En la noche apasionada de deseo y lujuria,
bajo el manto de estrellas, tú eres mi única guía.
Eres la mujer hermosa, divina tentación,
con tus curvas de fuego y tu seducción.
En el umbral de la pasión, tus ojos brillan,
y en tu sonrisa hay secretos que me ensimisman.
Tu cuerpo es un poema que ansío descifrar,
con cada verso de amor que quiero susurrar.
En el lienzo de la noche, tu piel es mi trofeo,
cada caricia un verso, cada beso un anhelo.
Vistes un vestido rojo, provocación sutil,
que despierta en mí el deseo más febril.
Bajo la luna llena, en tu cuerpo me pierdo,
en cada rincón descubro un nuevo universo.
Tus labios carmesí, fuego que me consume,
en cada roce encuentro el éxtasis que resume.
Enredados en pasión, sin prisas ni temores,
ardemos como llamas, devorándonos sin dolores.
Tu cuerpo es mi refugio, mi delirio, mi hogar,
en cada beso encuentro un éxtasis sin par.
Mujer hermosa, danza en mis brazos sin cesar,
desnuda tu alma, déjame amarte sin parar.
En la noche eterna, entre suspiros y gemidos,
juntos escribimos el poema más prohibido.
Vestido rojo, símbolo de pasión y ardor,
en tus pliegues encuentro el sabor del amor.
Déjame ser tu verso, tu pasaje más ardiente,
enredados en deseo, amándonos eternamente.
En la penumbra de la noche, somos uno solo,
dos cuerpos que arden en el fuego del deseo.
Mujer hermosa, en tus brazos quiero perdurar,
entre suspiros y jadeos, dejémonos llevar.
Gracias por leer mis relatos. Si tienen sugerencias u opiniones de mis poemas, háganmelo saber escribiendime a mi correo [email protected].