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Despertar a nuevas sensaciones
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Varios años trabajando en la misma empresa, él y yo, cada uno con sus relaciones, saludos muy corteses y se trataban solo temas laborales, pero al momento en que yo terminé con mi pareja, él se enteró estando en cuarentena en su casa, comenzó que escribirme y preguntar cómo estaba y como iban las labores en la oficina, así lo hacía en el transcurso del día, cada día.

Los fines de semana se interesó por los temas de mis estudios en la universidad y me hacía sentir cómoda, tranquila y me hacía reír.

Con el pasar de los días las conversaciones empezaron a ser más personales y atrevidas, yo no le vi ningún problema y empezó a intrigarme sus intenciones.

Un fin de semana quiso hacer un poco más picante el día y me propuso si jugábamos la verdad o se atreve y le dije si pero solo la verdad sin penitencias.

Con las preguntas comencé a conocer sus gustos por los temas del bondage y él se dio cuenta que no tenía mucha experiencia sexual.

Por haberme quedado dormida en una de las conversaciones debí realizar un reto y no se me ocurrió otra cosa que hiciéramos una llamada caliente. Al momento en que me llamo y escuché su voz sentí que me estremeció el cuerpo. Fue delicioso la forma en describía que quería que hiciera con mis dedos pensando que eran los de él, escuchaba su respiración y el mis gemidos, me hizo llegar terminé con mi mano mojada de mis fluidos y el con su mano llena de semen imaginado que estaba dentro de mi.

La siguiente noche se me olvidó despedirme por quedarme nuevamente dormida así que tenía un castigo para mí, me dijo "será un castigo placentero y lo sabrás mañana en la oficina", quedé asombrada " cómo así que en la oficina" le dije y me dice "si, mañana regreso a la oficina y tendrás tu castigo"

Esa noche casi que no puedo dormir, por qué la verdad no creí que lo vería tan pronto y menos que quería jugar en la oficina.

En la mañana al llegar a la oficina, él ya estaba ahí, nos miramos con ojos pícaros y me escribió no tarda en llegar tu castigo, estaba asustada y un poco excitada.

A la media mañana me escribió sube al baño, con susto le hice caso, al llegar me entrego un vibrador y me dice "debes utilizarlo y yo lo manejare a mi gusto"

Me encerré en el baño y lo ubique entre mis bragas y el pantalón y él lo activo, me hizo estremecer de nuevo era la primera vez que utilizaba un juguete, se sentía muy rico; ya en mi puesto de trabajo, él quería medir el alcance que tenía, con cualquier excusa se acercaba y me veía a los ojos, sabía que me estaba gustando y que estaba excitada, me hacía gestos de que cruzará mis piernas y yo movía mis caderas en la silla, hacía el frente y hacia atrás sabía que a él también le estaba gustando y que le excitaba verme mover, había momentos en que apagaba el vibrador y sentía un leve descanso por unos minutos pero de la nada lo activaba y me hacía saltar en la silla y a él le divertía; me escribía por el chat "cómo estás, te gusta?" Le respondía si me gusta y estoy húmeda…

En una oportunidad me escribió "nos vemos en el baño, quiero ensayar algo", no lo dude un segundo y salí de la oficina y nos encontramos y me dice "deseo que lo introduzcas en tu vagina, para ensayar si se siente diferente" me encerré en el baño y le hice caso al activarlo solté un suave gemido y el al otro lado de la puerta me preguntaba qué cómo se sentía le dije delicioso…

Jugamos hasta la hora de almuerzo y empezamos de nuevo en la tarde, yo no quería detenerme y sabía que él se estaba divirtiendo.

En una ocasión le escribí, " deseo dañar tu mente" a lo que respondió, " y como lo harías" le escribí " deseas saber cómo es mi ropa interior" respondió que si, le expliqué detalladamente que era un brassier negro con espalda cruzada en encaje y una bragas negras con encaje, sé que se excitó al momento en que lo leyó, por qué me escribió me encantaría verlas y jugar en vivo con el juguete, le escribí que también me gustaría.

Me propuso ir a un motel para que jugáramos un rato y para darme un masaje en todo el cuerpo, me sentí muy excitada y no lo dude y acepte…

En el motel me dijo que para que me sintiera cómoda que nos desnudáramos sin vernos y nos duchamos por separado pero él me espió y vio mi cuerpo desnudo al momento en que me bañaba…

Al momento de empezar el masaje con algo de pudor intenté tapar mis nalgas y mis senos, algo que al pasar del tiempo ya no iba a ser importante.

Recorrió todo mi cuerpo con sus manos fuertes, sentía que deseaba tomarme pero intentaba parecer sereno y cumplir con el trato de que sería solo un masaje.

Al estar sentado sobre mi cola masajeando mi espalda intentaba sentir su pene el cual estaba erecto y se sentía entre mis nalgas, yo estaba excitada y muy relajada.

