Mis manos empiezan acariciar mi cuerpo
al recordar el sentir incesante de nuestros cuerpos,
en su juego de desearse
y querer terminar en acciones placenteras.
Mi erección es duro similar
a como trueno con mi palma tu culo.
Sé que te encanta, que gimes, que pides más ,
y desbordas de humedad pidiendo mi lengua a gritos.
Mis manos se inquietan
al igual que mi lengua
la cual quisiera estar posada en el punto que te encanta,
y donde tus gemidos son los que guían su movimiento.
Desnudo ante el desnudó de tus senos,
tocándome al ritmo de los besos que devoran tus senos.
Te imagino a ti en la cama
mientras yo en la cama me toco todo el cuerpo.
Acaricio mi pene con movimientos lentos y rápidos
y me vuelvo en un éxtasis,
hasta no aguantar más y explotar
imaginando que lo hago en tu culo…