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Deseo, disfrute y desenfreno (4)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Llevaba algo más de un mes sin saber de D3. Pensaba que se habían olvidado de mí, pero ahora andaba más ocupada puesto que había encontrado un nuevo trabajo y no tenía tanto tiempo para pensar en ello. Era viernes por la tarde y el estrés y el cansancio acumulado de toda la semana ya se notaba, necesitaba desconectar. Al llegar a casa tenía en el buzón una propaganda de un nuevo spa no muy lejos de mi casa que decía así: "Nuevo Spa la Nube ven a conocernos este sábado por la mañana y disfruta de tú primera hora gratis". Decidí que debía ir a conocerlo y aprovechar esta oportunidad para desconectar lo que me iría genial. El sábado por la mañana me preparé mi bañador, mi gorro de baño y mis chanclas, las metí en mi bolso y me dirigí a la dirección del Spa.

Cuando llegué vi que no era un local muy grande y que parecía bastante tranquilo. En la recepción me recibió una simpática chica, que me explicó el funcionamiento del Spa, me dijo los servicios de los que disponían y me acompañó hasta los vestuarios donde me proporcionó un biquini, gorro, chanclas y albornoz que debía usar durante mi estancia allí. La verdad que me sorprendió el que te dieran incluso el biquini, pero me dijo que era una norma de higiene. No le di más vueltas y comencé a cambiarme pues me moría de ganas por relajarme en el agua. El biquini que me dieron era de estos típicos de triangulitos, que para mí 90D de pecho tapaba más bien lo justo y dejaba poco a la imaginación, pues su fina tela blanca remarcaba mis oscuros pezones. Lo mismo ocurría con la braguita que era de esas que se atan con cordoncitos a ambos lados y dado mi voluminoso trasero, tan solo tapaba la mitad y menos mal que llevaba mi rajita bien depilada porque estoy segura que si no, se me hubiera transparentando todo.

Me puse el albornoz y me dirigí hacia la zona de las piscinas. En primer lugar me decanté por una pequeña piscina de hidromasaje que en aquel momento se encontraba vacía, menos mal, pues me dada algo de corte sacarme el albornoz dada la escasa ropa que llevaba. Entré en la piscina y tras aclimatarme me coloqué en uno de los asientos para relajarme con la presión de los chorros en la espalda. Se estaba en la gloria, tan relajada me encontraba que cerré los ojos y desconecté.

De repente noté unos suaves roces sobre mi rajita, primero creí que era algún nuevo chorro y me dejé llevar, la verdad que me estaba calentando y todo, pero pronto vi que no se trataba de un chorro, abrí los ojos sobresaltada. Frente a mí se encontraba un guapo moreno de unos 30 y poco años, con unos lujuriosos ojos dorados y un trabajado pecho color miel que sobresalía del agua. Al mirarlo no pude evitar relamerme los labios y excitarme haciendo que mis pezones se endurecieran, rozando amenazantes la mojada tela del biquini. Sus ojos no dejaban de mirarme consiguiendo intimidarme, mientras que su pie seguía el camino que ya había comenzado.

La verdad que me había quedado en shock y no era capaz de moverme ni quejarme, lo único que fui capaz de emitir fue un leve gemido. Su pie seguía con su sube y baja y yo me encontraba a mil, creía que iba a explotar, cuando de repente alguien más se acercó a la piscina y sus caricias cesaron, floto hasta mi sitio y antes de salir de la piscina se acercó a mi oído y me susurro: "Esto ha sido solo el principio" Besó dulcemente el lóbulo de mi oreja y se marchó. Buff… estaba que echaba chispas.

Tarde varios minutos en reaccionar, pero cuando por fin volví en si decidí que era hora de probar otra zona. Pase en primer lugar por una travesía de agua helada, que hizo bajar mi temperatura corporal, lo cual necesitaba la verdad. Cogí mi albornoz y me decante por ir a la sauna. Cuando entré tan solo había una pareja, me coloque en otro extremo para no molestarles. Poco después llego una chica de mi edad con un cuerpo de escándalo, de estatura media, delgadita con unos tersos y grandes pechos y sin un grapo de más, que se sentó a mi lado y comenzó a darme conversación. La verdad que era muy simpática y me sentí muy cómoda conversando con ella. Al poco la pareja abandonó la sauna y la chica que se había presentado como Eva dijo "Ya no aguanto más con este calor voy a sacarme el biquini espero que no te importe" y dicho esto se desprendió de ambas partes de su biquini quedando al aire su tersos pechos y su rosada rajita que no pude evitar mirar por curiosidad.

E-¿No te animas Sophie? Si no hay nadie más, no te cortes que hay confianza- Y me lanzó un guiño, lo que he de decir que en cierta manera me excito.

S- No así estoy bien, además me da vergüenza mostrar mi cuerpo que comparado con el tuyo…

E- Pero si estas estupenda, mira que preciosos pechitos tienes- Y comenzó a sopesar mis pechos entre sus manos.

E- Son ideales- continuo mientras pasaba sus pulgares sobre las aureolas que ya se encontraban como piedras- Yo estaba petrificada por las sensaciones y me deje llevar.