Cuando me dijo que me diera vuelta para seguir con el masaje en el frente me dio temor no quería quitar la pequeña toalla con la que me intentaba cubrir, comenzó con masajear mis piernas, deseaba que llegara a mi entrepierna para saber que iba a hacer, cuando empezó movía disimuladamente los dedos deseando tocar los labios de mi vagina, cuando los rozaba se sentía delicioso ya estaba a su merced, deseaba que me tomara; pero él estaba muy concentrado y serio y hacia como si no se daba cuenta que estaba sintiendo la humedad de mi vagina, la cual rozo unas ocasiones más, subió por mi abdomen apretaba mi cintura y la llegar a mis senos los tomo con fuerza y los apretó, toco mis pezones que estaban duros por la excitación que sentía todo mi cuerpo, acerco su rostro a mi pecho como deseando pasar su lengua en ellos, pero no lo hizo solo los tomaba entre sus dedos apretando y acariciándolos.

Al llegar a mi rostro me miro fijamente ambos ya estábamos muy excitados y me dijo quiero jugar con tu castigo. Abrió mis piernas y tomo el vibrador en sus manos y al encenderlo empezó a pasarlo por mi clítoris, los labios que intentaba abrir para así ver mi vagina húmeda expuesta esperando que la hiciera suya, yo tomaba las sábanas entre mis manos y las apretaba estaba muy excitada y empecé a gemir y eso lo hacía excitar a él, sentí el vibrador dentro de mi pero también sentí sus dedos, empezó a masturbarme a meter y sacar sus dedos dentro de mi, yo solo gemía de placer y le decía que continuará que se sentía delicioso, lo miraba a los ojos y veía que le gustaba que estaba complacido con tenerme y hacer lo que quisiera conmigo, quería hacerme su esclava sexual y lo estaba consiguiendo por qué nunca nadie me había hecho sentir tanto placer y de diferentes formas en un solo día.

Él tenía su rostro cerca de mi vagina, los dedos de una mano dentro de mi masturbándome en le otra mano el vibrador recorriendo la toda, deteniéndose en mi clítoris lo que me hacía gemir más, mis manos no sabían que hacer, a veces lo tomaba a el del cabello, tomaba mis senos los apretaba mis pezones duros y expuestos entre mis dedos, creo que eso lo hizo cambiar de posición, introdujo el vibrador en mi vagina con la mano izquierda y sus dedos aun dentro de mi.

Ya con su cuerpo junto al mío, se acercó a mis pezones, los lamió, los hizo suyos mordiéndolos, apretándolos con la mano derecha, era mucho el placer que me estaba haciendo sentir, nos miramos y nos besamos, el primer beso delicioso, no sabíamos hace cuánto estaban todos esos deseos y pasiones reprimidas pero las estábamos liberando y de qué manera tan sublime.

Cambio de nuevo de posición, dejo el vibrador dentro de la vagina, se hizo sobre mi, ubico mis pies en su pecho y empezó a rozarme con su pene duro y erecto, saco el vibrador y me penetró, sé que lo disfrutó, estaba sintiendo mí calor, mis fluidos y yo todo su deseo y excitación en su delicioso pene.

Después de unos minutos y de meter y sacar su pene dentro de mi, me dijo al oído "vamos a la ducha", al entrar en ella y sentir el agua tibia que caía sobre nuestros cuerpos, nos besábamos y el acariciaba mi cuerpo, bajo y me hizo sexo oral fue delicioso, me encantaba todo lo que me estaba haciendo, estaba tan concentrado en mi, en hacerme sentir cada centímetro de mi piel; sentí que se estaba poniendo en pie y nuevamente nos besamos, con sus manos acariciaba mi espalda y empezaba a bajar por ella, tomo mis nalgas fuertemente las separaba y las unía, yo no pensaba en nada solo sentía y el placer aumentaba en mi, en un momento sentí sus dedos en mi ano, me asusté pero no le dije nada solo apreté mis dedos en su espalda, creo que él esperaba alguna reacción de rechazo o de negación pero como no fue así me penetró con un dedo fue mi iniciación en el sexo anal y de qué manera metió un segundo dedo y yo no paraba de gemir y de apretar mi pecho contra el suyo, me gustaba mucho y sé que a él también, al pasar unos minutos regresamos a la cama.

Nos besábamos, cambiamos de posición ahora en cuatro tomaba mi cabello y golpeaba duro al penetrarme, me daba palmadas en las nalgas, dolor y placer al mismo tiempo. Estábamos llegando, mi humedad era abundante, el sentía mis fluidos y yo quería sentir los de él, seguía penetrándome cada vez más rápido y hasta el fondo, yo no dejaba de gemir pero se detuvo y me dijo "baja la cadera" y con sus dedos empezó a estimular de nuevo mi ano y con su pene en la vagina lo saco y decidió penetrar mi ano, primero despacio intentando hacerse espacio hasta llegar al fondo, había dolor y placer al mismo tiempo pero no quería que se detuviera le "dije más rápido" por favor y lo hizo se sentía delicioso y su respiración cada vez más agitada, llegó dentro de mi, dejo correr todo su semen dentro de mi ano, sentí su calor, su libido; y con una palmada en la nalga la que me hizo gemir, me dice "delicioso esclava". Y yo mentalmente me dije "estoy agradecida con mi amo por tanta atención y placer".

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