamente por unos minutos, hasta que ya no pude resistir más y la acomodé para metérsela.
La acosté y me puse de píe en la cama, levante sus piernas en forma de la letra i griega y empecé a metérsela, ella cerraba sus ojos y apretaba los dientes, mi verga entraba gustosa en su rico coño.
E empujaba suave, le besaba sus ricos pies, sus chamorros y sus muslos, me empujaba cada vez más rápido, Cindy movía su cadera, eso me daba un gran placer.
C: ¡Ah, que rico!
J: ¡Dios, te mueves bien y que apretada!
Subí encima de ella y se la di de “misionero” ella me apretaba las nalgas y me movía para que coincidiera con sus movimientos de cadera le mordía sus pezones nos besábamos, que rico estábamos cogiendo.
C: ¡Que rico coges!
J: De verdad que haces merito a tu fama, ¡uhm!
C: Jajá, uhm, ¿así que tengo buenas referencias? pinche Luis!
J: No lo culpes, ¡coges tan rico que nadie podría guardarlo en secreto!
Me acosté y ella subió a cabalgarme invertidamente (dándome la espalda) lentamente se movía, que rico movimiento tiene, sus nalgas se veían majestuosas encima mío, las apretaba le acariciaba la espalda, ella comenzó a moverse más rápido, me estaba triturando la verga como si se tratara de una licuadora.
J: ¡Ah! ¡Que rico te mueves uhm!
C: ¡Que duro! ¿Te gusta?
J: ¡Eres genial!
C: ¡Pues viene lo bueno!
Cindy se inclinó un poco levantando sus nalgas a ritmo de sus caderas, eso me daba un enorme placer, le daba de nalgadas, me tenía gimiendo, la perra sabía hacer muy bien su trabajo.
Sin sacársela se dio vuelta para cabálgame mirándome a los ojos, yo disfrutaba de sus tetas y muslos, le acariciaba su clítoris, ella seguía moviéndose con todo, se mordía su labio exclamaba y continuaba disfrutando de mi dura verga.
C: ¡Que dura la tienes!
J: ¡Disfrútala chiquita!
C: ¡No pensé que terminaría cogiendo contigo!
J: ¿Eres casada o tienes novio?
C: ¡Pretendientes, uhm!
J: ¿Quieres ser mi vieja?
C: ¡Jajá, uhm, mejor sígueme cogiendo!
Nos acostamos de ladito, ella levanto su piernita y se la metí de cucharita, nos besamos, le besaba su cuello le apretaba las tetas mientras ella con su mano guiaba mis penetraciones.
La acosté boca abajo y levante un poco sus nalguitas, la penetre fuerte, apoyándome de su cintura la embestía haciendo rechinar la cama con todo.
J: ¡Uhm! ¡Que ricas nalgas tienes!
C: ¡Ah, que rico, uhm, ah, mas, uhm!
Me empujaba con fuerza, ella continuaba gimiendo, yo aprecia que la aplastaba, además le jalaba el cabello y la empujaba hacia mí.
J: ¡Ponte de perro!
C: ¡Métela fuerte!
Se veía magnifica de perrito, sus nalgas estaban majestuosas, de sus ricas piernas escurrían fluidos de ambos, la tome de las nalgas, se las abrí y la penetre con fuerza, ella se movía a mi ritmo, que rico lo hacía, me daba un gran placer, la jalaba del cabello, se la sacaba y se la metía de golpe, le daba de nalgadas con mucha fuerza, estaba disfrutando con todo a esa perra.
C: ¡Ah, si, que rico, uhm, que rico coges!
J: ¡Toma, toma mi verga, es tuya, cómetela, uhm, que rico aprietas, toma perra!
C: ¡ah, si, jálame más, pégame, uhm, que rico, ah!!!
J: ¡Te voy a preñar preciosa, te daré mis mecos!
C: ¡Si, quiero todos dentro, lléname de ti!!
La llene de semen, ella se retorcía disfrutando su orgasmo y gimiendo, yo igual continuaba descargando todo hasta quedar seco y agotado encima de ella, nos besamos y nos quedamos dormidos.
Ella se despertó, se vistió y solo me dijo que se iba, que la pasó bien, ambos prometimos volverlo a hacer y más adelante se los contaré.