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Después de meses somos los mejores amantes
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Hola, soy Alonso de 42 años y les cuento la historia mía con Sebastián de 36. Somos de Calama en el norte de Chile. Ahora les cuento.

Con Sebastián, nos conocimos por una página de internet, pasó mucho tiempo en que solo solo nos escribíamos por mensajes dentro de la misma página, para después pasar a escribirnos por whatsapp. Solo hablamos de lo que nos gustaría hacer en caso de juntarnos y como nos gustaría hacerlo. El al igual que yo para el mundo es heterosexual, ambos tenemos pareja mujer, hacemos el amor, tenemos sexo con nuestras parejas, todos los días; lo mismo que nos gustaría hacer a los dos cuando nos juntemos.

Ya pasaron tres meses y cada vez que nos escribimos nos daban más ganas de poder juntarnos y hacer lo que queríamos hace tiempo, pero, por algún motivo no nos habíamos animado, probablemente por el temor de que nos descubran nuestras parejas. Pero. La calentura ya era mucha, solo queríamos juntarnos, besarnos, tocarnos, quitarnos la ropa chuparnos el pene hasta llegar a partirnos el culo. Así que un di decidimos conocernos en persona, y lo hicimos lo más públicamente posible; nada mas y nada menos en que en el Mall de la ciudad, fuimos al patio de comida, pedimos unas bebidas y conversamos, tuvimos la conversación mas caliente en medio del patio de comida del mall, tan caliente que mi pene y supongo que el de él estaba durísimo, por eso no levantamos y decidimos pasear por el mall y en el paseo, le dio ganas de ir al baño, y en el trayecto a mi también.

Nos miramos y fuimos al baño, lo dos. Entramos y en el baño no había nadie, el entró en un habitáculo y yo en el del lado, cuando terminé siento que el Sebastián entró al baño cerró la puerta y por primera vez en meses, nos dimos un beso increíble, un beso que ameritó también por primera vez, que mi pene estuviera en su mano igual el suyo en la mía, duros y con ganas de más, y pudo ser pero, alguien entró en ese momento cortando la inspiración, así que salimos de ahí y salimos también del mall, fuimos a mi auto, ya era noche cuando salimos, así que decidimos ir por ahí y ver como resolvíamos es de la calentura que llevábamos.

Al calor de un cigarrillo, caímos en que mi pareja, estaba trabajando (estaba en turno de noche) por lo que no iba a llegar a la casa en esa noche, y Sebastián su pareja estaba en turno en el hospital así, podríamos decir que, estábamos libres. No fuimos a un motel, un motel con hidromasaje, un motel donde podríamos tener el mejor sexo.

Llegamos, lo primero fue acomodarnos, tirarnos a la cama y besarnos, rodar por la cama y seguir besándonos, sacarnos de a poco la ropa, tocarle el culo rico que tiene, meterle uno o dos dedos en el culo mientras lo masturbaba, el me masturbaba y se hincó para chuparme el pene, pero no quería eso aun. Terminamos de sacarnos la ropa, nos tocábamos, nos masturbamos y nos metimos los dos al hidromasaje, os recostamos en la tina nos refregamos enteros dejamos caer agua en nuestros cuerpos mientras nos abrazamos cual putos enamorados. Salimos de la ducha, y nos tiramos a la cama, nuestras piernas se enredaban, mi pene se sobajeaba con el suyo, cuando tiró de espaldas en la cama y masturbándome se metió mi pene hasta la garganta, pero, yo también quería y pedí que se pusiera a mi lado en un 69 exquisito, mi pene entraba y salía de su boca igual que su pene entraba hasta mi garganta para salir y volver a entrar, le chupé y me chupó el pene hasta que al mismo tiempo nos llenamos la boda de leche caliente, exquisita.

Tal fue la explosión de semen de ambos que teníamos semen no solo en la boca que trabamos deliciosamente, también la cara y el pecho marcado con semen. Nos acomodamos y nos limpiamos el semen que nos dejamos, para acomodarnos y quedar de frente, abrazados en la cama, besándonos aún más. Nos abrazamos y el me dio la espalda apegándose más y, más su culo a mi verga, lo abracé desde atrás y dormimos un rato total, teníamos la habitación hasta el amanecer. Dormimos tal vez 1 hora y me despertó cuando se acomodó y sentí su culo húmedo abrazando mi pene que se fue despertando conmigo y poniéndose duro. Mi verga le apuntó directo al culo y él lo sintió para acomodarse y chupar mi pene, lo chupó, pero yo quería ahora probar ese culo rico que hizo que mi verga despertara. Lo puse boca abajo en la cama, con mis manos abrí sus nalgas y sentí como su ano palpitaba, me dejé caer sobre él y sentir su respiración agitada, y pedirme que entrara en su culo.