E- O vamos muéstrame esos pechitos- Y como hipnotizada por Eva me sabe el biquini

E- Que preciosidades!! Me muero por probarlos deben estar deliciosos.

S- Oh… yo no, eeeh… no me gustan las mujeres- conteste como pude mientras me apartaba un poco de Eva acalorada por los vapores de la sauna y la situación.

E- Sssh!! Silencio, tu solo túmbate aquí y disfruta- dicho esto callo mi boca con un beso húmedo que me dejo sin aire y me ayudo a tumbarme sobre su falda en los asientos de la sauna.

Comenzó a trazar círculos alrededor de mis pezones mientras me miraba fijamente a los ojos, después me dio ligeros pellizcos en estos, haciendo que se me escaparan ligeros jadeos. Se levantó y dejándome sobre el banco se situó en el bando inferior de rodillas, y colocando su suave boca sobre mis pechos, empezó a dar deliciosos lametones, deteniéndose en mis duros pezones, dándoles mordisquitos y succionándolos. Dios, a pesar del seco calor de la sauna sentía mi entrepierna empapada, no creía que pudiera aguantar más. Eva sentía que mi excitación subía y fue aumentando el nivel de succión, mezclado con lametones y mordiscos a la vez que amasaba mis pechos en sus manos. Llegó un punto en el que no pude más y me deshice en un delicioso orgasmo. No podía ser, solo con jugando con mis pechos había conseguido que me corriera, que más podría haber si seguía más abajo…

Eva me saco de mi ensoñación y me dijo que deberíamos salir que no queríamos que nos diera un bajón de tensión. Me ayudo a incorporarme y nos dirigimos a la ducha fría que había a la salida. Allí me acaricio el cuerpo a la vez que el frio agua caía por mi cuerpo, cuando el chorro cesó lamio suavemente las frías gotas que resbalaban por mi cuello, pechos, abdomen, llegando hasta algo más abajo de mi ombligo y deteniéndose ahí. Esto hizo que un suave escalofrió recorriera cada rincón de mi cuerpo poniéndome los pelos de punta. Después me puso el albornoz y me dijo:

E- Ven sígueme, iremos a un lugar más privado- Yo caminé detrás de ella contemplando como se contoneaba su trasero al andar.

Llegamos a la zona de las hamacas calientes, que se encontraba en un rinconcito apartado lo cual creaba una atmosfera más privada y mágica gracias a la tenue luz y al suave hilo musical que había. Allí Eva me deshizo del albornoz y me insto a tumbarme junto a ella en una de las hamacas dobles, lo cual a estas alturas no dude. Se volvió hacia mi y comenzó a besarme, siguiéndole yo el juego, la verdad que nunca había pensado que liarme con una mujer podía ponerme tanto.

E- Veo que todavía llevas mucha ropa- dijo con una mirada lujuriosa y la vez que una de sus traviesas manos tiraba de uno de los cordoncitos de la braguita de mi biquini, siguiendo por el otro hasta dejarme desprovista de esta.

E- Ummm… que bonita rajita- dijo mientras su dedo índice la recorría de arriba a abajo

E- Y decías que no tenías un cuerpo bonito – me planto otro beso húmedo a la par que trazo un suave circulo sobre mi clítoris que hizo que se me escapara un gemido ahogado por su beso.

Deshizo el beso, y comenzó a lamer delicadamente cada parte de mi cuerpo, bajando por mi cuello, pasando por mis pechos sin detenerse demasiado en estos, siguiendo hasta mi ombligo, trazando suaves círculos en este y continuando por mi línea alba, deteniéndose al llegar a mi zona sensible y desviándose hacia la ingle izquierda, volviendo a subir hasta el principio de mi rajita y volviendo a bajar ahora por la ingle derecha.

S- Por favor, no puedo más cómeme la rajitaa… uff..- Ni yo me reconocía ya a estas alturas, jamás pensé que le diría esto a una mujer.

E- Umm… parece que estoy sacando tu lado sucio Sophie. Estaré encantada de comerme tu dulce néctar- dicho esto su lengua se dirigió hacia mi clítoris, bajando un poco más hasta saborear todos mis jugos que empapaban a estas alturas la hamaca.

E- Estas de vicio- y sin darme tiempo a reaccionar me planto un beso salvaje, haciéndome saborear mi propio néctar.

Después, volvió a acomodarse entre mis piernas, con una mano separó mis labios vaginales, dejándome totalmente expuesta, y no tardaron en volver sus lametones recorriendo toda mi rajita, subiendo la intensidad a la vez que notaba que aumentaba mi excitación, de vez en cuando se detenía a succionar mi clítoris dándole después pequeñas y rápidos lametones. Me estaba volviendo loca, como lo hacía esta mujer, estaba experimentando sensaciones que jamás pensé que fueran posibles. Finalmente me deshice en un increíble orgasmo que tenso todas mis terminaciones nerviosas, dejándome convulsionando de placer. Entonces Eva recogió todos mis jugos con su hábil lengua y de nuevo vino hasta mi boca inundándome de mis propios jugos con su beso. Permanecimos unos minutos tumbadas mientras me recuperaba del increíble orgasmo.