Se puso en cuatro, entregándome su culo abierto, y disfruté lubricar ese ano palpitante con mi lengua y metérsela para para escuchar como gime, y como me pide que le meta más. Me puse detrás de él y apunté mi verga dura hacia su culo, y despacio empecé a metérselo, a abrir ese culo que hace mucho tiempo quería abrazando mi pene. Estuvo en cuatro frente a mí, debajo y sobre mí, cabalgando empalándose en mi verga, gimiendo y gritando pidiendo que se lo metiera mas fuerte, pero, yo también quería estar en cuatro mientras el me empalaba, mientras me follaba y partía el culo, así que saqué mi pene y le pedí que me penetrara tan rico y duro como yo lo había hecho; quería gemir y gritar mientras su pene entraba y salía de mí, me puse en cuatro, y esperé sentir su pene entrando y partiéndome en dos, pero, antes metió su lengua en mi culo, para lubricarme y dilatarme, hasta que por fin apuntó su verga y de un solo empujón me entró haciéndome levantar y antes de gritar por su envestida, me acalló con un beso, elogiando mi culo.

Me lo puso en cuatro, me folló en la cama de cucharita, me sentó en su verga haciéndome cabalgar me puso de espalda en la cama y yo puse las piernas en sus hombros entregándole el culo a su merced. Me entró tanto o más duro sentía sus huevos golpeando mis nalgas, gemí y grité hasta que se vino, llenó mi culo de semen que sentí caliente, y me gustaba, me lo metió hasta que su pene se fue ablandando, lo sacó y viendo mi verga aún dura, se tiró a la cama y le metí despiadadamente la verga mientras tenía sus piernas delgadas en mis hombros se lo metí tan duro, como vengándome del empalamiento sexual que me había dado antes, tanto que en mientras su semen goteaba y escurría por mis piernas por lo dilatado que estaba, y su semen salía despacio, pero nos gustaba, éramos en ese momento, dos putos amantes del sexo.

Lo envestí tanto que de un grito le llené el culo de semen caliente mientras también gemía con placer, y le di hasta que mi pene se puso blando. Ya a esa hora eran las 6 am, y las 7 debíamos dejar la habitación, le cupé el culo y el de un empujón me tiró a la cama y abriendo mis nalgas pasó su lengua por mi culo limpiando su semen que escurría por mis nalgas y piernas.

Ya nos habíamos partido el culo, ya nos habíamos conocido y que manera de conocernos, después de meses de solo hablar por mensajes. Quedamos que cada vez que pudiéramos esa habitación en ese motel, nos fuimos a la ducha para vestirnos pero, verle el culo me calentó y paró mi verga nuevamente, así que lo puse en cuatro y lo follé de nuevo, el abría sus nalgas ara que entrara y como ya estaba dilatado, mi pene entró exquisitamente, y su verga también se levantó en cada envestida su pene lo azotaba en la ingle hasta que nuevamente acabé llenándolo de leche caliente, entre gemidos y gritos, se levantó y yo me arrodillé para chuparle la verga hasta que de un gemido que imagine los escucharon todos los pasajeros del motel, me lleno otra vez la boca del mas rico semen y también la cara, me la llenó a borbotones de leche.

Terminamos la ducha y nos vestimos, saliendo del motel teníamos una hora para llegar a nuestras casas antes de qe llegaran nuestras parejas. Así que lo dejé en su casa y cuando se bajaba, lo tomé y le di un beso, sin importar que nos pudiese ver alguien, y me fui a mi casa como si nada había pasado. Desde ese día y esa noche, cada fin de semana nos juntamos, tenemos relaciones, tenemos sexo, incluso de parte de los dos, hacemos el amor.

Ya van poco mas de 3 meses, en que tenemos de vidas, una con nuestras parejas en la casa, la familia, y la otra en que dos hombres se definen uno al otro como homosexuales y ya lejos de solo tener sexo, nos hacemos el amor. Obviamente nuestras parejas no lo saben, Ni Sebastián ni yo queremos que la ellas y la gente sepa que somos homosexuales, solo queremos poder seguir juntándonos y hacernos el amor cuando podamos para después volver y hacerlo también con la mujer que amo y el con su mujer, que también ama.

Espero les guste esta historia, espero irles actualizando lo que va pasando.

Si quieren pueden enviar un correo a [email protected].

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