E- Vayamos a darnos un baño- Dijo mientras se levantaba y se cubría con su albornoz. Yo hice lo mismo y juntas nos dirigimos hasta el jacuzzi, allí se encontraba el moreno de la piscina de hidromasaje.

Eva se deshizo de su albornoz y con total naturalidad se dirigió al interior del jacuzzi pero antes se volvió hacia mi.

E- Vamos Sophie, estoy segura de que un bañito te ira genial ahora mismo- Viendo que no me movía se volvió hacia mi y me desato el albornoz dejándolo caer a mis pies. Instintivamente me cubrí con una mano mis pechos y con otra mi rajita, aunque estoy segura que el apuesto moreno de ojos dorados no hubiera nada que no se hubiera imaginado antes. Después me tomo de la mano que cubría mi rajita y me dirigió dentro del jacuzzi, llevándome hasta el lado del misterioso hombre y colocándose ella a mi otro lado.

M- Hola preciosa, ya perdonaras antes no me he presentado, mi nombre es Mario- tras lo pues me arreo un morreo

S- Eeee… en… encantada- dije con voz entrecortada.

M- Ya te dije que solo era en principio por lo que prepárate porque este te estaba esperando- dijo mientras colocaba mi mano sobre su miembro. Dios con el agua no me había fijado de que también estaba desnudo y menuda talla se calzaba.

Eva a mi otro lado empezó de nuevo a jugar con mis pechos mientras Mario me excitaba con sus besos calientes a la par que yo jugaba con su miembro que cada vez estaba más duro. De nuevo volvía a estar súper mojada, y no por el agua el jacuzzi precisamente.

Mario bajó una de sus manos hasta mi rajita y me metió dos dedos al ritmo que yo subía y bajaba mi mano por su polla, mientras Eva seguía entretenida en mis pechos. Cuando no me quedaba mucho para acabar Mario paro en seco.

M- Ya vale preciosa es hora de que llene ese hermoso cuerpo- Se colocó un condón y tras ello me subió en volandas sobre su cuerpo, quedando mi espalda pegada a su esculpido torso. Tras ello colocó su pollo en mi entrada.

M- Siéntate sobre ella preciosa- entonces yo me senté a la par que el dio una gran embestida de manera que cerca de 20 cm de dura polla entraron en mi cuerpo de una sola vez

S- Dios mío me vas a partir- Mario dejo que mi cuerpo se acostumbrara a su polla, luego mientras con sus manos masajeaba mis pechos, comenzó a bombearla dentro de mi ayudado por el vaivén del agua.

En esas Eva se colocó delante de mí y empezó a besarme y a frotar mi clítoris. Madre mía ya no resistí más y caí en mi tercer orgasmo de la mañana por lo menos, pues ya empezaba a perder la cuenta. Después, Mario se levantó, me hizo colocar doblada sobre el borde del jacuzzi mientras él se colocó de pie tras de mi. Introdujo su polla dentro de mi empezando suavemente para luego ir aumentando progresivamente, chocando en ese vaivén con mi culo.

Mientras mis pechos se bamboleaban al ritmo de sus sacudidas rozando la burbujeante agua del jacuzzi, lo cual me provocaba un cosquilleo delicioso. En esas Eva me susurro al oído, "es hora de que pruebes mi fruto", tras esto se puso sentada en el borde del jacuzzi, entre mis brazos y acerco su rajita a mi boca. Iba a ser mi primer oral femenino por lo que no pude evitar sentirme nerviosa. Comencé lamiendo toda su rajita inspeccionando el terreno y saboreando sus dulces jugos. Luego me centre en jugar sobre su clítoris, succionando y lamiéndolo a fondo y aumentando la velocidad a la par que las embestidas de Mario aumentaba la velocidad y con su mano frotaba mi clítoris.

Sentía que no iba a aguantar mucho más. Poco después sentí como de nuevo caía en otro tremendo orgasmo y sentí como mi cuerpo se contraía sobre la dura polla de Mario, que tras esto se vino. Yo continúe ansiosa con mi labor hasta que un momento después Eva se corrió en mi boca. Estábamos exhaustos y los tres nos quedamos sentados en el interior hasta que nos relajamos.

Finalmente, salimos y nos pusimos nuestros albornoces. Mario se me acerco y de su albornoz saco un sobre, esto es para ti, te lo has ganado y tras un beso de despedida me entregó el sobre. Saque su contenido y me encontré con la ya familiar tarjeta de D3 en la que salía el siguiente mensaje: "Espero que te hayas relajado y hayas dado a basto. Estate atenta porque nunca se sabe cuando puedes volver a tener noticias nuestras. Un saludo. Isabella". Madre mía que intriga me creaba esta tarjeta, que sería lo próximo, superaría a esta última aventura…

Espero que este relato os haya excitado tanto como a mi mientras lo escribía. A Sophie todavía le quedan muchas experiencias por vivir por lo que si tenéis alguna sugerencia estaré encantada de escucharlas, así como de leer todos vuestros comentarios.

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